Voy a intentarlo hacerlo sumamente breve:
Por cuestiones que no vienen al caso, aterricé, hace ya unos años, en Estados Unidos. Sin trabajo, sin dinero, sin hablar el idioma, sin nada más (que mis maletas). En ése escenario, cualquier cosa hubieses pensado que sería una opción , ¿verdad? (hasta alimentarte de insectos).
De ésta "historia" (que tiene "muchas historias en su interior") te contaré solo 2 "anécdotas":
Estaba de compras en un "Walmart" (se preguntarán cómo, sino tenía trabajo, ni dinero, ni conocía el idioma, pero no explicaré eso aqui) y recuerdo que me alimentaba con lo más básico: arroz blanco y pollo. Puse dos o tres bandejas de pollo (todo estaba calculado: gramos de arroz diarios -los hidratos- más algo de proteínas -del pollo-). En éstas, que me percaté de que ciertamente no me alcanzaba ... pero era comer o morir de hambre. En ése preciso instante, mientras me dirigía hacia la caja, no hacía más que repetir "mi lema" desde que llegué al país: "no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue PAN". Decidido como iba, tenía FE de que Dios iba a obrar en mi favor. Así que mientras arrastraba mi cesta hacia la cajera, hacía esta oración silenciosa: "Señor, mira lo que hay en mi cesta. Es todo lo que tengo, es lo que necesito para alimentarme. Pero éste (x) es el dinero que tengo, no me alcanza. Pero creo en tu poder, y verdaderamente creo que tú puedes hacer un milagro en éste mismo instante. Porque tú eres el dueño del oro y de la plata, y yo te necesito ahora". Cuando terminé de decir estas palabras (ya tenía mi cabeza ligeramente inclinada, mis ojos al suelo) miré y vi justo a mis pies, un billete de unos 20$ ... era justo lo que necesitaba para pagar y hacer mi compra. Lo recogí del suelo (nadie lo reclamó), pagué, agradecido a Dios por ello, y salí.
Siempre hay una opción.
En otra de las ocasiones, ya no tenía dinero. No tenía nada. Conocí a unas personas que se llamaban cristianas ... y me ofrecieron hospedarme en su hogar. A cambio de que nada más encontrar trabajo, debía de pagar el alquiler y los costes, como es normal. Yo no rechacé esa propuesta en esa ocasión. Iba hacia lo desconocido, y así realmente estuve durante 1 año completo en los USA.
El problema: me ofrecían donde quedarme, pero no tenía ni para comprar un paquete de arroz. Y no se me ocurrió pedirles a ellos que me prestasen el dinero (personas que ni los conocía) sino que, para mi alimentación y sustento diario, puedes adivinar a quién le pedí: sí, al mismo de siempre. A mi Dios. Al único Dios verdadero: Jehová de los Ejércitos celestiales Su Nombre.
"Resulta" que "oh casualidad", ésa casa en donde se hospedaban éstos "hermanos" (las comillas las uso por un motivo, pero no quiero extenderme con eso) tenían una cocina (como todas las casas vaya) pero lo que tenía de particular ésta, es que estaba ABARROTADA DE ALIMENTOS en sus alacenas ... que NO eran de las personas que vivían en aquélla casa ... sinó de las anteriores (¡?).
Pues "resulta" que ellos me explicaron eso. Y que podría mientras encontraba trabajo "abastecerme" de todo cuanto había en esa cocina, que "casualmente" NO estaba caducado (cualquiera diría que son "cosas que pasan" eh ....).
Mi estancia en Estados Unidos me sirvió ante todo para una cosa: para tener una fe a prueba de bombas. Lo que he contado son tan sólo 2 episodios de los milagros literalmente que pude ver con mis ojos, cuando alguien deposita verdaderamente su fe EN DIOS.
Pd: Prometí (a Dios) que si me hacía volver a mi país, lo primero que haría sería dar mi testimonio público en una iglesia. Agradeciéndole a Dios y dándole la Gloria que sólo a Él pertenece. Y así lo hice.
Siempre, siempre habrá 1 opción.
Saludos.
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