Re: Cuando la eucaristìa dejo de se la eucaristìa?
En el 1551 d.C., el Concilio de Trento declaró oficialmente que: “Por la consagración del pan y el vino; se realiza un cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo nuestro Señor y toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. A este cambio la santa Iglesia Católica le ha puesto y llamado propiamente la transustanciación” (Sesión XII, capítulo IV; canon II). Esto no es Biblico.
Jesús prosigue diciendo que “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63-64). Así que, si “la carne para nada aprovecha”. ¿por qué debemos comer la carne de Jesús para tener vida eterna? No tiene sentido, hasta que Jesús nos dice que las palabras que Él habla son “espíritu”. Jesús está diciendo que esta no es una enseñanza literal, sino una espiritual. El lenguaje se ajusta perfectamente con la mencionada declaración del apóstol Pablo: “..que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1)
Jesús no le está ordenando a la gente comer literalmente Su carne y beber Su sangre, Él está diciéndoles cuál es el corazón de toda la doctrina cristiana; creer en Jesús Mismo “... Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado”,
Ya sea que la definición católica de la Sagrada Eucaristía sea un “re-sacrificio” de Cristo, o una “re-ofrenda” del sacrificio de Cristo – ambos conceptos son anti-bíblicos. Cristo no necesita ser re-sacrificado. El sacrificio de Cristo no necesita ser re-ofrecido. Hebreos 7:27 declara, “que (Jesús) no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo UNA VEZ para siempre, ofreciéndose a sí mismo.” Similarmente, 1 Pedro 3:28 dice, “Porque también Cristo padeció UNA SOLA VEZ por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios....” La muerte de Cristo una sola vez en la cruz, fue suficiente para expiar todos nuestros pecados (1 Juan 2:2). Por lo tanto, el sacrificio de Cristo no necesita ser re-ofrecido. En lugar de eso, el sacrificio de Cristo debe ser recibido por fe (Juan 1:12; 3:16). Comer la carne de Cristo y beber Su sangre son símbolos del total recibimiento de Su sacrificio a nuestro favor, por gracia a través de la fe.
1.- El Pan si levadura, "galleta" se usaba en las cenas pascuales antiguas:
Ezequiel 45:21-22
El día catorce del primer mes será para vosotros la fiesta de la Pascua. Durante siete días se comerá el pan sin levadura.
Aquel día, el príncipe ofrecerá por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra un novillo en sacrificio por el pecado.
2.- Con respecto a "comerse al dios sol".
Ciertamente Jesús es la luz del mundo, y la custodia con forma de rayos solares en cuyo centro hay una Hostia consagrada, representa esa luz que inunda nuestros corazones.
Jua 8:12 Jesús les habló otra vez diciendo: "Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida."
Dios es representado en Apocalipsis como el Sol del mundo:
Apocalipsis 21:23-25
La ciudad no necesita ni de sol ni de luna que la alumbren, porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el Cordero.
Las naciones caminarán a su luz, y los reyes de la tierra irán a llevarle su esplendor.
Sus puertas no se cerrarán con el día - porque allí no habrá noche -
Apo 22:5 Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.
3.- El sacrificio de la cruz no se repite constantemente, se INVOCA, luego; Dios tiene un banquete en el cielo DESDE HACE 2000 AÑOS dispuesto, y en cada Transubstanciación Dios hace descender un poco de ese manjar eterno, para disfrute y crecimiento de los hombres.
Saludos
En el 1551 d.C., el Concilio de Trento declaró oficialmente que: “Por la consagración del pan y el vino; se realiza un cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de Cristo nuestro Señor y toda la sustancia del vino en la sustancia de su sangre. A este cambio la santa Iglesia Católica le ha puesto y llamado propiamente la transustanciación” (Sesión XII, capítulo IV; canon II). Esto no es Biblico.
Jesús prosigue diciendo que “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63-64). Así que, si “la carne para nada aprovecha”. ¿por qué debemos comer la carne de Jesús para tener vida eterna? No tiene sentido, hasta que Jesús nos dice que las palabras que Él habla son “espíritu”. Jesús está diciendo que esta no es una enseñanza literal, sino una espiritual. El lenguaje se ajusta perfectamente con la mencionada declaración del apóstol Pablo: “..que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1)
Jesús no le está ordenando a la gente comer literalmente Su carne y beber Su sangre, Él está diciéndoles cuál es el corazón de toda la doctrina cristiana; creer en Jesús Mismo “... Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado”,
Ya sea que la definición católica de la Sagrada Eucaristía sea un “re-sacrificio” de Cristo, o una “re-ofrenda” del sacrificio de Cristo – ambos conceptos son anti-bíblicos. Cristo no necesita ser re-sacrificado. El sacrificio de Cristo no necesita ser re-ofrecido. Hebreos 7:27 declara, “que (Jesús) no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo UNA VEZ para siempre, ofreciéndose a sí mismo.” Similarmente, 1 Pedro 3:28 dice, “Porque también Cristo padeció UNA SOLA VEZ por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios....” La muerte de Cristo una sola vez en la cruz, fue suficiente para expiar todos nuestros pecados (1 Juan 2:2). Por lo tanto, el sacrificio de Cristo no necesita ser re-ofrecido. En lugar de eso, el sacrificio de Cristo debe ser recibido por fe (Juan 1:12; 3:16). Comer la carne de Cristo y beber Su sangre son símbolos del total recibimiento de Su sacrificio a nuestro favor, por gracia a través de la fe.