El Ave Maria

Marco_Antonio_ZB

Perro Sovietico
9 Enero 2024
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Beni-Bolivia
Donde dice en la Biblia que se debe rezar el Ave Maria, ??? DIOS ordena en algun momento hacer esto?
 
Donde dice en la Biblia que se debe rezar el Ave Maria, ??? DIOS ordena en algun momento hacer
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Enero 31, 2024


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Sectas, apologética y conversos
Apologética: Respuestas Bíblicas


Mito 32

El Ave María, comenzó en la última mitad de 1508 A.D.



Por: Catholic,net | Fuente: Catholic.net




Mito 32. El Ave María, comenzó en la última mitad de 1508 A.D.

Fue terminado 50 años después y finalmente fue aprobado por el Papa Sixths V, al final del décimosexto siglo.

Refutación y Argumentos Católicos

Aquí el problema no es que en la Iglesia se comience a rezar el avemaría a partir de una fecha u otra, sino que para el autor de este mito, el hombre no tiene por qué recurrir a María para contar con su intercesión. El mito descuida, en efecto, que el avemaría es una muestra de la admirable conjunción en la Iglesia del aspecto divino y el eclesial: no puede negarse la presencia de la acción divina en las palabras pronunciadas por el ángel y santa Isabel, por otro lado, la Iglesia goza de la asistencia del Espíritu Santo que prometió la guiaría hasta la verdad completa (Jn 16,13). Por otro lado, todo lo que el vicario de Cristo ate o desate en la tierra quedará atado o desatado en el cielo por boca del mismo Cristo (Mt 16,19). Hay, pues, continuidad entre la acción del Espíritu Santo antes, ya que Dios no puede engañarse ni engañarnos.

El avemaría es, por lo tanto, una oración bíblica.

1. La primera parte se remonta a Lucas 1,26-28:
"Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Y a Lucas 1,42:
"Y exclamando con gran voz, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno".

2. La segunda parte se remonta igualmente a la Biblia en cuanto a su sentido, sólo que su elaboración literal es posterior y de origen eclesiástico, pero está en sintonía con la Biblia:
Santa María Madre de Dios: "Y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?" (Lc 1,43).

"Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén": que María puede interceder por nosotros, no nos cabe la menor duda. Lo hizo en Caná: "Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga» (Jn 2,3-5).

De hecho, en el Apocalipsis los santos del cielo pueden interceder en favor o en contra de los habitantes de la tierra. ¡Con cuánta mayor razón la "Madre del Señor" !: "Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Se pusieron a gritar con fuerte voz: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?» Entonces se le dio a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos" (Ap 6,9-11).

No es correcto decir que esta oración inicia en el 1508. Los datos siguientes hablan por sí solos.

El saludo del ángel y el macarismo de Isabel ("dichosa la que ha creído...")se encuentran ya unidos en Severo de Antioquía (+ 538). En efecto, Severo se hace eco de ello en una fórmula ritual del bautismo (cfr Acta Sanctorum VII). De hecho, hay un testimonio arqueológico interesante: en Lúxor, Egipto, se ha encontrado un óstracon (inscripción en vasijas de barro) con las palabras del ángel y de santa Isabel formando parte de un todo. Más aún para el 749 San Juan de Damasco las hace objeto de sus homilías. También figura en occidente, en la así llamada "Vida de san Ildefonso", atribuida a san Julián de Toledo (S. IX). Su uso quedó generalizado gracias a los antifonarios gregorianos como ofertorio para el IV domingo de adviento. En el S. XII la práctica se acentúa como puede constatarse en el Sermón III in Missis de san Bernardo. Los obispos encarecen entonces su aprendizaje por parte de los fieles, como Odón de Soliac en 1198. Gracias a Urbano IV la Iglesia añadió los nombres de «María» -"Dios te salve, María

Nada mejor que el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica para explicarnos el significado del avemaría:

2674 Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía y que están ante los peligros y las miserias" (LG 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de él: María "muestra el Camino" ["Hodoghitria"], ella es su "signo", según la iconografía tradicional de Oriente y Occidente.

2675 A partir de esta cooperación singular de María a la acción del Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. En los innumerables himnos y antífonas que expresan esta oración, se alternan habitualmente dos movimientos: uno "engrandece" al Señor por las "maravillas" que ha hecho en su humilde esclava, y por medio de ella, en todos los seres humanos (cf Lc 1, 46-55); el segundo confía a la Madre de Jesús las súplicas y alabanzas de los hijos de Dios ya que ella conoce ahora la humanidad que en ella ha sido desposada por el Hijo de Dios.

2676 Este doble movimiento de la oración a María ha encontrado una expresión privilegiada en la oración del Ave María:

"Dios te salve, María [Alégrate, María]". La salutación del Angel Gabriel abre la oración del Ave María. Es Dios mismo quien por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava (cf Lc 1, 48) y a alegrarnos con el gozo que El encuentra en ella (cf So 3, 17b)

"Llena de gracia, el Señor es contigo": Las dos palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente. María es la llena de gracia porque el Señor está con ella. La gracia de la que está colmada es la presencia de Aquél que es la fuente de toda gracia. "Alégrate... Hija de Jerusalén... el Señor está en medio de ti" (So 3, 14, 17a). María, en quien va a habitar el Señor, es en persona la hija de Sión, el arca de la Alianza, el lugar donde reside la Gloria del Señor: ella es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21, 3). "Llena de gracia", se ha dado toda al que viene a habitar en ella y al que entregará al mundo.

"Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". Después del saludo del ángel, hacemos nuestro el de Isabel. "Llena del Espíritu Santo" (Lc 1, 41), Isabel es la primera en la larga serie de las generaciones que llaman bienaventurada a María (cf. Lc 1, 48): "Bienaventurada la que ha creído... " (Lc 1, 45): María es "bendita entre todas las mujeres" porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor. Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las "naciones de la tierra" (Gn 12, 3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios: Jesús, el fruto bendito de su vientre.

2677 "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros... " Con Isabel, nos maravillamos y decimos: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?" (Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús su hijo, María es madre de Dios y madre nuestra; podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones: ora para nosotros como oró para sí misma: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de Dios: "Hágase tu voluntad".

"Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Virgen Santísima. Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte en Cruz de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra (cf Jn 19, 27) para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso.

2678 La piedad medieval de Occidente desarrolló la oración del Rosario, en sustitución popular de la Oración de las Horas. En Oriente, la forma litánica del Acathistós y de la Paráclisis se ha conservado más cerca del oficio coral en las Iglesias bizantinas, mientras que las tradiciones armenia, copta y siríaca han preferido los himnos y los cánticos populares a la Madre de Dios. Pero en el Ave María, los theotokia, los himnos de San Efrén o de San Gregorio de Narek, la tradición de la oración es fundamentalmente la misma.

