ZENIT - El mundo visto desde Roma
Fecha publicación: 2002-10-27
Jóvenes católicos de París presentan «Holy wins» en la fiesta de Halloween
Saldrán a las calles y organizarán una fiesta para presentar la esperanza cristiana ante la muerte
PARÍS, 27 octubre 2002 (ZENIT.org).- Centenares de jóvenes distribuirán el 31 de octubre con motivo de la fiesta de Halloween en las calles de París y el 1 de noviembre en sus cementerios 150 mil ejemplares de una revista sobre la esperanza cristiana ante la muerte y organizarán una gran fiesta.
La iniciativa, bautizada con el nombre de «Holy wins» («la santidad gana») --juego de palabras contrapuesto a Halloween-- ha sido lanzada por la arquidiócesis de París, a través de un comunicado oficial (Cf. http://catholique-paris.cef.fr)
«En una sociedad que tiende a eludir la cuestión de la muerte, la fiesta de Halloween tiene el mérito de interrogarnos sobre este tema, pero sólo hace referencia a los rituales morbosos y macabros», aclara el comunicado.
«Por este motivo los jóvenes de la diócesis de París quieren aprovechar el éxito de Halloween para testimoniar su fe y la esperanza cristiana ante la muerte en la vigilia de la fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre) y de los Difuntos, de los que se hace memoria al día siguiente», añade.
La iniciativa, sigue diciendo, «llevará a centenares de jóvenes salir a las calles de la capital el 31 de octubre y a los cementerios el 1 de noviembre para distribuir un número especial de "Paris Notre-Dame", revista de la diócesis de París, consagrado a la muerte».
La revista, de la que se han impreso 150 mil ejemplares, cuenta con artículos de diversas personalidades, como sor Emmanuel del Cairo (misionera francesa sumamente apreciada en el país); Karl Zéro, periodista televisivo, Piem, famoso caricaturista de periódicos; el padre Joseph-Marie Verlinde, escritor; el cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París; así como testimonios de personas que afrontan la enfermedad o el sufrimiento.
En la noche del 31 de octubre los jóvenes se encontrarán en la iglesia de Saint-Sulpice «para participar en un intercambio de impresiones sobre estas cuestiones y pasar la velada» en clima de fiesta, añade el comunicado.
«La iglesia acogerá animaciones festivas que invitarán a los jóvenes a la alegría y a la esperanza», añade el texto, en el que se informa que participarán grupos musicales y cantantes como Spear Hit, David Hermy, Carisma, Glorious.
La fiesta tendrá lugar en el atrio, mientras que la iglesia estará abierta durante la noche (confesiones, oración) hasta que a las 23.30 tenga lugar una gran vigilia.
El proyecto cuenta con la colaboración de movimientos católicos, como la Comunidad del Emmanuel, y las Conferencias de San Vicente de Paúl, así como los grupos juveniles de numerosas parroquias.
La arquidiócesis ha lanzado una página web dedicada especialmente a esta iniciativa en la que se pueden encontrar ulteriores informaciones http://www.holywins.org.
http://www.zenit.org/spanish/visualizza.phtml?sid=26952
Recomiendo completar con el texto publicado en un mundialmente conocido sitio católico romano: Catholic.net.
No tiene desperdicio
Fieles Difuntos
Autor Tere Fernández
http://es.catholic.net/secciones/articulo.phtml?ts=4&ca=120&te=311&id=1733
Un poco de historia
La tradición de rezar por los muertos se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, en donde ya se honraba su recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por ellos.
Cuando una persona muere, ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para que el difunto alcance la salvación.
Con las buenas obras y la oración se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios.
A estas oraciones se les llama sufragios. El mejor sufragio es ofrecer la Santa Misa por los difuntos.
Debido a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas veces no tienen tiempo ni de atender a los que viven con ellos, y es muy fácil que se olviden de lo provechoso que puede ser la oración por los fieles difuntos. Debido a esto, la Iglesia ha querido instituir un día, el 2 de noviembre, que se dedique especialmente a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
La Iglesia recomienda la oración en favor de los difuntos y también las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia para ayudarlos a hacer más corto el periodo de purificación y puedan llegar a ver a Dios. "No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos".
