Anàlisis del libro de Eclesiastès

Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

OK Ricardo, como no puedo copiar el versiculo por las razones que ya te dije, te quiero decir que el tal versiculo en el que me apoyo para desestimar la autoria de Salomon es el versiculo # 9 del cap. # 2. En este versiculo el autor dice que "jamas perdio la sabiduria", bueno, textualmente dice "conserve conmigo la sabiduria...", esto excluye a Salomon, el cual, como todos sabemos NO CONSERVO la sabiduria, sino que cayo en pecado de idolatria y torno su corazon a los idolos. En cuanto a un posible arrepentimiento de Salomon, nada nos dice la Escritura, sino que en el relato anterior a su muerte solo se dice que su reino le es quitado por su rebelion y consedido a Jeroboam diez tribus, quedando solo dos tribus a los hijos de David como consecion a David, mas no por meritos de Salomon, a quien ya Dios habia decidido quitarle el reino y dividirlo como consecuencia de su desobediencia. Luego se nos dice: "Y durmio Salomon con sus padres..." O sea, fue reunido con sus padres. Pero incluso, antes de que se nos da a conocer la muerte de Salomon, se nos dice que este intento matar a Jeroboam al enterarse que Dios lo habia escogido para sucederlo en el trono. Un Salomon que instantes antes de su muerte intenta matar a un escogido de Dios no esta mostrando ningun signo de arrepentimiento en los ultimos instantes de su vida, como pretenden hacer creer algunos estudiosos...

Basado en esto que expongo me niego a creer que fue Salomon el autor del Libro que nos ocupa.

Recibe un abrazo mi hermano.
 
Respondo a todos por su orden

Respondo a todos por su orden

Apreciado Armando:
Te atacó la bacteria, el chivo, el rayo, nuestro común amigo Leal, y ahora sigo yo para llevarte la contra con Salomón y la autoría del libro. Dame algunas horas más para que aporte algo a propósito.

Estimado Dante:
Como ya te dije en mensaje anterior, un solo libro es mejor que nada y puede resultar de ayuda como también de extravío. Aunque puedan decepcionarte las contradicciones entre los foristas, así y con todo se ejercitará tu discernimiento para percarte cuando un razonamiento es legítimo y cuando es arbitrario y caprichoso. Todos nos equivocamos y todos somos corregidos, unos a otros. Nunca debemos ofendernos o sentirnos lastimados cuando eso ocurre porque nadie es dueño de la verdad, aunque todos sinceramente la perseguimos.

Luzfinal:
Cuando lleguemos a esos pasajes ya verás cuando no armonizan los propios pensamientos del escritor con el resto de las Escrituras. Esto se dá frecuentemente en los diálogos cuando se dicen mentiras.

El menor:
Ya tendremos ocasión de dialogar. Todo aporte es útil y acá tendrás buena oportunidad para contribuir.
 
Evidencia interna de la autoría de Salomón

Evidencia interna de la autoría de Salomón

1 - Del v.1 (y 12) se infiere que ese hijo de David, rey en Jerusalem, debió ser Salomón. Absalón, hijo también de David, se hizo proclamar rey en Hebrón, y como tal entró en Jerusalem (2Sa 15:10,37), pero su corta vida no cuadra con el testimonio del Predicador en este libro. Otro tanto podría decirse de Adonías, que usurpó el reinado en vida de David, pero fue muerto a poco de sentarse en el trono Salomón.

2 – Sabiduría y ciencia se repiten a lo largo de este libro, lo que bien encaja con la petición que Salomón le hiciera a Dios y que le fuera concedida (1Re 3:9-12; 4:29-31), lo que va paralelo con lo confesado aquí (1:16). Es interesante advertir la sabiduría recibida de Dios por Salomón, y la que él mismo buscó con su propio empeño y diligencia. Esta última nunca puede ser mala en sí misma, a menos que venga independiente de Dios, como la prometida por Satanás a Eva. Aunque la sabiduría se busque como si fuese plata y se la escudriñe como a un tesoro hallado (Pr 2:4), debe estar en consonancia con la que “procede de lo alto” (Stg 3:17).

3 – Riqueza, prosperidad y placeres. Lo que se detalla en el c.2:1-10 cuadra con Salomón mejor que con cualquier personaje conocido.

4 – Sabiduría buscada, adquirida y perdida; la mujer que atrapa con trampas, redes y ligaduras (7:23-26). Esto concuerda con la apostasía de Salomón por su amor a muchas mujeres (1Re 11:1-10).

Bueno, hasta aquí llegué. Ahora pasaré a estudiar el mensaje de Armando –que ya he leído-, para considerar sus contrarias razones.
 
Estimado Armando

Estimado Armando

Respuesta a Mensaje # 21:

1 – “Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría”.
Para empezar, y antes de ir a la segunda frase que es la que argumentas, no podemos desatender la primera que parece correr paralela con lo que dice de Salomón en 1Crónicas 29:25:
“Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel, y le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel”.

