Estimado Ernesto. Saludos cordiales.
(Había insertado un gráfico en mi mensaje anterior y no salió).
Es tan importante continuar con el ejemplo del año 2005, que fue un año “preñado”, para darse cuenta que algo similar pasó con el año embolismal de 1844, y descubriremos que el séptimo mes (Tishri), cayó precisamente en octubre y no en septiembre como muchos creían e interpretaban erróneamente, y según descubriremos, fue precisamente en el día 22 del mes de octubre, en otoño. (Es bueno realizar comparaciones). ¡Qué significaría si comprobamos que algo similar sucede en ambos años embolismales!, pues nada más ni nada menos que todo el castillo de naipes en el cual basas tus argumentos y silogismos, se viene abajo, incluyendo las interpretaciones de Pedro Felipe del Rey y demás asociados de las páginas que denigran a G. Miller y a E. White, uno de los cuales eres tú.
Si te das cuenta, no evado el tema, es más doy argumentos sólidos, demostrables a través de los últimos estudios y de otras fuentes que no son patrimonio exclusivamente adventista, y que se encuentran fácilmente en la Web para comprobarlo. (Poco a poco te diré las fuentes). Lástima que no salió el documento adjunto de las fases de la luna del octubre del año 1844; pero cualquier interesado lo puede ver en la dirección correspondiente si me la pide.
Al concluir con esa comparación, volveremos a la fecha del comienzo de las setenta semanas, y qué caraítas influyeron en la correcta interpretación del término de las 2300 tardes y mañanas: 22 de octubre de 1844, y el papel que desempeñó Samuel Snow en todo esto.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.