Nuestra oración por los muertos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión a nuestro favor. Los que ya están en el cielo interceden por los que están en la tierra para que tengan la gracia de ser fieles a Dios y alcanzar la vida eterna.
Para aumentar las ventajas de esta fiesta litúrgica, la Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo por las intenciones del Papa entre el 1 y el 8 de noviembre, “podemos ayudarles obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados”. (CEC 1479)
Costumbres y tradiciones.
El altar de muertos
Es una costumbre mexicana relacionada con el ciclo agrícola tradicional. Los indígenas hacían una gran fiesta en la primera luna llena del mes de noviembre, para celebrar la terminación de la cosecha del maíz. Ellos creían que ese día los difuntos tenían autorización para regresar a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes vivos, los frutos de la madre tierra.
Para los aztecas la muerte no era el final de la vida, sino simplemente una transformación. Creían que las personas muertas se convertirían en colibríes, para volar acompañando al Sol, cuando los dioses decidieran que habían alcanzado cierto grado de perfección.
Mientras esto sucedía, los dioses se llevaban a los muertos a un lugar al que llamaban Mictlán, que significa “lugar de la muerte” o “residencia de los muertos” para purificarse y seguir su camino.
[...]
La costumbre azteca la dejaron prácticamente intacta, pero le dieron un sentido cristiano: El día 2 de noviembre, se dedica a la oración por las almas de los difuntos. Se visita el cementerio y junto a la tumba se pone un altar en memoria del difunto, sobre el cual se ponen objetos que le pertenecían, con el objetivo de recordar al difunto con todas sus virtudes y defectos y hacer mejor la oración.
El altar se adorna con papel de colores picado con motivos alusivos a la muerte, con el sentido religioso de ver la muerte sin tristeza, pues es sólo el paso a una nueva vida.
Cada uno de los familiares lleva una ofrenda al difunto que se pone también sobre el altar. Estas ofrendas consisten en alimentos o cosas que le gustaban al difunto: dulce de calabaza, dulces de leche, pan, flores. Estas ofrendas simbolizan las oraciones y sacrificios que los parientes ofrecerán por la salvación del difunto.
Los aztecas fabricaban calaveras de barro o piedra y las ponían cerca del altar de muertos para tranquilizar al dios de la muerte. Los misioneros, en vez de prohibirles esta costumbre pagana, les enseñaron a fabricar calaveras de azúcar como símbolo de la dulzura de la muerte para el que ha sido fiel a Dios.
El camino de flores de cempazúchitl, ahora se dirige hacia una imágen de la Virgen María o de Jesucristo, con la finalidad de señalar al difunto el único camino para llegar al cielo.
El agua que se pone sobre el altar simboliza las oraciones que pueden calmar la sed de las ánimas del purgatorio y representa la fuente de la vida; la sal simboliza la resurrección de los cuerpos por ser un elemento que se utiliza para la conservación; el incienso tiene la función de alejar al demonio; las veladoras representan la fe, la esperanza y el amor eterno; el fuego simboliza la purificación.
Los primeros misioneros pedían a los indígenas que escribieran oraciones por los muertos en los que señalaran con claridad el tipo de gracias que ellos pedían para el muerto de acuerdo a los defectos o virtudes que hubiera demostrado a lo largo de su vida.
Estas oraciones se recitaban frente al altar y después se ponían encima de él. Con el tiempo esta costumbre fue cambiando y ahora se escriben versos llamados “calaveras” en los que, con ironía, picardía y gracia, hablan de la muerte.
La Ofrenda de Muertos contiene símbolos que representan los tres “estadios” de la Iglesia:
1) La Iglesia Purgante, conformada por todas las almas que se encuentran en el purgatorio, es decir aquéllas personas que no murieron en pecado mortal, pero que están purgando penas por las faltas cometidas hasta que puedan llegar al cielo. Se representa con las fotos de los difuntos, a los que se acostumbra colocar las diferentes bebidas y comidas que disfrutaban en vida.
2) La Iglesia Triunfante, que son todas las almas que ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo, representada por estampas y figuras de santos.
