¿Qué enseña realmente la elección incondicional del calvinismo?
La elección incondicional calvinista afirma que Dios escogió desde antes de la fundación del mundo, de manera arbitraria y soberana, quiénes serían salvos, sin considerar ninguna condición futura, ni siquiera la fe. Es decir, Dios, según esta doctrina, habría decidido unilateralmente quién se salvará, sin referencia a ningún hecho o condición futura, ni siquiera la fe en Cristo.
Según esta visión, Cristo solo viene para cumplir funcionalmente con una decisión tomada previamente por Dios Padre. La cruz y la obra de Cristo quedan subordinadas y reducidas a un simple instrumento necesario para salvar a los elegidos.
¿Por qué la elección calvinista es anatema según las escrituras?
Las escrituras presentan un panorama muy diferente y coherente que expone claramente este error del calvinismo:
1. Porque la elección calvinista ignora completamente la justicia absoluta cumplida en la muerte física de Cristo
- En la elección incondicional calvinista, Dios selecciona arbitrariamente individuos antes incluso de la muerte histórica y objetiva de Cristo, haciendo que la cruz sea secundaria. Esto degrada el valor absoluto del sacrificio físico y real de Jesús, haciendo que Su sacrificio pierda relevancia frente a una elección previa.
- En cambio, en esta revisión, la muerte real y objetiva de Cristo es absolutamente necesaria, central y decisiva, no simplemente instrumental. Dios no salva arbitrariamente, sino que la salvación se concreta en la muerte objetiva y real del pecador en Cristo, satisfaciendo plenamente la justicia divina.
Solución bíblica a la elección incondicional calvinista
Esta posición resuelve esto de forma absolutamente clara:1. Dios no elige individuos arbitrariamente antes de la cruz
- Dios decide salvar al ser humano corrompido mediante la muerte literal de Cristo. En Cristo, toda la humanidad caída muere realmente (no simbólicamente), satisfaciendo plenamente la justicia divina. Así, Dios no tiene necesidad de una elección previa arbitraria, porque la muerte universal en Cristo cumple la justicia absoluta exigida por la Ley.
2. La elección real ocurre después del pago en la cruz
- Dios elige y predestina en Cristo, no antes ni independientemente de Él. La elección es en referencia al nuevo hombre resucitado (Efesios 1:4-5: «nos escogió en Él antes de la fundación del mundo»), no al viejo hombre caído.
- Esto implica que Dios no hace una elección arbitraria sin referencia, sino que su elección se basa en una justicia objetiva plenamente cumplida primero por Cristo en la historia.
3. La elección no es arbitraria, sino fundamentada en Cristo
- El criterio que establece la elección para vida eterna no es una decisión arbitraria y secreta previa a Cristo, sino una realidad histórica ya cumplida en Cristo y aplicada a cada creyente mediante la fe.
- Dios pone toda la humanidad bajo el Señorío absoluto de Cristo y es Cristo, como heredero legítimo y juez designado, quien decide soberanamente sobre quienes son salvos y quienes son condenados (Mateo 25:31-46). La elección es decisión del Hijo, no una determinación caprichosa del Padre.
¿Por qué la elección calvinista es anatema de cara a las escrituras?
a. Reduce la cruz y la sangre de Cristo a un acto secundario
- La elección calvinista no toma como fundamento absoluto la muerte real de Cristo, sino una decisión arbitraria previa. Esto contradice claramente Colosenses 1:18 que establece la absoluta preeminencia de Cristo en la salvación.
b. Socava la justicia absoluta de Dios
- La elección incondicional implica que Dios está seleccionando individuos antes de haber ejecutado literalmente su justicia en la cruz. Esto le resta valor real y objetivo a la cruz como el lugar donde Dios ejecuta realmente la justicia y perdona legítimamente al pecador.
c. Crea una inseguridad espiritual insoportable
- La elección calvinista deja al creyente siempre inseguro, cuestionándose permanentemente su elección. En cambio, esta tercera posición ofrece una seguridad absoluta porque se basa en hechos reales históricos (la muerte real en Cristo), no en un decreto secreto imposible de verificar.
d. Roba a Cristo su lugar de heredero absoluto y Señor soberano
- Al situar la elección fuera o antes de Cristo, el calvinismo termina quitándole a Jesús su lugar legítimo y bíblico como Señor absoluto, heredero universal, y juez supremo que decide personalmente sobre aquellos por quienes murió y resucitó.
El problema de la segunda muerte
Finalmente, esta revisión clave sobre las dos muertes clarifica aún más la incoherencia calvinista:- La segunda muerte (Apocalipsis 20:14) es eterna precisamente porque quienes la sufren ya no pueden volver a morir físicamente. Ellos ya pagaron su primera muerte en Cristo (de manera universal), y por tanto no pueden morir físicamente de nuevo. La segunda muerte no es física sino espiritual y eterna: separación permanente y definitiva de Dios.
- Esto confirma claramente que la muerte física universal ya fue plenamente pagada por Cristo, obligando al juicio final a ser en términos espirituales y en referencia al Señorío de Cristo. Por eso, todos resucitan físicamente, pero algunos para salvación eterna y otros para condenación eterna según la fe y respuesta ante Jesucristo (Juan 5:29; Apocalipsis 20:11-15).
Conclusión final:
Esta revisión deja claramente expuesto que la elección calvinista es un evangelio anatema porque:- Quita a Cristo del centro absoluto de la salvación.
- Ignora que Dios estableció la muerte real y literal como pago absoluto al pecado.
- Limita gravemente la eficacia absoluta del sacrificio real y universal de Cristo.
- Convierte la gracia en arbitrariedad divina en lugar de fundamentarla legítimamente en justicia plena cumplida en Cristo.