Daniel 1

Carácter de Dios en Daniel​

  1. Dios es misericordioso: 9:9
  2. Dios es poderoso: 3:17; 4:35
  3. Dios provee: 4:29-31, 37
  4. Dios es justo: 9:7, 16
  5. Dios es verdadero: 4:37
  6. Dios es sabio: 2:20-22
  7. Dios se aíra: 9:16

Cristo en Daniel​

  • En Daniel vemos a Cristo como piedra que "fue hecha un gran monte, que hinchó toda la tierra" (2:35). Las profecías de Daniel describen el reino de Cristo como eterno, diciendo que "consumirá a todos estos reinos" (2:44). Se llama a Cristo el Mesías venidero que será cortado (9:25, 26). Daniel identifica la fecha de su venida, que se corresponde con la fecha de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
  • Daniel también describe a Cristo como "uno como hijo de hombre" (7:13). Cristo mismo usó ese título (Mt 16:26; 19:28; 26:64) y demuestra la humanidad de Jesús. Pero Daniel describe al Hijo del hombre como alguien que habla con Dios Todo
 

El libro del profeta Daniel
El mensaje del libro del profeta Daniel es infundir esperanza al pueblo judío en medio de la persecución. Recuerda los valores fundamentales de la fe, el monoteísmo, la ley y la oración.

El libro de Daniel sitúa al lector en el siglo VI a.C. durante el exilio de los israelitas Babilonia en el reinado Nobucondonosor II. Se describe un tiempo de persecución y dificultad para mantener la fe.
Los especialistas están de acuerdo que la obra se compone en el siglo II a.C. El autor no se refiere a hechos del siglo VI a.C., sino a lo que Israel está viviendo a consecuencia del proceso de helenización del mundo judío como parte del proyecto de Antíoco IV Epifanes de la dinastía seléucida.
En ese tiempo los judíos fieles a sus creencias se rebelan contra la opresión de la que son objeto. Es el tiempo del levantamiento de los macabeos (167-164 a.C.) El objetivo es motivar y dar aliento al pueblo perseguido.
El libro forma parte de la Tanaj hebrea y del Antiguo Testamento cristiano. En la primera no se encuentra en la sección de Los Profetas (Nevi’im) sino entre Los Escritos (Ketuvim). En el segundo aparece como el primero de los libros de los doce profetas menores.
Del texto hay dos variantes; la más breve está en la Tanaj hebrea y en versiones de las iglesias de la Reforma. En las biblias de las iglesias católicas, ortodoxas y de oriente se añaden cinco relatos deuterocanónicos, cuyos originales sólo se conservan en la versión griega de los Setenta: La oración de Azarías; El cántico de los tres jóvenes compañeros de Daniel dentro del horno; La historia de Susana; Daniel y los sacerdotes de Bel y Daniel y el Dragón.
Estos relatos, sin embargo, aparecen en versiones protestantes de los escritos bíblicos como las Biblias de Casiodoro de Reina (Basilea, Suiza, 1569), y de Cipriano de Valera (Ámsterdam, Países Bajos, 1602).

El libro se divide en tres partes: 1) La historia de Daniel (Dn 1-6), 2) Las visiones de Daniel (Dn 7-12), 3) Las historias deuteronómicas. La primera y la tercera parte están escritos en el género literario ejemplar conocido como hagádico, que se propone transmitir una enseñanza moral. El género de la segunda parte es apocalíptico recurso literario en tiempos de crisis. Se propone trasmitir a través de visiones, símbolos y seres celestes la intervención definitiva de Dios.
El mensaje teológico central es infundir esperanza al pueblo judío en medio de la persecución. Recuerda los valores fundamentales de la fe, el monoteísmo, la ley y la oración. Ofrece también una comprensión de la historia: es cierto que el pecado parece conceder la victoria a los enemigos del Señor y del pueblo. Eso, con todo, es solo un paréntesis ante el triunfo definitivo y completo de Dios. Los creyentes a pesar de las dificultades deben resistir ante cualquier prueba que el Señor les ponga.
Dios nunca va a fallar a su pueblo y siempre estará con él. Esto debe provocar en los creyentes una actitud de confianza en el Dios que todo lo puede. Aquí también se encuentra una de las primeras manifestaciones de la esperanza en la resurrección y el día de juicio individual: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel 12:2).
 

