Espero que me permitáis, hermanos, que disienta en un pequeño pero no insignificante punto de cuanto leo en este foro. Muchos habláis de la ascensión al cielo de tal o cual persona que no voy a poner en duda en estos momentos que lo merezcan o no, pues mi cometido no es juzgar. Pero salvo contadas excepciones que aparecen claramente descritas en las Escrituras, el Cielo y el Infierno se encuentran con las puertas cerradas hasta el día del Juicio Final. Ese día tendrá lugar la resurrección de los muertos y grandes y pequeños serán juzgados según sus obras y cito: “Vi un trono espléndido muy grande y al que se sentaba en él. Su aspecto hizo desaparecer el cielo y la tierra sin dejar huellas. Los muertos, grandes y chicos, estaban al pie del trono. Se abrieron unos libros, y después otro más, el Libro de la Vida. Entonces los muertos fueron juzgados de acuerdo a lo que estaba escrito en los libros, es decir, cada uno según sus obras” (Ap. 20, 11-14).
Mientras, nuestros padres, y los padres de nuestros padres y así hasta el comienzo del tiempo descansan en tierra esperando ese día que Dios quiera que sea favorable para todos nosotros y, con Su amor infinito sepa perdonar nuestras faltas.
Dios nos bendiga a todos.