Uy, como cambias de agua dulce a agua salada por el mismo caño.
Yo no he dicho que no como morcillas, yo no las como con sangre, pero sí como morcillas con todos los ingredientes, pero sin sangre.
Yo no considero absurdo el desenmascarar a las religiones falsas, y a la gente que las defiende, por muy atrincherados que estén en ellas, la verdad está ya difundiéndose por toda la tierra habitada, mediante la predicación de las buenas noticias del reino de los cielos" Mateo 24:14
El problema es que tus buenas noticias, son en realidad malas.
Predican un Cristo diverso al del Evangelio. Comes morcilla, y enseñas a no comer sangre. La morcilla es sangre coagulada. Judío no come sangre ni mucho menos morcilla. Tampoco comen carne y queso a la vez, sino por separado.
El protestantismo tradicional jamás enseñó estas cosas. JAMÄS. Sólo espero que no hayas ido nunca a un Mc Donald's
Rom 2:14 En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley;
Rom 2:15 como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza...
Rom 2:16 en el día en que Dios juzgará las acciones secretas de los hombres, según mi Evangelio, por Cristo Jesús.
Rom 2:17 Pero si tú, que te dices judío y descansas en la ley; que te glorías en Dios;
Rom 2:18 que conoces su voluntad; que disciernes lo mejor, amaestrado por la ley,
Rom 2:19 y te jactas de ser guía de ciegos, luz de los que andan en tinieblas,
Rom 2:20 educador de ignorantes, maestro de niños, porque posees en la ley la expresión misma de la ciencia y de la verdad...
Rom 2:21 pues bien, tú que instruyes a los otros ¡a ti mismo no te instruyes! Predicas: ¡no robar!, y ¡robas!
Rom 2:22 Prohíbes el adulterio, y ¡adulteras! Aborreces los ídolos, y ¡saqueas sus templos!
Rom 2:23 Tú que te glorías en la ley, transgrediéndola deshonras a Dios.
Rom 2:24 Porque, como dice la Escritura, el nombre de Dios, por vuestra causa, es blasfemado entre las naciones.