2 - Vista tal coincidencia, pasamos a considerar tu argumento con la segunda frase: “conservé conmigo mi sabiduría”.
Cuando lees en 1Reyes 11 en cuanto a la apostasía de Salomón, nada se dice de su sabiduría y menos de que la hubiera perdido. El problema de Salomón no fue de orden intelectual sino sentimental. El “amó muchas mujeres extranjeras” no hace de él un Don Juan romántico como el Profesor Girafales, sino un voluptuoso apasionado de las jóvenes bellezas paganas. Si hubiera perdido su sabiduría, su pecado sería menor; de conservarla, su pecado es mayor. Creo que este es su caso. Cuando un ministro religioso cae en algún pecado relacionado con el sexo, es mucho más grave que cuando lo comete un hombre común, incrédulo y vicioso. Salomón no dejó de ser sabio, pero cuando veía desfilar por la pasarela a Miss Egipto, Miss Moab, Miss Amón, Miss Edom, Miss Sidón…su corazón palpitaba fuerte. Muchas veces se habla en este pasaje del corazón de Salomón.

3 - No es tampoco que instantes antes de su muerte intentara matar Salomón a Jeroboam, sino bastante antes, si miras en 1Re 11:40 como aquel huyó a Egipto y allí permaneció hasta la muerte de Salomón.

4 - Aunque nada se dice de un arrepentimiento de Salomón, podría ello colegirse del propio texto de Eclesiastés, como escrito final en el que suelta su desazón por los fracasos habidos.

5 - A más de esto, el Señor Jesús en dos ocasiones alude a Salomón, y no de forma negativa, por lo que es difícil imaginar que lo hiciera de haber aquel acabado sin reconciliarse con Dios:
“pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”. (Mt 6:29).
“La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”. (Mt 12:42).

6 - “Salomón” ha sido también nombre vulgar entre judíos, cosa improbable de conservarse de él infausta memoria.
 
Re: Evidencia interna de la autoría de Salomón

Re: Evidencia interna de la autoría de Salomón

1 - Del v.1 (y 12) se infiere que ese hijo de David, rey en Jerusalem, debió ser Salomón. Absalón, hijo también de David, se hizo proclamar rey en Hebrón, y como tal entró en Jerusalem (2Sa 15:10,37), pero su corta vida no cuadra con el testimonio del Predicador en este libro. Otro tanto podría decirse de Adonías, que usurpó el reinado en vida de David, pero fue muerto a poco de sentarse en el trono Salomón.

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Hola mi estimado hermano. Te cuento que no he podido restituir la PC, "el mango esta acido" y debo esperar a ver si se pone dulce para poder comprar otra PC. Entre tanto debo seguir arando con estos bueyes, asi que te pido pasiencia porque esto de estar revolviendo el dedo en el cuadrito este de la lap top me saca de las csillas.

Aqui te quiero recordar que hubo otro hijo de David ademas de Salomon y los otros que mencionas que exedio en todo a estos que mencionas, ya veras que si.

2 – Sabiduría y ciencia se repiten a lo largo de este libro, lo que bien encaja con la petición que Salomón le hiciera a Dios y que le fuera concedida (1Re 3:9-12; 4:29-31), lo que va paralelo con lo confesado aquí (1:16). Es interesante advertir la sabiduría recibida de Dios por Salomón, y la que él mismo buscó con su propio empeño y diligencia. Esta última nunca puede ser mala en sí misma, a menos que venga independiente de Dios, como la prometida por Satanás a Eva. Aunque la sabiduría se busque como si fuese plata y se la escudriñe como a un tesoro hallado (Pr 2:4), debe estar en consonancia con la que “procede de lo alto” (Stg 3:17).

El otro hijo de David al que me refiero exedio en sabiduria a Salomon, precisamente con sabiduria de lo alto!!


3 – Riqueza, prosperidad y placeres. Lo que se detalla en el c.2:1-10 cuadra con Salomón mejor que con cualquier personaje conocido.

Tambien este otro hijo de David exede en riquezas a Salomon...

4 – Sabiduría buscada, adquirida y perdida; la mujer que atrapa con trampas, redes y ligaduras (7:23-26). Esto concuerda con la apostasía de Salomón por su amor a muchas mujeres (1Re 11:1-10).

Este pasaje tengo que aceptar que me es un poco confuso. En el verso 23 dicese del autor que dijo: "Hacerme he sabio"...De ser Salomon el autor, esto no encaja porque ya el lo era. el era el hombre mas sabio del que tengamos noticia, asi que el decir "hacerme he" es algo que no encaja ni con la autoria de Salomon ni con la autoria que yo sugiero pueda ser. Pero avancemos porque este tema siempre me interezo mucho...

Bueno, hasta aquí llegué. Ahora pasaré a estudiar el mensaje de Armando –que ya he leído-, para considerar sus contrarias razones.

Contestare tu post # 24 tan pronto pueda, tal vez mi asnucia te sorprenda cuando leas lo "descabellado" de mi razonamiento, pero igual se que analizaras lo que planteare.

Te mando un abrazo hermano.
 
Estimado Armando

Estimado Armando

Renovado gozo el de tenerte nuevamente con nosotros.
Se me ocurre que bien podrías poner un aviso en Internet: "Cambio chivo de probadas condiciones por PC de última generación".

