HAY CASOS DE CASOS
Conozco uno.
Un joven soltero, que cuando adoraba en la Cena del Señor, uno discernía la pureza y profundidad de su adoración al Señor.
Por estos lados se asentó una familia de misioneros, venían del continente de los canguros.
Una de las hijas del misionero, puso sus ojos en este muchacho.
Pero en su corazón el amaba a la hija de un hermano que vendía libros y cuyos hijos, todos, estaban en comunión, menos uno.
Los padres del muchacho, aferrados a este versículo:
1Co 7:38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.
Entendieron que los padres, como se acostumbraba en la "antigua cultura semita", tenían derecho a casar a sus hijos, sea de acuerdo a la dote en el caso de la hija: sea de acuerdo a sus conveniencias. en el caso del hijo.
Craso error.
Porque este pasaje:
1Co 7:36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.
1Co 7:37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace.
1Co 7:38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor. (RV1960)
Enseña la virginidad del hombre cristiano, y al añadirle la palabra "hija" hace desparecer su verdadero sentido inicial.
En la traducción de John Nelson Darby, (Una autoridad en Hebreo y Griego) se lee así:
1Co 7:36 Si alguno piensa que se está comportando impropiamente en relación a su virginidad, y si está pasando la flor de su edad, y esto es así, debe hacer su voluntad, no peca, que se case.
1Co 7:37 Pero el que está firme en su corazón, no teniendo necesidad, sino que tiene autoridad sobre su propia voluntad, y ha decidido guardarse, hace bien.
1Co 7:38 De modo que quien se casa hace bien; y el que no se casa hace mejor. (Darby)
¿Se dan cuenta?
La figura del padre decidiendo por sus hijos en el área del matrimonio desaparece.
El resultado fue un matrimonio arreglado, de corta duración.
Quedaron dos hijos.
Y hasta el presente, la hija del Misionero se ha guardado como corresponde a una mujer que profesa piedad y sigue en comunión en la asamblea de su localidad.
Pero su esposo, como profesor de una Universidad, pronto fue atrapado por una filistea y en la actualidad convive con ella y ya tiene hijos en ella.
La pregunta es:
¿Puede este varón, afectado por un matrimonio arreglado, volver a estar en comunión en la asamblea?
Y sí es así, ¿Cuáles serían los parámetros bíblicos?