Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
Estoy sin PC y con muchas angustia yes pena por no poderme conwcrar. Un abraxo a todos!
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Anàlisis del libro de Eclesiastès
- Autor Dante777
- Fecha de inicio
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
Jejejeje este mensaje lo escribi en mi telefono y sin espejuelos y ya ven el ambarre que salio, por eso es que no me animo a participar con el phone.
Jejejeje este mensaje lo escribi en mi telefono y sin espejuelos y ya ven el ambarre que salio, por eso es que no me animo a participar con el phone.
Eclesiastés 3 – 2da. Parte
Eclesiastés 3 – 2da. Parte
“12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; 13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. 14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. 15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. 16 Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. 17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. 18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. 19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. 20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21 ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? 22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?”
Tras la excelente declaración anterior, parece como que el escritor vuelve sobre sus pesadillas, pues en ellas se ha visto como cualquiera de las especies animales. No solo la misma muerte y descomposición acontece a estos como a los hombres, sino que hasta su misma vida está en su aliento, y exhalado el postrero, no da por seguro que ascienda uno y descienda el otro.
Si el animal se mueve según sus instintos ¿qué podrá hacer el hombre sino satisfacerlos también lo mejor que pueda?
Entre el espíritu y el polvo, escoge el segundo, pues el primero le representa un enigma que ni siquiera con toda su sabiduría puede explorar. Salomón se mueve como un científico que observa y comprueba, no creyendo nada ni ejercitando la fe, aunque de joven conversó con Dios en sueños, lo amó y oraba a Él.
Una compilación de la historia la ve como un movimiento cíclico sin interrupción ni cambios significativos.
Le decepciona ver el triunfo del mal sobre el bien, pero tampoco sale al mundo como un Quijote a “desfacer” entuertos, haciendo justicia a huérfanos y viudas. Remite el juicio a Dios sin involucrarse en ello, aunque en lo temporal sabiduría y autoridad tenía para ejercerlo.
La palabra “vanidad” la usa como un comodín en su juego de cartas. Si su gran sabiduría no le alcanza para comprender algo, no pregunta a Dios sino que simplemente concluye con que debajo del cielo todo eso es vanidad y aflicción de espíritu. Cómoda manera de quitarse de encima cualquier inquietud. No es así como procedemos los cristianos que tenemos el Espíritu y la Palabra de Dios con nosotros. Sin embargo, hermanos conocemos que cuando decimos algo que no tienen computado en su disco duro, reaccionan diciendo: -¡Eso no es escritural!
Eclesiastés 3 – 2da. Parte
“12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; 13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. 14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. 15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. 16 Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. 17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. 18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. 19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. 20 Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21 ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? 22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?”
Tras la excelente declaración anterior, parece como que el escritor vuelve sobre sus pesadillas, pues en ellas se ha visto como cualquiera de las especies animales. No solo la misma muerte y descomposición acontece a estos como a los hombres, sino que hasta su misma vida está en su aliento, y exhalado el postrero, no da por seguro que ascienda uno y descienda el otro.
Si el animal se mueve según sus instintos ¿qué podrá hacer el hombre sino satisfacerlos también lo mejor que pueda?
Entre el espíritu y el polvo, escoge el segundo, pues el primero le representa un enigma que ni siquiera con toda su sabiduría puede explorar. Salomón se mueve como un científico que observa y comprueba, no creyendo nada ni ejercitando la fe, aunque de joven conversó con Dios en sueños, lo amó y oraba a Él.
Una compilación de la historia la ve como un movimiento cíclico sin interrupción ni cambios significativos.
Le decepciona ver el triunfo del mal sobre el bien, pero tampoco sale al mundo como un Quijote a “desfacer” entuertos, haciendo justicia a huérfanos y viudas. Remite el juicio a Dios sin involucrarse en ello, aunque en lo temporal sabiduría y autoridad tenía para ejercerlo.
La palabra “vanidad” la usa como un comodín en su juego de cartas. Si su gran sabiduría no le alcanza para comprender algo, no pregunta a Dios sino que simplemente concluye con que debajo del cielo todo eso es vanidad y aflicción de espíritu. Cómoda manera de quitarse de encima cualquier inquietud. No es así como procedemos los cristianos que tenemos el Espíritu y la Palabra de Dios con nosotros. Sin embargo, hermanos conocemos que cuando decimos algo que no tienen computado en su disco duro, reaccionan diciendo: -¡Eso no es escritural!
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
Querido Armando, si podes abrirlo creo que te va a encantar:
http://www.bibleclaret.org/bibles/lbnp/AT/45Eclesiastes.pdf
Querido Armando, si podes abrirlo creo que te va a encantar:
http://www.bibleclaret.org/bibles/lbnp/AT/45Eclesiastes.pdf
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
Salomón, tambien escribió otro libro con mas inspiración divina, contrariando un poco sus própias declaraciones anteriores.
1
1Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra;
tengan rectos pensamientos sobre el Señor
y búsquenlo con sencillez de corazón.
2Lo encuentran los que no exigen pruebas
y se revela a los que no desconfían.
3Los razonamientos retorcidos alejan de Dios,
y su poder, cuando es puesto a prueba, confunde a los necios.
4La Sabiduría no entra en un alma perversa
ni vive en un cuerpo entregado al pecado.
5El santo espíritu que nos instruye huye del engaño,
se aparta de los razonamientos sin sentido
y se aleja cuando está presente la injusticia.