LA HISTORICIDAD DE DANIEL

Desde que el filósofo neoplatónico Porfirio realizó los primeros grandes ataques contra la historicidad de Daniel (233-c. 304 d. C.), este libro ha estado expuesto a los embates de los críticos, al principio sólo de vez en cuando, pero durante los dos últimos siglos el ataque ha sido constante.

Por eso muchísimos eruditos cristianos de hoy consideran que el libro de Daniel es obra de un autor anónimo que vivió en el siglo II a. C., más o menos en el tiempo de la revolución macabea.

Estos eruditos dan dos razones principales para ubicar el libro de Daniel en ese siglo:

  1. Siendo que entienden que algunas profecías se refieren a Antíoco IV Epífanes (175-c. 163 a. C.), y que la mayor parte de las profecías -por lo menos de aquéllas cuyo cumplimiento ha sido demostrado- habrían sido escritas después de ocurridos los acontecimientos descritos, las profecías de Daniel deben ubicarse con posterioridad al reinado de Antíoco IV.
  2. Siendo que según sus argumentos, las secciones históricas de Daniel contienen el registro de ciertos sucesos que no concuerdan con los hechos históricos conocidos de acuerdo con los documentos disponibles, estas diferencias pueden explicarse si suponemos que el autor estaba tan alejado de dichos acontecimientos, tanto en el espacio como en el tiempo, que sólo poseía un conocimiento limitado de lo que había ocurrido 400 años antes, en los siglos VII y VI a. C.
El primero de los dos argumentos no tiene validez para quien cree que los inspirados profetas de antaño realmente hacían predicciones precisas en cuanto al curso de la historia. El segundo argumento merece una mayor atención por la seriedad de la afirmación de que Daniel contiene errores históricos, anacronismos y conceptos errados. Por eso presentamos aquí un breve estudio acerca de la validez histórica del libro de Daniel.

Es verdad que Daniel describe algunos acontecimientos que aún hoy no pueden ser verificados por medio de los documentos de que disponemos. Uno de esos acontecimientos es la locura de Nabucodonosor, que no se menciona en ningún registro babilónico que exista hoy.

La ausencia de comprobación de una incapacidad temporaria del más grande rey del Imperio Neobabilónico no es un fenómeno extraño en un tiempo cuando los registros reales sólo contenían narraciones dignas de alabanza (ver com. Dan. 4:36). Darío el Medo, cuyo verdadero lugar en la historia no ha sido establecido por fuentes fidedignas ajenas a la Biblia, es también un enigma histórico. Se encuentran insinuaciones en cuanto a su identidad en los escritos de algunos autores griegos y en información fragmentaria de fuentes cuneiformes (ver Nota Adicional del cap. 6).

Las otras supuestas dificultades históricas que confundían a los comentaristas conservadores de Daniel hace cien años, han sido resueltas por el aumento del conocimiento histórico que nos ha proporcionado la arqueología. Mencionaremos a continuación algunos de estos problemas más importantes que ya han sido resueltos:
 
1. La supuesta discrepancia cronológica entre Dan. 1: 1 y Jer. 25: 1. Jeremías, que según el criterio general de los eruditos es una fuente histórica digna de confianza, sincroniza el 4.º año de Joacim de Judá con el 1er año de Nabucodonosor de Babilonia. Sin embargo, Daniel habla de que la primera conquista de Jerusalén efectuada por Nabucodonosor ocurrió en el 3er año de Joacim, con lo que indudablemente afirma que el 1er año de Nabucodonosor coincide con el 3er año de Joacim. Antes del descubrimiento de registros de esa época que revelan los varios sistemas de computar los años de reinado de los antiguos monarcas, los comentaristas tenían dificultad para explicar esta aparente discrepancia. Trataban de resolver el problema suponiendo una corregencia de Nabucodonosor con su padre Nabopolasar (PP. 93-94) o presuponiendo que Jeremías y Daniel ubicaban los acontecimientos según diferentes sistemas de cómputo: Jeremías según el sistema judío y Daniel según el babilónico. Ambas explicaciones ya no son válidas.

