1ª Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Claro que Jesucristo es Dios, ¿Pero cuando fue dicho este versículo? Después de la partida del Señor al Padre, quiere decir que ya había sido crucificado y resucitado y por lo tanto Glorificado. Pero hay que hacer diferencia entre Jesús de Nazaret el hombre y Jesucristo Dios.
Antes de padecer la cruz era un hombre y las cosas de hombre hacía, es más hacía las cosas que hacemos los hijos de Dios, pues la diferencia estriba en que nosotros y los hombres comunes es grande, pues nosotros tras ser bautizados en Espíritu Santo, ya no caminamos como hombres sino como el Hijo de Dios, y lo que él hizo, hacemos nosotros (excepto el Acto Vicario del sacrificio y su Sumo Sacerdocio). Esto tiene que quedar muy claro y asentado: El hombre Jesús de Nazaret fue en realidad quién venció a Satanás, no Jesucristo Dios. Y esta es la sana doctrina, decir que Cristo venció a Satanás porque era Dios es tanto como propiciar la doctrina del anticristo. NO. La pura doctrina es que Jesús de Nazaret siendo hombre venido en carne, pudo vencer al que tenía al Imperio de la Muerte; esto es Satanás, ¿pero como lo venció? Resistiendo en todo las tentaciones del enemigo y siendo probado en todo por Dios, saliendo victorioso y obtuvo la Victoria porque fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz, y por cuanto era el autor de la Vida era imposible que esta le retuviese. Pero fue el hombre quién lo venció, no Dios, siendo Víctima óptima para Dios por ser Inmaculado, Cordero sin mancha por cuanto no pecó, ¡que si! que podía pecar y de hecho fue tentado para esto mismo, pero resistió aún en debilidad de carne, siendo inferior a Satanás por ser hombre, y eso nos llenó de gozo y fe, comprobando que nosotros así mismo también podíamos vencer en su Nombre, nos mostró el Camino porque Él era el Camino, La Verdad (siendo imitadores de Él) y alcanzado La Vida por cuanto era (después de la cruz) Inmortal, dándonos Vida porque Él ya era entonces La Vida Eterna, tras la cruz y resurrección. Si ha Él no le pudo retener la muerte a nosotros tampoco por obtener Mediador y Sumo Sacerdote, ya dejaríamos de temer a la muerte porque comprobamos que resucitaríamos como Él lo hizo: Un hombre: El Hijo del Hombre.