6La Sabiduría es un espíritu amigo de los hombres
que no deja sin castigo las palabras del blasfemo;
Dios es testigo de sus sentimientos, vigila puntualmente su corazón
y escucha lo que dice su lengua.
7Porque el Espíritu del Señor llena la tierra
y el que todo lo contiene conoce cada voz.
8Por eso quien dice cosas malas no quedará oculto,
no podrá evitar la acusación de la justicia.
9Los planes del impío serán investigados,
el informe de sus palabras llegará hasta el Señor
y quedarán probados sus delitos,
10porque un oído celoso lo escucha todo
y no le pasan inadvertidos cuchicheos ni protestas.
11Cuídense, por tanto, de murmuraciones inútiles
y absténganse de hablar mal;
porque aun la palabra más secreta tiene sus consecuencias;
y la boca mentirosa lleva a la muerte.
12No busquen la muerte con una vida extraviada
ni se atraigan la perdición con las obras de sus manos;
13Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes.
14Todo lo creó para que existiera; las criaturas del mundo son saludables:
no hay en ellas veneno de muerte ni el Abismo impera en la tierra.
15Porque la justicia es inmortal.
16Los impíos llaman a la muerte con obras y palabras,
creyéndola su amiga, se perdieron por ella;
y han hecho con ella un pacto, porque son dignos de formar parte de ella.
Salomón, tambien escribió otro libro con mas inspiración divina, contrariando un poco sus própias declaraciones anteriores.
1
1Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra;
tengan rectos pensamientos sobre el Señor
y búsquenlo con sencillez de corazón.
2Lo encuentran los que no exigen pruebas
y se revela a los que no desconfían.
3Los razonamientos retorcidos alejan de Dios,
y su poder, cuando es puesto a prueba, confunde a los necios.
4La Sabiduría no entra en un alma perversa
ni vive en un cuerpo entregado al pecado.
5El santo espíritu que nos instruye huye del engaño,
se aparta de los razonamientos sin sentido
y se aleja cuando está presente la injusticia.
6La Sabiduría es un espíritu amigo de los hombres
que no deja sin castigo las palabras del blasfemo;
Dios es testigo de sus sentimientos, vigila puntualmente su corazón
y escucha lo que dice su lengua.
7Porque el Espíritu del Señor llena la tierra
y el que todo lo contiene conoce cada voz.
8Por eso quien dice cosas malas no quedará oculto,
no podrá evitar la acusación de la justicia.
9Los planes del impío serán investigados,
el informe de sus palabras llegará hasta el Señor
y quedarán probados sus delitos,
10porque un oído celoso lo escucha todo
y no le pasan inadvertidos cuchicheos ni protestas.
11Cuídense, por tanto, de murmuraciones inútiles
y absténganse de hablar mal;
porque aun la palabra más secreta tiene sus consecuencias;
y la boca mentirosa lleva a la muerte.
12No busquen la muerte con una vida extraviada
ni se atraigan la perdición con las obras de sus manos;
13Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes.
14Todo lo creó para que existiera; las criaturas del mundo son saludables:
no hay en ellas veneno de muerte ni el Abismo impera en la tierra.
15Porque la justicia es inmortal.
16Los impíos llaman a la muerte con obras y palabras,
creyéndola su amiga, se perdieron por ella;
y han hecho con ella un pacto, porque son dignos de formar parte de ella.
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
AMÉN, estimado hermano Norberto,
Éstas "analogías", solo par MEDITAR....
JESÚS DICE:
"PEDID y se os DARÁ, BUSCAD y HALLARÉIS,..."
"Lo que el HOMBRE SEMBRARE, éso COSECHARÁ."
"De DIOS NADIE SE BURLA".
"PURIFICAOS..."
"IMITADME en TODO."
"Al que TIENE se le DARÁ,..."
"¿Por qué ME LLAMÁIS ¡SEÑOR, SEÑOR! y NO HACÉIS lo que os DIGO?
"Porque YO os he DADO EL EJEMPLO.."
Que ÉL te Bendiga en todo momento con SU PAZ y SU AMOR, así como a TODOS. AMÉN.
AMÉN, estimado hermano Norberto,
Éstas "analogías", solo par MEDITAR....
JESÚS DICE:
"PEDID y se os DARÁ, BUSCAD y HALLARÉIS,..."
"Lo que el HOMBRE SEMBRARE, éso COSECHARÁ."
"De DIOS NADIE SE BURLA".
"PURIFICAOS..."
"IMITADME en TODO."
"Al que TIENE se le DARÁ,..."
"¿Por qué ME LLAMÁIS ¡SEÑOR, SEÑOR! y NO HACÉIS lo que os DIGO?
"Porque YO os he DADO EL EJEMPLO.."
Que ÉL te Bendiga en todo momento con SU PAZ y SU AMOR, así como a TODOS. AMÉN.
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
Es verdad querida hermana, que estas analogías pueden desprenderse con mas facilidad de este libro de Salomón que del anterior, del cual trata este epígrafe; yo lo pegue con la intención de reivindicar un poco la persona de Salomón y su sabiduría, o al menos del enfoque de ella podamos hacer.
Lamentablemente no todos los creyentes cuentan con este libro de Salomón en sus Biblias. Esto debido al "buen" Akiva, que por no encontrar supuestamente copia hebrea lo boto de su canon; pero quizá fue mas posiblemente debido al gran aprecio que le tenían los primeros discípulos del Mesías Jesús.