Se ha resuelto la dificultad al descubrir que los reyes babilonios, como los de Judá de ese tiempo, contaban los años de sus reinados según el método del "año de ascensión" (ver t. II, p. 141). El año en el cual un rey babilonio ascendía al trono no se contaba oficialmente como su 1er año, sino sólo como el año cuando subía al trono, y su 1er año, es decir su 1er año calendario completo, no comenzaba hasta el próximo día de año nuevo, cuando, en una ceremonia religiosa, tomaba las manos del Dios babilónico Bel.

También sabemos por Josefo y por la Crónica Babilónica (documento que narra los acontecimientos de los once primeros años de Nabucodonosor, descubierto en 1956) que Nabucodonosor estaba empeñado en una campaña militar en Palestina contra Egipto cuando su padre murió y él tomó el trono (t. II PP. 97-98, 164-165; t. III, PP. 93-94). Por lo tanto, Daniel y Jeremías concuerdan completamente. Jeremías sincronizó el 1er año del reinado de Nabucodonosor con el 4.º año de Joacim, mientras que Daniel fue tomado cautivo en el año cuando subió al trono Nabucodonosor, año que él identifica como el 3.º de Joacim.
 
2. Nabucodonosor como gran constructor de Babilonia. De acuerdo con los historiadores griegos, Nabucodonosor desempeñó un papel insignificante en la historia antigua. Nunca se refieren a él como a un gran constructor o como el creador de una nueva y más grande Babilonia. Todo lector de las historias clásicas griegas reconocerá que se le da este honor a la reina Semíramis, a quien se le adjudica un lugar importante en la historia de Babilonia.

Sin embargo, los registros cuneiformes de esa época, descubiertos por arqueólogos durante los últimos cien años, han cambiado enteramente el cuadro presentado por los autores clásicos y han confirmado el relato del libro de Daniel que atribuye a Nabucodonosor la construcción en verdad reconstrucción- de "esta gran Babilonia" (cap. 4:30).

Se ha descubierto ahora que Semíramis -llamada Sammu-ramat en las inscripciones cuneiformes- era reina madre en Asiria, regente de su hijo menor de edad Adad-nirari III (810-782 a. C.), y no reina de Babilonia como afirmaban las fuentes clásicas. Ias inscripciones han mostrado que ella no tuvo nada que ver con la construcción de Babilonia.

Por otro lado, numerosas inscripciones de Nabucodonosor que han quedado en las construcciones prueban que él fue el creador de una nueva Babilonia, pues reedificó los palacios, templos y la torre-templo de la ciudad, y añadió nuevos edificios y fortificaciones (ver Nota Adicional del cap. 4).

Puesto que esa información se había perdido completamente antes de la época helenística, ningún autor podría tenerla, salvo un neobabilónico. La presencia de tal información en el libro de Daniel es motivo de perplejidad para los eruditos críticos que no creen que el libro de Daniel fue escrito en el siglo VI, sino en el II. Un ejemplo típico de su dilema es la siguiente afirmación de R. H. Pfeiffer, de la Universidad de Harvard: "Probablemente nunca sabremos cómo supo nuestro autor que la nueva Babilonia era creación de Nabucodonosor... como lo han probado las excavaciones" (Introduction to the Old Testament [New York, 19411, PP. 758-759).
 
3. Belsasar, rey de Babilonia.Ver la Nota Adicional del cap. 5 referente al asombroso relato del descubrimiento hecho por orientalistas modernos acerca de la identidad de Belsasar. El hecho de que el nombre de este rey no se hubiese encontrado en fuentes antiguas ajenas a la Biblia, mientras que Nabonido siempre aparecía como el último rey de Babilonia antes de la conquista de los persas, se usaba comúnmente como uno de los más poderosos argumentos en contra de la historicidad del libro de Daniel. Pero los descubrimientos efectuados desde mediados del siglo XIX han refutado a todos los críticos de Daniel en este respecto y han vindicado de manera impresionante el carácter fidedigno del relato histórico del profeta respecto a Belsasar.
 
