¿Crees, estimado compañero, que la razón por la que el hermano @Ricardo no pronuncia el nombre "Jehová" sino que lo llama "El Eterno", es que en realidad no ama a Dios?
¡Por supuesto que no!
Pero en mi opinión, -puramente personal- creo que sería conveniente utilizar el nombre que por mucho, muchísimo tiempo se lo menciona, obviamente no será como lo pronunciaba Adán, ni siquiera los antiguos israelitas, pero es como nos hemos acostumbrados los hispanohablantes a dirigirnos Al Misericordioso Omnipotente, y creeme, Él sabe que aún cuando no sea la manera adecuada, nos dirigimos al hacedor de todo lo existente.
Ya que mencionas lo que dice Victor Malka, lo que me parece muy válido e interesante, me tomo la libertad de mencionar lo que dice Bahá'ull'ah.
Los Escritos de Bahá'u'lláh están repletos del concepto de recordar el Nombre de Dios. La recordación del Nombre de Dios es parte de nuestras prácticas diarias. Por ejemplo, cada día, como ejercicio espiritual íntimo, repetimos 95 veces el nombre de Dios con meditación reverente.
Y sin embargo... jamás, jamás, jamás pensaríamos que el que @Ricardo diga "El Eterno" equivaldría a olvidarlo o a no adorarlo.
Esto creo que al menos en parte fue contestado.
¿Por qué?
Porque el verdadero nombre de Dios es conocido sólo por Él y por su Cristo. A cada pueblo se le revela por diferentes nombres en diferentes épocas. "Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahveh no se lo di a conocer." (Ex 6.13, Biblia de Jerusalén)
Desde que se revela bajo el nombre YHVH, Moisés aclara a Faraón que "Yahveh, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido" (Exodo 3:18)
Esto, con el consabido respeto, creo que no es tanto asi, porque Él se dió a conocer (Exo. 3: 15) por el nombre que duraría para siempre, desde el mismísimo Adán. Gn. 4: 1.
Jesús le dijo a la samaritana que los verdaderos adoradores de su Padre lo harían en espíritu y en verdad.
Jesús enseñó a sus discípulos a llamarlo Padre, y en la oración del Padre Nuestro, a que dijéramos "Santificado sea tu Nombre". ¿Cuál nombre? "Tu Nombre" Hasta ahí. Y ese es el modelo de oración que enseñó. ¿Acaso podrías decir que Jesús no adoraba a Dios por usar constantemente el término "El Padre"?
Lo de Jn. 4: 21, se refiere a otra cosa no a lo que tratamos, pues la samaritana decía que ellos adoraban en cierta montaña, (que ahora no recuerdo el nombre) y lo judíos en Jerusalén) es por tal motivo que Jesús le respondió como lo hizo.
Significando eso, que a Jehová se le podía adorar, con nuestra mente, dichos y actos dónde quiera que fuere.
En cuanto a los apóstoles, Pablo admitió ante los atenienses en el Aerópago que es posible adorar al Dios Verdadero sin siquiera conocer su nombre, y en su discurso no insta a nadie a repetir un término específico para dirigirse a Él, sino a reconocerlo como Creador.
No, no mi estimado, Pablo no quiso decir eso.
Lo que quiso significar Pablo, es que si ellos, los atenienses, adoraban a un Dios desconocido el le estaba hablando de ese Dios, para que asi lo conocieran, y concecuente mente aprendieran a adorarlo como quien es.
El texto que citas no dice que negarse a pronunciar el Nombre de Dios de cierta manera significa negarse a ser salvo.
Si tal fuera el caso, creeríamos en la más supersticiosa forma de salvación por obras. A saber, la enunciación de ciertos sonidos específicos en una secuencia específica. ¿Cómo es entonces, que se salvarían los sordomudos? ¿Están obligados a repetir una secuencia de signos con sus manos?
No subestimes a Nuestro Creador, porque Él sabe perfectamente lo que hay en nuestro corazón figurativo, o sea nuestra persona interior:
"Y ninguna cosa creada está escondida de la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y totalmente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas." Heb. 4: 13.
Mi comentario no solo para dirigido a ti, estimado franco, sino también a aquellos evangélicos del foro que han apelado a otros versículos para afirmar que quien no menciona el nombre de Cristo, no puede ser salvo. Esto es superstición, es deshonrar el nombre de Cristo tratándolo como amuleto de la buena suerte.
Invocar el Nombre de Dios significa, ante todo, dirigir nuestra mente con total sinceridad al Creador.
Invocar el Nombre de Cristo significa, ante todo, reconocerlo como Mesías.
Ahí existe un lamentable error, pues Los Sagrados Escritos dicen:
Reina Valera Gómez Joel. 2: 32
Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová, será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como Jehová ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales Jehová habrá llamado.
Romanos 10: 13, cita de Joel, pero, pero, ahí colocan "Señor", para que algún incauto pience que se trata de Jesús.