DISTINCIÓN ENTRE LA LEY Y LA GRACIA

Natanael1

Redimido por la sangre de Cristo.
25 Junio 2012
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A los foristas que nos exigen guardar el sábado:

En los tiempos del Señor y de los apóstoles fue muy difícil para muchos dejar atrás la dispensación de la ley y aceptar la dispensación de la gracia de Dios en Cristo Jesús (Hch.20:24).

Y, a pesar de todas las claras enseñanzas que tenemos en los evangelios yen las epístolas, muchos hoy en día todavía no distinguen bien entre la ley y la gracia, como es el caso patético de varios foristas judaizantes que postean en este foro.

El apóstol Juan claramente destaca esa diferencia:

“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Jn. 1:17).

No tomar en cuenta esa distinción ha resultado en muchas falsas doctrinas y posturas equivocadas aun entre verdaderos creyentes, que, siendo engañados por su grupo judaizante, hacen de la autosuficiencia de Cristo depender de Moisés, socavando de esta forma, la perfección de la Obra de la Redención.

Algunas figuras utilizadas en la Biblia nos ayudarán a entender que la ley y la gracia son dos cosas distintas que no se pueden mezclar.

Vestido viejo o vestido nuevo (Mt. 9:16; Lc. 5:36).

La ley es como un vestido viejo; tuvo su utilidad en el pasado, pero ya ha sido descartado.

La gracia es como un vestido nuevo y hermoso.

El Señor no vino para remendar el viejo sistema de la ley ceremonial, sino para descartarlo completamente.

Los judaizantes del foro se cubren con ese vestido viejo de la ley, queriendo remendarlo con el vestido nuevo de la gracia, resultando en un atuendo ridículo y empobrecedor.

Pero, cortar un pedazo de un vestido nuevo y ponerlo en un vestido viejo trae tres consecuencias negativas:

1. Se rompe el nuevo,
2. El remiendo no armoniza con el viejo
3. Y además tira del vestido, empeorando la rotura.

Definitivamente la ley y la gracia no se pueden mezclar.

Odres viejos u odres nuevos. (Mt. 9:17).

Los odres viejos, tiesos e inflexibles, representan la ley.

Los odres nuevos representan la gracia.

El vino nuevo nos habla del gozo de la salvación que trae el Evangelio.

Ese gozo exuberante echa a perder las formas rígidas del ritualismo, y sólo puede contenerse dentro de los nuevos principios de la gracia de Dios.

Sin embargo, como los fariseos, muchos todavía prefieren estar bajo la ley, diciendo:

“El añejo es mejor”.

Estar bajo ayo o ser mayor de edad (Gál. 3:24,25).

El ayo era el esclavo guardián o tutor del hijo menor de edad, que lo dominaba y enseñaba hasta que llegaba a la mayoría de edad.

Para los judíos la ley era como un ayo, sujetándolos y conduciéndolos a Cristo.

La ley les hizo sentir su culpabilidad y la imposibilidad de salvarse a sí mismos, para que pudieran recibir a Cristo y ser justificados por la fe.

“Pero venida la fe, ya no estamos bajo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”.

La ley ya cumplió su función.

Volver a la ley es como volver a la niñez y ponerse de nuevo bajo el control del ayo siendo ya adulto (Heb.5:12-14).

Yugo pesado o yugo fácil (Hch. 15:10; Mt. 11:29,30)

Cuando algunos de los fariseos insistieron que era necesario circuncidar a los gentiles que habían creído y mandarles que guardasen la ley de Moisés, Pedro dijo:

“¿Por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemospodido llevar?”

Pablo exhorta: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” (Gál. 5:1).

El creyente no está bajo ese yugo pesado de la ley, pero el Señor le anima a llevar Su yugo:

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

Volver a la ley es volver a una esclavitud (Gal. 4:9).

Ismael o Isaac (Gál. 4:21-31)

Al señalar la distinción entre la ley yla gracia, Pablo utiliza la alegoría de los dos hijos de Abraham.

“Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre.”

Ismael está asociado con el Monte Sinaí, con la Jerusalén actual y la esclavitud de la ley.

Isaac está asociado con la Jerusalén de arriba, con la promesa y la libertad en Cristo.

Ismael e Isaac no podían vivir juntos.