LOS IDIOMAS DEL LIBRO

Como Esdras (ver t. III, 322), una parte del libro de Daniel fue escrita en hebreo y otra parte en arameo.


Algunos han explicado este uso de dos idiomas suponiendo que en el caso de Esdras el autor tomó documentos arameos, acompañados con sus descripciones históricas, y los incorporó a su libro, que fuera de esos pasajes estaba escrito en hebreo, el idioma nacional de su pueblo. Pero tal interpretación no se acomoda con el libro de Daniel, donde la sección aramea comienza con el cap. 2: 4 y termina con el último versículo del cap. 7.

A continuación hay una lista parcial de las muchas explicaciones que ofrecen los eruditos en cuanto a este problema, junto con algunas observaciones entre paréntesis que parecen contradecir la validez de esas explicaciones:

  1. El autor escribió los relatos históricos para quienes hablaban arameo, y las profecías para los eruditos de habla hebrea. (Sin embargo, el que haya arameo en los cap. 2 y 7 -ambos contienen grandes profecías- indica que esta opinión no es correcta.)
  2. Los dos idiomas muestran la existencia de dos fuentes. (Esta opinión no puede ser correcta porque el libro tiene una marcada unidad, cosa que aún algunos críticos radicales han reconocido; ver p. 771.)
  3. El libro fue escrito originalmente en un idioma, ya fuera arameo o hebreo, y más tarde algunas partes fueron traducidas. (Este punto de vista deja sin contestar la pregunta en cuanto a la razón por la cual se tradujeron sólo algunas secciones al otro idioma y no todo el libro.)
  4. El autor publicó el libro en dos ediciones, una en hebreo, otra en arameo, para que toda clase de gente pudiese leerlo; durante las persecuciones en el tiempo de los Macabeos, algunas partes del libro se perdieron, y las partes que se pudieron salvar de las dos ediciones fueron reunidas en un libro sin hacer cambios. (Esta idea tiene el defecto de no poder comprobarse y de basarse en demasiadas conjeturas.)
  5. El autor empezó a escribir en arameo en el punto donde los caldeos se dirigieron "al rey en lengua aramea" (cap. 2: 4), y continuó en este idioma mientras escribía en ese tiempo; pero después, cuando volvió a escribir, usó el hebreo (cap. 8: 1).

La última opinión aparentemente está bien orientada porque pareciera que las diferentes secciones del libro fueron escritas en distintas ocasiones. Por el hecho de ser un culto funcionario del gobierno, Daniel hablaba y escribía en varios idiomas. Probablemente escribió algunos de los relatos históricos y algunas de las visiones en hebreo, y otras en arameo. Partiendo de esta suposición, el cap. 1 habría sido escrito en hebreo, probablemente durante el 1er año de Ciro, y los relatos de los cap. 3 al 6 en arameo en distintas ocasiones.

Las visiones proféticas fueron registradas mayormente en hebreo (cap. 8-12), aunque la visión del cap. 7 fue escrita en arameo. Por otra parte, el relato del sueño de Nabucodonosor concerniente a las monarquías futuras (cap. 2) fue escrito en hebreo hasta el punto en que se cita el discurso de los caldeos (cap. 2: 4); y desde este punto hasta el fin de la narración el autor usó el arameo.

Al final de su vida, cuando Daniel reunió todos sus escritos para formar un solo libro, es posible que no hubiera considerado necesario traducir ciertas partes para dar al libro unidad lingüística, ya que sabía que la mayor parte de sus lectores entenderían los dos idiomas, hecho que resulta evidente según otras fuentes.
También se podrá notar que la existencia de dos idiomas en el libro de Daniel no puede usarse como argumento para asignar una fecha posterior al libro.


