Cristo y la Politica

ERRATUM

ERRATUM

Omití completar la siguiente frase:

Originalmente enviado por: Jetonius


También opino que la decisión del recientemente fallecido gral. Leopoldo Fortunato Galtieri de invadir las islas Malvinas o islas de Falkland, usurpadas por los ingleses desde 1833.


Debe decir:

También opino que la decisión del recientemente fallecido gral. Leopoldo Fortunato Galtieri de invadir las islas Malvinas o islas de Falkland, usurpadas por los ingleses desde 1833, fue una lamentabilísima maniobra distractiva pensada para unificar al pueblo argentino en pos de una causa y asegurar la continuidad del régimen militar (su resultado, como se sabe, fue precipitar su caída).

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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Creanme hermanos , que si seguimos hablando de polìtica , el foro ardera por los cuatro costados .

Yo misma tambièn tengo simpatias y antipatias y muchisimo que decir , pero no deseo que un foro cristiano rompa la armonia por problemas politicos .

Creo , que siendo Rogelio el ofendido , hizo una nota aclaratoria , vàlida , el resto sale sobrando . Ya basta , porque se puede volver una cadena DE ACUSACIONES y defensas .

Pienso que ni Arturo ni su hijo se merecen eso , ni yo tampoco :D que estoy desesperada por empezar tambien . Les aseguro que ya empiezo a echar chispas . :sfuego: :sfuego:
 
Hermana Elisa

Tranquila y no te alteres, estos temas cuando son tratados con responsabilidad y rigor no pueden ir más allá de lo que son. El hermano Jetonius ha escrito con claridad y para nada me he sentido ofendido. Creo que entre cristianos absolutamente ningún tema está vedado, menos el de las naciones, porque sabemos que finalmente será nuestro Señor quien las juzgará en perfecta justicia.

Tranquila hermana.

En Cristo
Rogelio
 
Estimado hermano Jetonius

Permítame responder a su mensaje que replica mi aporte.

Dice usted:
Personalmente el Sr. Augusto José Ramón Pinochet Ugarte no me merece una opinión ni mejor ni peor que el Sr. Jorge Rafael Videla, y otros homólogos argentinos.

Respondo:
Entiendo y respeto su opinión, sin embargo en la comparación histórica, si es eso lo que se pretende, no guarda ninguna relación. Creo que sería de mayor justicia comparar los resultados de los gobiernos de cada uno de ellos.

Dice usted:
También opino que la decisión del recientemente fallecido gral. Leopoldo Fortunato Galtieri de invadir las islas Malvinas o islas de Falkland, usurpadas por los ingleses desde 1833, fue una lamentabilísima maniobra distractiva pensada para unificar al pueblo argentino en pos de una causa y asegurar la continuidad del régimen militar (su resultado, como se sabe, fue precipitar su caída).


Respondo:
Totalmente de acuerdo, quizás faltaría precisar que entiende usted por usurpación. Según entiendo en 1833 Argentina ya era una nación soberana y no se si estaba claramente establecido que las Falkland eran zonas de influencia argentina.

Dice usted:
No pretendo atacar a los hermanos en Cristo que habitan en Chile.

Respondo:
Su mensaje es claro y preciso. En ningún momento me he sentido atacado y no se me ocurre que alguien pueda sentirse así.


Dice usted:
Tampoco tengo objeción al hecho de que Chile, como cualquier otra nación, defendiese sus intereses territoriales.

Respondo:
Esta declaración suya, de la cual me alegro, es importante para que el lector entienda mejor lo que viene a continuación.

Dice usted:
No obstante, como argentino debo decir que lo que sí me desagrada profundamente la manera insidiosa hasta la traición en la que Chile se comportó durante el conflicto.

Su cita:

Durante el conflicto, el gobierno chileno utilizó una retórica pro-argentina, señalando su embajador en Buenos Aires, Sergio Onofre Jarpa Reyes, que “la Argentina puede estar tranquila porque Chile le sigue guardando las espaldas”. (60) No obstante, los hechos demuestran que el régimen de Pinochet estuvo más cerca de Londres que de Buenos Aires.

Respondo:
Es natural y trivial que usted como argentino se sienta desagradado, víctima de la insidia y la traición, sin embargo la responsabilidad última de ello debe buscarla en la actuación de los gobiernos que su país tuvo en la época. Le digo esto porque jamás una nación, cualquiera que sea, se puede confiar de las declaraciones, diplomáticas o no, de una nación débil y vulnerable a la cual ha amenazado con la destrucción y la guerra.

Además, no se puede confiar en una nación débil y vulnerable que viviendo un difícil estado de conmoción interna, aprovechándose de esta situación otra nación más poderosa y sus aliados la haya llevado hasta el borde de la total guerra externa. Con esta actitud no se hacen amigos ni aliados, más bien un decidido enemigo que la misma nación aprovechadora y amenazante engendró, la cual utilizando todos los medios, que su debilidad le permite, no descansará hasta asegurarse que se ha eliminado lo que de tal nación y sus aliados le amenaza.



Su cita:

Cuando a fines de abril de 1982 la Argentina solicitó en la OEA la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca contra el gobierno de Gran Bretaña, presentando a éste como gobierno “agresor”, Chile no respaldó la posición argentina.

Respondo:

Esto es una perogrullada, la nación agresora fue Argentina y no Gran Bretaña. El TIAR, según entiendo, siempre ha sido aplicable si alguno de sus miembros recibe la agresión y no como una herramienta para replicar, con la guerra, a la legítima defensa de una nación agredida.