“Mas ¿qué dice laEscritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre”.

El estanque de Betesda o el poder del Señor (Jn. 5:1-9)

Para beneficiarse del poder curativo del estanque de Betesda, uno tenía que ser el primero en descender al estanque después del movimiento del agua.
El pobre paralítico confesó que no tenía quién le metiera en el estanque, y entre tanto que iba, otro descendía antes que él. La ley (como ese estanque) es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno (Rom.7:12). Pero el problema es que el hombre (como el paralítico) no tiene la capacidad para guardar la ley (la ley “era débil por la carne” Rom. 8:3).

Volver a la ley, sería como decirle al paralítico que siguiera esperando (inútilmente) el movimiento del agua, cuando, por gracia, el Señor podía suplir su necesidad de manera inmediata.

Sombra o sustancia (Col. 2:16,17)

La ley, con sus regulaciones en cuanto a comida y bebida, días de fiesta, luna nueva y días de reposo, era solamente la sombra de lo que había de venir.

Cristo es el cuerpo, la sustancia, la realidad que producía esa sombra.

La ley tenía “la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas” (Heb. 10:1).

Viendo solamente la sombra de una persona que se acerca, se puede apreciar algunas características de esa persona (por ejemplo, si es gordo o es flaco, si es alto o bajo, etc.).

Por medio de la ley se podía vislumbrar algo de lo que iba a venir al llegar la gracia.

Al llegar la gracia por medio de Jesucristo, vemos claramente lo que la ley vislumbraba.
¿Por qué volver a las sombras de la ley cuando ya ha llegado la sustancia en Cristo?

Entender la enseñanza de estas figuras nos guardará de volver a la ley con sus decretos, demandas, días, diezmos, dietas, dominio y dureza.

La ley es un sistema de salvación por obras.

Pero la gracia de Dios en Cristo Jesús provee salvación completamente aparte de méritos y obras.

Si se trata de añadir el sistema de la ley al otro de la gracia, el resultado es que dejan de ser lo que son.

“Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no eso bra” (Rom. 11:6).

No, la ley y la gracia no se pueden mezclar.

Pero, por si acaso algún forista esté pensando torcido, el hecho de que ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, no se debe tomar como excusa para abusar de la gracia de Dios.

Veamos las advertencias de la Palabra de Dios en cuanto a esto:

1. “Me he hecho…a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo)” (1 Cor. 9:21).

2. “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” Gál 5:13

3. “Como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios” (1 Ped. 2:16).

4. Y Judas nos advierte sobre los “hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios”. (Jud. 4).

Entonces, foristas judaizantes, no confundamos la ley con la gracia.

No podemos volver a la ley.

Tampoco podemos usar la ley para remendar la gracia (como si esto fuera necesario).

¿Habéis entendido estas distinciones?
 
Se animarán a responder los herejes judizantes?

No creo, cuando son explicaciones contundentes, se hacen los indiferentes.

Son como los avestruces, que prefieren esconder sus cabezas para no enfrentar la realidad.
 
¿Se animarán a responder los herejes judaizantes?
Los judaizantes no entienden que estando en la gracia, la ley no es necesaria para el creyente en Cristo.

DOS ESPOSOS

EL PRIMERO BAJO LA LEY

Rom 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
Rom 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.

EL SEGUNDO BAJO LA GRACIA

Rom 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.


La comunidad judía, hasta el día de hoy, están casados con el señor Ley.

Pero el señor Ley da frutos para muerte, no engendra hijos para Dios, sino hijos para muerte, leemos:

Rom 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

El resultado de este matrimonio espiritual, entre el hombre pecador y la Ley, es muerte.

Esto significa que el judaizante va rumbo a un destino eterno con todos sus pecados intactos, por cuanto al añadir ley a la gracia de Dios, la esteriliza, socava su poder perdonador y la desaparece por completo, quedando el pecador expuesto a llevar una vida absolutamente sin pecado, y sin abogado.

Los casados con Cristo bajo la gracia.

Rom 7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Esta es la Iglesia, que ha muerto a la ley.

Y cuando los creyentes no están bajo la ley, producen fruto para Dios.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.


