– Tú no eres David.
– Ya no estamos bajo el Antiguo Pacto.
– Nuestra forma de adoración ahora está dictada por la revelación completa del Nuevo Testamento.
– Ni un solo Apóstol de Cristo o el mismo Jesús nos mandó a bailar en nuestras reuniones públicas.
– Esta es una práctica judaica, fuera de contexto (pues incluso los judíos religiosos no bailan en sus sinagogas, sino solo en el contexto fuera del templo en sus fiestas), y esta práctica NO tiene absolutamente ningún lugar en la asamblea pública de los santos.
– Hombres y mujeres en el altar bailando, supuestamente "dirigiendo nuestra adoración" no es solo un acto carnal (pues no procede del Espíritu, sino de los sentidos de la carne), pero además, es una práctica afeminada y sensual que dice mucho de cuán débil, sin doctrina y mundana se han vuelto muchas iglesias modernizadas. No encontrarás ni un solo ejemplo de esto en 20 siglos de historia y práctica Cristiana desde la era de los Apóstoles al siglo pasado (*con excepción de ciertas sectas, como los arianos): es decir, esta es una innovación moderna, traída a la iglesia desde fuera de ella y promovida fuertemente en sectores judaizantes o iglesias afeminadas dirigidas por mujeres.
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– "¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación"
(1 Cor. 14:26).
– "Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos"
(1 Cor. 14:33).
– "Pero que todo se haga decentemente y con orden"
(1 Cor. 14:40).
– "Estad alerta, permaneced firmes en la Fe, portaos varonilmente, sed fuertes"
(1 Cor. 16:13).
»¡Vamos, largo de aquí!
¡Ustedes han hecho de mi templo
una sala de diversiones!
¡Por eso voy a destruirlo!
Miqueas 2:10 TLA
Sus sacerdotes violaron mi ley,
y contaminaron mis santuarios;
entre lo santo y lo profano
no hicieron diferencia,
ni distinguieron entre inmundo y limpio;
y de mis días de reposo apartaron sus ojos,
y yo he sido profanado en medio de ellos.
Sus príncipes en medio de ella
son como lobos que arrebatan presa,
derramando sangre, para destruir las almas,
para obtener ganancias injustas.
Y sus profetas recubrían con lodo suelto,
profetizándoles vanidad
y adivinándoles mentira, diciendo:
Así ha dicho Jehová el Señor;
y Jehová no había hablado.
Ezequiel 22:26-28 RVR1960