2679 María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos (cf Jn 19, 27) a la madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos orar con ella y a ella. La oración de la Iglesia está sostenida por la oración de María. Le está unida en la esperanza (cf LG 68-69).
 
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Apologética: Respuestas Bíblicas


Mito 32

El Ave María, comenzó en la última mitad de 1508 A.D.



Por: Catholic,net | Fuente: Catholic.net




Mito 32. El Ave María, comenzó en la última mitad de 1508 A.D.

Fue terminado 50 años después y finalmente fue aprobado por el Papa Sixths V, al final del décimosexto siglo.

Refutación y Argumentos Católicos

Aquí el problema no es que en la Iglesia se comience a rezar el avemaría a partir de una fecha u otra, sino que para el autor de este mito, el hombre no tiene por qué recurrir a María para contar con su intercesión. El mito descuida, en efecto, que el avemaría es una muestra de la admirable conjunción en la Iglesia del aspecto divino y el eclesial: no puede negarse la presencia de la acción divina en las palabras pronunciadas por el ángel y santa Isabel, por otro lado, la Iglesia goza de la asistencia del Espíritu Santo que prometió la guiaría hasta la verdad completa (Jn 16,13). Por otro lado, todo lo que el vicario de Cristo ate o desate en la tierra quedará atado o desatado en el cielo por boca del mismo Cristo (Mt 16,19). Hay, pues, continuidad entre la acción del Espíritu Santo antes, ya que Dios no puede engañarse ni engañarnos.

El avemaría es, por lo tanto, una oración bíblica.

1. La primera parte se remonta a Lucas 1,26-28:
"Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Y a Lucas 1,42:
"Y exclamando con gran voz, dijo: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno".

2. La segunda parte se remonta igualmente a la Biblia en cuanto a su sentido, sólo que su elaboración literal es posterior y de origen eclesiástico, pero está en sintonía con la Biblia:
Santa María Madre de Dios: "Y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?" (Lc 1,43).

"Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén": que María puede interceder por nosotros, no nos cabe la menor duda. Lo hizo en Caná: "Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga» (Jn 2,3-5).

De hecho, en el Apocalipsis los santos del cielo pueden interceder en favor o en contra de los habitantes de la tierra. ¡Con cuánta mayor razón la "Madre del Señor" !: "Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Se pusieron a gritar con fuerte voz: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?» Entonces se le dio a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos" (Ap 6,9-11).

No es correcto decir que esta oración inicia en el 1508. Los datos siguientes hablan por sí solos.

El saludo del ángel y el macarismo de Isabel ("dichosa la que ha creído...")se encuentran ya unidos en Severo de Antioquía (+ 538). En efecto, Severo se hace eco de ello en una fórmula ritual del bautismo (cfr Acta Sanctorum VII). De hecho, hay un testimonio arqueológico interesante: en Lúxor, Egipto, se ha encontrado un óstracon (inscripción en vasijas de barro) con las palabras del ángel y de santa Isabel formando parte de un todo. Más aún para el 749 San Juan de Damasco las hace objeto de sus homilías. También figura en occidente, en la así llamada "Vida de san Ildefonso", atribuida a san Julián de Toledo (S. IX). Su uso quedó generalizado gracias a los antifonarios gregorianos como ofertorio para el IV domingo de adviento. En el S. XII la práctica se acentúa como puede constatarse en el Sermón III in Missis de san Bernardo. Los obispos encarecen entonces su aprendizaje por parte de los fieles, como Odón de Soliac en 1198. Gracias a Urbano IV la Iglesia añadió los nombres de «María» -"Dios te salve, María

Nada mejor que el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica para explicarnos el significado del avemaría:

2674 Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía y que están ante los peligros y las miserias" (LG 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de él: María "muestra el Camino" ["Hodoghitria"], ella es su "signo", según la iconografía tradicional de Oriente y Occidente.

2675 A partir de esta cooperación singular de María a la acción del Espíritu Santo, las Iglesias han desarrollado la oración a la santa Madre de Dios, centrándola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. En los innumerables himnos y antífonas que expresan esta oración, se alternan habitualmente dos movimientos: uno "engrandece" al Señor por las "maravillas" que ha hecho en su humilde esclava, y por medio de ella, en todos los seres humanos (cf Lc 1, 46-55); el segundo confía a la Madre de Jesús las súplicas y alabanzas de los hijos de Dios ya que ella conoce ahora la humanidad que en ella ha sido desposada por el Hijo de Dios.

2676 Este doble movimiento de la oración a María ha encontrado una expresión privilegiada en la oración del Ave María:

"Dios te salve, María [Alégrate, María]". La salutación del Angel Gabriel abre la oración del Ave María. Es Dios mismo quien por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto sobre su humilde esclava (cf Lc 1, 48) y a alegrarnos con el gozo que El encuentra en ella (cf So 3, 17b)

"Llena de gracia, el Señor es contigo": Las dos palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente. María es la llena de gracia porque el Señor está con ella. La gracia de la que está colmada es la presencia de Aquél que es la fuente de toda gracia. "Alégrate... Hija de Jerusalén... el Señor está en medio de ti" (So 3, 14, 17a). María, en quien va a habitar el Señor, es en persona la hija de Sión, el arca de la Alianza, el lugar donde reside la Gloria del Señor: ella es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21, 3). "Llena de gracia", se ha dado toda al que viene a habitar en ella y al que entregará al mundo.

"Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". Después del saludo del ángel, hacemos nuestro el de Isabel. "Llena del Espíritu Santo" (Lc 1, 41), Isabel es la primera en la larga serie de las generaciones que llaman bienaventurada a María (cf. Lc 1, 48): "Bienaventurada la que ha creído... " (Lc 1, 45): María es "bendita entre todas las mujeres" porque ha creído en el cumplimiento de la palabra del Señor. Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las "naciones de la tierra" (Gn 12, 3). Por su fe, María vino a ser la madre de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben a Aquél que es la bendición misma de Dios: Jesús, el fruto bendito de su vientre.

2677 "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros... " Con Isabel, nos maravillamos y decimos: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?" (Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús su hijo, María es madre de Dios y madre nuestra; podemos confiarle todos nuestros cuidados y nuestras peticiones: ora para nosotros como oró para sí misma: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de Dios: "Hágase tu voluntad".

"Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Virgen Santísima. Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la muerte en Cruz de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos acoja como madre nuestra (cf Jn 19, 27) para conducirnos a su Hijo Jesús, al Paraíso.

2678 La piedad medieval de Occidente desarrolló la oración del Rosario, en sustitución popular de la Oración de las Horas. En Oriente, la forma litánica del Acathistós y de la Paráclisis se ha conservado más cerca del oficio coral en las Iglesias bizantinas, mientras que las tradiciones armenia, copta y siríaca han preferido los himnos y los cánticos populares a la Madre de Dios. Pero en el Ave María, los theotokia, los himnos de San Efrén o de San Gregorio de Narek, la tradición de la oración es fundamentalmente la misma.

2679 María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos (cf Jn 19, 27) a la madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos orar con ella y a ella. La oración de la Iglesia está sostenida por la oración de María. Le está unida en la esperanza (cf LG 68-69).
Maria esta muerta, y los muertos no pueden interceder ante Dios
 
Maria esta muerta, y los muertos no pueden interceder ante Dios
Ay hermanito , es encerio , bueno de lo voy a explicar.
esta muerta, y los muertos no pueden interceder ante Dios
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Enero 31, 2024


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Belleza del patrimonio cristiano
Misterios del cristianismo

¿Murió la Virgen María?
La Virgen murió a causa del ardoroso amor de Dios y del vehemente deseo y contemplación intensísima de las cosas celestiales


Por: P. Miguel Ángel Fuentes, V.E. | Fuente: El Teólogo Responde




Acerca de la muerte de la Virgen María: ¿fue sólo una dormición?, ¿qué dice la doctrina de la Iglesia?

Para responder a esta pregunta hay que distinguir entre “muerte” y “corrupción en el sepulcro”. La muerte es la separación del cuerpo y del alma; en cambio la corrupción del sepulcro es la resolución del cuerpo en polvo. Cristo murió, pero no conoció la corrupción del sepulcro, cumpliéndose lo del Salmo 15,10: “No permitirás que tu Santo vea la corrupción”.

¿Murió la Virgen? El primero que parece dudar de esto fue San Epifanio, aunque, como él mismo dice, no se atreve a decir ni que sí ni que no. Ya en el siglo IV existía la tradición según la cual la Virgen no murió sino que subió a los cielos sin morir. Esta tradición ha tenido seguidores en diversos momentos de la historia eclesiástica.

Sin embargo, según G. Alastruey (“Tratado de la Virgen Santísima”, BAC, Madrid 1945, pp. 405 y siguientes), para sólo citar uno de los más relevantes mariólogos, la verdadera doctrina (que debe tenerse “como teológicamente ciertísima”) es que la Virgen María murió verdaderamente.

Esta es la sentencia más firme y que tiene el aval de una segura tradición tanto latina como griega, incluso con autores ortodoxos (San Agustín, San Juan Damasceno, San Andrés de Creta, San Juan de Tesalónica, Nicolás Cabasilas, etc.). En cuanto a San Epifanio, hay que tener en cuenta que no niega la muerte sino que solamente afirma que sobre esto nada dice la Escritura.

Lo mismo dice la tradición litúrgica. En el “Misal Romano” se leía en la Misa de la Asunción: “ya que la Madre de Dios salió de este mundo conforme a la condición de la carne mortal”. En el Misal actual no se menciona la muerte sino sólo la inmunidad de la corrupción en el sepulcro.

La palabra “dormición”, que se usa principalmente en la Iglesia griega no debe llevarnos a confusión pues significa la muerte de la Virgen María.

Las razones teológicas que se dan al respecto son:

1) Convenía que María, para conformarse con su Hijo, padeciera la muerte, y así por la muerte pasara a la gloria, a fin de que no pareciera de mejor condición la Madre que el Hijo.

2) La verdad de la Encarnación se corrobora más por la muerte de María; pues si convenía que Cristo muriera para confirmar la fe de la Encarnación, y así no se dudara de que era hombre verdadero, igualmente convenía que muriera su madre, para que no se pensase que había nacido de mujer inmortal.

3) Además la Virgen fue constituida por Dios cooperadora en la obra de la Redención humana. Mas porque la obra de la redención del género humano se llevó a cabo por la muerte de Cristo, así convenía que la Virgen se asociara a su muerte.

4) Como dice San Pedro Canisio: para consuelo nuestro cuando nos toque el duro trance de la nuestra muerte.

¿De qué género de muerte murió la Virgen Santísima? La Virgen no murió ni por martirio ni por muerte violenta; tampoco de enfermedad o vejez. Los teólogos afirman comúnmente que la Virgen murió a causa del ardoroso amor de Dios y del vehemente deseo y contemplación intensísima de las cosas celestiales. Así sostuvieron San Jerónimo, el abad Guerrico, San Alberto Magno, Dionisio el Cartujano, Santo Tomás de Villanueva, Bossuet, etc.

En cambio, la Virgen María no estuvo sujeta a la corrupción del sepulcro. Esto es tradición unánime de la Iglesia. San Andrés de Creta dice: “Como no se corrompió el útero de la que dio a luz, así ni la carne de la que murió... El parto eludió la corrupción, y el sepulcro no admitió la extrema corrupción de la muerte”. Y Santo Tomás de Villanueva: “No es justo que sufra corrupción aquel cuerpo que noEnglish |

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Enero 31, 2024


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Sectas, apologética y conversos
Apologética: Respondiendo algunas dudas

La asunción de María al cielo
¿Por qué los católicos creen que María ascendió al cielo?


Por: Martin Zavala M.P.D. | Fuente: Defiendetufe.org




Pregunta un lector:

¿Por qué los católicos creen que María ascendió al cielo si en la Biblia se menciona que cuando uno muere se acaba todo?

Yo voy a la Iglesia adventista y no estoy de acuerdo con eso. ¿Pueden contestar a mi pregunta?

Respuesta:

Saludos hermano. Gracias por tu e-mail.

Como católicos creemos firmemente que Nuestra Madre María fue asunta o levantada hacia el cielo. Es decir que fue llevada a la presencia de Dios en cuerpo y alma.

Sin embargo, hoy en día hay mucha gente que dice ser "cristiana" y no cree lo mismo. Más aún, nos preguntan y nos dicen, que eso no es cierto. ¿Qué por qué lo creemos? Este tema está dedicado a explicar eso y lo hemos preparado para ti para que conozcas algo de nuestro fundamento y al mismo tiempo que los católicos que lo lean, amen más a la Virgen y sepan cómo defender su fe (1 Pe 3,15).