Al estar en Cristo Jesús, Dios Padre no puede condenarnos, por cuanto estaría castigando a su Hijo dos veces y la Roca no puede ser golpeada sino una vez, por este pecado Moisés no pudo ver la tierra prometida, este es el resultado, en figura, de añadir ley a la gracia de Dios, se pierde la Jerusalén de arriba, la celestial.
 
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Los judaizantes no entienden que estando en la gracia, la ley no es necesaria para el creyente en Cristo.

DOS ESPOSOS

EL PRIMERO BAJO LA LEY

Rom 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
Rom 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.

EL SEGUNDO BAJO LA GRACIA

Rom 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.


La comunidad judía, hasta el día de hoy, están casados con el señor Ley.

Pero el señor Ley da frutos para muerte, no engendra hijos para Dios, sino hijos para muerte, leemos:

Rom 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

El resultado de este matrimonio espiritual, entre el hombre pecador y la Ley, es muerte.

Esto significa que el judaizante va rumbo a un destino eterno con todos sus pecados intactos, por cuanto al añadir ley a la gracia de Dios, la esteriliza, socava su poder perdonador y la desaparece por completo, quedando el pecador expuesto a llevar una vida absolutamente sin pecado, y sin abogado.

Los casados con Cristo bajo la gracia.

Rom 7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Esta es la Iglesia, que ha muerto a la ley.

Y cuando los creyentes no están bajo la ley, producen fruto para Dios.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Rom 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.


Al estar en Cristo Jesús, Dios Padre no puede condenarnos, por cuanto estaría castigando a su Hijo dos veces y la Roca no puede ser golpeada sino una vez, por este pecado Moisés no pudo ver la tierra prometida, este es el resultado, en figura, de añadir ley a la gracia de Dios, se pierde la Jerusalén de arriba, la celestial.
Así es.

Moisés salió de Egipto (tierra de la muerte) y fue rumbo a la tierra prometida pero no logro verla porque la ley disciplina pero no salva. Hay una enseñanza allí.

La Jerusalen terrenal fue construida para ser la imagen de la celestial, aunque nunca lo fue.

Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
2 Timoteo 1:9
 
Última edición:
Dios Padre entregó a su Hijo (Jn.3:16) a la muerte, cargando sobre él el pecado de toda la humanidad (Is.53:6; Zac.3:9; Jn.1:29; 1P.1:18-20) conforme a lo planeado antes de los tiempos de los siglos, es decir, antes de la creación (2Tim.1:9).

Y habiendo dicho:

"CONSUMADO ES"

Viene entonces su Resurrección y su entrada al Lugar Santísimo, no de esta creación, sino al mismo cielo, y no con sangre ajena, sino con su propia sangre, para asumir su rol eterno, como nuestro Gran Sumo Sacerdote, basado en una vida indestructible.

Estar en Cristo es disfrutar del privilegio del favor deslumbrante de Dios Padre en su propia Casa (Jn.14:1-3) por toda la eternidad, allí también le serviremos (Ap.22:3).

Así es que morimos a la ley para casarnos con el Señor Jesús y una vez unidos a Cristo:

¿Cómo puede esta unión generar libertinaje?

¿Cómo podemos obtener la victoria sobre este cuerpo de muerte?

¿Conociendo que en nuestro cuerpo no mora el bien?
 
El Templo era el lugar central para la adoración, la oración y la búsqueda de Dios por parte de Israel. La gente venía al Templo a orar y ofrecer sus alabanzas.

Pero Jesús le dijo a la mujer samaritana en Juan 4:21-24 que se acercaba el tiempo en que la verdadera adoración no estaría confinada a un lugar físico como Jerusalén o el Templo, sino que sería "en espíritu y en verdad". La gracia nos permite adorar a Dios auténticamente, no solo en rituales externos sino desde el corazón, empoderados por el Espíritu Santo. Filipenses 3:3 habla de los creyentes adorando "en el Espíritu de Dios".

El sacerdocio levítico mediaba entre Dios y el pueblo, ofreciendo sacrificios y realizando las tareas del Templo. Eran una clase especial apartada para este servicio.

Pero Hebreos 4:14-16 declara a Jesús como nuestro gran Sumo Sacerdote que ha atravesado los cielos, abogando por nosotros. Además, 1 Pedro 2:9 proclama a los creyentes como "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios".

