Re: EL CATOLICISMO ME HACE FELIZ, SIENTO A DIOS EN MI CORAZON
Por ultimo castillo, NO desvie LO que PREGUNTE, ya que se tomo el tiempo, responda, ESTA SENCILLA PREGUNTA :
1 - Muchacho, DONDE JESUS, invoca al SANTO PATRONO para exorcizar.................???
2 - Muchacho, DONDE JESUS, y LOS apostoles, USABAN AGUA y SAL para exorcizar.................???
Sergio
Mira viejo, la verdad que quien no quiere ver eres tú, eres ciego porque dices ver:
Los santos no tienen poder por si mismos, ¿No te quedó claro?, tu insistencia en la pregunta es muy tozuda, la pregunta ha sido contestada.
Te repito, Mediador solo es Cristo, intercesores son muchos, y todos interceden ante Cristo, Abraham, Moisés, Elías, etc. en el antiguo testamento se muestran no como mediadores, sino como intercesores por las causas de los hombres ante Dios. Los ejemplos que te di del nuevo testamento muestran claramente que la Santísima Virgen María, San Pedro y todos los discípulos elegidos por Cristo intercedieron por los Hombre, no mediaron, pues mediador solo es Cristo.
Sobre que María es madre de Jesús, no hay duda toda la Biblia lo dice una y otra y otra vez, Santos, evangelistas y ángeles lo proclaman en las escrituras mira:
Mateo 1, 18
18 La generación de Jesucristo fue de esta manera:
Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo.
Mateo 2, 11
11 Entraron en la casa;
vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Mateo 2, 13-14
13 Después que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en
sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»
14 El se levantó, tomó de noche al niño y a
su madre , y se retiró a Egipto;
Mateo 12, 46-50
46 Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando
su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él.
47 Alguien le dijo: «¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos
que desean hablarte.»
48 Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y
quiénes son mis hermanos?»
49 Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: «Estos son mi
madre y mis hermanos.
50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es
mi hermano, mi hermana y mi madre.»
Marcos 3, 31-35
31 Llegan
su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a
llamar.
32 Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu
madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.»
33 El les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?»
34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su
alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.
35 Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana
y mi madre.»
Lucas 8, 19-21
19 Se presentaron donde él
su madre y sus hermanos, pero no podían
llegar hasta él a causa de la gente.
20 Le anunciaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren
verte.»
21 Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que
oyen la Palabra de Dios y la cumplen.»
En este pasaje Jesús no niega a María, en ningún momento dice Jesús que ella no fuera su madre, más por el contrario, lo que hace es enseñar a todos sus discípulos que ellos son su familia, tal como María y su parentela. Somos familia de Cristo por voluntad suya, por su amor y por su gracia. No merecemos ese título, pero él nos lo da porque él nos ama. Solo podemos acoger ese título cumpliendo la voluntas del Padre, en Cristo.
Mateo 13, 55
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama
su madre María , y
sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?
Lucas 1, 27-43
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de
David; el nombre de la virgen era María.
28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo.»
29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría
aquel saludo.
30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios;
31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás
por nombre Jesús.
32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre;
33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá
fin.»
34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón?»
35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo
y será llamado Hijo de Dios.
36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez,
y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,
37 = porque ninguna cosa es imposible para Dios.» =
38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.» Y el ángel dejándola se fue.
39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la
región montañosa, a una ciudad de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;
42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu seno;
43
y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
Lucas 2, 25-35
25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este
hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en
él el Espíritu Santo.
26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte
antes de haber visto al Cristo del Señor.
27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se
vaya en paz;
30 porque han visto mis ojos tu salvación,
31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
33 Su padre y
su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
34 Simeón les bendijo y dijo a María,
su madre : «Este está puesto para
caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que
queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
Lucas 2, 48-51
48 Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y
su madre le dijo:
«Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te
andábamos buscando.»
49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía
estar en la casa de mi Padre?»
50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos.
Su madre
conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
Juan 2, 1-12
1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba
allí
la madre de Jesús.
2 Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.
3 Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le
dice a Jesús
su madre : «No tienen vino.»
4 Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha
llegado mi hora.»
5 Dice
su madre a los sirvientes: = «Haced lo que él os diga.» =
6 Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de
los judíos, de dos o tres medidas cada una.
7 Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta
arriba.
8 «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.» Ellos lo
llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como
ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que
lo sabían), llama el maestresala al novio
10 y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están
bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»
11 Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y
manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.
12 Después bajó a Cafarnaúm con
su madre y sus hermanos y sus
discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.
Juan 6, 42-51
42 Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y
madre conocemos?
¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?»
43 Jesús les respondió: «No murmuréis entre vosotros.
44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae;
y yo le resucitaré el último día.
45 Está escrito en los profetas: = Serán todos enseñados por Dios. =
Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de
Dios, ése ha visto al Padre.
47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida.
49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;
50 este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.
51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan,
vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del
mundo.»
Juan 19, 25-27
25 Junto a la cruz de Jesús estaban
su madre y la hermana de
su madre , María, mujer de Clopás, y María Magdalena.
26 Jesús, viendo a
su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba,
dice a
su madre : «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
27 Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella
hora el discípulo la acogió en su casa.
Hechos 1, 14
14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en
compañía de algunas mujeres, de
María, la madre de Jesús , y de sus
hermanos.