El corazón quebrantado normalmente no busca la presencia del Señor, sino que la presencia del Señor lo busca a él, por eso añade la salmodia 51:17:
"En tu buena voluntad, haz que prospere Sión; levanta los muros de Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, los holocaustos del todo quemados..."
(Es decir, "en Tu buena voluntad hacia los afligidos, haz que prosperen; levanta los muros del quebrantado, entonces las cosas que haga por ti podrán agradarte").
El "quebrantado" poco o nada puede hacer. Por eso precisamente está "quebrantado", porque Dios lo quebrantó, es decir, lo rompió.. Un quebrantado ni siquiera puede arrodillarse, porque tiene las rodillas rotas. No puede bailar, porque no tiene piernas útiles. No puede siquiera pensar porque le duele el cuerpo. A un tipo al que le duele la boca, no busca sentimentalismos, sino alguien que le arranque su mal. Sólo Dios puede "levantarlo", y por eso el quebrantamiento busca una escisión entre lo que es de la "carne" y lo que es de "Dios". Sólo Dios (y no un
sucedáneo de Dios, como es el pentecostalismo) puede sanarlo.
El espíritu de kundalini que abunda en el pentecostalismo es un hambre de emociones religiosas (carne) que pretende saciarse con cualquier cosa. Para ello se recurre a fuegos extraños y, por supuesto, a espíritus demoníacos. Esto lo saben los católicos y hasta los incrédulos. Los únicos que no lo saben son los pentecostalistas.
No hay ningún documento que pueda recoger el quebrantamiento, pero podría acercarse a algo parecido a esto:
O a esto:
Amigo, yo he estado donde tú estás: en el emocionalismo del alma y en la mezcla de la carne con el espíritu.
También puedo decirte que hay un camino mucho más excelente... pero tiene un precio.
Amor,
Ibero