A través de la gracia en Cristo, a todos los creyentes se les concede acceso sacerdotal a Dios y son llamados a ministrar y ofrecer sacrificios espirituales (Romanos 12:1, Hebreos 13:15-16).
 
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Cuando la Biblia habla de "la ley", se refiere al estándar detallado que Dios le dio a Moisés, comenzando en Éxodo 20 con los Diez Mandamientos.

La Ley de Dios explicaba Sus requisitos para un pueblo santo e incluía tres categorías: leyes civiles, ceremoniales y morales. La Ley fue dada para separar al pueblo de Dios de las naciones malvadas que lo rodeaban y para definir el pecado (Esdras 10:11; Romanos 5:13; 7:7).

En la época del Nuevo Testamento, los líderes religiosos habían manipulado la Ley y le agregaron sus propias reglas y tradiciones.

Marcos 7:7-9
7 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Mientras que la Ley en sí misma era buena, era débil en cuanto a que carecía del poder para cambiar un corazón pecador.

Fue en este clima legalista que Jesús vino, y era inevitable el conflicto con los hipócritas árbitros de la Ley.

Sin embargo, Jesús dijo: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mateo 5:17).

La Ley no era mala. Servía como un espejo para revelar la condición del corazón de una persona (Romanos 7:7).

Juan 1:17 dice, "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo".
 
No creo, cuando son explicaciones contundentes, se hacen los indiferentes.
No creo que se hagan los indiferentes.
Yo los veo responder con mucho entusiasmo vez tras vez.
Son como los avestruces, que prefieren esconder sus cabezas para no enfrentar la realidad.
No son como avestruces.
Estarán equivocados pero están muy convencidos.

Yo creo que no entendieron la caída del hombre en el Edén donde el mandamiento dado por Dios era pura instrucción y no maldición y el hombre era aún sin pecado.

Con todo la santa y preciosa ley de Dios fue débil ante el libre albedrío y el señorío del hombre frente a esta.

ROMANOS 8
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne...

Y acá no está hablando de la carne como carnalidad o esclavitud al pecado sino como el señorío dado por Dios a la carne para autogobernarse.
 
¿Cuánto te pagan por estar del lado de los judaizantes?

¿Acaso no entendéis que quieren ser justificados mediante guardar el sábado, el Kosher, pago de diezmos y otras cosas más?

¿El Señorío dado por Dios a la carne para autogobernarse?

No comprendo cómo pueda autogobernarse en un cadáver que ha sido crucificado juntamente con Cristo.

Andar en el Espíritu es andar en comunión con Cristo,
 
Juan 1:17
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Acá no hay diferencia, la ley nos sigue los pasos, nos pisa los talones.

Puedes oír, estudiar, conocer y entender muy bien la verdad, pero no tener la gracia para vivir esa verdad. Ejemplo:

Sabemos que mentir es incorrecto. Así dejémoslo. Sin enunciado imperativo que luego les sepa o les suene a ley, eso de no mentir está tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, no cambia esa verdad, Dios abomina la mentira y los mentirosos tendrán su parte en el lago de fuego Apocalipsis 21:8 Punto no hay vuelta de hoja.


Un cristiano, "X" quien sea miente a una persona "Y". Si es honesto ante Dios, sabe que ha hecho mal. ¿Qué hace, qué hará "X" cristiano? ¿Qué haríamos nosotros? ¿O vamos a vestirnos de fariseos diciendo que nunca en la vida hemos mentido? o que como estamos "en Cristo" ya no mentimos. ¿Qué hacemos?

Como pregonamos vivir en la gracia, y si, vivimos bajo la gracia de Cristo, pero pasamos por alto que el pecado abunda y la gracia abunda aun más, pero esa gracia es para no pecar. ¡¡¡¡¡Y tu hijo mío esfuérzate en la gracia que es en CRISTO JESUS!!!!!! 2 Timoteo 2.1 "Ay Pablo, estamos bajo la gracia, no te esfuerces"

Según nosotros, pedimos perdón a Dios, y asunto arreglado. Olvidamos a la otra persona que le mentimos y ya se "arregló todo". ¿Será así? Luego pasa el tiempo, volvemos a mentir a otra persona esta vez, igual, nos sentimos mal, pedimos perdón a Dios y ¿a la otra persona qué?, "Adiós que le vaya bien, chao" Sigo mi camino de mentir y pedir perdón a Dios, y me olvido del prójimo. Y así me la llevo, feliz y triunfante, tenemos "victoria en Cristo" "Somos los elegidos, los plus ultra".