Lamentable fue que con el tiempo algunos "eruditos" con la idea de contender por la fe con los Judíos en su "propio terreno" usaron el expediente de Akiva, y botaron también este libro de Salomón.
Que también a ti el Señor te bendiga grandemente
Es verdad querida hermana, que estas analogías pueden desprenderse con mas facilidad de este libro de Salomón que del anterior, del cual trata este epígrafe; yo lo pegue con la intención de reivindicar un poco la persona de Salomón y su sabiduría, o al menos del enfoque de ella podamos hacer.
Lamentablemente no todos los creyentes cuentan con este libro de Salomón en sus Biblias. Esto debido al "buen" Akiva, que por no encontrar supuestamente copia hebrea lo boto de su canon; pero quizá fue mas posiblemente debido al gran aprecio que le tenían los primeros discípulos del Mesías Jesús.
Lamentable fue que con el tiempo algunos "eruditos" con la idea de contender por la fe con los Judíos en su "propio terreno" usaron el expediente de Akiva, y botaron también este libro de Salomón.
Que también a ti el Señor te bendiga grandemente
Estimado Norberto
Estimado Norberto
De ser un libro inspirado divinamente (como los 66 de la Biblia) no lo es más uno y otro menos. Ser o no ser.
Dada la tremenda y trascendente importancia que tienen las Sagradas Escrituras para nosotros, las que nos fueron dadas como Palabra de Dios, cuesta creer que el mismo Dios se hubiera distraido o hecho el indiferente a lo que pudiera hacer el Akiva judío o los concilios católicos al agregar al canon libros que debieron quedar fuera y desechar otros que debieron haber entrado.
Si tú abrieras un nuevo epígrafe anunciado que reunirás en él todos mis comentarios a Eclesiastés, y luego yo comprobara que algunos mensajes faltan y otros no son de mi autoría, protestaría de inmediato.
No me puedo imaginar al mismo Dios con tal displicencia que permita que tengamos una Biblia fraudulenta, con libros no inspirados que están y otros inspirados que no están.
¿O acaso tú te animarías a aconsejarnos cuales debemos tomar como inspirados y cuales no?
Estimado Norberto
De ser un libro inspirado divinamente (como los 66 de la Biblia) no lo es más uno y otro menos. Ser o no ser.
Dada la tremenda y trascendente importancia que tienen las Sagradas Escrituras para nosotros, las que nos fueron dadas como Palabra de Dios, cuesta creer que el mismo Dios se hubiera distraido o hecho el indiferente a lo que pudiera hacer el Akiva judío o los concilios católicos al agregar al canon libros que debieron quedar fuera y desechar otros que debieron haber entrado.
Si tú abrieras un nuevo epígrafe anunciado que reunirás en él todos mis comentarios a Eclesiastés, y luego yo comprobara que algunos mensajes faltan y otros no son de mi autoría, protestaría de inmediato.
No me puedo imaginar al mismo Dios con tal displicencia que permita que tengamos una Biblia fraudulenta, con libros no inspirados que están y otros inspirados que no están.
¿O acaso tú te animarías a aconsejarnos cuales debemos tomar como inspirados y cuales no?
Eclesiastés 4 – 1era. Parte
Eclesiastés 4 – 1era. Parte
1 Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador. 2 Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía. 3 Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
Esta porción está en consonancia a cualquier telenoticiero de la CNN o BBC o cualquier emisora en la ciudad que vivamos.
No es necesario quedarnos con lo que sucede en Haití o Somalía, pues en las noticias locales abundan las violencias, delitos, crímenes y toda clase de injusticia.
Con bajar la edad de responsabilidad no se logra combatir la delincuencia que ya no sólo es juvenil sino hasta infantil.
Con construir más cárceles o ampliar las ya hacinadas no se da abasto para recluir a los nuevos infractores de la Ley.
La represión policial a veces se excede y hasta los mismos guardianes del orden son procesados con prisión, mientras los delincuentes prontamente salen libres.
Todos protestan por la inseguridad pública, pero es imposible que la policía destine un funcionario como custodia de cada ciudadano. Además, ¿quién asegura que el guardia no sea corrupto y atente contra su protegido?
Si Salomón fue testigo en su reino de todas estas cosas, era de esperar que mejor que como periodista hubiera actuado como rey que era e impusiera la justicia. Con aquellas dos madres que se disputaban el bebé vivo así lo hizo, ¿pero por qué no lo hizo siempre y hasta donde alcanzó su autoridad?
Lo que dice en los vs. 2 y 3 equivale a hacer lo del avestruz: esconder la cabeza bajo tierra.
Muchos cristianos de este Foro somos protestantes. ¿Pero de veras protestamos o nos callamos?
También debemos ser sensibles a las lágrimas de los oprimidos y consolarles como nosotros somos consolados.
Eclesiastés 4 – 1era. Parte
1 Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador. 2 Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía. 3 Y tuve por más feliz que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
Esta porción está en consonancia a cualquier telenoticiero de la CNN o BBC o cualquier emisora en la ciudad que vivamos.
No es necesario quedarnos con lo que sucede en Haití o Somalía, pues en las noticias locales abundan las violencias, delitos, crímenes y toda clase de injusticia.
Con bajar la edad de responsabilidad no se logra combatir la delincuencia que ya no sólo es juvenil sino hasta infantil.