A.- Razones Bíblicas:

En primer lugar, profundicemos en la Sagrada Escritura para ver lo que la Palabra de Dios nos enseña acerca de esto.

Los cuatro puntos bíblicos principales son los siguientes:

1.- Dios, no es un Dios de muertos, sino de vivos.

Hay algunos hermanos separados que no creen como nosotros porque según ellos cuando uno se muere se acaba todo y no pasa nada hasta que Jesús vuelva.

Eso es falso porque la misma Biblia nos dice claramente que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Veamos algunas citas bíblicas que nos confirman esto:

" Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos" Mt 22,32

"Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor" Fil 1,23

"... Se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús." Mc 9,1-4

2.- Si al malhechor "por un minuto de fe" Jesucristo se lo llevó al paraíso, con más razón se llevaría a su madre Maria para estar junto a él.

"...Y le decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino." Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."
Lc 23, 39-43

Así sucedió, querido hermano, uno de los malhechores tuvo fe de último momento y se arrepintió. Un minuto le bastó y en su gran misericordia Jesucristo le dijo que ese mismo día iba a estar con él en el Paraíso. Algunos dicen que era tan "buen ladrón" que se robó el cielo en un minuto.

Entonces, si a ese malhechor Jesús se lo llevó junto a él, con mayor razón se iba a llevar a su santa madre María, que era mujer llena de Fe, para que estuviera junto a él por toda la eternidad.

Qué increíble que muchos hermanos protestantes no hayan descubierto esto.

3.- Ascendiendo al cielo en cuerpo y Alma.
"Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor". 1 Tes 4,17

"Les decía también: "Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios." Mc 9,1

Si abraham, Isaac, Jacob, Elías y Moisés estaban vivos junto a Dios con mayor razón María, la sierva y Madre de Dios, también lo iba a estar
Estos versículos indican que los cristianos viviendo en gracia de Dios y presencien la venida física de Jesucristo en los últimos tiempos, no morirán la muerte terrenal sino que pasarán directamente al cielo en cuerpo y alma para toda la eternidad.

Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.
Hech 1,9.

Este otro nos enseña que Jesucristo ascendió en cuerpo y alma al cielo.



Composición de Textos

Uniendo las ideas contenidas en los versículos anteriores y aplicándolos a María diremos que el hecho histórico fue así:

"Al final de su vida, la Virgen María pasó a la otra a través de un hecho que no puede llamarse muerte como la conocemos universalmente, para cumplir con 1 Tes 4,17. Su persona fue excepcional para cumplir con Lc 1,28. Y vive en el cielo en cuerpo y alma para cumplir con Lc 1,28 y Hech 1,9".

A eso le llama la Iglesia "La asunción de María a los cielos".

Si el profeta Elías fue arrebatado hacia el cielo 2 Rey 2,9-11 Con mayor razón será con María, madre de Jesucristo y fiel sierva de Dios Lc 1,28; Lc 1,48.

B.- Razones lógicas.

El objetivo principal de Dios sobre la humanidad es su felicidad y salvación. Eso se gana por el arrepentimiento de nuestras faltas y nuestra obediencia como fruto de nuestra fe.

Para el tema que estamos hablando las gracias que nos toca tratar son " el arrebato", "la resurrección antes del final de los tiempos" y "el vivir en cuerpo y alma en el cielo antes de la resurrección universal". Las personas poseedoras de eso e identificadas en l Menu

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Apologética: Respondiendo algunas dudas

La asunción de María al cielo
¿Por qué los católicos creen que María ascendió al cielo?


Por: Martin Zavala M.P.D. | Fuente: Defiendetufe.org




Pregunta un lector:

¿Por qué los católicos creen que María ascendió al cielo si en la Biblia se menciona que cuando uno muere se acaba todo?

Yo voy a la Iglesia adventista y no estoy de acuerdo con eso. ¿Pueden contestar a mi pregunta?

Respuesta:

Saludos hermano. Gracias por tu e-mail.

Como católicos creemos firmemente que Nuestra Madre María fue asunta o levantada hacia el cielo. Es decir que fue llevada a la presencia de Dios en cuerpo y alma.

Sin embargo, hoy en día hay mucha gente que dice ser "cristiana" y no cree lo mismo. Más aún, nos preguntan y nos dicen, que eso no es cierto. ¿Qué por qué lo creemos? Este tema está dedicado a explicar eso y lo hemos preparado para ti para que conozcas algo de nuestro fundamento y al mismo tiempo que los católicos que lo lean, amen más a la Virgen y sepan cómo defender su fe (1 Pe 3,15).



A.- Razones Bíblicas:

En primer lugar, profundicemos en la Sagrada Escritura para ver lo que la Palabra de Dios nos enseña acerca de esto.

Los cuatro puntos bíblicos principales son los siguientes:

1.- Dios, no es un Dios de muertos, sino de vivos.

Hay algunos hermanos separados que no creen como nosotros porque según ellos cuando uno se muere se acaba todo y no pasa nada hasta que Jesús vuelva.

Eso es falso porque la misma Biblia nos dice claramente que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Veamos algunas citas bíblicas que nos confirman esto:

" Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos" Mt 22,32

"Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor" Fil 1,23

"... Se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús." Mc 9,1-4

2.- Si al malhechor "por un minuto de fe" Jesucristo se lo llevó al paraíso, con más razón se llevaría a su madre Maria para estar junto a él.

"...Y le decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino." Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."
Lc 23, 39-43

Así sucedió, querido hermano, uno de los malhechores tuvo fe de último momento y se arrepintió. Un minuto le bastó y en su gran misericordia Jesucristo le dijo que ese mismo día iba a estar con él en el Paraíso. Algunos dicen que era tan "buen ladrón" que se robó el cielo en un minuto.

Entonces, si a ese malhechor Jesús se lo llevó junto a él, con mayor razón se iba a llevar a su santa madre María, que era mujer llena de Fe, para que estuviera junto a él por toda la eternidad.

Qué increíble que muchos hermanos protestantes no hayan descubierto esto.

3.- Ascendiendo al cielo en cuerpo y Alma.
"Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor". 1 Tes 4,17

"Les decía también: "Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios." Mc 9,1

Si abraham, Isaac, Jacob, Elías y Moisés estaban vivos junto a Dios con mayor razón María, la sierva y Madre de Dios, también lo iba a estar
Estos versículos indican que los cristianos viviendo en gracia de Dios y presencien la venida física de Jesucristo en los últimos tiempos, no morirán la muerte terrenal sino que pasarán directamente al cielo en cuerpo y alma para toda la eternidad.

Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.
Hech 1,9.

Este otro nos enseña que Jesucristo ascendió en cuerpo y alma al cielo.



