Amigo mio,
Puedes leer como habla de nueva tierra después de ser conmovida y desmenuzada… es evidente, por tanto, que no tendría sentido que el planeta sea destruido y otro aparezca en su lugar. Es decir, hemos de entender esas alusiones con sentido trascendente e interno, no físico; más concretamente en el sentido de acontecimientos con la religión de Dios.
La nueva Jerusalén, cielos nuevos, tierra nueva,…, para nosotros, no podemos entenderlo literalmente, no se trata de algo físico, sino la ley de DIOS que trae el esplendor del cielo para iluminar la tierra (nueva civilización) con el conocimiento de DIOS a través de los recipientes de la voluntad divina, las Manifestaciones de DIOS en cada época. Estos portadores del gloria y gracia celestial sol los que crean, simbólicamente hablando, un cielo nuevo y tierra nueva en el mundo humano por su fuerza espiritual desatada, su ley y sus enseñanzas.
"Al vencedor yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y no saldrá ya jamás fuera de Él sobre Él escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén, la que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu le dice a las iglesias".
(Revela*ciones 3:12 y 13)
Según magistralmente escribe el maestro:
“Anteriormente hemos explicado que la mayoría de las veces el significado de Ciudad Santa, la Jerusalén de Dios mencionada en el Libro Sagrado, es la Ley de Dios. En ciertas ocasiones se le compara con una novia, en otras con Jerusalén y en otras con el cielo y la tierra nuevos. Así, el capítulo 21, versículos 1, 2 y 3 del Apocalipsis de Juan, dice:
21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Observa cómo es claro y evidente que el primer cielo y la primera tierra significan la Ley anterior. Pues dice que el primer cielo y la primera tierra han pasado, y que el mar ya no existe. Es decir, la tierra es el lugar del juicio, y en esa tierra del juicio no hay mar. Quiere decirse con ello que las enseñanzas y la Ley de Dios anegarán la tierra por completo, y que todo hombre entrará en la Causa de Dios, y que la tierra estará habitada totalmente por creyentes. No habrá mar, pues, por cuanto el lugar de morada y residencia del hombre es la tierra firme. En otras palabras, en esa época el campo de esa Ley se habrá transformado en el jardín de recreo del hombre. El suelo es firme; los pies no resbalan en él.
Asimismo, la Ley de Dios aparece descrita como la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén. Es evidente que la Nueva Jerusalén que desciende del cielo no es una ciudad de piedras, argamasa, ladrillos, tierra y madera. Es la Ley de Dios que desciende del cielo y de la que se dice que es nueva, pues es evidente que la Jerusalén de piedra y tierra no desciende del cielo ni se renueva; sino que lo que se renueva es la Ley de Dios.
La Ley de Dios es también comparada a una novia engalanada con los más hermosos adornos, tal como dice el capítulo 21 del Apocalipsis de Juan: "Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que descendía del cielo de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo" Y el capítulo 12, versículo 1, reza: "Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas". Esta mujer es esa novia, la Ley de Dios, que descendió sobre Mahoma...” (Contestaciones A Unas Preguntas, Abdul-baha)
La ley espiritual de DIOS es eterna pero ha de ser renovada en su vigor y revitalizada al final de cada ciclo profético, ya que la Fe decae y solo queda las formas externas y tradiciones. Mientras que las leyes sociales y temporales son depuestas y derogadas en el inicio de otra época diferente. Estas fenómenos son traídos por cada advenimiento de los Soles de Verdad que nos traen el llamada de DIOS a través de su revelación de su voluntad (el cielo). Esa dispensación trasmitida da lugar a una civilización nueva en el mundo humano (tierra nueva)…
Un saludo.