Pues yo creo que en todos los cristianos coexiste el pecado y la gracia, todos nosotros hacemos cosas que son agradables a Dios y cosas que lo ofenden. Por supuesto que hay cosas más graves que otras. Es lo mismo que un padre con sus hijos, al padre no le agradará que su hijo llegue tarde cuando sale, que saque malas notas en el colegio, que a veces se pelee con sus hermanos, y por otro lado le agradará que sea obediente, que no se meta en las drogas, que tenga buenas amistades, etc.
Yo creo que no se puede ser blanco o negro, nadie es perfectamente santo ni totalmente pecador, creo que todos ofendemos y agradamos a Dios en algunas cosas. La idolatría es muy grave, pero tal vez un idólatra hace otras cosas que puedan agradar a Dios.