Volviendo al tema, a mí también me extrañó lo de Ecl 7:23 que en mi RV1995 dice: "Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo "¡Seré sabio!"; pero la sabiduría se apartó de mí".

Entonces recordé algo que ya había notado anteriormente: una cosa es la sabiduría recibida por Salomón como un don de Dios en respuesta a su pedido. Otra es la sabiduría adquirida por el esfuerzo personal y respondiendo a ciertas curiosidades. Por lo que dice el v.25 podemos inferir que Salomón se aplicó al estudio de la psicología. Hermanos nuestros hoy en día se meten también a estudiar ciertas cosas en el afán de distinguirse por sus conocimientos más altos y profundos, y acaban cayendo en los abismos del error.

De ser así como pienso, este v.23 encaja bien dentro de la experiencia del propio Salomón.

Seguimos compartiendo.
 
Re: Estimado Armando

Re: Estimado Armando

Renovado gozo el de tenerte nuevamente con nosotros.
Se me ocurre que bien podrías poner un aviso en Internet: "Cambio chivo de probadas condiciones por PC de última generación".

Volviendo al tema, a mí también me extrañó lo de Ecl 7:23 que en mi RV1995 dice: "Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo "¡Seré sabio!"; pero la sabiduría se apartó de mí".

Entonces recordé algo que ya había notado anteriormente: una cosa es la sabiduría recibida por Salomón como un don de Dios en respuesta a su pedido. Otra es la sabiduría adquirida por el esfuerzo personal y respondiendo a ciertas curiosidades. Por lo que dice el v.25 podemos inferir que Salomón se aplicó al estudio de la psicología. Hermanos nuestros hoy en día se meten también a estudiar ciertas cosas en el afán de distinguirse por sus conocimientos más altos y profundos, y acaban cayendo en los abismos del error.

De ser así como pienso, este v.23 encaja bien dentro de la experiencia del propio Salomón.

Seguimos compartiendo.

Jajaja, tu idea es buena pero saldria perdiendo yo, el chivo vale mas de dos PC Y ya tine un comprador!!! En Puerto Rico hay un hombre que me compro seis chivas y un chivo ayer y esta interezado en comprarme a este, le pedi 3000 y el me ofrecio 2200, creo que voy a ceder por ese precio para salir de el, ya no le tengo confianza y no lo voy a poder llevar mas a competir por temor a que me vuelva a acornear.


Perdona pero aun no he elaborado mi respuesta, tiempo y pereza de usar este computador me desaniman, pero le hare la luchita.


Bendiciones!
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès


Hola Ricardo, me dispongo a exponer mi criterio. Para comenzar, quiero que repares en las distintas reductions sobre el primer versiculo, haciendote notar que en todas las versiones (exseptuando la TNM, por que sera…?) la palabra “Predicador” o “Qohelet” o “Maestro”, etc, estan escritas con letra mayuscula…No te sugiere algo esto?
 
(ARA1993+)
¶ Palavra [SUP]H1697[/SUP] do Pregador, [SUP]H6953[/SUP] filho [SUP]H1121[/SUP] de Davi, [SUP]H1732[/SUP] rei [SUP]H4428[/SUP] de Jerusalém: [SUP]H3389[/SUP]
(BNP) Discurso de Qohelet, hijo de David, rey de Jerusalén:
(BSA) Palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén.
(BSO) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(BTX2) Las palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalem.
(DHH-D)
I. EXPERIENCIAS DEL PREDICADOR (1–2)
Todo es vana ilusión
(1–2) Estos son los dichos del Predicador,[SUP][a][/SUP] hijo de David, que reinó en Jerusalén.
¡Vana ilusión, vana ilusión!
[SUP]
[/SUP]
¡Todo es vana ilusión![SUP][c][/SUP]
(DHHe (D)) (1-2)
I. EXPERIENCIAS DEL PREDICADOR
Todo es vana ilusión
Estos son los dichos del Predicador,
[SUP][a][/SUP] hijo de David, que reinó en Jerusalén.
¡Vana ilusión, vana ilusión!
[SUP]
[/SUP]
¡Todo es vana ilusión![SUP][c][/SUP]
(Jünemann)
Las riquezas y placeres son vanidad​
Palabras del Eclesiastés
[SUP](a)[/SUP], hijo de David, rey de Israel, en Jerusalén.
(KJV-1611) The wordes of the Preacher, the son of Dauid, King in Ierusalem.
(LBLA) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(NBLH) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(NVI)
Discurso inicial​
Éstas son las palabras del Maestro,[SUP][a][/SUP] hijo de David, rey en Jerusalén.
(NVP) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(PER) Discurso de Qohelet, hijo de David, rey de Jerusalén:
(R1569) PALABRAS del Predicador, hijo de Dauid, Rey en Ieruſalẽ.
(RV1865) PALABRAS del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem.
(RV1960 (T))
Todo es vanidad​
Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(RV1995)
1. LA EXPERIENCIA DEL PREDICADOR (1.1–2.26)
Todo es vanidad
Palabras del Predicador,
[SUP][a][/SUP] hijo de David, rey en Jerusalén.
(RVG10-R) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(SRV) PALABRAS del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem.
(SSE) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(Stendal) Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(TLA)
Nada tiene sentido
(1-2) Estas son las palabras del Predicador, hijo de David, que fue rey en Jerusalén:
¡En esta vida nada tiene sentido!
¡Todo es una ilusión!
(TNM) Las palabras del congregador, el hijo de David el rey en Jerusalén.
(VM) PALABRAS del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalem:
 