Con construir más cárceles o ampliar las ya hacinadas no se da abasto para recluir a los nuevos infractores de la Ley.
La represión policial a veces se excede y hasta los mismos guardianes del orden son procesados con prisión, mientras los delincuentes prontamente salen libres.
Todos protestan por la inseguridad pública, pero es imposible que la policía destine un funcionario como custodia de cada ciudadano. Además, ¿quién asegura que el guardia no sea corrupto y atente contra su protegido?
Si Salomón fue testigo en su reino de todas estas cosas, era de esperar que mejor que como periodista hubiera actuado como rey que era e impusiera la justicia. Con aquellas dos madres que se disputaban el bebé vivo así lo hizo, ¿pero por qué no lo hizo siempre y hasta donde alcanzó su autoridad?
Lo que dice en los vs. 2 y 3 equivale a hacer lo del avestruz: esconder la cabeza bajo tierra.
Muchos cristianos de este Foro somos protestantes. ¿Pero de veras protestamos o nos callamos?
También debemos ser sensibles a las lágrimas de los oprimidos y consolarles como nosotros somos consolados.
Efe-E-Pe
Círculos concéntricos
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès
...Parece que ya está muy avanzado el análisis interactivo. Déjenme leer poco a poco porque yo también hallo de mucho interés el libro de Kohelet.
De primera mano, me quedo con la frase "Vanidad de vanidades, todo es vanidad"... aunque el final es mejor que el principio. Dios los guarde.
...Parece que ya está muy avanzado el análisis interactivo. Déjenme leer poco a poco porque yo también hallo de mucho interés el libro de Kohelet.
De primera mano, me quedo con la frase "Vanidad de vanidades, todo es vanidad"... aunque el final es mejor que el principio. Dios los guarde.
Eclesiastés 4:4 – Texto áureo
Eclesiastés 4:4 – Texto áureo
“He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”.
Desde que Caín y Abel prepararon distintos sacrificios para presentar a Dios (Gn 4:3-5) tenemos este problema instalado en el mundo.
Es mucho más importante que lo que a primera vista parece, tanto así, que la superioridad de una nación sobre otras podría en buena parte radicar en ello.
En cualquier lugar del mundo, cuando alguien hace algo poniendo su mayor esmero en lograrlo de la mejor manera y así lo consigue, puede que cause dos impresiones distintas:
a) El manifiesto reconocimiento de su obra con el estímulo a proseguir a más y mayores logros; a veces hasta brindando el apoyo para ello.
b) Desacreditar el trabajo, atribuirle alguna rebuscada intención al autor o castigar con la indiferencia la osadía de hacer algo admirable.
Cuando leemos las biografías de los grandes músicos o pintores famosos, hallamos ambas cosas: debieron superar el rechazo o el desinterés hacia sus primeras producciones por parte de otros colegas expertos en ese arte; y a la vez, jamás hubieran triunfado si no hubieran contado con el apoyo de quienes supieron valorarles y apoyarles.
Los distintos pueblos del mundo pueden dejar a sus ciudadanos seguir una u otra conducta sin percibir las ganancias o pérdidas que ello pueda redituarle.
En la sociedad en que vivo, de composición latina y raigambre hispánica, el virtuoso que comienza a destacarse en lo que sea, es acometido de inmediato, ya que molesta que desentone con la masa conformista en que se halla inmerso. Comenzará a ser respetado recién cuando muestre títulos que lo acrediten o asuma cargos a los que ha sido designado por la autoridad competente.
No podemos saber cómo es que esto funciona en todo el mundo, pero hay una condición que nos es más conocida pues nos ha llegado a través del cine. A los espectadores de películas americanas, nos ha llamado la atención de cómo en las familias típicas estadounidenses, fácil y prontamente los padres felicitan a sus hijos por los más insignificantes logros alcanzados. Los vecinos, maestros y demás personas con las que los niños tratan, muy naturalmente aprueban sus aciertos animándoles siempre a superarse. Ignoro si esta buena disposición proviene de los colonizadores puritanos que las traían junto a su rígida formación cristiana ajustada a las Sagradas Escrituras, pero me siento inclinado a verlo así.
De estar en lo cierto, no sería de extrañar entonces que generación tras generación haya producido una pléyade de ciudadanos que hicieron su parte para cumplir el sueño americano de levantar una gran nación.
Y lo que sucede en lo individual se da también en lo colectivo. Cualquier nación que se particularice por la singular virtud de sus ciudadanos se atraerá la envidia y crítica de las que están muy lejos de alcanzarla.
Que estas reflexiones sirvan para que el lector procure siempre lo mejor y al mismo tiempo sea pronto para reconocer y apoyar los esfuerzos ajenos.
Eclesiastés 4:4 – Texto áureo
“He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”.
Desde que Caín y Abel prepararon distintos sacrificios para presentar a Dios (Gn 4:3-5) tenemos este problema instalado en el mundo.
Es mucho más importante que lo que a primera vista parece, tanto así, que la superioridad de una nación sobre otras podría en buena parte radicar en ello.
En cualquier lugar del mundo, cuando alguien hace algo poniendo su mayor esmero en lograrlo de la mejor manera y así lo consigue, puede que cause dos impresiones distintas:
a) El manifiesto reconocimiento de su obra con el estímulo a proseguir a más y mayores logros; a veces hasta brindando el apoyo para ello.
b) Desacreditar el trabajo, atribuirle alguna rebuscada intención al autor o castigar con la indiferencia la osadía de hacer algo admirable.