La cosa no es así, eso es vivir como practicante de la mentira como vil mentiroso, así no vamos a terminar bien según la ley "de la cual fui librado" y en cambio "estoy bien, Cristo me ha librado de la ley" bajo la época de la gracia, pero no tengo la gracia para vivir esa verdad de no mentirle a nadie de no levantarle falso testimonio a quien sea. Según: "Librado de la ley", pero no de esa debilidad de mentir.

Al contario, si quiero recibir la gracia de Dios y ser librado de la ley, para andar en la verdad y en la gracia de Cristo, debo ir a la otra persona que le mentí, pedirle perdón por haberle mentido en tal o cual asunto. Debo restituir la verdad robada a la otra persona. Y lo más seguro después de eso, es que le pensaré dos veces antes de volver a mentir, porque ese es el camino que exige Dios en su ley, a quien le robas le restituyes antes de obtener el perdón de Dios que es lo más importante, porque la otra persona a la que le mentiste, probablemente, ni te quiera escuchar. A menos que queramos terminar como hijos del padre de mentira, acompañándole al lago de fuego con todos los mentirosos habidos y por haber.

Adelante el camino es muy amplio, sigamos el juego de mentir y pedir perdón a Dios, total basta amar a Dios y lo otro es muy secundario, amar al prójimo. Claro, esto nunca ha sido así.
 
Adelante el camino es muy amplio, sigamos el juego de mentir y pedir perdón a Dios, total basta amar a Dios y lo otro es muy secundario, amar al prójimo. Claro, esto nunca ha sido así.

PAGARÁS TU SOLO.

El punto es como enseña Pablo y lo digo por cuanto es la experiencia real de un cristiano genuino.

"YA NO VIVO YO"

¿Se da cuente del alcance de esta afirmación?

Una cosa es la teoría y otra, muy distinta, llevar a la práctica esta comunión con Cristo.

Cuando vas a mentir, si no tienes la conciencia cauterizada, el Espíritu Santo te redarguye, porque si no es así, entonces usted todavía no ha sido sellado.

-"Mira Pericles, tú eres de Cristo"-

Y Pericles es frenado en seco, se puede ver las marcas de los neumáticos en el pavimento, y así es con la pornografía que ofrece "tik tok" o cualquier otra aplicación, y así con cualquier otra infracción, sea adulterio, sea robar, estafar, siempre tenemos la ayuda del Señor, antes de cometer el delito.


"YA NO VIVO YO"

Hasta ahora es la solución más práctica que tenía el apóstol para combatir el pecado que mora en cualquier ser humano, porque él lo experimentó así mismo.

Y hasta ahora, aparte de la oración, y comunión con el Señor, es el recurso más efectivo que hay.

Ya no vivo yo, significa sencillamente, que mi voluntad no cuenta a la hora de la tentación, sino la voluntad de mi Señor.

Él es fuerte y poderoso para socorrer a los que son tentados, por algo padeció siendo tentado, y en este punto quiero ser muy claro.

El versículo de Hebreos 2:18 resalta que, aunque Jesús no tenía la concupiscencia propia de la humanidad caída, experimentó las tentaciones y el sufrimiento en un contexto de debilidad humana, no porque Él tuviera una inclinación al pecado, sino porque vivió plenamente nuestra humanidad.

Aferrémonos al "Ya no vivo yo sino Cristo en mí" y de este modo práctico, hacemos lo que agrada al Señor y no nuestra propia voluntad pecaminosa.

Porque no hay hombre que haga el bien y nunca peque, y si digo que no tenemos pecados hacemos a Dios mentiroso y la Verdad no está en nosotros.

Cuando nuestros cuerpos sean transformados en cuerpos semejantes a la gloria suya (Fil.3:20-21) podemos respirar con tranquilidad, pero por ahora, nos toca luchar por hacer prevalecer la vida de Cristo en nosotros.
 
