La ley su propósito no es para salvar, se limita solo a que sea cumplida.Nada mejor que saber lo valioso que fue la redención que es recibida como un favor inmerecido. Esto te debería alentar a cumplir lo que Dios te pide en Su palabra, si es que has nacido de nuevo en Cristo. Nada debería hacerse por temer un castigo.
Volver a una ley que no salva, se convierte en lazo y trampa para el que se deja engañar, y es una ofensa a Dios mismo por creer que la sangre de Cristo no es suficiente para la redención.