Nuestra muerte es merecida y es el juicio por el pecado. Aunque muramos de un infarto o nos maten.
La de Cristo es injusta. El no muere por sus pecados sino que lo sacrifican los sacerdotes.
Nuestra resurreción implica una nueva creación.
Lo que te estoy diciendo establece una distinción teológica necesaria pero poco discutida.
La resurrección de Cristo no es equivalente a la nuestra, porque Cristo no muere como un hombre corrupto, ni resucita como una nueva criatura, sino que muere justo y resucita justo, sin transformación interna, porque en Él no había pecado.
Hay versos claros que nos indican que Cristo manejaba las cosas del pecado:
...así también CRISTO, ofrecido una sola vez para cargar los pecados de muchos, será visto por segunda vez sin relación con el pecado a los que lo esperan para salvación.
(Heb 9:28)
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de DIOS en Él.
(2Co 5:21)
Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne.
(Rom 8:3)
Mira que no dice "en semejanza de carne sin pecado".
Así que, siendo Él sin pecado, el "Padre" lo convirtió en pecado. No dice que lo hiciera pecar, sino que lo convirtió en pecado. Así que Jesús, antes de morir, no era simplemente "pecador", sino PECADO MISMO. Es decir, se convirtió en el MAL MISMO a destruir porque EL PECADO tuvo que ser absorbido por Dios para así ser destruido, un símbolo ya existente en el AT:
Y YHVH dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente y ponla en lo alto de un asta, y sucederá que cualquiera que sea mordido y mire a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta, y sucedía que cuando una serpiente mordía a un hombre, y este dirigía su mirada a la serpiente de bronce, vivía.
(Núm 21:8-9)
Así que no puedes ampararte en que en Él no hubiera pecado (lo cual es cierto) porque en la cruz el Padre convirtió al Hijo en PECADO.
Son esencialmente distintas.
Nosotros morimos por causa del pecado (Romanos 6:23), es decir, morimos porque estábamos bajo corrupción.
Y cuando resucitamos (1 Corintios 15:42-44), lo hacemos como nuevas criaturas (2 Corintios 5:17), dejando atrás lo viejo. Es decir que morimos corruptos y resucitamos incorruptibles.
Cristo, en cambio, no murió por Su pecado, sino por el nuestro (1 Pedro 3:18).
No hubo corrupción en él (Hechos 2:27), y por eso la muerte no lo pudo retener (Hechos 2:24).
Es decir que él murió incorruptible y resucitó incorruptible.
No... murió convertido en PECADO para poder triunfar sobre él, tal y como está escrito.
Cristo no necesitó nacer de nuevo, porque nació ya como el Hombre nuevo, como un postrer Adán (1 Corintios 15:45).
Ahí no dice que fuera un hombre nuevo, sino que fue el "último hombre de la estirpe adámica", lo cuál es muy diferente.
En él no hubo pecado, ni sombra de corrupción (Hebreos 4:15), por lo tanto, su muerte no fue castigo por alguna culpa personal, sino por un acto redentor.
Claro, pero antes de morir tuvo que convertirse en pecado, lo cuál es aún más "pecaminoso" (desde un punto de vista meramente comparativo) que el que peca.
Nuestra resurrección implica una transformación. La suya, no.
Falso. Su cuerpo resucitado (y glorificado) era capaz de atravesar paredes, y aparecer y desaparecer, y hacerse indetectable a ojos de los demás. Eso no lo hizo antes. Su resurrección transformó su cuerpo terrenal, tal y como nos sucederá a nosotros.
Nosotros necesitamos morir para que la vieja criatura sea destruida.
Cristo muere sin haber sido parte de esa criatura vieja.
Precisamente Él vino a morir para que la vieja criatura fuera destruida porque nuestra muerte no podía matarla. Nuestra muerte no destruye a la vieja criatura. Destruye nuestro cuerpo, no nuestra "vieja criatura". La muerte de Cristo sí puede matarla, como está escrito:
Col 2:11-12:
En Él también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo;
habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también habéis resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos.
Él fue quien sepultó a la "vieja criatura"...
Nosotros resucitamos por la fe en su obra (Romanos 6:5), él resucita por el poder del Padre y su propia justicia (Juan 10:17-18).
