1Pe 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
1Pe 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
1Pe 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua
"MUERTO EN LA CARNE, PERO VIVO EN ESPÍRITU"
Sal 16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción
Esta promesa se cumplió en Cristo, el versículo 31 de Hechos 2 nos dice que David lo vio antes de Cristo venir a la tierra, aquí está el versículo:
"VIÉNDOLO ANTES"
Hch 2:31
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
La resurrección no es una idea o mito religioso, es un hecho real porque Jesús resucitó de los muertos.
Esto fortalece nuestra fe sobre nuestra vida más allá de la muerte.
La expresión sobre su alma:
"NO FUE DEJADA EN EL HADES"
Significa que, aunque Jesús fue al Hades, él no llegó allí en la debilidad y con la restricción propia de un descendiente de Adán, ese no era el propósito de su visita a la región de las almas de los muertos.
Pedro lo deja claro cuando afirma:
1Pe 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelado
DOS PROPÓSITOS
1. Cristo mismo no dejó sin sustento la predicación de Noé
De acuerdo a las promesas escriturales escritas a los cautivos por el Tirano, que en el NT es identificado como el "emperador" de la muerte (Heb.2:14) los santos del AT y las multitudes de los impíos en tormentos, ambos grupos, serían visitados por el Victorioso Jesús, investido de todo su poder y su gloria (Mt.28:18).
La biblia no enseña una segunda oportunidad luego de abandonar el cuerpo (Heb.9:27), probablemente las almas de los antediluvianos presos en tormentos en el Hades, recibieron el testimonio de Cristo sobre la predicación de Noé, lo que nos hace pensar, que estuvo hablando del castigo eterno como consecuencia de no arrepentirse, ante el juicio inminente, pues nadie le creyó.
NOÉ NO ESTABA LOCO
Él sabía lo que estaba predicando a la vez que construía un barco en medio del desierto.
El hecho de contemplar a Cristo proclamando a estos espíritus podría ser una ratificación del juicio justo de Dios y un recordatorio de que no aprovechar la oportunidad del arrepentimiento lleva a consecuencias eternas.
Es muy solemne como todo esto resalta la seriedad de rechazar el llamado de Dios en todos los tiempos de la historia de la raza humana.
2. Libertad a los cautivos
Este propósito tiene que ver con los santos del AT que llegaron al Hades con todos sus pecados intactos (Heb.10:4)