Ese es un punto del que mas adelante ampliare un poco mas. El Segundo punto es que el Libro del Eclesiastes no dice que haya sido escrito por Salomon, no lo dice. En los otros Libros de la autoria de Salomon, como Cantar de Cantares y el Libro de los Proverbios, expresamente comienza el autor confirmando su autoria:
<DIR>
Pro 1:1 LOS proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:
</DIR>Cnt 1:1 CANCIÓN de canciones de Salomón.

Si tenemos estos ejemplos de que Salomon testifica la autoria de sus Escritos en estos casos, por que no habria de hacerlo en el caso de “Eclesiastes”? No tiene sentido el querer pasar por anonimato cuando ya dejo testimonio de que esa no era su costumbre…

Estas son mis razones para desestimar la autoria de Salomon, ademas del texto que cite con anterioridad, cap. 2:9. Pero ahora paso a exponer quien a mi juicio puede ser muy bien el autor del Eclesiastes.

1 – “Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría”.
Para empezar, y antes de ir a la segunda frase que es la que argumentas, no podemos desatender la primera que parece correr paralela con lo que dice de Salomón en 1Crónicas 29:25:
“Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel, y le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel”.
Es que precisamente la primera parte de la frase concuerda precisamente con el otro hijo de David al que me refiero: Jesus!
2 - Vista tal coincidencia, pasamos a considerar tu argumento con la segunda frase: “conservé conmigo mi sabiduría”.
Cuando lees en 1Reyes 11 en cuanto a la apostasía de Salomón, nada se dice de su sabiduría y menos de que la hubiera perdido. El problema de Salomón no fue de orden intelectual sino sentimental. El “amó muchas mujeres extranjeras” no hace de él un Don Juan romántico como el Profesor Girafales, sino un voluptuoso apasionado de las jóvenes bellezas paganas. Si hubiera perdido su sabiduría, su pecado sería menor; de conservarla, su pecado es mayor. Creo que este es su caso. Cuando un ministro religioso cae en algún pecado relacionado con el sexo, es mucho más grave que cuando lo comete un hombre común, incrédulo y vicioso. Salomón no dejó de ser sabio, pero cuando veía desfilar por la pasarela a Miss Egipto, Miss Moab, Miss Amón, Miss Edom, Miss Sidón…su corazón palpitaba fuerte. Muchas veces se habla en este pasaje del corazón de Salomón.
Entiendo y estoy de acuerdo contigo en que Salomon no perdiera su sabiduria intelectual, esa por supuesto que la conservo, pero no asi la ESPIRITUAL. Aqui cabe mencionar aquellas palabras del profeta: “A los sabios envio vacios…” y esto fue lo que le sucedio a Salomon al caer en la idolatria por los dioses de las mujeres que tuvo. Por eso decia que Salomon no conservo la sanitaria, en el plano espiritual.

3 - No es tampoco que instantes antes de su muerte intentara matar Salomón a Jeroboam, sino bastante antes, si miras en 1Re 11:40 como aquel huyó a Egipto y allí permaneció hasta la muerte de Salomón.
Es muy cierto eso, no se puede medir el tiempo transcurrido desde que quiz matar a Jeroboam hasta su misma muerte. Sin embargo es un hecho que esta escrito como constancia de su conducta en los ultimos detalles que se nos dan de el, mientras que su possible restauracion es solo eso, una posibilidad…
4 - Aunque nada se dice de un arrepentimiento de Salomón, podría ello colegirse del propio texto de Eclesiastés, como escrito final en el que suelta su desazón por los fracasos habidos.
Esto en el supuesto caso de que haya sido el el autor… Pero me resisto creer que despues de haber dado su nombre en los otros Libros, hubiera querido quedarse en este en el anonimato.
5 - A más de esto, el Señor Jesús en dos ocasiones alude a Salomón, y no de forma negativa, por lo que es difícil imaginar que lo hiciera de haber aquel acabado sin reconciliarse con Dios:
“pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”. (Mt 6:29).
“La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar”. (Mt 12:42).
Justamente es exaltada la sabiduria de Salomon, quien en su momento de gloria fue insuperable. David mismo tuvo sus cosillas negativas, pero contrario de lo que se dice de Salomon, de este si se nos testifica su arrepentimiento.
6 - “Salomón” ha sido también nombre vulgar entre judíos, cosa improbable de conservarse de él infausta memoria.
Bueno, me imagino que de haber nacido yo en aquellas tierras ahora me llamaria tal vez Salomon o David o Moises, ninguno de ellos fue perfecto, pero es indudable que fueron grandes sus nombres dentro del pueblo israelita.
Tal vez mi teoria es disparatada y hasta te parezca de un libreto de la vecindad del chavo del ocho, pero me aventuro, que mas da…
No escribio el dedo de Dios los diez mandamientos? Por que no pudo escribir Jesus unde los Libros de los que todos los demas pertenecen a su propia autoria…?
 
