VALENCIA,
La elección de sus discípulos no fue porque fueron los mejores... ¿Acaso no lo sabes hombre de poca fe?
Toma el ejemplo del Centurión y no le seas infiel a Cristo, con todos tus ídolos.
Lucas 7:1-10
7 Cuando terminó de hablar al pueblo, Jesús entró en Capernaúm. 2 Había allí un centurión, cuyo siervo, a quien él estimaba mucho, estaba enfermo, a punto de morir. 3 Como oyó hablar de Jesús, el centurión mandó a unos dirigentes de los judíos a pedirle que fuera a sanar a su siervo. 4 Cuando llegaron ante Jesús, le rogaron con insistencia:
—Este hombre merece que le concedas lo que te pide: 5 aprecia tanto a nuestra nación que nos ha construido una sinagoga.
6 Así que Jesús fue con ellos. No estaba lejos de la casa cuando el centurión mandó unos amigos a decirle:
—Señor, no te tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo. 7 Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero, con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. 8 Yo mismo obedezco órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
9 Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó:
—Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande.
10 Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo.
Y otra cosa, no tengo vergüenza alguna de decir que soy salvo, la voluntad de Dios así lo dispuso.