Correcto.
Y esto tiene implicancias enormes.
El sacrificio de Cristo no es el de un pecador reformado.
No es la mejora de lo viejo, sino el ofrecimiento de lo nuevo por los viejo.
No es así. Lo viejo es obligado a pasar por la cruz, a ser muerto. ¡Pero después es resucitado y glorificado! Por eso no dice que Adán fue destruido, sino "el cuerpo de pecado". Lo que es resucitado y glorificado es el "Viejo Adán" que ahora es "Sin Corrupción". La cruz hace del Viejo Adán un "Hombre Nuevo sin Corrupción", pero la base del edificio siempre es Adán. DIOS NUNCA PIERDE LA PARTIDA. DIOS NO FRACASA CON ADÁN. Al
producto de la muerte de cruz, la resurrección y la glorificación es lo que denominamos "Nuevo Hombre". El proceso de muerte de la cruz ha destruido lo que se "oponía" a Dios, lo que estaba "separado" de Dios. Lo que resurge de las cenizas es el "Viejo Adán Limpio". Es llamado un "Nuevo Hombre" no porque esté "separado del Viejo Adán", sino porque "el Viejo Adán" ha sufrido una metamorfosis. Esto es así por varias razones:
1) Porque el
producto del proceso de cruz es
Dios-Hombre. Adán ya no está sólo, no es un hombre sólo que puede separarse de Dios, sino que ahora es "Adán-Unido-A-Dios". Es el Adán de siempre, limpiado, sin pecado, destruido el "cuerpo de pecado"... pero en UNIÓN PERMANENTE CON DIOS. Con razón ahora es llamado un "Nuevo Adán", un "Nuevo Hombre".
2) Adán ya no tiene relación con el pecado. El "cuerpo de pecado" de Adán ha sido destruido.
La enseñanza apostólica sobre el "nuevo hombre" debe completarse con todos los textos que nos indican que DIOS RESCATA A ADÁN DE SU POSTRACIÓN. Mediante el misterio de la destrucción de la cruz... el Viejo Adán es resucitado. Esta resurrección lo TRANSFORMA en un "nuevo hombre".
El cristianismo predica una TRANSFORMACIÓN a través de la DESTRUCCIÓN, no una SUSTITUCIÓN a través de una DESTRUCCIÓN. Cristo no sustituye al Viejo Adán, sino que se UNE al Viejo Adán. Por eso a Cristo lo denomina "Último Adán" y también "Hombre Celestial" o "Nuevo Hombre". Porque se UNE a Él, lo DESTRUYE (lo mata) y después, de las cenizas, lo RESUCITA y lo GLORIFICA. Es decir, lo transforma.
Su resurrección no es un ejemplo para ser copiado, sino un acto fundacional único que hace posible nuestra propia transformación.
Obviamente.
Tu afirmación de que Jesús “aprendió a obedecer desde la desobediencia” es teológicamente incorrecta, y también bíblicamente insostenible.
Lo que las Escrituras enseñan es que Jesús aprendió la obediencia desde el sufrimiento, pero sin pecado, y no desde una naturaleza inclinada al mal como la nuestra.
Jesús no tenía naturaleza desobediente
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Jesús fue tentado, pero sin pecado en Su naturaleza ni en Su respuesta.
No se dice que Jesús luchara con tendencias internas al mal (como nosotros), sino que experimentó la presión externa del mal sin ceder a ella.
Jesús aprendió obediencia, pero no desde la desobediencia.
Hebreos 5:8
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.
Este “aprender” no implica que antes fuera desobediente, sino que su obediencia fue puesta a prueba de forma creciente en la medida que sufría y soportaba sin rendirse.
Es decir, experimentó la obediencia como humano a través del padecimiento, no desde una posición rebelde, sino desde una voluntad libre sometida al Padre.
Adán también debía aprender obediencia, pero falló.
Génesis 2:17
Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás...
Y como Cristo, Adán estaba en un estado de libertad moral, no de corrupción.
Cada día que no comía del árbol, practicaba la obediencia y maduraba en ella.
Jesús, como el postrer Adán (1 Corintios 15:45), vino a hacer lo que el primero no hizo: aprender obediencia hasta el fin, incluso en la muerte (Filipenses 2:8).