Aquellos que fechan el origen de Daniel en el siglo II a. C. tienen también el problema de explicar por qué un autor hebreo del período macabeo escribió parte de un libro en hebreo y otra parte del mismo en arameo.

Si bien las peculiaridades ortográficas de las secciones arameas del libro de Daniel son parecidas a las del arameo del Asia occidental de los siglos IV y III a. C., debido posiblemente a una modernización del idioma, hay diferencias notables. La ortografía no puede decirnos mucho en cuanto a la fecha cuando se escribió el libro, así como la última revisión del texto de la RVR no puede tomarse como prueba de que la Biblia fue originalmente escrita o traducida en el siglo XX d. C. A lo sumo, las peculiaridades ortográficas pueden indicar cuándo se hicieron las últimas revisiones de la ortografía.

Entre los Rollos del Mar Muerto (ver t. I, PP. 35-38) hay varios fragmentos de Daniel que provienen del siglo 11 a. C. Por lo menos dos de ellos contienen la sección del cap. 2 donde se hace el cambio del hebreo al arameo y muestran claramente el carácter bilingüe del libro en esa fecha.

Autor:
Franz en recuerdo del Pastor Wilfredo Carrillo C.
 

- ¡El último documento me parece el más interesante!
 
22) Buscando a Daniel

Daniel 2

- ¡Entonces Daniel está hablando del sueño del rey y su interpretación!

- Antes de darle la interpretación al rey, Daniel le dice que ¡Yah.weh le ha dado todo lo que tiene!


- ¡Y enumera todas las cosas que tiene!

- ¡Podemos decir que esto es una advertencia para el rey!

- ¡Porque si Yah.weh le dio todo lo que tiene, él también lo puede tomar!

- ¡Y se lo llevará todo!

- ¡El rey, por su poder, piensa que nadie puede quitarle lo que tiene!

- ¡Los hebreos pensaban lo mismo!

- ¡No escucharon a Yah.weh!

- ¡Y tomó todo lo que le había dado!

- ¡Hagamos lo mismo!

- ¿O le escucharemos?
 
23) Buscando a Daniel

Daniel 2

- Entonces el rey Nabucodonosor dijo a Daniel: “En verdad, tu Dios es Dios de dioses y Señor de reyes y revelador de secretos, porque tú pudiste revelar este secreto”.

- ¡Entonces el rey rinde homenaje a Daniel!

- ¡Reconoce el poder de Yah.weh!

- ¡Pero él no escucha su advertencia!

- ¡No cambiará de actitud!

- ¡Y cuando llegue el momento, pagará el precio de su orgullo!

- ¡Los hombres son así!

- ¡No quieren cambiar!

- ¡Es su elección!
 
24) Buscando a Daniel

Daniel 2

Luego, el rey le da a Daniel un puesto alto y le da muchos regalos hermosos y le nombra gobernador de la provincia de Babilonia y prefecto principal de los sabios de Babilonia. Y a petición de Daniel, el rey coloca a Sadrac, Mesac y Abednego sobre la administración de la provincia de Babilonia mientras Daniel sirve en la corte del rey.

- ¡Daniel es bendecido porque sirve fielmente a Yah.weh!

- ¡Y no es egoísta porque le pide trabajo al rey para sus 3 compañeros!

- ¡Para él los detalles son importantes!

- ¡Y no descuida nada ni a nadie!

- ¡Imagínese a un extraño convirtiéndose en una de las personas más importantes de Babilonia!

- ¡Por supuesto que recordamos a José en Egipto!

- ¡Este es un caso similar!
 
25) Buscando a Daniel

Daniel 3

Nabucodonosor hace una estatua y quiere que todos la adoren. Si no lo hacen, serán arrojados al horno de fuego intenso. Pero los tres compañeros de Daniel se niegan a hacerlo, por lo que el rey, enfurecido, les da una segunda oportunidad. Pero le dicen que si Dios quiere salvarlos, puede hacerlo. Pero si no lo hace, adoran sólo a Dios y a nadie más. Entonces el rey se enoja tanto que da orden de calentar el horno 7 veces más de lo habitual. Y los 3 compañeros de Daniel son arrojados al horno de fuego intenso. El horno está tan caliente que los hombres que arrojan a los 3 compañeros de Daniel al horno mueren. Entonces el rey se asusta porque ve a 4 hombres en el horno, no están heridos y el cuarto parece un hijo de los dioses. Entonces ordenó a los tres compañeros de Daniel que salieran. No están heridos. Luego reza a su Dios. Luego les pone en puestos más importantes en la provincia de Babilonia.