¿Cuánto te pagan por estar del lado de los judaizantes?
¿Quien está del lado de los judaizantes?
¿Acaso no entendéis que quieren ser justificados mediante guardar el sábado, el Kosher, pago de diezmos y otras cosas más?
De nuevo.
Creen lo que predican.
¿El Señorío dado por Dios a la carne para autogobernarse?
Claro.
Adán.
El mandamiento de no comer del árbol de la CDBYDM era bueno y santo pero débil frente al libre albedrio del hombre.
Y la ley no pudo impedir que Adán pecase.
Su libertad era real aún para volverse contra Dios y así lo hizo.
O sea que la ley ya era débil frente a la carne por determinación de Dios porque no les ató a una ley fuerte como marionetas sino que la ley resultó débil en cuanto a lograr justicia verdadera.
No comprendo cómo pueda autogobernarse en un cadáver que ha sido crucificado juntamente con Cristo.
Te fuiste al pasto.
Andar en el Espíritu es andar en comunión con Cristo,
?
 
El mandamiento de no comer del árbol de la CDBYDM era bueno y santo pero débil frente al libre albedrio del hombre.
Y la ley no pudo impedir que Adán pecase.

NAVEGANDO EN AGUAS PROFUNDAS

Por un lado, el mandamiento de Dios de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal puede verse como una prueba de la libertad humana para elegir entre obedecer a Dios o actuar en contra de Su voluntad.
Y aquí me parece ver la cabeza de la mayoría de los lectores asintiendo con repetidos movimientos de arriba hacia abajo.

Pero cuando miramos más de cerca el asunto, notamos que Eva no ejerció ningún libre albedrío, ella fue engañada, algo que no ocurrió con Adán, pues pecó deliberadamente.
Lo planteo así:
Sobre el libre albedrío y el determinismo, Eva no ejerció ningún libre albedrío, ella fue engañada. Adán pecó deliberadamente (1Tim.2:14). ¿Qué indujo a Adán a hacerlo?

Necesariamente cuando la vio venir hacia él, con el fruto prohibido, ya mordido en su mano, entendió la gravedad del asunto: Eva tenía que morir (Gén.2:17).

Y él prefirió también, por amor, correr su misma suerte.

En cierto sentido, este sacrificio de Adán está ligado al segundo Adán, con la diferencia, de que el segundo Adán no es una criatura, es Dios mismo hecho Hombre (Jn.1:14), que con su sangre (1Jn.1:7) restablecería la imagen de Dios en el primer Adán, y su descendencia, que en sentido figurado corresponde a Eva, como la madre de todos los vivientes y que, de acuerdo a la enseñanza apostólica, prefigura la Iglesia de Cristo como la Esposa del Cordero (2Cor.11:2).

Lo que planteo hace resaltar cómo el amor y la redención están presentes desde el inicio de la narrativa bíblica hasta la revelación del Nuevo Testamento.
Ya he escrito en otros mensajes que el libre albedrío fue usado por primera vez por el diablo para imponer su voluntad sobre la del Creador (Is.14:14)
Y he sostenido con la figura del Alfarero, la insensatez del vaso, para discutir con su Creador, en lugar de sujetarse a su santa voluntad que es agradable y perfecta.
En este sentido de (Ro.12:2) fundamento el determinismo divino que sostiene que todo está bajo el control y la voluntad de Dios.

La afirmación de Pablo de "Ya no vivo yo, sino Cristo en mí" la interpreto como un reconocimiento de que, al aceptar a Cristo, uno renuncia a su viejo yo y se somete a una nueva vida en obediencia a Dios. Desde esta realidad, la idea del libre albedrío desaparece por perversa, ya que se coloca a la voluntad de la criatura, como enemiga de la voluntad de Dios como la fuerza principal que guía las decisiones del creyente.

Y cierro con broche de oro:

Rom 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

Y no vas a negar que, en el determinismo divino, se glorifica al Alfarero que es Cristo Jesús Señor nuestro.


Pásala bien.
 
NAVEGANDO EN AGUAS PROFUNDAS

Por un lado, el mandamiento de Dios de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal puede verse como una prueba de la libertad humana para elegir entre obedecer a Dios o actuar en contra de Su voluntad.
Y aquí me parece ver la cabeza de la mayoría de los lectores asintiendo con repetidos movimientos de arriba hacia abajo.