La tentación de Jesús no fue desde el deseo del mal, sino desde la presión externa.
Mateo 4:1
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Jesús fue tentado desde afuera, por Satanás, y en su humanidad soportó el ataque completo sin pecar.
No se trató de una lucha con concupiscencias internas (como en Santiago 1:14), porque en Él no había concupiscencia.
Salmo51: El ya nace de María como nueva creación y engendrado por Dios.
Así que para ti lo único que Cristo experimentó respecto al pecado fueron "presiones externas".
Así que todas las tentaciones y debilidades que experimentó para ti solo eran "voces de fuera".
Vamos, que con unos tapones en las orejas Cristo lo hubiera vencido todo.
Te tenía por más inteligente que esto.
Tu afirmación no solo es teológicamente débil, sino que desconoce la base misma de lo que significa “nueva creación” en Cristo.
Decir que la nueva creación solo comienza con la resurrección es un error de concepto.
La Escritura enseña que Cristo ya vino al mundo como un hombre nuevo, no como una modificación del antiguo.
1 Corintios 15:47
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
Cristo no se convirtió en "el segundo hombre" en la resurrección, sino que ya vino del cielo como tal.
Lo que vino fue una nueva clase de hombre, no nacido de voluntad humana, ni de carne, ni de sangre (Juan 1:13), sino engendrado directamente por Dios (Mateo 1:20; Lucas 1:35).
Cristo no fue parte de la vieja creación.
Quizás tendrías que enseñar a la IA que segundo hombre no es "nuevo hombre". Hay un adjetivo diferente. No es lo mismo "segundo" que "nuevo". Enséñaselo.
^_^
Juan 1:14
Aquel Verbo fue hecho carne.
Hebreos 1:5
Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.
Jesús no fue formado de la naturaleza caída, no fue producto de la carne de Adán, sino que vino como un nuevo hombre desde su concepción, un hombre santo que nació sin mancha, ni herencia de Adán (Lucas 1:35: “será llamado Santo, Hijo de Dios”).
Romanos 8:3 me temo que no tiene vuelta de hoja.
No puede haber resurrección sin un vida incorruptible previa.
Es al contrario. No puede haber resurrección sin un vida
corruptible previa.
Si no hay posibilidad de muerte no hay posibilidad de resurrección. La resurrección presupone una
mortalidad previa, es decir, una muerte previa.
La resurrección no hace de Cristo un nuevo ser.
Él muere siendo justo (1 Pedro 3:18), y resucita por justicia, no para hacerse justo.
Cristo (Dios) no tiene que hacerse justo, pero Cristo (Hombre) sí tiene que hacer justo al Viejo Adán. Por eso precisamente vino y murió en una cruz.. para hacer justo al injusto, como está escrito:
Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
(1Co 6:11)
A diferencia nuestra, él no necesita nacer de nuevo porque ya nació del Espíritu.
Claro: Su "nacer del Espíritu" no puede considerarse un "nacer de nuevo" porque refiere al milagro de la concepción. Es decir, no es que Dios "nazca de nuevo a Sí Mismo", sino que refiere a su en-carnación, a su "hacerse carne".
La aceptación del sacrificio no determina Su naturaleza.
La aceptación del sacrificio por parte del Padre no convierte a Cristo en nueva creación.
Dile a la IA: Si Cristo no resucita, no puede hacer nueva creación, puesto que todo "existe por Él y a través de Él".
A ver qué te contesta. JAJAJA.
Cristo ya era el Cordero sin mancha desde antes de morir (Juan 1:29; 1 Pedro 1:19-20).
La aceptación valida el propósito de Su muerte, pero Su origen sigue siendo divino y santo desde el inicio.
La nueva creación no comienza en la tumba vacía. Comienza en el pesebre, cuando Dios engendra por su Espíritu a un hombre nuevo que no pertenece a la línea adámica.
Ese hombre es Cristo, el Verbo hecho carne.
Su resurrección no lo transforma en nueva creación, sino que la confirma.
Todo este argumento queda descartado por dos razones:
1) Porque Cristo aún no ha vencido a todos sus enemigos, sino que es un "proceso".
2) Porque aún esperamos "Cielos Nuevos" y "Tierra Nueva".
Es decir, la "Nueva Creación" es algo todavía a ser manifestado.