3) La Iglesia Militante, que somos todos los que aún estamos en la tierra, y somos los que ponemos la ofrenda.
En algunos lugares de México, la celebración de los fieles difuntos consta de tres días: el primer día para los niños y las niñas; el segundo para los adultos; y el tercero lo dedican a quitar el altar y comer todo lo que hay en éste. A los adultos y a los niños se les pone diferente tipo de comida.
Cuida tu fe
Halloween o la noche de brujas: Halloween significa “Víspera santa” y se celebra el 31 de Octubre. Esta costumbre proviene de los celtas que vivieron en Francia, España y las Islas Británicas.
Ellos prendían hogueras la primera luna llena de Noviembre para ahuyentar a los espíritus e incluso algunos se disfrazaban de fantasmas o duendes para espantarlos haciéndoles creer que ellos también eran espíritus.
Podría distraernos de la oración del día de todos los santos y de los difuntos. Se ha convertido en una fiesta muy atractiva con disfraces, dulces, trucos, diversiones que nos llaman mucho la atención.
Puede llegar a pasar que se nos olvide lo realmente importante, es decir, el sentido espiritual de estos días.
Si quieres participar en el Halloween y pedir dulces, disfrazarte y divertirte, Cuídate de no caer en las prácticas anticristianas que esta tradición promueve y no se te olvide antes rezar por los muertos y a los santos.
Debemos vivir el verdadero sentido de la fiesta y no sólo quedarnos en la parte exterior. Aprovechar el festejo para crecer en nuestra vida espiritual.
Algo que no debes olvidar
La Iglesia ha querido instituir un día que se dedique especialmente a orar por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
Los vivos podemos ofrecer obras de penitencia, oraciones, limosnas e indulgencias para que los difuntos alcancen la salvación.
La Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo entre el 1 y el 8 de noviembre, podemos abreviar el estado de purificación en el purgatorio.
Oración
Que las almas de los difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.
http://es.catholic.net/secciones/articulo.phtml?ts=4&ca=120&te=311&id=1733
. . . .
Así... se "cristianiza" una celebración pagana...
Fecha publicación: 2002-10-27
Jóvenes católicos de París presentan «Holy wins» en la fiesta de Halloween
Saldrán a las calles y organizarán una fiesta para presentar la esperanza cristiana ante la muerte
PARÍS, 27 octubre 2002 (ZENIT.org).- Centenares de jóvenes distribuirán el 31 de octubre con motivo de la fiesta de Halloween en las calles de París y el 1 de noviembre en sus cementerios 150 mil ejemplares de una revista sobre la esperanza cristiana ante la muerte y organizarán una gran fiesta.
La iniciativa, bautizada con el nombre de «Holy wins» («la santidad gana») --juego de palabras contrapuesto a Halloween-- ha sido lanzada por la arquidiócesis de París, a través de un comunicado oficial (Cf. http://catholique-paris.cef.fr)
«En una sociedad que tiende a eludir la cuestión de la muerte, la fiesta de Halloween tiene el mérito de interrogarnos sobre este tema, pero sólo hace referencia a los rituales morbosos y macabros», aclara el comunicado.
«Por este motivo los jóvenes de la diócesis de París quieren aprovechar el éxito de Halloween para testimoniar su fe y la esperanza cristiana ante la muerte en la vigilia de la fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre) y de los Difuntos, de los que se hace memoria al día siguiente», añade.
La iniciativa, sigue diciendo, «llevará a centenares de jóvenes salir a las calles de la capital el 31 de octubre y a los cementerios el 1 de noviembre para distribuir un número especial de "Paris Notre-Dame", revista de la diócesis de París, consagrado a la muerte».
La revista, de la que se han impreso 150 mil ejemplares, cuenta con artículos de diversas personalidades, como sor Emmanuel del Cairo (misionera francesa sumamente apreciada en el país); Karl Zéro, periodista televisivo, Piem, famoso caricaturista de periódicos; el padre Joseph-Marie Verlinde, escritor; el cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París; así como testimonios de personas que afrontan la enfermedad o el sufrimiento.