Composición de Textos

Uniendo las ideas contenidas en los versículos anteriores y aplicándolos a María diremos que el hecho histórico fue así:

"Al final de su vida, la Virgen María pasó a la otra a través de un hecho que no puede llamarse muerte como la conocemos universalmente, para cumplir con 1 Tes 4,17. Su persona fue excepcional para cumplir con Lc 1,28. Y vive en el cielo en cuerpo y alma para cumplir con Lc 1,28 y Hech 1,9".

A eso le llama la Iglesia "La asunción de María a los cielos".

Si el profeta Elías fue arrebatado hacia el cielo 2 Rey 2,9-11 Con mayor razón será con María, madre de Jesucristo y fiel sierva de Dios Lc 1,28; Lc 1,48.

B.- Razones lógicas.

El objetivo principal de Dios sobre la humanidad es su felicidad y salvación. Eso se gana por el arrepentimiento de nuestras faltas y nuestra obediencia como fruto de nuestra fe.

Para el tema que estamos hablando las gracias que nos toca tratar son " el arrebato", "la resurrección antes del final de los tiempos" y "el vivir en cuerpo y alma en el cielo antes de la resurrección universal". Las personas poseedoras de eso e identificadas en la Biblia son: Jesucristo y una cantidad no conocida de gente especificada en 1 Tes 4,17.



La Virgen María, por ser "vaso de elección" y la "Llena de Gracia" Lc 1,28 participó con Jesucristo en su muerte, resurrección y ascensión al cielo al que la Biblia llama "arrebato".

Lo de ascensión, es de necesidad que Ella también la tuviera, pues muchos la tendrán cuando Jesucristo venga por segunda vez . Entre la asunción de María y los cristianos que serán "arrebatados" en los últimos tiempos no hay diferencia esencial sino solamente de tiempo. Sin duda que Jesucristo se llevaría a su madre para estar junto a Él.

* Fue definida como dogma por su Santidad Pío XII el 8 de Diciembre de 1950 diciendo:

"Al no tener ningún pecado y al no estar sujeta a la corrupción del sepulcro, María fue elevada al cielo en cuerpo y alma, al terminar su paso por este mundoa Biblia son: Jesucristo y una cantidad no conocida de gente especificada en 1 Tes 4,17.

estuvo sujeto a ninguna concupiscencia”.

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Sectas, apologética y conversos
Sectas: Respuestas breves a temas controvertidos

¿Dónde dice la Biblia que María fue asunta al cielo o que fue concebida sin pecado original?
El magisterio, según las necesidades de los tiempos y la maduración teológica ha proclamado de modo solemne que, tal o cual verdad, ha sido revelada por Dios


Por: P. Miguel A. Fuentes, IVE | Fuente: TeologoResponde.org




Pregunta:
¿Adónde dice la Biblia que María fue subida al cielo o que fue concebida sin pecado original y los demás dogmas católicos?

Respuesta:
Ya he dicho reiteradamente, que sostenemos, los católicos, con fundamento, que las fuentes de la Revelación son dos: la Palabra de Dios escrita y oral; Biblia y Tradición. Ya lo hemos probado. Me remito a los argumentos sentados más arriba. En base a ellos, el magisterio, según las necesidades de los tiempos, (en muchos casos las diversas herejías que fueron surgiendo) y la maduración teológica, ha proclamado de modo solemne que tal o cual verdad ha sido revelada por Dios y se encuentra contenida en ciertas afirmaciones bíblicas, y han sido siempre entendidas en este sentido por la Iglesia (la tradición).

Teniendo esto en cuenta, podemos decir que el fundamento para sostener las verdades que en este punto se consideran, ha sido expuesto por los Papas en los documentos en que se han proclamado los referidos dogmas.

En cuanto a la inmunidad de pecado original (inmaculada concepción de María), existen dos puntos de apoyo en la Sagrada Escritura.

El primer texto, es el pasaje clásico de Gn 3,15, (Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: …Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar); si se entiende el pasaje de Cristo –el linaje de la mujer contra el cual se alzará el linaje de la serpiente– entonces hay que ver en la mujer de la cual procede este linaje no sólo a Eva, sino de modo inmediato a María, madre de Jesús. Si la enemistad es total, debe excluir (así lo ha entendido la tradición) toda connivencia con el pecado, puesto que “quien comete pecado es esclavo”, como dice Jesús (cf. Jn 8,34); por tanto, no sólo el linaje de la mujer sino la misma mujer que es madre de ese linaje, debe estar exenta de todo pecado. Esto no lo puede cumplir Eva, pero sí María.




En el Nuevo Testamento, el fundamento es el pasaje de la Anunciación, en la que el ángel llama a María con la palabra griega “kejaritôménê” (Lc 1,28). Esta palabra significa, como indica C. Pozo [1], que María tiene, de modo estable, la gracia que corresponde a su dignidad de Madre de Dios. La reflexión de la fe, sigue diciendo el mismo teólogo, descubrió que esa gracia es una “plenitud de gracia”. Más aun, que la única plenitud que verdaderamente corresponde a la dignidad de Madre de Dios, es aquélla que se tiene desde el primer instante de la existencia, es decir, una santidad total que abarque toda la existencia de María.

Éstos son los fundamentos; evidentemente no bastan por sí solos, ni la Iglesia pretende que así sea; está además la interpretación de toda la tradición de la Iglesia y del magisterio en particular.

Ya desde el siglo II aparecen fórmulas que indican la íntima asociación de María y Cristo, el Redentor, en la lucha contra el diablo. La idea se expresa en el paralelismo Eva-María, asociada al nuevo Adán (que ningún protestante piense que, si el paralelismo es entre Eva y María/Nueva Eva, entonces se está insinuando su pecado por cuanto Eva pecó, pues el mismo paralelismo pone en el otro término a Adán-Cristo; por tanto si Adán es figura de Cristo, pero no en cuanto a su pecado sino en cuanto a ser principio, lo mismo vale para Eva como figura de María, en cuanto madre de los vivientes “en la gracia”). Tenemos textos al respecto ya en el siglo II, de san Justino, san Ireneo, etc. En el siglo IV se cultiva más el tema de la plenitud de gracia en María, con hermosos textos de San Ambrosio, San Agustín, San Máximo de Turín (quien dice, por ejemplo, “María, habitación plenamente idónea para Cristo, no por la cualidad del cuerpo sino por la gracia original”), etc. A medida que pasan los siglos, la conciencia se va haciendo más clara al respecto. Los textos pueden verse en las obras especializadas [2]. Algo digno de consideración, es que hay testimonios de una fiesta consagrada a la Concepción de María a fines del siglo VII o comienzos del VIII.