Cuando leemos las biografías de los grandes músicos o pintores famosos, hallamos ambas cosas: debieron superar el rechazo o el desinterés hacia sus primeras producciones por parte de otros colegas expertos en ese arte; y a la vez, jamás hubieran triunfado si no hubieran contado con el apoyo de quienes supieron valorarles y apoyarles.
Los distintos pueblos del mundo pueden dejar a sus ciudadanos seguir una u otra conducta sin percibir las ganancias o pérdidas que ello pueda redituarle.
En la sociedad en que vivo, de composición latina y raigambre hispánica, el virtuoso que comienza a destacarse en lo que sea, es acometido de inmediato, ya que molesta que desentone con la masa conformista en que se halla inmerso. Comenzará a ser respetado recién cuando muestre títulos que lo acrediten o asuma cargos a los que ha sido designado por la autoridad competente.
No podemos saber cómo es que esto funciona en todo el mundo, pero hay una condición que nos es más conocida pues nos ha llegado a través del cine. A los espectadores de películas americanas, nos ha llamado la atención de cómo en las familias típicas estadounidenses, fácil y prontamente los padres felicitan a sus hijos por los más insignificantes logros alcanzados. Los vecinos, maestros y demás personas con las que los niños tratan, muy naturalmente aprueban sus aciertos animándoles siempre a superarse. Ignoro si esta buena disposición proviene de los colonizadores puritanos que las traían junto a su rígida formación cristiana ajustada a las Sagradas Escrituras, pero me siento inclinado a verlo así.
De estar en lo cierto, no sería de extrañar entonces que generación tras generación haya producido una pléyade de ciudadanos que hicieron su parte para cumplir el sueño americano de levantar una gran nación.
Y lo que sucede en lo individual se da también en lo colectivo. Cualquier nación que se particularice por la singular virtud de sus ciudadanos se atraerá la envidia y crítica de las que están muy lejos de alcanzarla.
Que estas reflexiones sirvan para que el lector procure siempre lo mejor y al mismo tiempo sea pronto para reconocer y apoyar los esfuerzos ajenos.
Eclesiastés 4 – 2da. Parte
Eclesiastés 4 – 2da. Parte
“5 El necio cruza sus manos y come su misma carne. 6 Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu. 7 Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol. 8 Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo. 9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”.
Esta porción habla del trabajo: faltante, excesivo y compartido:
a) Quien lo rehúye es necio, pues se pierde un privilegio y gozo especial de la vida. No ama al prójimo ni a sí mismo.
b) El descanso es disfrutable como equilibrio del trabajo; pero trabajar sin descanso con la ambición de hacer fortuna es defraudar el alma y malograr la vida.
c) El trabajo compartido es más promisorio y seguro. Se multiplica la oportunidad del estímulo y se previene el fracaso pues habrá desquite.
Eclesiastés 4 – 2da. Parte
“5 El necio cruza sus manos y come su misma carne. 6 Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu. 7 Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol. 8 Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo. 9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”.
Esta porción habla del trabajo: faltante, excesivo y compartido:
a) Quien lo rehúye es necio, pues se pierde un privilegio y gozo especial de la vida. No ama al prójimo ni a sí mismo.
b) El descanso es disfrutable como equilibrio del trabajo; pero trabajar sin descanso con la ambición de hacer fortuna es defraudar el alma y malograr la vida.
c) El trabajo compartido es más promisorio y seguro. Se multiplica la oportunidad del estímulo y se previene el fracaso pues habrá desquite.
Eclesiastés 4 – 3era. Parte
Eclesiastés 4 – 3era. Parte
“11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. 13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos; 14 porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre. 15 Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél. 16 No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu”.
Ventajas y desventajas de la vida:
a) Sea el frío, sea la agresión de otro más fuerte, la asociación o compañerismo brinda el calor y el apoyo indispensable para preservar la vida con bien. La soledad es desmoralizadora.
b) Todo lo bueno puede esperarse del joven humilde y prudente, pero de un anquilosado Tiranosaurio que por su tamaño cree ser el director del Museo, ¿qué podría esperarse?
c) Un comienzo humilde como un pesebre puede llevar a un reino superior y eterno; pero es menester pasar por una cruz.
d) Una muchedumbre sigue al candidato al éxito, y otra se levantará contra él no bien decline u otro surja con mejores promesas.
Eclesiastés 4 – 3era. Parte
“11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. 13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos; 14 porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre. 15 Vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél. 16 No tenía fin la muchedumbre del pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu”.
Ventajas y desventajas de la vida:
a) Sea el frío, sea la agresión de otro más fuerte, la asociación o compañerismo brinda el calor y el apoyo indispensable para preservar la vida con bien. La soledad es desmoralizadora.
b) Todo lo bueno puede esperarse del joven humilde y prudente, pero de un anquilosado Tiranosaurio que por su tamaño cree ser el director del Museo, ¿qué podría esperarse?
c) Un comienzo humilde como un pesebre puede llevar a un reino superior y eterno; pero es menester pasar por una cruz.
d) Una muchedumbre sigue al candidato al éxito, y otra se levantará contra él no bien decline u otro surja con mejores promesas.
Eclesiastés 5 – 1era. Parte
Eclesiastés 5 – 1era. Parte
“1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. 2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. 4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? 7 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios”.