- ¡Como Daniel, sus 3 compañeros son hombres fieles a Yah.weh y por eso son excelentes ejemplos para nosotros!

- ¡No sabemos nada de Daniel!

- Esto es extraño porque es uno de los hombres más importantes de Babilonia.

- ¡Nabucodonosor es brutal!

- ¡Pero puede cambiar fácilmente de actitud cuando pasa algo!

- ¡Aquí, los 3 compañeros de Daniel son salvados por Yah.weh!

- ¡Y les da un puesto más importante!

- ¡Así que ellos también son bienaventurados por su fidelidad!

- ¡No acepta la desobediencia de nadie pero cuando alguien lo hace y sobrevive, sólo puede reconocerlo!

- ¡Entonces está siendo pragmático!
 
26) Buscando a Daniel

Daniel 4

Nabucodonosor tiene otra visión pero nadie puede interpretarla. Y Daniel se confunde por un rato y empieza a asustarse. La visión se refiere al rey que se ha vuelto poderoso. Pero a causa de su orgullo, se comportará como un animal que come hierba. Luego, después de cierto tiempo, recuperará su ánimo y su poder. Por eso Daniel le dice al rey que cambie su actitud y se aleje del pecado. Pero no cambia de actitud y al cabo de 12 meses se vuelve loco y se comporta como un animal comiendo hierba.

- Nabucodonosor es advertido pero no le importa, ¡por eso paga el precio!

- ¡Lo mismo les pasó a los hebreos!

- ¡Lo mismo ocurre con la humanidad!

- ¡A la humanidad no le importa!

- ¡Así que la gente tendrá que pagar el precio cuando Yah.weh golpee a la humanidad!

- ¡Será un golpe!

- ¡Pero la mayoría no entenderá lo que les pasará!

- ¡Siempre es la misma historia!

- ¡Entonces por qué lamentarse!

- Cuando alguien no escucha y paga el precio que puede incluir la muerte, ¡así es la vida!

- ¡No tiene sentido estar triste!

- ¡Los individuos son adultos y por eso hacen su elección!

- ¡Y la forma en que vivimos indica nuestra elección!

- ¡Para que nadie pueda decir que no lo sabía!
 
27) Buscando a Daniel


Daniel 5

Se nos cuenta del rey Belsasar que está teniendo un gran banquete y está borracho y dice que traiga los utensilios que su padre Nabucodonosor tomó del templo en Jerusalén. Y beben con él, lo cual definitivamente es una ofensa a Yah.weh. Entonces la mano de un hombre empieza a escribir en el yeso de la pared y todos pueden verlo. Entonces el rey palidece y sus pensamientos lo aterrorizan, sus caderas temblan y sus rodillas comienzan a chocar. El hombre que sepa interpretar las palabras escritas en la pared recibirá muchos regalos y se convertirá en la tercera persona en Babilonia. Pero nadie puede interpretarlo. Por lo tanto, el rey habla de que Daniel fue llevado ante él. Daniel hará la interpretación pero no le importan los regalos del rey. Primero habla de su padre que fue advertido por Yah.weh y que no cambió de actitud. Y lo mismo ocurre con el rey Belsasar. Y usaban los utensilios del templo en Jerusalén mientras eran sagrados. Como resultado, Babilonia caerá en manos de los medos y los persas. Y la misma tarde de la fiesta, Belsasar es asesinado y Darío el Medo recibe el reino a la edad de 62 años.

- ¡Otra vez un buen ejemplo que podríamos intentar recordar a modo de advertencia!

- ¡Aquellos a quienes no les importa Yah.weh pagarán el precio!

