Re: El Ateísmo ¿Erigido por Dios?
¿El ateísmo erigido por Dios? ¿El Ateo por Voluntad de Dios?
Uno se pregunta si es "voluntad de Dios" que las personas conozcan al verdadero Dios.
Pues Dios mismo se presenta, es un Ser con Voluntad como nosotros, y esa es la voluntad de poder hacerse conocer, como no.
Dios elige cuando y a quienes darse a conocer.
Escuché a muchos decir que Dios es injusto con mucha gente. Que si era ateo se condenaba y que Dios era el culpable porque no se daba a conocer.
Dios se da a conocer, y lo podemos conocer en los signos que nos ha dejado, no hay que ser muy experto para darse cuenta, sino tener ciertas virtudes, como humildad, deseo de Dios, etc, etc. Jesucristo nos ha mostrado un modelo de hombre y nos ha prometido nueva vida y nos ha legado la esperanza en Dios. El hombre puede escoger entre estar o no estar con Dios, y los signos están dados, y esos signos aunque parezcan insignificantes, son muy importantes y fundamentales. Es preferible tener inclinación a Dios conociendo por lo que es primero, sin tanto las pruebas de su existencia. Dios nos quiere justos por voluntad, por inclinación natural como quien diría, por una decisión noble y pura, una decisión que nazca de nuestra profundidad. Dios nos da tiempo.
Luego decimos que hay gente que tiene fe en Dios porque Dios sembró en su corazón ese deseo y anhelo. Pues Dios actuó en esas personas. Pero Dios no tiene predilectos, el hombre también escoge no creer.
Negar a Dios es obra de la voluntad humana. Dije que también el que cree lo hace por Gracia de Dios, pero también en su corazón aceptó a Dios. Pero el pecado ha hecho que Dios se oculte a muchos por un tiempo. Dios sabe porque se oculta a algunos y a muchos.
El ateo lo es por causa propia, y no puede creer por voluntad de Dios. No cree por causa propia y Dios que es sabio, sabe porque se oculta.
Como en otro post leí ¿que si comprobáramos que Dios no existe que sucedería? Yo aporté que abría que ser todo poderoso para lograr tal cosa. Y entre debate y debate, en uno de los aportes se hablaba del encuentro con Dios, si quien lo encuentra ¿Uno o Dios? Pues es un encuentro mutuo, es como dos personas que se encuentran a larga distancia, una se escribe con la otra, y en el momento del encuentro es una decisión de ambos, si una no quiere encontrarse, pues la otra no podrá conocerla. Pues la relación con Dios es similar, es de a dos, entre Dios y el hombre. Pero gracias al testimonio el hombre puede buscar a Dios, y puede conocerlo si Dios se da a conocer. Dios se ha dado a conocer en el mundo en Jesucristo, que es el testimonio de Dios, y del hombre parte la decisión de poner o no interés y de ser lo suficientemente inteligente para darse cuenta de lo que es conveniente. No se es ateo por casualidad. Dios se ha ocultado por alguna razón, y el ateo no lo puede conocer. Dios elige a quienes presentarse, porque ve el corazón de las personas. Pero también está en nuestras manos la salvación, Dios la puso en la mesa y ciego el hombre que no la ha visto. Dicen que la salvación es un regalo de Dios, pues sí, ya está en rumbo y cada quien tomará su parte, y tonto el que la deja pasar. Bien escrito está en una parábola:
«Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de los desperdicios que caían de la mesa del rico y nadie se los daba. Y hasta los perros acercándose le lamían sus llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando sus ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno; y gritando, dijo: padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Le contestó Abrahán: hijo, acuérdate que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros. Y le dijo: te ruego entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también a este lugar de tormentos. Pero le replicó Abrahán: Tienen a Moisés y a los Profetas. !Que los oigan! El dijo: no, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán. Y les dijo: si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite». (Lucas 16, 19-31)
Está en uno la salvación, porque Dios ya la puso sobre la mesa, Dios se ha dado a conocer mediante la Palabra y el Testimonio, y del hombre está la decisión, Dios se ha ofrecido.
Por tanto, el ateo no es erigido por Dios, pero si Dios se ha ocultado a los ateos, porque no hay relación. El ateo tiene culpa de no recibir el regalo del don de la fe, porque el ateo ha negado a Cristo en la Palabra y no ha puesto confianza en ella, ni cree en su justicia.