La suma de Tu palabra es verdad,
Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas.
Príncipes me persiguen sin causa,
Pero mi corazón teme Tus palabras.
Me regocijo en Tu palabra,
Como quien halla un gran botín.
Aborrezco y desprecio la mentira,
Pero amo Tu ley.
Siete veces al día te alabo,
A causa de Tus justas ordenanzas.
Mucha paz tienen los que aman Tu ley,
Y nada los hace tropezar.
Espero Tu salvación, Señor ,
Y cumplo Tus mandamientos.
Mi alma guarda Tus testimonios,
Y en gran manera los amo.
Guardo Tus preceptos y Tus testimonios,
Porque todos mis caminos están delante de Ti.
Que llegue mi clamor ante Ti, Señor ;
Conforme a Tu palabra dame entendimiento.
Llegue mi súplica delante de Ti;
Líbrame conforme a Tu palabra.
Que profieran mis labios alabanzas,
Pues Tú me enseñas Tus estatutos.
Que cante mi lengua de Tu palabra,
Porque todos Tus mandamientos son justicia.
Que esté pronta Tu mano a socorrerme,
Porque Tus preceptos he escogido.
Anhelo Tu salvación, Señor ,
Y Tu ley es mi deleite.
Que viva mi alma para alabarte,
Y que Tus ordenanzas me ayuden.
Me he descarriado como oveja perdida;
busca a Tu siervo,
Porque no me olvido de Tus mandamientos.
Salmo 119:160-176 NBLA
La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas. ¶Príncipes me persiguen sin causa, Pero mi corazón teme Tus palabras. Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran
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