Entiendo lo que quisiste decir pero tu premisa está mal planteada desde el principio. El alma humana NO ES ETERNA. El alma humana ES INMORTAL.
Entonces, ¿porque dirá Ezequiel lo siguiente?
Reina Valera Gómez
Eze. 18: 4, 20.
He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía;
el alma que pecare, esa morirá.
Hay una gran diferencia entre eterna e inmortal. Sólo Dios es ETERNO porque él nunca tuvo principio ni tendrá fin.
Tienes razón "hay una gran diferencia, entre Eterno e inmortal".
Reina Valera Gómez 1Tim. 6: 16.
el único que tiene inmortalidad, y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él
sea honra y poder sempiterno. Amén.
Reina Valera Gómez
1Tim. 1: 17
Por tanto, al Rey eterno,
inmortal, invisible, al único sabio Dios,
sea honor y gloria por siempre jamás. Amén
El término griego
(a·tha·na·sí·a) se forma con el prefijo negativo "
a" seguido de una forma de la palabra “muerte”
(thá·na·tos).
En consecuencia, el significado básico es “no mortalidad”, y con él se alude a la cualidad de la vida de que se disfruta: inacabable e indestructible.
Que algo o alguien sean eterno, significa que no hay una fecha o tiempo de su eliminación.
Nuestras almas, por el contrario, hubo un tiempo en que no existieron hasta que Dios las creó y a partir de ese momento en que fueron creadas, nunca tendrán fin.
Esto es producto de tu imaginación,no de la Biblia.
Ya habiendo aclarado eso, lo que sí es verdad es que el alma humana es INMORTAL y esa creencia surge de la realidad que Dios creó para nosotros. La Biblia apoya la creencia de que el alma humana es INMORTAL. Si nuestra alma es inmortal (y lo es) entonces después de morir vamos a enfrentar una de dos realidades: vida eterna con Dios en el Cielo o Tormento Eterno en el Infierno.
Ya se te demostró que no.
Además esa idea es un rezago residual, de su progenitora la icar.
“El concepto cristiano de un alma espiritual creada por Dios e infundida en el cuerpo al tiempo de la concepción para hacer al hombre un conjunto viviente es el fruto de un largo desarrollo en la filosofía cristiana.
Solo con Orígenes en Oriente y San Agustín en Occidente quedó establecida el alma como sustancia espiritual y se formó un concepto filosófico sobre su naturaleza. [...] Su doctrina [la de Agustín] [...] debió mucho (incluso algunos defectos)
al neoplatonismo.” (New Catholic Encyclopedia, 1967, tomo XIII, págs. 452, 454.)