Es muy importante la controversia entre los teólogos católicos sobre este tema, surgida en torno a los siglos XII-XIV, a raíz de teorías que consideran que la afirmación de la inmaculada concepción de María, implicaría que Nuestra Señora no habría sido redimida. Una inmaculada concepción que se oponga a la redención universal de Cristo no puede ser aceptada por la verdad católica; en razón de esto, algunos teólogos, pensando que ambas verdades eran incompatibles –a menos que el magisterio auténtico declarase el modo misterioso de esta compatibilidad– se inclinaron por negar esta verdad, diciendo que María habría sido concebida con pecado original, pero inmediatamente, en el primer instante, habría sido limpiada del mismo por el Espíritu Santo. Debemos recordar que, paralelamente a esta controversia, el pueblo sencillo, intuyendo el misterio, siguió profesando esta verdad, ajeno a las difíciles especulaciones teológicas. Desde el siglo XV en adelante, volvió a profesarse con serenidad esta verdad, incluso muchas universidades (como las de París, Colonia, Maguncia, etc.) impusieron el juramento de defender la inmaculada concepción antes de la colación de grados académicos. Destacable es también que el concilio cismático de Basiela (año 1439) definió como dogma de fe la doctrina de la Inmaculada Concepción. El Concilio de Trento manifiesta explícitamente, que su decreto admirable sobre el pecado original no intenta tocar el tema particular de María [3]. Finalmente, llega la definición dogmática por parte de Pío IX, aclarando que María es inmaculada y la primera redimida (redimida por anticipación; por aplicación anticipada de los méritos de Cristo, y que tal doctrina está revelada por Dios) [4].

En cuanto a la asunción de María, es decir, la doctrina que dice que María, después de su vida terrestre fue llevada en cuerpo y alma al cielo (sin definir si pasando por la muerte –a lo que se inclinan la mayoría de los teólogos– o por un estado de dormición), encuentra sus fundamentos bíblicos también en el texto de Gn 3,15, ya citado, pues se basa en la asociación perfectísima de María a Cristo en todos sus misterios (la encarnación, donde se pide su consentimiento; el nacimiento; su acompañamiento en la vida pública; el comienzo de sus obras en las bodas de Caná; su presencia al pie de la Cruz; su presencia en Pentecostés, etc.), que invitan a considerar su asociación al misterio de la muerte de su Hijo (para muchos teólogos, como he dicho), su posterior resurrección y ascensión a los cielos y su coronación. También suele aducirse el texto de Apocalipsis 12,1 (Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza), aunque este texto se aplica también a la Iglesia y al Israel de Dios.


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Pío XII, en la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus” procedió de modo mixto, por medio de una argumentación que apelaba a: (a) que los Padres desde el siglo II afirman una especial unión de María, la Nueva Eva, con Cristo, el Nuevo Adán, en la lucha contra el diablo; (b) en Gn 3,15 la lucha de Cristo contra el diablo había de terminar en la victoria total sobre el demonio; (c) según san Pablo (cf. Ro 5-6; 1Co 15,21-26; 54-57), la victoria de Cristo contra el diablo fue victoria sobre el pecado y la muerte; (d) por tanto, hay que afirmar una especial participación de María –que debería ser plena, si su asociación con Cristo fue plena– que termine con su propia resurrección y triunfo sobre la muerte.

Esto está corroborado con testimonios de la tradición más antigua, tanto de los Padres como de la liturgia de la Iglesia (la fiesta de la Dormición se celebra en Jerusalén desde el siglo VI y hacia el 600 en Constantinopla), etc. Véase para todos estos testimonios, los textos indicados más arriba.

Los protestantes pueden estar en desacuerdo con estas enseñanzas, pero deberán reconocer que sus negaciones sistemáticas son más recientes en el tiempo que los testimonios de la misma tradición. Por eso, los primeros apologistas los llamaron “novadores”: los innovadores o inventores de doctrinas.Por: Apóstoles de la Palabra – Denver

Pregunta de nuestro lector Juan Antonio H.: “Convivo en mi oficina con protestantes y dicen que María, como muchos, murió y sigue muerta, -con la fe de ser resucitada por Jesús, pero aún no es el tiempo- por eso las oraciones de los católicos son inútiles. ¿Qué respuesta hay para esto?”

La Biblia nunca dice que María está muerta y que espera la resurrección de Jesús hasta el último día. Esta es una interpretación protestante. La biblia dice todo lo contrario, en Apocalipsis 11:19 y 12:1; y en el Salmo 45:10,15-16.

La cita del libro del Apocalipsis dice que apareció el Arca de la Nueva Alianza en el cielo, y esa es la Virgen María. En el Nuevo Testamento, los evangelistas utilizan el mismo lenguaje y palabras que se usaban para hablar del Arca de la Antigua Alianza para describir a la Virgen María, en varias ocasiones (por ejemplo: 2 Sam 6:16 y Lc 1:41-44).

Justo después de mencionar el Arca de la Nueva Alianza, el Apocalipsis explica de qué se trata esta referencia, con la imagen de una mujer embarazada vestida de sol en el cielo (12:1-2). Mientras que el Arca de la Antigua Alianza llevaba la palabra de Dios grabada en las tablas de los 10 mandamientos, el Arca de la Nueva Alianza -María- lleva la palabra de Dios encarnada en su seno.

Además, el Salmo 45 nos dice que la reina está sentada a la derecha del rey. De aquí podemos concluir que María no espera hasta el último día de la resurrección para poder vivir, sino que ya está en el cielo con el rey que es Jesucristo.

Para los protestantes, todos están muertos, pero las Sagradas Escrituras nos dicen que no es así.

Lucas 20:37-38, dice que “Dios es un Dios de vivos y no de muertos”. Otro ejemplo en Lucas 16:23-25, nos dice que Abraham está vivo junto con Lázaro y que el rico está vivo en el infierno. ¿Cómo entonces podemos decir que todos están muertos y no viven hasta la resurrección del ultimo día?

Eclesiastés 12:7 también nos dice que la materia vuelve a la tierra y el espíritu retorna a Dios. Apocalipsis 6:9-10 nos dice que las almas de los que fueron degollados claman justicia: si estuvieran muertos, no dirían nada. Asimismo, Apocalipsis 7:9 dice que en el cielo hay una muchedumbre imposible de contar, de toda raza, tribus y lenguas.

