Alrededor del 190 D.C., Ireneo, Obispo de Lyon, escribió:
"‘Y (Naaman) se sumergió...siete veces en el Jordán' (2 Re 5,14). No por nada Naaman, enfermo de lepra, fue purificado al ser bautizado, sino para enseñarnos que nosotros, leprosos por el pecado, quedamos limpios, por medio del agua sagrada y de la invocación del Señor, de nuestras antiguas transgresiones, y somos regenerados espiritualmente como niños recién nacidos, según lo declaró el Señor: ‘El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios' (Jn 3,5)" (Fragmento 34).
de la invocación del Señor, de nuestras antiguas transgresiones .
Correcto, invocar al Señor por nuestras transgresiones y luego el bautismo.
Creer, arrepentirse y ser bautizado
"‘Y (Naaman) se sumergió...siete veces en el Jordán' (2 Re 5,14). No por nada Naaman, enfermo de lepra, fue purificado al ser bautizado, sino para enseñarnos que nosotros, leprosos por el pecado, quedamos limpios, por medio del agua sagrada y de la invocación del Señor, de nuestras antiguas transgresiones, y somos regenerados espiritualmente como niños recién nacidos, según lo declaró el Señor: ‘El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios' (Jn 3,5)" (Fragmento 34).
de la invocación del Señor, de nuestras antiguas transgresiones .
Correcto, invocar al Señor por nuestras transgresiones y luego el bautismo.
Creer, arrepentirse y ser bautizado