En la noche del 31 de octubre los jóvenes se encontrarán en la iglesia de Saint-Sulpice «para participar en un intercambio de impresiones sobre estas cuestiones y pasar la velada» en clima de fiesta, añade el comunicado.
«La iglesia acogerá animaciones festivas que invitarán a los jóvenes a la alegría y a la esperanza», añade el texto, en el que se informa que participarán grupos musicales y cantantes como Spear Hit, David Hermy, Carisma, Glorious.
La fiesta tendrá lugar en el atrio, mientras que la iglesia estará abierta durante la noche (confesiones, oración) hasta que a las 23.30 tenga lugar una gran vigilia.
El proyecto cuenta con la colaboración de movimientos católicos, como la Comunidad del Emmanuel, y las Conferencias de San Vicente de Paúl, así como los grupos juveniles de numerosas parroquias.
La arquidiócesis ha lanzado una página web dedicada especialmente a esta iniciativa en la que se pueden encontrar ulteriores informaciones http://www.holywins.org.
http://www.zenit.org/spanish/visualizza.phtml?sid=26952
Recomiendo completar con el texto publicado en un mundialmente conocido sitio católico romano: Catholic.net.
No tiene desperdicio
Fieles Difuntos
Autor Tere Fernández
http://es.catholic.net/secciones/articulo.phtml?ts=4&ca=120&te=311&id=1733
Un poco de historia
La tradición de rezar por los muertos se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, en donde ya se honraba su recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por ellos.
Cuando una persona muere, ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para que el difunto alcance la salvación.
Con las buenas obras y la oración se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios.
A estas oraciones se les llama sufragios. El mejor sufragio es ofrecer la Santa Misa por los difuntos.
Debido a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas veces no tienen tiempo ni de atender a los que viven con ellos, y es muy fácil que se olviden de lo provechoso que puede ser la oración por los fieles difuntos. Debido a esto, la Iglesia ha querido instituir un día, el 2 de noviembre, que se dedique especialmente a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
La Iglesia recomienda la oración en favor de los difuntos y también las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia para ayudarlos a hacer más corto el periodo de purificación y puedan llegar a ver a Dios. "No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos".
Nuestra oración por los muertos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión a nuestro favor. Los que ya están en el cielo interceden por los que están en la tierra para que tengan la gracia de ser fieles a Dios y alcanzar la vida eterna.
Para aumentar las ventajas de esta fiesta litúrgica, la Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo por las intenciones del Papa entre el 1 y el 8 de noviembre, “podemos ayudarles obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados”. (CEC 1479)
Costumbres y tradiciones.
El altar de muertos
Es una costumbre mexicana relacionada con el ciclo agrícola tradicional. Los indígenas hacían una gran fiesta en la primera luna llena del mes de noviembre, para celebrar la terminación de la cosecha del maíz. Ellos creían que ese día los difuntos tenían autorización para regresar a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes vivos, los frutos de la madre tierra.
Para los aztecas la muerte no era el final de la vida, sino simplemente una transformación. Creían que las personas muertas se convertirían en colibríes, para volar acompañando al Sol, cuando los dioses decidieran que habían alcanzado cierto grado de perfección.
Mientras esto sucedía, los dioses se llevaban a los muertos a un lugar al que llamaban Mictlán, que significa “lugar de la muerte” o “residencia de los muertos” para purificarse y seguir su camino.
[...]
La costumbre azteca la dejaron prácticamente intacta, pero le dieron un sentido cristiano: El día 2 de noviembre, se dedica a la oración por las almas de los difuntos. Se visita el cementerio y junto a la tumba se pone un altar en memoria del difunto, sobre el cual se ponen objetos que le pertenecían, con el objetivo de recordar al difunto con todas sus virtudes y defectos y hacer mejor la oración.
El altar se adorna con papel de colores picado con motivos alusivos a la muerte, con el sentido religioso de ver la muerte sin tristeza, pues es sólo el paso a una nueva vida.
Cada uno de los familiares lleva una ofrenda al difunto que se pone también sobre el altar. Estas ofrendas consisten en alimentos o cosas que le gustaban al difunto: dulce de calabaza, dulces de leche, pan, flores. Estas ofrendas simbolizan las oraciones y sacrificios que los parientes ofrecerán por la salvación del difunto.