Según los protestantes las oraciones que hacemos para “los muertos” no sirven. Esto es falso, en primer lugar, porque como hemos visto “Dios es un Dios de vivos y no de muertos”; y en segundo, porque en las Sagradas Escrituras no encontramos prohibición.

Según las Sagradas Escrituras, en 1 Timoteo 2:1-8, san Pablo nos dice que hay que hacer oraciones de súplicas por todos. No dice de vivos o muertos. Porque él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad y, desafortunadamente, los protestantes no han llegado al conocimiento de la verdad. En 2 Macabeos 12:38,46, dice que hubo una batalla y muchos de los soldados murieron y Judas ofreció un sacrificio para que Dios les perdonará los pecados. ¿Por qué ofrecer un sacrificio si era inútil orar por los muertos?

Aquí unas citas bíblicas que debe saber sobre este tema:

Apocalipsis 11:19 “Entonces se abrió el Santuario de Dios en el cielo y pudo verse el arca de alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada.”
Apocalipsis 12:1-2 “Apareció en el cielo un a señal grandiosa: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de dar a luz.”
Salmo 45: 10,15-16 “Hijas de reyes son tus muy amadas, una reina se sienta a tu derecha, oro de ofir en sus vestiduras luce…vestida de brocados al rey es conducida. La siguen sus compañeras vírgenes que te son presentadas escoltadas de alegría y júbilo.”
Lucas 20:37-38 En cuanto a saber si los muertos resucitan, el mismo Moisés lo dio a entender en el pasaje de la zarza cuando llama al Señor: “Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. El no es Dios de muertos sino de vivos y todos viven por el.”
Lucas 16:23-25 “Estando en el infierno, en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro con él en su regazo. Entonces gritó: Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas. Abraham le respondió: Hijo, recuerda que tú recibiste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo y tú, en cambio, tormentos.
Eclesiastés 12:7 “El polvo vuelve a la tierra de donde vino, y el Espíritu sube a Dios que lo dio.”
Apocalipsis 6: 9-10 “Cuando abrió el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. Se pusieron a gritar con voz muy fuerte: Santo y justo Señor, ¿hasta cuándo vas a esperar a hacer justicia y tomar venganza por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?”
2 de Macabeos 12:38-46 “Judas condujo su ejército hasta la ciudad de Odollam. Cuando llegó el séptimo día de la semana, se purificaron según la costumbre y celebraron el sábado en ese lugar. Al día siguiente, no se podía esperar mas para levantar los cadáveres de los que habían caído en el combate, y los hombres de Judas fueron a sepultarlos con sus parientes en las tumbas de sus padres: y se encontraron con que bajo las túnicas de cada muerto había Ídolos de Jamnia, lo que están prohibidos a los judíos por la Ley. Todos, pues, comprendieron que este era el motivo por el que esos hombres habían sucumbido. Entonces bendijeron el comportamiento del Señor, justo Juez, que saca a la luz las cosas ocultas, y le pidieron que el pecado cometido fuera completamente borrado. El heroico Judas animó a la asamblea a que se abstuviera de cualquier pecado, pues acababan de ver con sus propios ojos lo que había ocurrido a sus compañeros, caídos a causa de sus pecados. Luego efectuó una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de plata para que se ofreció allí un sacrificio por el pecado. Era un gesto muy bello, motivado por el convencimiento de la resurrección. Porque si no hubiera creído que los que habían caído resucitarían, habría sido inútil y ridículo orar por los muertos. Pero él presumía que una hermosa recompensa esperará a los creyentes que se acuestan en la muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese sacrificio de expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados.
Mateo 10:28 “No teman a los que solo pueden matar el cuerpo, pero no el alma: teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.”
 
Amiguito, crep que TU hasta ahorita me haz refutado, solo subes palabras de hombres mas largas que un chorizo escritas por otras personas. Amiguito, te lo puedo aceptar siempre y cuando dejes ÚNICAMENTE los argumentos específicos, cortos, objetivos y concisos. Pero hasta donde he visto solo en los conceptos se han equivocado por que muerte no es la separación el alma del cuerpo, la muerte es la separacion des espiritu del alma del cuerpo. O sea el espiritu es el motor para que que el alma y la conciencia funcionen. Nada que ver separacion de alma y cuerpo. Si empieza por eso lo mas probable es que mas de la mitad de sus argumentos se basen en "la muerte es la separación...." Algo incorrecto. Ademas que la resurrección de los muertos aun no ha ocurrido
 
Amiguito, crep que TU hasta ahorita me haz refutado, solo subes palabras de hombres mas largas que un chorizo escritas por otras personas. Amiguito, te lo puedo aceptar siempre y cuando dejes ÚNICAMENTE los argumentos específicos, cortos, objetivos y concisos. Pero hasta donde he visto solo en los conceptos se han equivocado por que muerte no es la separación el alma del cuerpo, la muerte es la separacion des espiritu del alma del cuerpo. O sea el espiritu es el motor para que que el alma y la conciencria funcionen. Nada que ver separacion de alma y cuerpo. Si empieza por eso lo mas probable es que mas de la mitad de sus argumentos se basen en "la muerte es la separación...." Algo incorrecto. Ademas que la resurrección de los muertos aun no ha ocurrido
HOla hermanito , si es argumentos , dela pagina catoly net , porque osi yo te explico duro un milenion de años , porque tenes un monton de ignoracia , hermanito , osi quieres saber porque la virgen María no esta muerta , investiga , no de quedes con dudas , porque cuando yo tengo duda investigo , hermanito de lo puedo explicar eso , pero tu dices que de lo argumento cortos , hermano es mejor leer mas para entender mas. Paz y bien.
 
HOla hermanito , si es argumentos , dela pagina catoly net , porque osi yo te explico duro un milenion de años , porque tenes un monton de ignoracia , hermanito , osi quieres saber porque la virgen María no esta muerta , investiga , no de quedes con dudas , porque cuando yo tengo duda investigo , hermanito de lo puedo explicar eso , pero tu dices que de lo argumento cortos , hermano es mejor leer mas para entender mas. Paz y bien.
Bueno voy a leer, espero para la proxima lo leas TU y escribas TU en tus palabras como un argumento el punto de cada cosa.
 
Hola hermanito , esta bien , hermano ay estoy leyendo tus argumentos , poco a poco , y busco las respuestas , yo diria hermano que en 2 días de respondo tus argumentos .😁👍
Esta bien amigo, espero sea de tu entendimiento y si es de un articulo escribe lo mas importante de la refutacion
 
Amiguito, te voy a pedir un ultimo favor sobre el testamento que escribiste jaja. Por favor divididelo en partes, o sea veo que hay diferentes temas y me va a ser un dolor de cabeza responder parte a parte
 
Acerca de la muerte de la Virgen María: ¿fue sólo una dormición?, ¿qué dice la doctrina de la Iglesia?

