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No explícitamente pero sí implícitamente:
"Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." (Apocalipsis 21:8)
"Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema." (Gálatas 1:8)
"¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios." (1 Corintios 6:9-10)
"Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles." (Mateo 25:41)
Muchos católicos romanos encajan con lo que se describe en esos textos. Obviamente que en el Infierno también habrá musulmanes, budistas, hinduistas, testigos de Jehová, adventistas del séptimo día, miembros de la Fe Bahá'í, ateos, satanistas y los de cualquier otra religión que no reconozcan a Jesús como Dios Todopoderoso y como único camino al Cielo, pero aquí estamos hablando de por qué el catolicismo romano es un camino hacia el Infierno.
Y lamento tu pérdida de ese familiar católico tuyo que murió y que te hizo creer que los católicos se salvan. Está bien que ames a los romanistas, pero si no les adviertes acerca de su religión pagana e idólatra, es como si los enviarás a su condenación. Si alguien ve a otro que se está tomando una botella de veneno y deja que se la tome, ese alguien es un asesino.