En este caso la “casa de Dios” era el Templo en Jerusalem. En nuestro caso sabemos que a ningún edificio podemos llamar así porque “casa de Dios” somos nosotros como edificio espiritual (He 3:6) pues Dios “no habita en templos hechos por manos humanas” (Hch 17:24).
De todos modos, provechosas lecciones prácticas se deducen de aquí al concurrir a la reunión de los santos, cualquiera sea el lugar que estos se congreguen al nombre del Señor Jesús.
Tener mejor ejercitados los oídos que la lengua siempre será prudente.
Cristianos hay que oran corto en casa y largo en la reunión. Esto sirve para probar ante los demás lo piadoso que se es; pero tales rezos no pasan del techo.
Nos ha tocado escuchar oraciones realmente insólitas:
a) En unas, se le predicaba el evangelio a Dios, como para convertirlo.
b) En otras, se le enseñaba doctrina, como si Él no supiera.
c) A veces, se le noticiaba de lo que pasaba en la iglesia.
d) Hasta en la oración se denunciaba el pecado de otros hermanos.
No se piense que en tales extravagancias caían solamente hermanos poco instruidos. Ancianos o pastores también incurrieron en tal irreverencia.
En todos estos casos era evidente que quien oraba no era consciente de estarse dirigiendo a Dios, sino a la congregación que escuchaba.
Esto pasa con más frecuencia de lo que podamos imaginar pero no deja de ser extraño que ocurra.
El incumplimiento a las promesas hechas a Dios es un reflejo de lo poco que se cree a las promesas divinas. La fe viva en lo que Dios ha prometido nos anima a cumplir prontamente la palabra dada.
Pocas cosas pueden decepcionarnos tanto como el haber fracasado con nuestras promesas. Esto resiente nuestra propia confianza en la fidelidad de Dios. Sin embargo, “si fuéremos infieles, Él permanece fiel” (2Ti 2:13).
El reverente temor a Dios nos previene de incurrir en tales faltas, que al ser públicas, a más del daño que nos hacemos a nosotros mismos, en nada ayudamos a los demás.
Eclesiastés 5 – 1era. Parte
“1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. 2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. 4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? 7 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios”.
En este caso la “casa de Dios” era el Templo en Jerusalem. En nuestro caso sabemos que a ningún edificio podemos llamar así porque “casa de Dios” somos nosotros como edificio espiritual (He 3:6) pues Dios “no habita en templos hechos por manos humanas” (Hch 17:24).
De todos modos, provechosas lecciones prácticas se deducen de aquí al concurrir a la reunión de los santos, cualquiera sea el lugar que estos se congreguen al nombre del Señor Jesús.
Tener mejor ejercitados los oídos que la lengua siempre será prudente.
Cristianos hay que oran corto en casa y largo en la reunión. Esto sirve para probar ante los demás lo piadoso que se es; pero tales rezos no pasan del techo.
Nos ha tocado escuchar oraciones realmente insólitas:
a) En unas, se le predicaba el evangelio a Dios, como para convertirlo.
b) En otras, se le enseñaba doctrina, como si Él no supiera.
c) A veces, se le noticiaba de lo que pasaba en la iglesia.
d) Hasta en la oración se denunciaba el pecado de otros hermanos.
No se piense que en tales extravagancias caían solamente hermanos poco instruidos. Ancianos o pastores también incurrieron en tal irreverencia.
En todos estos casos era evidente que quien oraba no era consciente de estarse dirigiendo a Dios, sino a la congregación que escuchaba.
Esto pasa con más frecuencia de lo que podamos imaginar pero no deja de ser extraño que ocurra.
El incumplimiento a las promesas hechas a Dios es un reflejo de lo poco que se cree a las promesas divinas. La fe viva en lo que Dios ha prometido nos anima a cumplir prontamente la palabra dada.
Pocas cosas pueden decepcionarnos tanto como el haber fracasado con nuestras promesas. Esto resiente nuestra propia confianza en la fidelidad de Dios. Sin embargo, “si fuéremos infieles, Él permanece fiel” (2Ti 2:13).
El reverente temor a Dios nos previene de incurrir en tales faltas, que al ser públicas, a más del daño que nos hacemos a nosotros mismos, en nada ayudamos a los demás.
Eclesiastés 5 – 2da. Parte
Eclesiastés 5 – 2da. Parte
8 “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. 9 Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos. 10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 12 Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. 13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 16 Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? 17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria”.
La corrupción que hoy se denuncia en todos los países no es cosa nueva, sino muy antigua. La diferencia es que está más generalizada y descarada. No podemos vivir promoviendo revoluciones, pero sí clamando al justo Juez porque haga justicia prontamente. La impunidad es breve y el juicio si se tarda es porque caerá con mayor rigor todavía.
Los que contaminan, ellos mismos son contaminados.
La posesión de abundantes riquezas no exime de afanes, dolores, amarguras y hasta de la miseria espiritual, la peor de todas.
El escritor ve como un gran mal que el hombre se vaya sin llevarse consigo nada de lo que logró con su trabajo. Esta perspectiva es la que tienen los que poseen demasiado. Los que solo tienen deudas, en cambio, verán con agrado que ya no le perseguirán sus acreedores.
La perspectiva cristiana es muy diferente, ya que la pobreza presente puede ser ampliamente compensada por los tesoros hechos en los cielos.
