Este es un tema que los cristianos que no han estudiado Hebreo siempre abordan. Las interpretaciones aqui por fuerza tienen que tener en cuenta como los Judios interpretan el AT. Porque sin duda, fue a ellos a quien Dios entrego ese oraculo.
La Mishná, el primer compendio legal del judaísmo después de la Biblia, comienza con un tratamiento de los momentos adecuados para recitar el Shemá por la tarde y por la mañana. La primera línea dice: “De cuándo a cuándo leemos [litúrgicamente] el Shemá por la noche”. La discusión que siguió en la Guemará (Mishná + Guemará = Talmud) pregunta por qué la Mishná no aborda primero el Shemá de la mañana. Dado que el día comienza por la mañana, ¿no sería este el lugar lógico para empezar? La respuesta de la Guemará es breve y de gran alcance. La Mishná sigue el orden de la creación. Seis veces el capítulo inicial de la Torá repite el estribillo poético: “Y fue la tarde y fue la mañana”, para señalar la finalización de la obra de un día divino. La Torá parece estar haciendo todo lo posible para establecer el hecho de que el día no comienza con el amanecer, sino más bien con la puesta del sol (o halájicamente, con la aparición de tres estrellas).
Y, de hecho, ésta ha sido la práctica judía desde entonces. Sus días se cuentan de ocaso a ocaso. Comenzamos a ayunar en Yom Kipur la noche anterior y dan la bienvenida a cada festival encendiendo velas al anochecer (en Shabat, un poco antes). Con motivo de Yahrzeit, recitan el primer kaddish en el servicio nocturno conocido como Maariv. En resumen, una característica importante del calendario judío se basa en una base exegética que vincula elegantemente el primer capítulo de la Mishná con el primer capítulo de la Torá.
El nieto de Rashi, el rabino Samuel ben Meir, que tenía poco más de veinte años cuando su renombrado abuelo murió en 1105, hace un comentario que aun hoy dia tiene peso en la liturgia hebrea ortodoxa. En su propio comentario bíblico, famoso por su compromiso intransigente con el sentido claro u objetivo del texto ( el peshat, o intención del autor), se apartó de la interpretación talmúdica de larga data. En su comentario sobre “Y fue la tarde y fue la mañana”, señaló que la Torá hablaba de “tarde” y no de “noche”, evitando así cualquier intento de definir un día completo, cuya primera mitad habría sido de noche. . Más bien, deseaba simplemente indicar que con el inicio de la tarde terminaba un día de la creación y con la llegada del amanecer comenzaba uno nuevo.
Es suma, y como encontramos en su nota a pie de página de Mateo 12:40, el teologo Weymouth, uno de los academicos y traductores modernos del NT, escribe: “Literalmente ‘tres días y tres noches’, un hebraísmo sorprendente. Según el Talmud, un día y una noche juntos forman un “día-noche”, y cualquier parte de ese período se cuenta como un todo. Así, en el caso de nuestro Salvador, los tres 'días nocturnos' consisten en aproximadamente tres horas del viernes, todo el sábado (contado en el modo judío desde el ocaso hasta el ocaso) y la primera mitad (la noche) del domingo”.
Saludos.
www.bibliatodo.com