Estimado Armando

Estimado Armando

Respuesta a Mensaje # 28:

Es loable tu espíritu indómito y aventurero capaz de descolgarse con los presupuestos más sorprendentes. Grandes descubrimientos de la historia se hicieron sin embargo de forma insólita, creyendo incluso que se podía llegar al Oriente viajando en dirección contraria.

1 – No es sugestivo que la palabra Predicador aparezca con mayúscula, ya que en el hebreo y griego antiguo los caracteres no se distinguían por su tamaño que era uniforme a lo largo de un escrito. Esto es cosa de los traductores.

2 – Es pertinente la observación de que los libros de Proverbios y Cantares ya tienen en el primer versículo la autoría de Salomón. Sin embargo, que no conste así en Eclesiastés no es conclusivo, ya que son varios los libros de la Biblia en los que sus autores expresamente se esconden, generalmente por algún prurito de modestia. Además, a diferencia de aquellos otros dos, puede haber una razón muy especial en no identificarse el autor por nombre, como puede ser cierta vergüenza ante el fracaso que narra. Tal desilusión de la vida va en contraste con la sabiduría, riquezas, gloria y fama de este rey.

3 – Jesús, como hijo de David, en persona, vida y enseñanza parece ser la antítesis de Salomón y su malograda experiencia de vida. Ningún otro libro de la Biblia se opone más al Señor Jesús que este de Eclesiastés.

4 – Aunque el autor del libro quedara en el anonimato por decisión propia, creo que ha dejado las necesarios pautas como para que se infiera quien es.

5 – El Señor Jesús excede con creces a Salomón, ya que este recepcionó la sabiduría que aquel le confirió.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

OK Ricardo, como no puedo copiar el versiculo por las razones que ya te dije, te quiero decir que el tal versiculo en el que me apoyo para desestimar la autoria de Salomon es el versiculo # 9 del cap. # 2. En este versiculo el autor dice que "jamas perdio la sabiduria", bueno, textualmente dice "conserve conmigo la sabiduria...", esto excluye a Salomon, el cual, como todos sabemos NO CONSERVO la sabiduria, sino que cayo en pecado de idolatria y torno su corazon a los idolos. En cuanto a un posible arrepentimiento de Salomon, nada nos dice la Escritura, sino que en el relato anterior a su muerte solo se dice que su reino le es quitado por su rebelion y consedido a Jeroboam diez tribus, quedando solo dos tribus a los hijos de David como consecion a David, mas no por meritos de Salomon, a quien ya Dios habia decidido quitarle el reino y dividirlo como consecuencia de su desobediencia. Luego se nos dice: "Y durmio Salomon con sus padres..." O sea, fue reunido con sus padres. Pero incluso, antes de que se nos da a conocer la muerte de Salomon, se nos dice que este intento matar a Jeroboam al enterarse que Dios lo habia escogido para sucederlo en el trono. Un Salomon que instantes antes de su muerte intenta matar a un escogido de Dios no esta mostrando ningun signo de arrepentimiento en los ultimos instantes de su vida, como pretenden hacer creer algunos estudiosos...

Basado en esto que expongo me niego a creer que fue Salomon el autor del Libro que nos ocupa.

Recibe un abrazo mi hermano.

Armando....el detalle es que salomon fue sabio ..... pero no inteligente

Y aquella noche apareció Dios á Salomón, y díjole: Demanda lo que quisieres que yo te dé.

1:10
Dame ahora sabiduría y ciencia, para salir y entrar delante de este pueblo: porque ¿quién podrá juzgar este tu pueblo tan grande?
1:11

Y dijo Dios á Salomón Sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda, y gloria


la sabiduria...ES DADA POR DIOS ....pero la inteligencia hay que BUSCARLA...

2:6
1)Porque Jehová da la sabiduría, Y 2)de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

es por eso que pablo decia.... Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento;

2:1
HIJO mío, si tomares mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
2:2
Haciendo estar atento tu oído á la sabiduría; Si inclinares tu corazón á la prudencia;
2:3
Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz;

 
Apreciado Milenio

Apreciado Milenio

Respuesta a Mensaje # 30:

Me voy a atrever a preguntarme yo mismo qué es un hombre sabio y qué es un hombre inteligente, sin consultar diccionario alguno sino la comprensión que pueda tener de ambos términos, que por supuesto, no son sinónimos. Para ello recordaré personas que he conocido y tratado.

Antes que nada, y a diferencia de ambos, he conocido universitarios que se graduaron con honores y las más altas calificaciones en la materia que se doctoraron, siendo luego en la Facultad profesores de la misma. Fueron personas que estudiaron y aprendieron mucho, acumulando conocimientos vastos en aquella disciplina. De la conversación con ellos puedo recordar que no merecerían el calificativo de “sabios”, pues su ciencia se limitaba a la profesión elegida y en todo lo demás parecían incompetentes. Mucho conocimiento incorporado que les permitió ejercer un cargo público sin pena ni gloria. ¿Inteligentes? Tampoco. A fuerza de mucho estudio consiguieron grabar en el disco duro de su cerebro todas las nociones que les habilitó para el desempeño de su carrera, pero nada especial hicieron con su mucha instrucción. Confrontados a un dilema, no atinaban siquiera a encarar un tratamiento para dilucidar el problema. No podían improvisar una solución pronta y certera a la cuestión que se les planteara.

