MENSAJE ABIERTO AL FORISTA FRANCISCO-E
Primero que todo un saludo cordial y fraterno en Cristo Jesús, a todos los lectores.
Respecto al natural desconcierto de la forista Ana-María, cuando afirma:
Originalmente publicado por
Ana-Maria Ver Mensaje
No entiendo lo que quieres decir, pero la doctrina de la Iglesia es la enseñanza que Jesús nos dio. Por eso, los cristianos deben guiarse por las enseñanzas de Jesús, que son las enseñanzas del Evangelio.
La referencia es a la Doctrina de la Iglesia tal como lo escribí aquí:
Originalmente publicado por
Edison Loaiza Ver Mensaje
La teoría del "desprendimiento de retina" para omitir la Doctrina de la Iglesia, no tiene cabida en el Cristianismo.
Y en los comienzos del período apostólico toda la doctrina no nos fue dada de un solo paquete...
La Biblia es un todo coherente, no podemos parcializarnos a favor de un pasaje en particular, obviando su contexto histórico, para hacer prevalecer nuestra particular manera de entender el evangelio de Jesucristo.
Y luego de extraer de este contexto histórico la generosidad del pueblo del Señor, como está registrado aquí:
Hechos 4:34. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque
todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
Hechos 4:35. y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
...entonces abrir la boca para engañar a los lectores ingenuos como Ana-María, quién ha sido asaltada en su buena fe, y ella le ha creído a Francisco-E....su tesis de que el regalar todo los bienes es el "verdadero evangelio de Jesucristo", aquí está su amargura:
Francisco-E declara:
Según tú, Jesucristo y los apóstoles no nos dieron la enseñanza completa del Evangelio... Teníamos que esperar a que llegaras tú para recibir la enseñanza completa del Evangelio... Según tú, cada confesor de los tiempos modernos nos trae un poco del Evangelio que Jesucristo no había enseñado... No deberían dejarte la puesta abierta de la celda..
Tal declaración es nula, insubsistente, no tiene ningún fundamento bíblico.
Es el fruto de la amargura propia de los cobardes cuando han sido desenmascarados.
El evangelio del Señor Jesucristo no está basado en una sola porción del libro de los Hechos.
Donar las heredades o casas es el fundamento que utilizan los mercaderes de la fe para sostener su evangelio de la prosperidad.
El libro de los Hechos une los evangelios sinópticos con las cartas epistolares.
Es un puente transicional entre el judaísmo y el cristianismo.
¿Quién puede dejar de advertir el contraste entre los primeros y los últimos capítulos de los Hechos de los Apóstoles?
Solamente los tuertos espirituales...aquellos que ven con un solo ojo, son como cíclopes...
Pero el creyente sencillo, que no come cuento, que conoce la experiencia de los Bereanos con el apóstol Pablo, escudriña su biblia y encuentra que esta expresión “A los judíos primero” aparece insistentemente en cada uno de los Hechos de los apóstoles.
Pablo, el apóstol a los gentiles se dirigía primero a los hijos de su propio pueblo en cada lugar que visitaba.
La oración de nuestro Salvador en el altar de la Cruz “Padre, perdónalos, porque no sabe lo que hacen” (Lc.23:34) había conseguido un aplazamiento de Juicio para la nación favorecida y el perdón que había solicitado llevaba consigo un derecho de prioridad en la proclamación de la gran amnistía mundial, mediante el evangelio de la Gracia de Dios revelado al apóstol Pablo (Hechos 20:24; Gál.1:12).
Esta doctrina de la reconciliación ha sido descuidada por muchos hermanos hasta el día de hoy, leemos en la segunda carta a los Corintios capítulo 5:
17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18. Y todo esto proviene de Dios,
quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio
el ministerio de la reconciliación;
19. que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de
la reconciliación.
20. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios.
Pero la nación de Israel (la misma descendencia cuyo primer ministro es Benjamín Netanyahu), que había rechazado el evangelio del Reino predicado por el mismo Señor:
Mateo 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el
EVANGELIO DEL REINO, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mateo 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el
EVANGELIO DEL REINO, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Hasta el día de hoy ha sido cegada judicialmente por su incredulidad, como está escrito:
Joh 12:39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
Joh 12:40
Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón;
Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan, y yo los sane.
Joh 12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
De manera que está bien claro que el libro de los Hechos no es una fuente doctrinal en el sentido de cómo debemos comportarnos en la Iglesia de Cristo, sino un puente transicional entre el judaísmo y el Cristianismo…”Era necesario” declaró el apóstol Pablo en Antioquía de Pisidia, “que se os hablase primero la palabra de Dios”:
Act 13:46 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí,
nos volvemos a los gentiles.
Solo cuando el testimonio del apóstol Pablo fue rechazado por la nación de Israel, al final de libro de los Hechos, es que escuchamos esta sentencia judicial:
Act 28:28 Sabed, pues, que
a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
No se puede hacer doctrina del libro de los Hechos, sin examinarla a la luz de las cartas epistolares.
Tal conducta es fruto de los cíclopes espirituales…y su fruto es el evangelio humanista…donde se entroniza al hombre y sus obras meritorias, y el Sacrificio del Señor queda relegado a un segundo lugar, haciendo del AMOR DE DIOS (Jn. 3:16), el mayor tributo que Dios ha dado a la “dignidad” del hombre religioso, de la tierra y su idolatría.
En tales condiciones espirituales, el hombre religioso pasa a ser el “patrocinador” de la causa de Dios, y se hacen crucifijos y se lo cuelgan en sus pechos para identificarse con su causa…edifican altares, canonizan santos, se postran ante los sumos pontífices, inventan dioses, y regalan sus bienes para que sus méritos sean considerados a la hora de la salvación del alma…
En tales condiciones espirituales, por demás murió Cristo.
Dios no necesita el patrocinio del hombre religioso.
Salmos 50:12 Si yo tuviese hambre,
NO TE LO DIRÍA A TI;
Porque mío es el mundo y su plenitud.
El perdón y la vida eterna han sido puestos al alcance de todos por medio del evangelio de la gracia de Dios revelado por Jesucristo mismo al apóstol Pablo.
¿Pero que trato recibe este evangelio?
Muchos religiosos ni siquiera lo conocen, y la cruda realidad es que predican otro evangelio, el evangelio de las obras meritorias.
Pero la palabra de Dios es firme, el apóstol Pablo los pulveriza con esta afirmación:
Gálatas 1:11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí,
NO ES SEGÚN HOMBRE;
Gálatas 1:8 Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,
SEA ANATEMA.
Gálatas 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,
SEA ANATEMA.
Ojalá que el forista Francisco-E y otros que piensen en el mérito humano como argumentos para su justificación y salvación, a la luz de las Escrituras presentadas, puedan considerar su equivocación y volverse de sus malos caminos…y no repitan los mismo errores de aquellos a quienes se les dijo:
Jeremías 6:16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron:
NO ANDAREMOS.
Edison