LA EXPRESIÓN “HERMANO MAYOR”
Algunas sectas que rechazan la Divinidad del Señor, usan esta expresión, que de paso no se encuentra en la Biblia para referirse a Cristo ya glorificado. Porque el mandamiento apostólico es:
2Co_5:16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
Digo que algunas sectas usan esta expresión:
“HERMANO MAYOR”
Para referirse al Hijo de Dios como “uno entre muchos hijos adoptados”.
Aquí, en este foro, se halla el registro de una confesión herética:
La Biblia presenta claramente a Jesucristo como uno con el Padre (Juan 10:30), un miembro de la Trinidad que dejó de lado Sus derechos como Dios y tomó carne humana para habitar entre nosotros (Filipenses 2: 5–11; Gálatas 4: 4–5).
Por lo tanto, es correcto llamarlo Salvador y Señor (Lucas 2:11; 2 Pedro 3:18; Judas 1:25).
Sin embargo, los siguientes textos:
Heb 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
Heb 2:12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
Rom 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Nos hablan de una relación familiar donde la palabra “hermano” (G80) significa un hermano de sangre.
Caso contrario ocurre aquí en este texto, donde notamos que la relación trasciende el plano familiar y se ubica en el plano espiritual, seleccionando solo a los que hacen la voluntad de Dios escrita en su Palabra.
Mar 3:34 Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
Mar 3:35 Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
Ahora, el apóstol Pablo dijo a los griegos:
Hch_17:26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
Esto significa, que, en cuanto a la carne, todos somos hermanos de una sola sangre.
Pero en nuestra relación con Cristo el asunto cambia.
A Nicodemo se le dijo que le era necesario nacer de nuevo. Y el Señor mismo le explicó:
Jua 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Jua 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Todo aquel que hace la voluntad de Dios pertenece a la familia de Cristo.
De manera que la relación familiar con Jesús es espiritual, Pablo era judío, pero el ahora reconoce que si a Cristo lo conoció siendo judío (2Cor.5:16), ahora lo reconoce como “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).
Nosotros somos seres imperfectos, aún el pecado mora en nosotros:
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
¿Cómo entonces voy a tener el atrevimiento de llamarlo hermano mayor?
¿Acaso Cristo es un pecador como lo somos nosotros?
Nosotros somo hijos por el espíritu de adopción… pero Cristo lo es por su misma esencia, sustancia y naturaleza con el Padre.
Por tal motivo se le identifica como el unigénito.
Y cuando se utiliza la palabra “primogénito” lo es, no en el sentido del primero de un orden, sino en relación con su Dignidad y Primacía, leemos:
Sal_89:27 Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.
Sinceramente es un asunto profano llamar al Rey de reyes y Señor de señores, “mi hermano mayor”.
Cuando la soberbia enceguece al necio, este se cree un dios en medio de su necedad.
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