Hombres sabios conocí pocos, pero se caracterizaban no sólo por su vasto conocimiento general, sino por su pronta y certera utilización ante cualquier situación que se les presentara.

Hombres inteligentes, los hallé en la campaña, algunos de ellos analfabetos. No fueron a la escuela, y no sabían leer ni escribir. Sin embargo, conversando con ellos, usaban un rico vocabulario y me maravillaba que faltándoles una instrucción formal se expresaran con corrección, con una coherencia y agudeza realmente admirables.

La sabiduría e inteligencia de Salomón se percibe en la solución al caso de las dos madres que se disputaban el niño vivo.

Un hombre puede ser sabio e inteligente, y aun así, dejarse arrastrar por impulsos sensuales. Esto fue lo que perdió a Salomón.

Proverbios y Job son los dos libros que más hablan de la inteligencia, y creo que siempre será provechoso estudiar el tema en ellos.
 
Comenzamos

Comenzamos

1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? 4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. 5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. 6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. 7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. 8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. 9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. 11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.

Dios ha querido mostrarnos en este libro de Eclesiastés no solamente lo que Él tiene que decirnos en cuanto a asuntos varios, sino también la opinión del hombre natural, que aunque no exenta de sabiduría práctica, observa desde una perspectiva superior y confortable, la condición humana que bulle ante sus ojos de buen observador.

Quien ha sido rey desde muy joven, y aparentemente exitoso en todo, es consciente de su fracaso y ahora contempla en retrospectiva que aun en el mejor de los casos –como el suyo-, lo efímero de la vida echa finalmente a perder las ilusiones forjadas desde la juventud.

No culpa a Dios de nada, sino a la misma vida humana, que aun logrando colmar su ambición, el deterioro natural y su cercano final priva el mejor disfrute del presente, a lo que sin embargo no renuncia, como único consuelo.

Si no tuviésemos en cuenta el amargo sabor que la vida ha dejado en Salomón -a causa de su propio extravío-, y que escribe como un despechado, que teniéndolo todo ve que se encamina hacia la pérdida total, nos extraviaríamos nosotros mismo con su deprimente discurrir.

De cuando en cuando sin embargo, cuando se acuerda de Dios y levanta los ojos, tiene chispazos de profunda sabiduría consiguiendo elevarse por encima de la miseria humana.

La rutina de la vida y el transcurso del mundo físico le resulta monótono por lo repetido y previsible. Esta sensación de hastío es frecuente entre nosotros, pero el hombre moderno la sobrelleva mejor pues la tecnología le provee de los medios para su distracción y “matar el tiempo”. No teniendo Salomón televisión, teléfono celular y juegos electrónicos, se dedicaba a lo que tenía más a mano, en cantidad y variedad: el amor de las mujeres, preferentemente las exóticas extranjeras. Esto fue lo que lo perdió.

No solamente le preocupa esa secuencia que no le ofrece nuevas expectativas, sino que ni siquiera llegue a perdurar el recuerdo de lo que se ha vivido, disfrutado y hecho. Podría envidiar Salomón a Adán antes de la caída, pudiendo disfrutar del Paraíso para siempre, si no fuera que podría llegar a aburrirle el que se le hubiera dado una única compañera.

Puede envidiar Salomón al sol, la tierra, el viento y el mar, que pese al mecanismo que los rige sobreviven al hombre.

Si él hubiese puesto su mirada en los desposeídos y necesitados para compartir con ellos de su abundancia, le hubiera encontrado a la vida un sentido que no le permitiría decir: “todo es vanidad”. Aquí tenemos una buena lección para nosotros todos.
 
Proseguimos

Proseguimos

12 Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. 13 Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. 14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. 15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse. 16 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. 17 Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

La búsqueda de la sabiduría que el mismo Salomón propone en sus Proverbios como un ejercicio feliz y deseable, aquí la describe como un penoso trabajo. El estudio de cualquier ciencia explica esta paradoja. El que siente una auténtica vocación para ejercer determinada profesión, devorará los voluminosos textos de aquellas materias que hacen a su carrera universitaria, disfrutando cada página, cada lección, cada clase. El que solo aspira a su graduación y obtención de un título habilitante para ejercerla, sufre mucho luchando por memorizar la información que le permita ir salvando exámenes y pasando de grado. Tras recibirse, podrá sobrevivir con la obtención de un empleo, pero no se destacará y jamás será brillante.