O bien está "escondida", o bien no "existe" todavía.
A la carne corrompida.
No.
Cristo no toma la carne corrompida donde moraba el mal. Tu postura es errada como la de HectorLugo.
Ustedes piensan que él tomo carne corrompida y la crucificó para des coromperla.
No, la crucificó para destruirla.

El "cuerpo de pecado" debe ser destruido, y esa es la misión de la cruz.
Entienden eso a partir de aquello que dice que él condenó al pecado en la carne.
Pero esta afirmación es profundamente errada y confunde.
Cristo no tomó carne podrida para purificarla.
Esa idea distorsiona el mensaje del evangelio.
Cristo vino en carne, sí, pero no en carne corrompida ni esclava del pecado.
Él fue el Cordero sin mancha y sin contaminación desde su origen.
Juan 1:14 El Verbo se hizo carne
Lucas 1:35 Aquel Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios
1 Pedro 2:22 El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca
La carne de Cristo no era como la nuestra en corrupción, sino como la nuestra en forma.
Todo esto queda postrado por el verso que ya compartimos. Dios (Padre) convirtió en pecado a Dios (Hijo). Así que lo que era santo tuvo que convertirse en pecado (lo cuál es peor que pecador) y sufrir separación:
Y a la hora novena Jesús exclamó con fuerte voz: ELOI, ELOI, ¿LEMA SABACTANI?, que traducido significa, DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
(Mar 15:34)
Cristo vino “en semejanza de carne de pecado” (Romanos 8:3), no en carne de pecado.
Pablo escoge cuidadosamente esa expresión.
Cristo no vino en carne pecaminosa ni caída, sino en semejanza a esa carne, para condenar al pecado en ella, no desde ella. Para condenar al pecado como carne y no como espíritu.
Romanos 8:3 Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne
No se dice que condenó "su pecado" ni "su carne", sino al pecado mismo en condición de hombre y no como Dios.
Cristo fue tentado desde afuera, no desde adentro.
Claro, Cristo fue tentado "virtualmente", como un mando a distancia. ¡FLUSH! Jajaja... "por ahí afuera". Como digo, si Cristo se hubiera puesto unos tapones en los oídos y unas gafas ya no habría podido ser tentado. ¿Por qué no se le ocurriría ponerse tapones y gafas? ¡Qué Cristo tan torpe!
La expresión "a semejanza de" no debe entenderse como "separado de", sino "igual a". Esto, junto a la expresión "se hizo pecado", debería ser suficiente para saber que lo que Cristo crucificó en Sí Mismo fue al "Viejo Adán", y no a la "Nueva Creación". Esto es tan obvio que me parece asombroso que tu inteligencia no alcance a verlo.
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado
Jesús no tuvo concupiscencia interna.
No había mal morando en Él.
Fue tentado como Adán antes de caer: con libertad de obedecer, pero sin corrupción interna.
"Virtualmente" y "externamente", como los videojuegos.

Qué cosas dices, Salmito.
La redención no consiste en "sanar" la carne caída.
La carne corrompida de Adán no puede heredar el Reino (1 Corintios 15:50).
Claro, por eso Pablo un poco después dice que tendremos que ser transformados (no dice "reemplazados" por la "SUSTANCIA DIVINA").
La redención consiste exactamente en la sanidad de la carne. ¿Cómo? Mediante su muerte y resurrección. En el fondo no estás creyendo en la resurrección.
Medita esta palabra.
Cristo no vino a reformar la carne caída sino a reemplazarla por una nueva creación.
Falso, como ya hemos discutido. Cristo vino a matar el "cuerpo de pecado" para TRANSFORMAR o ELEVAR a Adán al "estado" de una Nueva Creación.
En él nace el segundo hombre (1 Corintios 15:47), el principio de una nueva humanidad incorruptible.
Estás basando en ese versículo toda una teología deformada y deformante.
Algo mal estás haciendo, amigo.
No es mi teología sino tu entendimiento torcido de TODO.
Claro que está todo en mi biblia por eso la leo, y la creo y crezco en el conocimiento de la verdad.
Deberías intentarlo.
Amor burrazo.
No lees todo lo que está tu Biblia, sino lo que te conviene.
Amor,
Ibero