Mi curioso, inquieto, extraordinario Fresh:
Antes que nada, gracias por existir en este espacio, amigo, y por tu paciencia.
No soy de halagar espontáneamente. Y otra cosa que dicen: "el halago debilita".
Pero siempre son bien recibidas las palabras llenas de cordialidad y aprecio como las tuyas. Asi que gracias siempre por el respetuo mutuo.
La Creación no da testimonio de las Escrituras, sino del Creador.
No. Lo que dije fue que la Creación dá testimonio de la
veracidad de las Escrituras.
Esto seguramente ya lo sabías, pero algo pasó… Quizà Estás creando ya un hábito inconsciente de colocar a las Escrituras en el lugar que corresponde al Unico Dios.
"Las
palabras de Jehová son palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces". Salmos 12:6
"Acrisolada es la palabra de Jehová". Salmos 18:30
La falsamente llamada ciencia, por otra parte, es la que se opone a Dios
O a lo que Dios creó. O al conocimiento de lo que Dios creó.
… si se opone o no a lo que marca un pasaje de las Escrituras es irrelevante.
Es asunto capital.
Para los cristianos, obviamente.
La buena ciencia puede señalar que Josué no detuvo al sol para ganar la batalla contra los amorreos.
Puede decírnoslo con toda libertad, porque la ciencia no está al servicio de la Biblia, como la Biblia no está al servicio de la ciencia.
Ambas están al servicio del Creador.
Yo lo resumiría asi: la buena ciencia SÍ está al servicio del Creador; pero la "ciencia" a secas, es un término muy ambiguo.. depende de quién se haga portavoz de la "ciencia" que predica, y su moral.
Al contrario: la buena ciencia se ha servido de las Escrituras en varias ocasiones. Las Escrituras han sido una fuente importante para descubrir datos
y yacimientos históricos.
Por ejemplo, uno de los descubrimientos más significativos basados en las Sagradas Escrituras
fue el descubrimiento de la ciudad de Jericó por el arqueólogo John Garstang en los años treinta del siglo XX.
A través de la Biblia, Garstang se enteró de la existencia de una ciudad amurallada en la zona.
Utilizando esta información, Garstang fue capaz de ubicar el lugar exacto de la ciudad bíblica de Jericó.
Otros descubrimientos importantes basados en las Sagradas Escrituras incluyen el descubrimiento de la Tumba de los Reyes en el Monasterio
de San Lorenzo en el año 1857, así como el descubrimiento de la Piedra de los Fundadores de la ciudad de Jerusalén en el año 1867.
Esta piedra, según la Biblia, fue llevada a Jerusalén por el rey Salomón. Estos descubrimientos han sido claves para entender mejor la historia de la región.
Me hice uso de la IA para recabar información sobre estos últimos datos históricos.