Pero cuando miramos más de cerca el asunto, notamos que Eva no ejerció ningún libre albedrío, ella fue engañada, algo que no ocurrió con Adán, pues pecó deliberadamente.
Lo planteo así:
Sobre el libre albedrío y el determinismo, Eva no ejerció ningún libre albedrío, ella fue engañada. Adán pecó deliberadamente (1Tim.2:14). ¿Qué indujo a Adán a hacerlo?

Necesariamente cuando la vio venir hacia él, con el fruto prohibido, ya mordido en su mano, entendió la gravedad del asunto: Eva tenía que morir (Gén.2:17).

Y él prefirió también, por amor, correr su misma suerte.

En cierto sentido, este sacrificio de Adán está ligado al segundo Adán, con la diferencia, de que el segundo Adán no es una criatura, es Dios mismo hecho Hombre (Jn.1:14), que con su sangre (1Jn.1:7) restablecería la imagen de Dios en el primer Adán, y su descendencia, que en sentido figurado corresponde a Eva, como la madre de todos los vivientes y que, de acuerdo a la enseñanza apostólica, prefigura la Iglesia de Cristo como la Esposa del Cordero (2Cor.11:2).


Lo que planteo hace resaltar cómo el amor y la redención están presentes desde el inicio de la narrativa bíblica hasta la revelación del Nuevo Testamento.
Ya he escrito en otros mensajes que el libre albedrío fue usado por primera vez por el diablo para imponer su voluntad sobre la del Creador (Is.14:14)
Y he sostenido con la figura del Alfarero, la insensatez del vaso, para discutir con su Creador, en lugar de sujetarse a su santa voluntad que es agradable y perfecta.
En este sentido de (Ro.12:2) fundamento el determinismo divino que sostiene que todo está bajo el control y la voluntad de Dios.

La afirmación de Pablo de "Ya no vivo yo, sino Cristo en mí" la interpreto como un reconocimiento de que, al aceptar a Cristo, uno renuncia a su viejo yo y se somete a una nueva vida en obediencia a Dios. Desde esta realidad, la idea del libre albedrío desaparece por perversa, ya que se coloca a la voluntad de la criatura, como enemiga de la voluntad de Dios como la fuerza principal que guía las decisiones del creyente.

Y cierro con broche de oro:

Rom 9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

Y no vas a negar que, en el determinismo divino, se glorifica al Alfarero que es Cristo Jesús Señor nuestro.


Pásala bien.
Estoy terminando el cableado de una sala de computación pero mas tarde te contesto punto por punto.
Bendiciones.
 
PAGARÁS TU SOLO.

El punto es como enseña Pablo y lo digo por cuanto es la experiencia real de un cristiano genuino.

"YA NO VIVO YO"

¿Se da cuente del alcance de esta afirmación?

(...)
Por supuesto, "Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí" son las palabras de un cristiano que alcanzó la estatura de la plenitud de Cristo, de un apóstol que dijo: "sed imitadores de mi, así como yo de Cristo", ¿podrá decir también esto? No significa que en nosotros no viva Cristo para etiquetar de "cristiano genuino o no", por supuesto Cristo vive en nosotros, pero hay un pero, ya hemos nacido de nuevo, también, el apóstol dijo en una ocasión también: "hijitos míos por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, Gal 4:19" ¿Pero ya está formado Cristo en nosotros? Yo no veo a ningún Pablo maduro por aquí, de edad hay varios. Pero ¿de nivel espiritual como Pablo? no los hay, los habrá, la escritura lo dice.

1 Cor 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Los de la iglesia de corintios eran niños en Cristo, ¿cristianos genuinos? si, nacidos de nuevo, claro, pero aun carnales y les faltaba crecer en Dios, madurar.

Entre cristianos hay 3 niveles: niños, jóvenes y padres. El apóstol Juan lo hace claro, 1 juan 2:12-14. hay niveles de crecimiento que da Dios, Jesús mismo pasó por esas etapas, era puro hijito a sus 12 añitos Lucas 2:42, y tuvo que volver y someterse a sus padres, aún no podía quedarse en los "negocios de su padre" Tenía que "crecer en estatura, y en gracia y en sabiduría PARA CON DIOS y los hombres" dice: Lucas 2:52

Cosas que a muchos nos falta por crecer en Dios, ¿algunos por acá en este foro ni siquiera me entienden que es tener la gracia de Dios obrando en nuestras vidas? la necesitamos todos para llegar a ser un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Efesios 4:13 Ud., Podrá citar "Ya no vivo yo..." pero mejor reconozca que aún le falta para que nada de su carne sigue viva, y solamente Cristo viva en usted. Es un verso que nos queda grande aún.