- ¡Belsasar no escuchó y fue asesinado!

- Quizás recordemos el significado de Tekel, es decir, “fuiste pesado en la balanza y hallado falto”. » !

- ¡No podemos ser más claros incluso si los seres humanos no quieren escuchar!

- ¡Así que todos serán pesados en la balanza!

- ¡Recordemos también cómo reaccionó Daniel!

- ¡No le importaban los privilegios!

- ¡Él sólo quería servir fielmente a Yah.weh!
 
28) Buscando a Daniel


Daniel 6

Darío nombra 120 sátrapas en todo el reino y entre ellos tres funcionarios, entre ellos Daniel. Y Daniel se destaca de los demás altos funcionarios y sátrapas, porque hay en él un espíritu extraordinario y el rey pretende elevarlo por encima de todo el reino.

- ¡Entonces los Reyes cambian pero Daniel se queda y mantiene su posición!

- ¡Yah.weh lo siga bendiciendo!

- ¡Daniel es definitivamente un hombre especial o como veremos más adelante “un hombre precioso”!

- ¡No hay nadie como él porque Yah.weh está con él!

- ¡Y además porque es humilde, no busca honores!

- ¡La humildad es una de las mejores cualidades para Yah.weh, sino la mejor!
 
29) Buscando a Daniel


Daniel 6

Como resultado, los altos funcionarios y sátrapas tienen celos de Daniel pero no encuentran acusaciones sobre los asuntos de estado porque es digno de confianza, no es descuidado y no es corrupto. Entonces saben que esto sólo puede suceder con la religión de Daniel. Entonces le pidieron a Darío que emitiera un decreto real y aplicara una prohibición durante 30 días para que nadie pudiera presentar peticiones a ningún dios u hombre excepto al rey. Y si lo hace, tendrá que ser arrojado al foso de los leones.

- Aquí nuevamente se nos habla de la actitud de Daniel: ¡confiable, no negligente y no corrupto!

- ¡Era realmente diferente a otras personas importantes!

- ¡Hoy sería lo mismo!

- ¡La corrupción está en todas partes!

-¡Aquí nuevamente podemos ver los tipos de hombres que Yah.weh busca!

- ¡Algo para recordar y pensar si podemos hacerlo!
 
¿Es profeta Daniel?
antes fue un príncipe. El Ángel es la profecía.
- ¡De hecho, como todo profeta de Yah.weh, recibe la palabra de Yah.weh y la transmite a los hombres!

¿Qué significa la palabra profeta según la Biblia?



Profeta - Wikipedia, la enciclopedia libre


Estrictamente hablando, un profeta es alguien que sostiene haber tenido una experiencia personal de Dios recibiendo de él la misión de comunicar sus revelaciones y, como consecuencia de ello, habla en su nombre a los seres humanos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Profeta
 
30) Buscando a Daniel

Daniel 6

Tan pronto como se firma el decreto, reza a Yah.weh y todos pueden verlo. Entonces llegan unos hombres, lo apresan y lo llevan ante el rey. No quiere que arrojen a Daniel al foso de los leones, pero esa es la ley que firmó. Espera que el Dios de Daniel lo salve. Luego es arrojado al foso de los leones. El rey no puede dormir por la noche. Temprano en la mañana, va al foso de los leones y llama a Daniel, quien responde. Luego da la orden de liberar a Daniel y meter a sus acusadores en el foso. Cuando llegan al fondo del abismo, son devorados por los leones. Y Daniel sigue prosperando en el reino de Darío.

- ¡Nada es más importante para Daniel que su relación con Yah.weh!

- ¡Así que en cuanto le contamos el decreto, reza a Yah.weh!

- ¡Qué ejemplo de fe!

- ¡Aquí tenemos otra oportunidad de ver la naturaleza de su relación con Yah.weh!


- ¡Completamente diferente al que tenían los Israelitas con Yah.weh!

- ¡El que tiene oídos y ojos, escuche y lea atentamente!

- ¡Yah.weh busca a esas personas, no a aquellas que son espiritualmente sordas y ciegas!