Los aztecas fabricaban calaveras de barro o piedra y las ponían cerca del altar de muertos para tranquilizar al dios de la muerte. Los misioneros, en vez de prohibirles esta costumbre pagana, les enseñaron a fabricar calaveras de azúcar como símbolo de la dulzura de la muerte para el que ha sido fiel a Dios.
El camino de flores de cempazúchitl, ahora se dirige hacia una imágen de la Virgen María o de Jesucristo, con la finalidad de señalar al difunto el único camino para llegar al cielo.
El agua que se pone sobre el altar simboliza las oraciones que pueden calmar la sed de las ánimas del purgatorio y representa la fuente de la vida; la sal simboliza la resurrección de los cuerpos por ser un elemento que se utiliza para la conservación; el incienso tiene la función de alejar al demonio; las veladoras representan la fe, la esperanza y el amor eterno; el fuego simboliza la purificación.
Los primeros misioneros pedían a los indígenas que escribieran oraciones por los muertos en los que señalaran con claridad el tipo de gracias que ellos pedían para el muerto de acuerdo a los defectos o virtudes que hubiera demostrado a lo largo de su vida.
Estas oraciones se recitaban frente al altar y después se ponían encima de él. Con el tiempo esta costumbre fue cambiando y ahora se escriben versos llamados “calaveras” en los que, con ironía, picardía y gracia, hablan de la muerte.
La Ofrenda de Muertos contiene símbolos que representan los tres “estadios” de la Iglesia:
1) La Iglesia Purgante, conformada por todas las almas que se encuentran en el purgatorio, es decir aquéllas personas que no murieron en pecado mortal, pero que están purgando penas por las faltas cometidas hasta que puedan llegar al cielo. Se representa con las fotos de los difuntos, a los que se acostumbra colocar las diferentes bebidas y comidas que disfrutaban en vida.
2) La Iglesia Triunfante, que son todas las almas que ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo, representada por estampas y figuras de santos.
3) La Iglesia Militante, que somos todos los que aún estamos en la tierra, y somos los que ponemos la ofrenda.
En algunos lugares de México, la celebración de los fieles difuntos consta de tres días: el primer día para los niños y las niñas; el segundo para los adultos; y el tercero lo dedican a quitar el altar y comer todo lo que hay en éste. A los adultos y a los niños se les pone diferente tipo de comida.
Cuida tu fe
Halloween o la noche de brujas: Halloween significa “Víspera santa” y se celebra el 31 de Octubre. Esta costumbre proviene de los celtas que vivieron en Francia, España y las Islas Británicas.
Ellos prendían hogueras la primera luna llena de Noviembre para ahuyentar a los espíritus e incluso algunos se disfrazaban de fantasmas o duendes para espantarlos haciéndoles creer que ellos también eran espíritus.
Podría distraernos de la oración del día de todos los santos y de los difuntos. Se ha convertido en una fiesta muy atractiva con disfraces, dulces, trucos, diversiones que nos llaman mucho la atención.
Puede llegar a pasar que se nos olvide lo realmente importante, es decir, el sentido espiritual de estos días.
Si quieres participar en el Halloween y pedir dulces, disfrazarte y divertirte, Cuídate de no caer en las prácticas anticristianas que esta tradición promueve y no se te olvide antes rezar por los muertos y a los santos.
Debemos vivir el verdadero sentido de la fiesta y no sólo quedarnos en la parte exterior. Aprovechar el festejo para crecer en nuestra vida espiritual.
Algo que no debes olvidar
La Iglesia ha querido instituir un día que se dedique especialmente a orar por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
Los vivos podemos ofrecer obras de penitencia, oraciones, limosnas e indulgencias para que los difuntos alcancen la salvación.
La Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo entre el 1 y el 8 de noviembre, podemos abreviar el estado de purificación en el purgatorio.
Oración
Que las almas de los difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.
http://es.catholic.net/secciones/articulo.phtml?ts=4&ca=120&te=311&id=1733
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Así... se "cristianiza" una celebración pagana...