Con Apocalipsis 1 sucede algo similar a lo que sucede en Apocalipsis 21: hablan varias personas diferentes, y hay que identificar quién es el que habla por contexto y por la información de sus palabras. Vean:
Apocalipsis 1:4 De Juan a las siete congregaciones que están en la provincia de Asia:
Que reciban bondad inmerecida y paz de parte de “aquel que es y que era y que viene”, de parte de los siete espíritus que están delante de su trono
5 y de parte de Jesucristo, el Testigo Fiel, el Primogénito de los muertos y el Gobernante de los reyes de la tierra.
Al que nos ama y nos liberó de nuestros pecados por medio de su propia sangre 6 —y que hizo que fuéramos un reino y sacerdotes para su Dios y Padre—, a él vayan la gloria y el poder para siempre. Amén.
7 ¡Miren! Vendrá con las nubes y todo ojo lo verá, hasta los que lo traspasaron; y a causa de él todas las tribus de la tierra se golpearán el pecho de dolor. Sí, amén.
8 “Yo soy el Alfa y el Omega —dice Jehová Dios—, aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso”.
9 Yo, Juan, hermano y compañero de ustedes en la persecución, en el reino y en el aguante en unión con Jesús, estuve en la isla llamada Patmos por hablar acerca de Dios y por dar testimonio acerca de Jesús.
10 Por inspiración llegué a estar en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz poderosa, como el sonido de una trompeta, 11 que decía: “Escribe en un rollo lo que ves y envíaselo a las siete congregaciones: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”.
12 Me volví para ver quién hablaba conmigo y, al volverme, vi siete candelabros de oro. 13 En medio de los candelabros vi a alguien como un hijo del hombre vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies, y llevaba una banda de oro a la altura del pecho. 14 Además, su cabeza y su cabello eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos eran como una llama de fuego. 15 Sus pies eran como el cobre refinado cuando brilla en el horno, y su voz era como el sonido de muchas aguas. 16 En la mano derecha tenía siete estrellas; de su boca salía una espada de dos filos, larga y afilada, y su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza. 17 Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies.
Y él puso su mano derecha sobre mí y me dijo: “No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y de la Tumba. 19 Así que escribe las cosas que viste, las cosas que están sucediendo ahora y las cosas que sucederán después de estas. 20 Este es el secreto sagrado de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas representan a los ángeles de las siete congregaciones y los siete candelabros representan a las siete congregaciones.
Sabemos que en el versículo 1:8 habla Jehová porque literalmente dice:
Apocalipsis 1:8 "λέγει κύριος ὁ θεός" ___ "dice [el] Señor, el Dios".
En este caso también se le llama "el Todopoderoso" (ὁ παντοκράτωρ), y ese no es otro más que Jehová.
Jesús nunca dijo que él podía hacer lo que quisiera. La autoridad no es lo mismo que poder. Por ejemplo, Jesús dijo que él no podía poner a ninguno de sus discípulos a su derecha o a su izquierda, porque eso solo lo designaba su Padre (Mateo 20:23), así que es evidente que Jesús no puede ser llamado "el Todopoderoso". En cambio, él mismo dijo "El Padre es mayor que yo" (Juan 14:28) y también dijo:
Juan 5:30 Yo no puedo hacer ni una sola cosa por mi cuenta. ...