Una cosa es la sabiduría que le fuera dada por Dios a Salomón; otra cosa es la que él procuró por sí mismo. Esto último no tenía por qué ser necesariamente malo, de haberse mantenido en consonancia con la que ya había recibido. Es de temer que Salomón se confió demasiado en su sabiduría como para meterse a estudiar sobre terreno asaz peligroso. La psicología entraña actualmente tal peligro, cuando algunas de sus luminarias fueron hombres alejados de la fe cristiana. Hay verdades en toda ciencia; pero es frecuente que se presente como evidencias científicas las que no lo son más que en las intenciones de los proponentes. “Entender las locuras y los desvaríos” no es para cualquiera, y únicamente con la gracia de Dios y el discernimiento espiritual es posible ayudar a los que padecen trastornos neurológicos. Sin embargo, no sabemos que Salomón tuviera esta loable motivación. Si él quería saber por saber nomás, podía haberse extraviado sin darse cuenta. Incluso, pudo quedar susceptible hasta absorber ideas extrañas mezcladas con falsas nociones religiosas de las mujeres extranjeras a las que se aficionó. El desmedido afán por saber encuentra un techo impenetrable, y el investigador pertinaz tantas veces golpea su cabeza contra él, que al final acaba deprimido y amargado. Esta tiene que haber sido la dolorosa molestia padecida por Salomón en su propia experiencia.

Por otro lado, viniendo ahora a nuestro terreno, cristiano, espiritual y eclesiástico, mi experiencia ha sido que los creyentes más alegres que he conocido, han sido los más ignorantes. Gozándose en su genuina experiencia de la salvación, no entendían de la Biblia ni de la doctrina, pero lo poco que habían comprendido de las Escrituras bastaba para que se regocijaran sabiendo que habiendo sido pecadores perdidos en camino al infierno, habían recibido en el Señor Jesucristo una salvación tan grande. Ellos podían escuchar a un predicador diciendo cualquier disparate y sin embargo gritar: -¡Amén! ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya!
Los más entendidos, en cambio, siempre sufrieron y lamentaron tales situaciones.

Acá en el Foro acontece lo mismo.
 
Eclesiastés 2 – 1era. Parte

Eclesiastés 2 – 1era. Parte

1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad. 2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? 3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. 4 Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; 5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. 6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. 7 Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. 8 Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música. 9 Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.

Esta porción parece el himno del ególatra.

Comienza con un “yo” que se irá agigantando a medida que se explaye con sus “mí” y “mis”: corazón, carne, obras, casas, viñas, huertos, jardines, trabajo, faena, etc.

Lo aprovechable de esta fallida experiencia de Salomón sirve al propósito de no incurrir nosotros en semejante desatino. Si el hombre más sabio de toda la tierra cayó en eso, ¡cuánto más vulnerables somos nosotros!

Sin embargo, si hemos aprendido bien a Cristo (Ef 4:20), también habremos aprendido a hacer nuestros tesoros en los cielos, pues allí es donde está nuestro corazón, junto con Él.

La alegría y el gozo de los bienes más la risa que expresa el placer ahora dice que es vanidad y locura, pero en su momento supo disfrutarlo.

Está obsesionado con haber sido “engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén”, como si todavía mereciera un trofeo por haber ganado el campeonato de exitosos, ricos y famosos.

Dirigentes religiosos de la postmodernidad se disputan el título.

El haber dado rienda suelta a todos sus apetitos y antojos le contentó de momento, para dejarle luego amargo sabor.
 
Eclesiastés 2 – 2da. Parte

Eclesiastés 2 – 2da. Parte

11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. 12 Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. 13 Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. 14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. 15 Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. 16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio. 17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. 18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 19 Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.

Cuando en retrospectiva contempla Salomón el resultado de todo aquello en lo que invirtió tiempo y esfuerzos, podríamos esperar que se diera por satisfecho. Sin embargo, lo clasifica como vanidad, aflicción de espíritu y sin provecho. ¿Por qué? Nada más que porque no para siempre él disfrutará de todo eso, sino quizás alguien que no lo merezca. Lo que le aterra es precisamente esa brevedad de la vida, que sus obras lo sobrevivan, y que otro las aproveche. Su visión es tremendamente egoísta. No piensa en la gloria que Dios reciba ni en la bendición del pueblo del país y la ciudad.

Insiste con lo de la sabiduría, desvaríos y necedad, o lo que llamaríamos la psicología. Le preocupa a lo que pueda llegar su sucesor. Aunque no lo dice, podría inferirse que así como está seguro que antes de él ninguno fue tan grande en Jerusalem, quizás sí pudiera serlo cualquiera de sus sucesores. Entonces, la grandeza que ahora nadie le disputaba, después de él otro podría sobrepasarla, por lo que terminaría por ser olvidada.

Sabemos que esto no ocurriría hasta que viniera aquel que pudo testificar: “en este lugar hay alguien que es más que Salomón” (MT 12:42).

Lamentablemente, descuidados estudiosos de la Biblia han tomado las palabras de Salomón como axiomas, de modo que sus sistemas teológicos se han sustentado en declaraciones del Eclesiastés, fruto de amargas decepciones en la experiencia de Salomón.

Él no tenía como prever que miles de años después todavía su nombre, sabiduría, obras y fama seguiría resonando por el mundo entero. Así que la historia y la realidad que personalmente hoy todos constatamos, es un mentís a su “no habrá memoria para siempre”.

