AKELARRE FEMINISTA
LA RESPUESTA DE DIOS
Mueren los buenos,
perecen los justos antes de tiempo
sin que nadie parezca preocuparse
o preguntarse la razón.
Nadie pareciera darse cuenta
de que Dios los aleja
de los malos días que vendrán.
Porque los justos que mueren
descansarán en paz.
Pero ustedes, ¡vengan acá, hijos de brujas,
descendientes de adúlteros y prostitutas!
¿De quién se burlan haciendo muecas
y sacando la lengua?
¡Hijos de pecadores y embusteros!
Debajo de los robles
y de todo árbol frondoso tienen relaciones
sexuales para adorar a los falsos dioses,
y junto a los arroyos
y en las cuevas de las rocas
sacrifican a sus hijos
como ofrenda en su honor.
Sus dioses son las piedras
lisas de los valles, a las que adoran.
A ellas les llevan vino y cereales como ofrenda.
¡Bien saben que toda esta conducta
me llena de tristeza y enojo!
En lo alto de los montes ponen sus camas,
porque allí han adorado ídolos.
Tras las puertas cerradas
han colocado sus ídolos
y han adorado a otros dioses y no a mí.
Esto es adulterio,
porque entregan su amor a estos ídolos
en vez de amarme a mí.
Han llevado agradable incienso
y perfume como ofrenda al dios Moloc.
Han ido lejos, hasta el infierno mismo,
en busca de nuevos dioses a quienes amar.
Se fatigan en su búsqueda,
pero jamás cesan en su empeño,
cobran fuerzas y prosiguen.
¿Por qué les tienen más temor
a esos dioses que a mí?
¿Por qué no me consagran
ni la sobra de un recuerdo?
¿Será porque he sido demasiado bueno,
y por eso no me temen?
Y luego vienen con su «justicia»
y sus «buenas obras»,
ninguna de las cuales los salvará.
Ya verán que nada ni nadie
en toda la gran colección
de ídolos que tienen podrá ayudarlos
cuando clamen pidiéndoles salvación.
¡Tan débiles son, que el viento puede llevárselos!
Un soplo puede arrastrarlos.
Pero todo el que confía en mí
poseerá la tierra y heredará mi santo monte.
Isaías 57:1-13 NBV
Mueren los buenos, perecen los justos antes de tiempo sin que nadie parezca preocuparse o preguntarse la razón. Nadie pareciera darse cuenta de que Dios los aleja de los malos días que vendrán. Porque
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