Somos la morada de Dios que se manifiesta en tres personas.
MORADA DE SU ESPÍRITU
Jua 14:16 y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre;
Jua 14:17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
En ese contexto, Cristo se identifica con el Espíritu consolador o santo, en el verso siguiente:
Jua 14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
MORADA DE CRISTO
Apo 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
¡Ábrele la puerta de tu corazón! Dios mismo quiere tener comunión contigo.
MORADA DEL PADRE, de DIOS MISMO
Jua 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras.
Efe 2:22 en quien también vosotros sois juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu.
Una promesa que en parte se cumplía, pues Cristo moraba en y con sus discípulos. Pero, qué a futuro sería una promesa permanente. Algo difícil de asimilar, una presencia de un ser tan santo, que los cielos de cielos no pueden contener, viene a vasos de barro, tan insignificantes en medio del universo, inconcebible!!
En este verso, Jesús promete que el padre y él como hijo vendrán, claro, si le amamos.
Juan 14:23 Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Si le amas, no si entiendes o no estas palabras. Dios busca corazones no cabezas o cabezotas donde morar.
Saludos