Eclesiastés 5 – 2da. Parte
8 “Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. 9 Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos. 10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 12 Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. 13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 16 Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? 17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria”.
La corrupción que hoy se denuncia en todos los países no es cosa nueva, sino muy antigua. La diferencia es que está más generalizada y descarada. No podemos vivir promoviendo revoluciones, pero sí clamando al justo Juez porque haga justicia prontamente. La impunidad es breve y el juicio si se tarda es porque caerá con mayor rigor todavía.
Los que contaminan, ellos mismos son contaminados.
La posesión de abundantes riquezas no exime de afanes, dolores, amarguras y hasta de la miseria espiritual, la peor de todas.
El escritor ve como un gran mal que el hombre se vaya sin llevarse consigo nada de lo que logró con su trabajo. Esta perspectiva es la que tienen los que poseen demasiado. Los que solo tienen deudas, en cambio, verán con agrado que ya no le perseguirán sus acreedores.
La perspectiva cristiana es muy diferente, ya que la pobreza presente puede ser ampliamente compensada por los tesoros hechos en los cielos.
Eclesiastés 5 – 3era. Parte
Eclesiastés 5 – 3era. Parte
“18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón”.
Una vez más, como en tantas ocasiones en este libro, Salomón deja a un lado su sabiduría para dar rienda suelta a sus sensaciones.
A nosotros mismos nos cuesta bastante ponernos en el lugar de él.
Quien tanto fue engrandecido, hasta tener riquezas, gloria y esplendor cuya fama llegó tan lejos, que salga luego de este mundo tal como vino y a la manera del más mísero de los mortales ¡es decepcionante!
Esta es la razón por la que opta por disfrutar del buen momento presente sin pensar para nada en el final inevitable.
Una vez más la esperanza del cristiano difiere tremendamente de tan pobre perspectiva. Es como si, paradójicamente, cuanta mayor abundancia se tiene, más mísera resulta la condición de la partida.
Para nosotros, en cambio, las inescrutables riquezas de Cristo y la Jerusalem celestial nos confiere una expectativa tan grande que desborda nuestra imaginación y nos llena de gratitud al Señor porque haya tenido misericordia de tan míseros pecadores.
Eclesiastés 5 – 3era. Parte
“18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón”.
Una vez más, como en tantas ocasiones en este libro, Salomón deja a un lado su sabiduría para dar rienda suelta a sus sensaciones.
A nosotros mismos nos cuesta bastante ponernos en el lugar de él.
Quien tanto fue engrandecido, hasta tener riquezas, gloria y esplendor cuya fama llegó tan lejos, que salga luego de este mundo tal como vino y a la manera del más mísero de los mortales ¡es decepcionante!
Esta es la razón por la que opta por disfrutar del buen momento presente sin pensar para nada en el final inevitable.
Una vez más la esperanza del cristiano difiere tremendamente de tan pobre perspectiva. Es como si, paradójicamente, cuanta mayor abundancia se tiene, más mísera resulta la condición de la partida.
Para nosotros, en cambio, las inescrutables riquezas de Cristo y la Jerusalem celestial nos confiere una expectativa tan grande que desborda nuestra imaginación y nos llena de gratitud al Señor porque haya tenido misericordia de tan míseros pecadores.
Eclesiastés 6 – 1era. Parte
Eclesiastés 6 – 1era. Parte
“1 Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: 2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso. 3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él. 4 Porque éste en vano viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto. 5 Además, no ha visto el sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél. 6 Porque si aquél viviere mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿no van todos al mismo lugar? 7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia”.
Probablemente que en esta primera reflexión de Salomón se base el viejo dicho: “Dios da pan a quien no tiene dientes”.
Una forma sencilla de evitar que luego vengan los extraños a disfrutar de la abundancia lograda, es compartirla en vida con los necesitados.
Un moribundo insatisfecho de su vida es uno de los cuadros más patéticos que existe. Si todavía cree que le cupo peor suerte que a un abortivo, seguramente que no se equivoca.
En el v.7 Salomón equipara al hombre con el animal que solo parece vivir para obtener el alimento con el que podrá seguir viviendo, aunque sin saciarse nunca. ¡Qué pobre concepto!
Nuestro entendimiento actual de la Palabra de Dios y el conocimiento de su propósito y voluntad tal cual nos fuera revelado, contrasta con esa pobreza espiritual que padece Salomón.
¡Cuán agradecidos debemos vivir esta “vida en abundancia” que no acaba en la muerte sino que sigue a mayor plenitud todavía!
Eclesiastés 6 – 1era. Parte
“1 Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: 2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso. 3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él. 4 Porque éste en vano viene, y a las tinieblas va, y con tinieblas su nombre es cubierto. 5 Además, no ha visto el sol, ni lo ha conocido; más reposo tiene éste que aquél. 6 Porque si aquél viviere mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿no van todos al mismo lugar? 7 Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia”.
Probablemente que en esta primera reflexión de Salomón se base el viejo dicho: “Dios da pan a quien no tiene dientes”.
Una forma sencilla de evitar que luego vengan los extraños a disfrutar de la abundancia lograda, es compartirla en vida con los necesitados.
Un moribundo insatisfecho de su vida es uno de los cuadros más patéticos que existe. Si todavía cree que le cupo peor suerte que a un abortivo, seguramente que no se equivoca.