Saludos
 
Podrá citar "Ya no vivo yo..." pero mejor reconozca que aún le falta para que nada de su carne sigue viva, y solamente Cristo viva en usted. Es un verso que nos queda grande aún.

BASE BÍBLICA

Flp 3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
Flp 3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
Flp 3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

LA ASTUCIA ES ATREVIDA

¿Cuál es el seguidor perfecto de una "Iglesia institucional"?

Y cuando hablamos de este tipo de modelo religioso nos referimos a las estructuras y organizaciones tradicionales, con jerarquías establecidas, liturgias formales y magisterios bien definidos, este modelo religioso valora la tradición, la autoridad del gobierno humano y la continuidad histórica, pero se ha convertido en una levadura que socava en el creyente la importancia de la Presencia de Cristo, no solo a nivel personal, sino de la misma comunidad, convirtiendo al Señor en un convidado de piedra, lo sientan en una banca como objeto decorativo, pero le impiden abrir y cerrar el culto:

Mateo 18:20 ("Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos") y 1 Corintios 6:17 ("Pero el que se une al Señor, un Espíritu es con él"),

Este modelo religioso de "Iglesia institucional" requiere de ciertos perfiles que encajen dentro de su estructura, veamos algunos:

1. El obediente.

No cuestiona, no duda, no escudriña su biblia, acepta todo lo que le dicen sin preguntar, en este perfil, ya Cristo pierde su autenticidad, ya no es el camino, la verdad y la vida, sino que estos atributos son transferidos al grupo religioso, con la advertencia, que salirse de sus reglas, es traicionar a Dios.

Este tipo de creyente es ideal para la iglesia institucional, porque nunca pedirá explicaciones sobre la conducta de sus líderes y pagará sin reclamar.

2. El culpable.

Siempre siente que ha fallado, que no da la talla, carga con una culpa que solo la unión con el grupo lo mantiene respirando. Este perfil es ideal para el grupo porque vivirá siempre en un ciclo continuo de pecado y arrepentimiento. Cuánto más culpable se sienta, más dependerá de la Iglesia para purificarse.

3. El temeroso.

Vive en constante zozobra ante el castigo del infierno, a la condenación eterna, cree que, si abandona el grupo, su vida será destruida, este perfil es ideal para la comunidad religiosa, porque no intentará marcharse, su miedo lo atará de por vida.

4. El generoso.

Cree que dar es parte de su deber, y que el dinero no importa porque Dios proveerá, no importa que esté en crisis económica, seguirá donando. Ideal para la Iglesia porque financiará el sistema sin recibir nada a cambio.

5. El que necesita milagros.

Se halla en problemas, desesperado, con deudas, enfermedades, tristezas. Es el perfil adecuado e ideal para la Iglesia porque hará cualquier cosa para un milagro y continuará asistiendo, pagando, rezando, esperando que algo suceda.

¿DÓNDE ESTÁ CRISTO OPERANDO EN ESTOS PERFILES?

No existe, lo que hay es religión.

CONCLUSIÓN

En este mundo religioso y denominacional, el genuino redimido por la sangre de Cristo, es visto con desconfianza, porque investiga, porque cuestiona, porque no se siente culpable ni temeroso, porque ya no vive él, Cristo ha pasado a formar parte de su vida práctica, lo dirige, lo enseña, lo capacita, y es el termómetro para distinguir entre una Iglesia institucional y una asamblea congregada en el Nombre del Señor Jesucristo, pues allí el Señor siempre está activo, abriendo el culto de principio a fin, ya que la orden de ser "llenos del Espíritu Santo" no es teoría sino una práctica diaria, entre tanto el Señor viene por su pueblo para trasladarlo a las moradas que ya están listas en la Casa de su Padre.

NO SOMOS PERFECTOS, PERO SOMOS DE CRISTO.