Salomón es un hombre habituado a conversar consigo mismo. Sufre la soledad de quien por su exceso de sabiduría se ha quedado sin interlocutor válido. Estos es más frecuente de lo que podemos imaginar. Quien cree saber mucho, tiende a menospreciar la conversación de quienes no están a su nivel. A la vez, los menos entendidos acaban por fastidiarse al ser corregidos a cada cosa que digan.
 
Eclesiastés 2 – 3era. Parte

Eclesiastés 2 – 3era. Parte

20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. 21 ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. 22 Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? 23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. 24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? 26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

En este discurrir de Salomón es notoria la nota contradictoria. Es como si su sabiduría estuviera en constante pugna con su experiencia. Cuando deja expresar sus pensamientos sabios es consecuente con lo que ya había expuesto en sus Proverbios. Cuando afloran sus sentimientos, todo cambia.

Si no reparamos entre ambas procedencias de sus dichos, nos confundiremos al grado que lo han hecho muchos sectarios, pues aunque todo lo aquí escrito sea como Escritura divinamente inspirado para nuestra instrucción, debemos discernir que no siempre lo dicho por Salomón procede de Dios, sino de sí mismo.

Es cierto que a nosotros mismo nos decepciona que lo que David preparó y Salomón logró, lo estropeara luego Roboam y Jeroboam. ¡Así son las cosas!

Si alguien con su sabiduría, riqueza y poder confesaba que la vida no es más que dolores, molestias y ni siquiera un sueño tranquilo, ¿qué queda para el hombre pobre, sin trabajo seguro y un incierto porvenir?

En un arranque de fastidio decreta entonces que debe el hombre disfrutar del placer presente como si por conseguirlo fuera ello prueba del favor de Dios. Luego se va a desdecir de tamaña macana.

Hay “cristianos” exitosos que también toman su prosperidad presente como evidencia de que agradan a Dios. Es cierto que Él honra a los que le honran, pero no siempre la “honra” es sinónimo de abundancia material.
 
Eclesiastés 3 – 1era. Parte

Eclesiastés 3 – 1era. Parte

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? 10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.

Una de las obsesiones de Salomón que sin duda le quitaba el sueño era la del tiempo. Él podía llevar una agenda mental para hacer esto sin privarse de aquello, distribuyendo las horas de la jornada pero sin poder alargarlas. Aunque según la estación el día podía ser más largo y la noche más corta, siempre la suma daba igual sin poder sumar un minuto más.

Claro está que no era la mera división del tiempo en meses, semanas y días la que le permitía planificar sus metas, sino la ocasión propicia que cada cosa tuviera, y contra lo cual no era posible rebelarse. Su padre había escrito: “En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:15) y Moisés había orado: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12). Este conteo le era una tortura pues suponía un final. ¿Para qué tanta abundancia, esplendor y gloria si aunque nunca lo abandonaran él sí terminaría dejándolas?

Salomón podía calcular muy bien el fin utilitario de cualquier trabajo y podría actualmente competir con éxito en el difícil mundo de las finanzas. El problema estaba en que los resultados de las más arduas labores siempre iban a sobrevivir al más diligente obrero.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

Estoy en total acuerdo con Ricardo yes lo secundo end su propuesta. Comenzare diciendoles que tal vez sea el unico en pensar asi, pero creo y lo puedo etestiguar que este libro no fue de la autoria de salomon.Saludos cordiales.

Armandito, espero que no me salgas conque el libro de Eclesiastés lo escribió un cubano exiliado en Palestina.
 
Estimado Leal

Estimado Leal

Cuando Armando pasa días sin venir al Foro siempre me preocupa, pues no sé si el problema está en su PC o en su salud.
 
Eclesiastés 3:11 Texto áureo

Eclesiastés 3:11 Texto áureo

“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”.

Como en todos los libros de la Biblia, en este no podían faltar las perlas. Este versículo es una de ellas. Amerita aprenderlo de memoria.

Si quisiéramos mejorar la traducción no sabríamos cómo. En tan pocas palabras se nos habla de algo tan inmenso como la misma Creación, y tan infinito que trasciende al tiempo desde antes del comienzo y hasta más allá del fin de todas las cosas.

Empezamos a leer, y los ojos del corazón esparcen su mirada por floridos jardines, extensas praderas, intrincadas selvas, desiertos inmensos, cordilleras nevadas, mares profundos y el sin igual espectáculo de cierre de un cielo estrellado. Y a todo eso, la sin igual belleza de flores, árboles y plantas, animales gigantes y seres microscópicos, y por sobre todos ellos, los hombres: creado a imagen y semejanza de Dios.

Si algo no fuera hermoso, es porque desde la caída el hombre lo afeó con su pecado, y al día de hoy, mucho más intensamente.

Pero que Dios haya puesto eternidad en nuestro corazón…Son palabras que nos dejan suspensos, absortos, como en éxtasis, porque disfrutamos la idea sin alcanzar a entenderla.

Este efecto tiene la Palabra de Dios en nosotros. Nos comunica cosas capaces de pulsar en nuestra alma las cuerdas del arpa en un himno que asciende en adoración a nuestro Dios y Padre por Jesucristo su Hijo.