Re: Cegados por satanas(adventistas, mormones, Testigos de jehova)
Estimado hashem. Saludos cordiales.
Tú dices:
En colosenses 2:16-17 Pablo nos habla acerca de tanto fechas como dias de reposo son la sombra de Cristo.
El mismo antiguo testamento es la sombra del nuevo, el antiguo pacto es la sombra del nuevo.Cristo es lo real.
Tanto dias de reposos como toda la ley de moises y todo el antiguo pacto es pura sombra humo.
Respondo:
Es un error creer que Pablo está eliminando la santidad del sábado que Dios santificó. Los "sábados" que menciona Pablo aquí no se refieren al sábado semanal, sino a otras fiestas rituales que se introdujeron en tiempos de Moisés, las cuales eran llamados "sábados" aun cuando no coincidían con el séptimo día de la semana, pues debían dedicarse por completo a la adoración, tal como se describe en Levítico 23. Estos "sábados" rituales tenían como objeto ofrecer sacrificios de expiación por el pecado (Lev. 23:5, 8, 12, 13, 16, 18, 27, 36). Obsérvese que estos días se instituyeron "además de los sábados de Jehová" (Lev. 23:38). Es decir, que fueron añadidos al sábado semanal. La Versión Internacional vierte Lev. 23:38 así: "Todas estas fiestas son adicionales a los sábados del Señor", lo que demuestra que había otros sábados adicionales, introducidos después de la entrada del pecado y a causa de él. Son estos los que Pablo menciona en Colosenses 2.
Estos sábados rituales, pues, eran "sombras" de Cristo, porque en ellos debán ofrecerse sacrificios por el pecado, en representación del futuro sacrificio expiatorio de Nuestro Señor. En cambio, el sábado semanal nada tiene de sombra de Cristo, porque fue instituido antes de la entrada del pecado en la tierra. Adán no tuvo que hacer ningún sacrificio el primer sábado que guardó. Los sábados anuales instituidos en Sinaí estaban signados por la transitoriedad mientras el Mesías llegase. En cambio, el sábado semanal fue instituido en el Edén y es permanente. Este es exactamente el sentido que varios de los grandes comentaristas protestantes han dado a Colosenses 2:16, 17. Por ejemplo, Adam Clarke se opone categóricamente a que se deduzca de este pasaje la abolición del reposo del sábado:
No hay ninguna intimación aquí de que el Sábado fuera eliminado, o que su uso moral haya sido suprimido, por la introducción del Cristianismo. Ya he mostrado en otra parte que, "Acuérdate del Sábado para santificarlo" es una orden de obligación perpetua, y nunca puede ser suprimida sino por la terminación final del tiempo. Como tipo de aquel descanso que queda para el pueblo de Dios, de una eterna beatitud, debe continuar en toda su fuerza hasta que llegue dicha eternidad; porque ningún tipo puede cesar antes de que llegue el antitipo… es más probable que Pablo se refiera a las fiestas de semanas, de las cuales se ha dicho mucho en el Pentateuco.
Nótese cómo para Clarke el reposo sabático no es un acto ceremonial, sino moral, lo que viene a contradecir la afirmación de la pregunta 26. Tan convencido está Clarke del carácter moral de los Diez Mandamientos, que recalca:
Es útil señalar que no hay ninguno de estos mandamientos, ni siquiera una parte de uno de ellos, que con justicia pueda ser considerado como meramente ceremonial. Todos son morales, y consecuentemente de obligación eterna… Aunque por la encarnación y muerte de Cristo toda la ley ceremonial que se refería a él y su sacrificio está abrogado necesariamente, aun así, puesto que ninguno de estos diez mandamientos se refiere a nada propiamente ceremonial, ellos no están abrogados.
Fausset, Jamieson y Brown coinciden con Clarke al ofrecer la siguiente explicación sobre Colosenses 2:16, 17:
Los "SÁBADOS"… del día de la expiación y la fiesta de los tabernáculos han llegado a su fin con los servicios Judíos que les pertenecían (Lev. 23:32, 37-39). El sábado semanal reposa sobre un fundamento más permanente, habiendo sido instituido en el Paraíso para conmemorar la obra de la creación en seis días. Lev. 23:38 expresamente distinguió "el sábado de Jehová" de los otros sábados. Un precepto positivo es correcto porque se ordena, y deja de ser obligatorio cuando se abroga; un precepto moral se ordena eternamente, porque es correcto eternamente. Si pudiéramos guardar un sábado perpetuamente… el precepto positivo del sábado, uno cada semana, no sería necesario. Heb. 4:8, katépausen Griego, "un guardar el sábado" (Is. 66:23). Pero no podemos, porque incluso Adán, un inocente, necesitaba uno entre sus deberes terrenales; por lo tanto el sábado todavía se necesita con los otros nueve mandamientos, como obligatorio en el espíritu, aunque la letra ha sido suprimida por aquel espíritu de amor más elevado, que es la esencia de la ley y el Evangelio por igual (Rom. 13:8-10).
Otro autor protestante que nos ayuda en la comprensión de Colosenses 2 es Albert Barnes, teólogo presbiteriano quien hace la siguiente exposición:
La palabra Sábado en el Antiguo Testamento se aplica no sólo al séptimo día, sino a todos los días de santo reposo que fueron observados por los Hebreos, especialmente en el inicio y en la clausura de sus grandes festividades. Sin duda, este pasaje se refiere a esos días, porque la palabra se usa en número plural, y el apóstol no se refiere particularmente al Sábado propiamente dicho. No hay evidencia, de este pasaje, que él hubiera enseñado que ya no había obligación de observar un tiempo santo, porque no hay la más mínima razón para creer que él quisiera enseñar que uno de los diez mandamientos había dejado de ser obligatorio para la humanidad. Si él hubiera usado la palabra en número singular –EL Sábado– entonces sí, por supuesto, hubiera sido claro que él quería enseñar que ese mandamiento había dejado de ser obligatorio, y que ya no debía observarse el sábado. Pero el uso del término en número plural, y la conexión, muestran que él tenía sus ojos en el gran número de días que los Hebreos observaban como festividades, como parte de su ley ceremonial y típica, y no en la ley moral, o los diez mandamientos. De ninguna parte de la ley moral puede decirse que era "una sombra de los bienes venideros". Estos mandamientos son, por su naturaleza de ley moral, de obligación perpetua y universal.
Difícilmente podrá agregarse algo a estos comentarios provenientes de la pluma de algunos de los más conspicuos y reputados autores protestantes. En consecuencia, la única "sombra" aquí es la que los hijos de la desobediencia quieren arrojar contra la luz de la verdad bíblica.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.