Su cita:

Asimismo, el 19 de mayo, tuvo lugar en territorio chileno la caída del Sea King, un helicóptero británico. A pesar de los reclamos del canciller chileno René Rojas Galdames al embajador inglés John Moore Heath por esta ruptura de la neutralidad chilena, la presencia de este helicóptero generó sospechas en los militares argentinos. (61) Finalmente, Chile se abstuvo en la resolución del 29 de mayo, que dejaba a los países de la región la posibilidad de ayudar a la Argentina durante la guerra. (62) Esta abstención encubrió la ayuda que el régimen chileno ofreció a las autoridades de Londres durante el conflicto por Malvinas. Los militares chilenos no sólo aportaron respaldo en términos de inteligencia, sino que también realizaron desplazamientos terrestres y navales con el fin de distraer a los militares argentinos. (63)

Respondo:
En mi mensaje anterior dije que no se puede negar que Inglaterra ha sido un aliado tradicional de Chile y uno de las pocas naciones bien dispuesta a ayudarla en caso de que Chile hubiese tenido que entrar en 1978 en una guerra defensiva de tres frentes contra Argentina, Perú y Bolivia. Además, todo parece indicar que la milicia gobernante argentina y su diplomacia subestimó el hecho concreto que ellos, en su fortaleza y poderío, en ningún momento a contar de 1978 habían dejado de ser una inestable e impredecible amenaza para Chile, lo cual evidentemente resultó intolerable si se requiere reconstruir un país devastado internamente por el marxismo –leninismo.

En Cristo
Rogelio
 
PUES LO DEJAMOS AHI

PUES LO DEJAMOS AHI

Originalmente enviado por: Rogelio
Estimado hermano Jetonius

Permítame responder a su mensaje que replica mi aporte.



(...)

Dice usted:
También opino que la decisión del recientemente fallecido gral. Leopoldo Fortunato Galtieri de invadir las islas Malvinas o islas de Falkland, usurpadas por los ingleses desde 1833, fue una lamentabilísima maniobra distractiva pensada para unificar al pueblo argentino en pos de una causa y asegurar la continuidad del régimen militar (su resultado, como se sabe, fue precipitar su caída).


Respondo:
Totalmente de acuerdo, quizás faltaría precisar que entiende usted por usurpación. Según entiendo en 1833 Argentina ya era una nación soberana y no se si estaba claramente establecido que las Falkland eran zonas de influencia argentina.
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Simplemente como aclaración, desde el tratado de Tordecillas las islas quedaron en la zona adjudicada a España (cosa que en su momento Francia e Inglaterra reconocieron). Luego de la independencia argentina en 1816 el territorio que pertenecía al antiguo virreinato del Río de la Plata quedó como parte de las Provincias Unidas del Sud (Argentina). En 1833 el buque de guerra británico Clío ocupó militarmente las islas y expulsó a los argentinos que en ellas había, lo que motivó una larga e infructuosa serie de reclamos diplomáticos.


(...)
En Cristo
Rogelio


Coincido con usted, a pesar de los temores de Elisa, en que podemos establecer respetuosamente diferencias muy naturales por el hecho de ser usted chileno y yo argentino.

En cuanto al resto del mensaje, no estimo necesario ni conveniente agregar más de lo que antes dije.

Bendiciones en Cristo,

Jetonius

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Hermanos Rogelio y Jetonius : Les amo , y les respeto profundamente . Quiero seguir vièndoles como hermanos el uno con el otro

Si que tenìa miedo , pues se que Cristo nos une , pero los hombres nos separan , y eso es la polìtica , cosas de hombres .

Hasta cierto punto yo no acepto fronteras fìsicas para los hijos de Dios . Las fronteras tambièn las hicieron los hombres .

Si cada cristiano en cada pais del mundo , derrumbara esas fronteras fìsicas con las mentales , nos entenderiamos mucho mejor . Ojalà pudièramos .
 
Hermana Elisa

No hay problema, a pesar de las necesarias fronteras políticas de las naciones y de nacionalismos más nacionalismos menos, nadie puede separar de forma definitiva lo que pertenece a Cristo.

En ocasiones muchos de los problemas y diferencias de opinión que ocurren entre los cristianos, respecto de temas estrictamente mundanos como la política de las naciones, se deben a que no se hace la separación que corresponde entre lo que se entiende como “nación” y lo que significa “hombre”. Es bueno que cuando se hable de nación se entienda su atributo esencial, es decir, entender que su nombre completo es “nación política” y en cuanto a las personas “hombre natural” y “hombre regenerado”, y entender claramente que la política de la naciones es hecha, moldeada y ejecutada por una asociación de estos dos tipos de hombres, en cuyo trabajo prima el “bienestar político” de la nación y no las opiniones ni creencias particulares de los hombres.

De esta manera se evita la tendencia a tratar y esperar de las “naciones políticas” un comportamiento como si de verdad fuesen “hombres”, porque el hombre natural esperará que la nación se comporte como hombre natural y el hombre regenerado, erróneamente, esperará que la “nación política” se comporte como hombre regenerado. Esto se puede ver en que las “naciones políticas” en ocasiones pueden actuar, como si de verdad tuvieran las virtudes y vicios de los hombres, es decir de forma egoísta, aprovechadora, hipócrita, mentirosa, traidora, etc. y en otras de forma generosa, decente, honesta, leal, etc. Pero esto no responde a que sean una “nación natural” o “nación regenerada” sino que exclusivamente a una decisión política que busca primeramente el bienestar de la “nación política”, vela por los intereses de la nación política y su lugar político en el mundo político.

En Cristo
Rogelio