Para responder a esta pregunta hay que distinguir entre “muerte” y “corrupción en el sepulcro”. La muerte es la separación del cuerpo y del alma; en cambio la corrupción del sepulcro es la resolución del cuerpo en polvo. Cristo murió, pero no conoció la corrupción del sepulcro, cumpliéndose lo del Salmo 15,10: “No permitirás que tu Santo vea la corrupción”.

¿Murió la Virgen? El primero que parece dudar de esto fue San Epifanio, aunque, como él mismo dice, no se atreve a decir ni que sí ni que no. Ya en el siglo IV existía la tradición según la cual la Virgen no murió sino que subió a los cielos sin morir. Esta tradición ha tenido seguidores en diversos momentos de la historia eclesiástica.

Sin embargo, según G. Alastruey (“Tratado de la Virgen Santísima”, BAC, Madrid 1945, pp. 405 y siguientes), para sólo citar uno de los más relevantes mariólogos, la verdadera doctrina (que debe tenerse “como teológicamente ciertísima”) es que la Virgen María murió verdaderamente.

Esta es la sentencia más firme y que tiene el aval de una segura tradición tanto latina como griega, incluso con autores ortodoxos (San Agustín, San Juan Damasceno, San Andrés de Creta, San Juan de Tesalónica, Nicolás Cabasilas, etc.). En cuanto a San Epifanio, hay que tener en cuenta que no niega la muerte sino que solamente afirma que sobre esto nada dice la Escritura.

Lo mismo dice la tradición litúrgica. En el “Misal Romano” se leía en la Misa de la Asunción: “ya que la Madre de Dios salió de este mundo conforme a la condición de la carne mortal”. En el Misal actual no se menciona la muerte sino sólo la inmunidad de la corrupción en el sepulcro.

La palabra “dormición”, que se usa principalmente en la Iglesia griega no debe llevarnos a confusión pues significa la muerte de la Virgen María.

Las razones teológicas que se dan al respecto son:

1) Convenía que María, para conformarse con su Hijo, padeciera la muerte, y así por la muerte pasara a la gloria, a fin de que no pareciera de mejor condición la Madre que el Hijo.

2) La verdad de la Encarnación se corrobora más por la muerte de María; pues si convenía que Cristo muriera para confirmar la fe de la Encarnación, y así no se dudara de que era hombre verdadero, igualmente convenía que muriera su madre, para que no se pensase que había nacido de mujer inmortal.

3) Además la Virgen fue constituida por Dios cooperadora en la obra de la Redención humana. Mas porque la obra de la redención del género humano se llevó a cabo por la muerte de Cristo, así convenía que la Virgen se asociara a su muerte.

4) Como dice San Pedro Canisio: para consuelo nuestro cuando nos toque el duro trance de la nuestra muerte.

¿De qué género de muerte murió la Virgen Santísima? La Virgen no murió ni por martirio ni por muerte violenta; tampoco de enfermedad o vejez. Los teólogos afirman comúnmente que la Virgen murió a causa del ardoroso amor de Dios y del vehemente deseo y contemplación intensísima de las cosas celestiales. Así sostuvieron San Jerónimo, el abad Guerrico, San Alberto Magno, Dionisio el Cartujano, Santo Tomás de Villanueva, Bossuet, etc.

En cambio, la Virgen María no estuvo sujeta a la corrupción del sepulcro. Esto es tradición unánime de la Iglesia. San Andrés de Creta dice: “Como no se corrompió el útero de la que dio a luz, así ni la carne de la que murió... El parto eludió la corrupción, y el sepulcro no admitió la extrema corrupción de la muerte”. Y Santo Tomás de Villanueva: “No es justo que sufra corrupción aquel cuerpo que noEnglish |

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No puedo razonar esta incompleto
 
1.- Dios, no es un Dios de muertos, sino de vivos.

Hay algunos hermanos separados que no creen como nosotros porque según ellos cuando uno se muere se acaba todo y no pasa nada hasta que Jesús vuelva.

Eso es falso porque la misma Biblia nos dice claramente que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Veamos algunas citas bíblicas que nos confirman esto:

" Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos" Mt 22,32

"Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor" Fil 1,23

"... Se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús." Mc 9,1-4
Claro amiguito, hay vida despues de morir pero no como los catolicos piensan. No es vida como la que tenemos, Pablo mismo dice que hay cosas que ningun ojo han visto, no se sabe como es esa vida. Queda a especulacion desde pensar que cada uno tendra una civilizacion o que estaremos comiendo un asadtio, NO SABEMOS
 
Claro amiguito, hay vida despues de morir pero no como los catolicos piensan. No es vida como la que tenemos, Pablo mismo dice que hay cosas que ningun ojo han visto, no se sabe como es esa vida. Queda a especulacion desde pensar que cada uno tendra una civilizacion o que estaremos comiendo un asadtio, NO SABEMOS
Hermanito , como dices que piensan los católicos ??
Como piensan lo católicos???
 
2.- Si al malhechor "por un minuto de fe" Jesucristo se lo llevó al paraíso, con más razón se llevaría a su madre Maria para estar junto a él.

"...Y le decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino." Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."
Lc 23, 39-43

Así sucedió, querido hermano, uno de los malhechores tuvo fe de último momento y se arrepintió. Un minuto le bastó y en su gran misericordia Jesucristo le dijo que ese mismo día iba a estar con él en el Paraíso. Algunos dicen que era tan "buen ladrón" que se robó el cielo en un minuto.

Entonces, si a ese malhechor Jesús se lo llevó junto a él, con mayor razón se iba a llevar a su santa madre María, que era mujer llena de Fe, para que estuviera junto a él por toda la eternidad.

Qué increíble que muchos hermanos protestantes no hayan descubierto esto.
Primero, el texto que mencionan esta tergiversado y no se pude usar para una teologia por que recae en susposiciones de donde debe ir el ":" si antes o despues del hoy, obviamente un catolico va a colocar esto a su conveniencia asi como yo lo haria a mi conveniencia por lo tanto no es relevante
 
Hermanito , como dices que piensan los católicos ??
Como piensan lo católicos???
Dimelo tu amiguito. Piensan que toda la vida estan intercediento y orando por nosotros, si fuera asi la vida despues de la muerte y antes de la resureccion entonces no me daria muchas ganas de ir ahi. TU NO SABES lo que pasa en los cielos ni yo tampoco.