En el v.7 Salomón equipara al hombre con el animal que solo parece vivir para obtener el alimento con el que podrá seguir viviendo, aunque sin saciarse nunca. ¡Qué pobre concepto!
Nuestro entendimiento actual de la Palabra de Dios y el conocimiento de su propósito y voluntad tal cual nos fuera revelado, contrasta con esa pobreza espiritual que padece Salomón.
¡Cuán agradecidos debemos vivir esta “vida en abundancia” que no acaba en la muerte sino que sigue a mayor plenitud todavía!
Eclesiastés 6 – 2da. Parte
Eclesiastés 6 – 2da. Parte
“8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos? 9 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu. 10 Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él. 11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre? 12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?”.
El pesimismo de Salomón se entrevera con sus dichos acertados.
Los recuerdos del pasado le presentan un aciago futuro. Se resigna a la secuencia cíclica que hace inútil el salirse de la misma. Siendo tan sabio como es, no razona como tal sino que se castiga a sí mismo comportándose como necio.
Si se vive un presente incierto menos todavía se podrá vislumbrar un futuro promisorio.
La vida presente del cristiano está indisolublemente unida a la de Cristo, de tal modo que ni siquiera la muerte puede afectarla.
Los eventos del porvenir también están registrados en las Escrituras, de modo que sabemos lo necesario, y lo que no, lo sabremos a su tiempo.
Eclesiastés 6 – 2da. Parte
“8 Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos? 9 Más vale vista de ojos que deseo que pasa. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu. 10 Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él. 11 Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre? 12 Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?”.
El pesimismo de Salomón se entrevera con sus dichos acertados.
Los recuerdos del pasado le presentan un aciago futuro. Se resigna a la secuencia cíclica que hace inútil el salirse de la misma. Siendo tan sabio como es, no razona como tal sino que se castiga a sí mismo comportándose como necio.
Si se vive un presente incierto menos todavía se podrá vislumbrar un futuro promisorio.
La vida presente del cristiano está indisolublemente unida a la de Cristo, de tal modo que ni siquiera la muerte puede afectarla.
Los eventos del porvenir también están registrados en las Escrituras, de modo que sabemos lo necesario, y lo que no, lo sabremos a su tiempo.
Eclesiastés 7 – 1era. Parte
Eclesiastés 7 – 1era. Parte
“1 Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. 2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. 5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. 7 Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. 8 Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. 9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”.
Las comparaciones opuestas de las sentencias no exigen mayor explicación pues son bastante naturales.
La del v.5 merece especial destaque, ya que los humanos somos dóciles al halago y renuentes a la corrección.
Si nos queremos hacer de muchos amigos y enemigos en el Foro, nada mejor que elogiarles por sus aportes, o cuestionarles algo. Este versículo va en sintonía con Proverbios 27:
“5 Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. 6 Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece”.
Nos es fácil leer estos versículos pero muy difícil creerlos y aceptarlos.
Sin embargo, se engaña a sí mismo el que se aficiona al halago y se resiste a la corrección.
Una sonrisa permanentemente pintada en el rostro es el recurso del hombre que quiere mostrarse exitoso. A la gente no le gusta ver un rostro serio, por más que la ocasión así lo exija.
El enojo habitualmente no es señal de una fuerte sino de una débil personalidad. Muestra inseguridad e incompetencia. Quien sabe y puede, dice y hace; no se enoja.
Los tiempos pasados pueden haber sido mejores en algunos aspectos que recordamos, y peores en otros que olvidamos.
Eclesiastés 7 – 1era. Parte
“1 Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. 2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. 5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad. 7 Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. 8 Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. 9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”.
Las comparaciones opuestas de las sentencias no exigen mayor explicación pues son bastante naturales.
La del v.5 merece especial destaque, ya que los humanos somos dóciles al halago y renuentes a la corrección.
Si nos queremos hacer de muchos amigos y enemigos en el Foro, nada mejor que elogiarles por sus aportes, o cuestionarles algo. Este versículo va en sintonía con Proverbios 27:
“5 Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. 6 Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece”.
Nos es fácil leer estos versículos pero muy difícil creerlos y aceptarlos.
Sin embargo, se engaña a sí mismo el que se aficiona al halago y se resiste a la corrección.
Una sonrisa permanentemente pintada en el rostro es el recurso del hombre que quiere mostrarse exitoso. A la gente no le gusta ver un rostro serio, por más que la ocasión así lo exija.
El enojo habitualmente no es señal de una fuerte sino de una débil personalidad. Muestra inseguridad e incompetencia. Quien sabe y puede, dice y hace; no se enoja.
Los tiempos pasados pueden haber sido mejores en algunos aspectos que recordamos, y peores en otros que olvidamos.
Re: Eclesiastés 6 – 2da. Parte
Re: Eclesiastés 6 – 2da. Parte
P.D.: Te pido disculpas por escribir "dentro" de tu mensaje; pero quería "puntualizar", y, aunque me han "orientado" con los "quotes", no me sale....Confieso que no sé manejar muy bien éste "aparato", ni tengo tiempo para practicar...aunque lo seguiré intentado.....
Re: Eclesiastés 6 – 2da. Parte
P.D.: Te pido disculpas por escribir "dentro" de tu mensaje; pero quería "puntualizar", y, aunque me han "orientado" con los "quotes", no me sale....Confieso que no sé manejar muy bien éste "aparato", ni tengo tiempo para practicar...aunque lo seguiré intentado.....