Re: $ 1000 dolares para que me pruebe con la biblia que ELENA WHITE es profeta de Di
Hola Gatomarco
USTED ESCRIBIÓ:``"Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido (Miller), y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías que siempre habían estado veladas al pueblo de Dios."(Primeros Escritos, p. 229).´´
RESPUESTA: SI SACAS UN TEXTO DE SU CONTEXTO, SE VUELVE UN PRETEXTO.
``Dios envió a su ángel para que moviese el corazón de un agricultor que antes no creía en la Biblia, y lo indujese a escudriñar las profecías. Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido, y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías que siempre habían estado veladas al pueblo de Dios. Se le dio el primer eslabón de la cadena de verdades y se le indujo a buscar uno tras otro los demás eslabones hasta que se maravilló de la Palabra de Dios, viendo en ella una perfecta cadena de verdades. Aquella Palabra que había considerado no inspirada, se desplegaba ahora esplendente y hermosa ante su vista. Echó de ver que unos pasajes de la Escritura son explicación de otros, y cuando no entendía uno de ellos lo encontraba esclarecido por otro. Miraba la sagrada Palabra de Dios con gozo, a la par que con profundísimo respeto y reverencia.
No fue que los ángeles le explicaron las profecías como usted asevera , sino, que inspiraron a Guillermo Miller a estudiarlas. Si nada mas leemos el pedazo que usted posteo, se TERGIVERSA todo el contexto.
Por favor, ponga la información completa.
USTED ESCRIBIO:`` 2.- "Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús".........(Primeros Escritos pg. 15,34,285)
"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre." (Mat. 24: 36). (Ver Mat. 24: 36-39; Hech. 1: 6, 7).
El engaño que a sufrido el pueblo adventista por ésta falsa profeta ha sido asqueroso y degradante, no puede arrogarse a título de nada que ella haya sabido la hora y el día del regreso de nuestro Salvador. Estas declaraciones Marcelinos son más que suficientes para decir con propiedad que: EW, nunca a pasado la prueba de la blancura, es una falsa profeta
RESPUESTA: Amigo, es bueno que cuando lea una cita de un libro, lea el libro completo y todo su contexto.
Creo que se le olvido postear esta parte del mismo libro:
``Después de la visión, podía recordar mucho de lo que se le había mostrado, pero lo que era secreto y no había de ser revelado, no podía recordarlo. Como parte de lo que sucederá cuando el pueblo de Dios sea librado (pág. 285), oyó anunciar "el día y la hora de la venida de Jesús." Pero acerca de esto, ella escribió más tarde:
"No tengo la menor noción del tiempo mencionado por la voz de Dios. Oí proclamar la hora, pero después que salí de la visión no tuve el menor recuerdo de esa hora. Pasaron delante de mí escenas de interés tan emocionante y solemne que ningún lenguaje resulta adecuado para describirlas. Todo eso era para mí una viviente realidad. "-E. G. de White, carta 38, 1888, publicada en Selected Messages, libro 1, pág. 76.
Esta parte se encuentra en el apéndice del mismo libro que cita.
Cada vez que ella se le presentaba una visión, en la que Dios decía el día y la hora de su venida, ya era finalizando el periodo de tiempo de angustia de Jacob (si conoces el concepto, lo entenderás)
Ejemplo.
. Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús.
EN QUE CONTEXTO:
Los 144,000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En su frente llevaban escritas estas palabras: "Dios, nueva Jerusalén," y además una brillante estrella con el nuevo nombre de Jesús. Los impíos se enfurecieron al vernos en aquel santo y feliz estado, y querían apoderarse de nosotros para encarcelarnos, cuando extendimos la mano en el nombre del Señor y cayeron rendidos en el suelo. Entonces conoció la sinagoga de Satanás que Dios nos había amado, a nosotros que podíamos lavarnos los pies unos a otros y saludarnos fraternalmente con ósculo santo, y ellos adoraron a nuestras plantas. (Véase el Apéndice.)
Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde había aparecido una nubecilla negra del tamaño de la mitad de la mano de un hombre, que era, según todos comprendían, la señal del Hijo del hombre. En solemne silencio, contemplábamos cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose cada vez más esplendorosa hasta que se convirtió en una gran nube blanca cuya parte inferior parecía fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un hermosísimo himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hombre. Sus cabellos, 16 blancos y rizados, le caían sobre los hombros; y llevaba muchas coronas en la cabeza. Sus pies parecían de fuego; en la mano derecha tenía una hoz aguda y en la izquierda llevaba una trompeta de plata. Sus ojos eran como llama de fuego, y escudriñaban de par en par a sus hijos. Palidecieron entonces todos los semblantes y se tornaron negros los de aquellos a quienes Dios había rechazado. Todos nosotros exclamamos: "¿Quién podrá permanecer? ¿Está mi vestidura sin manchas?" Después cesaron de cantar los ángeles, y por un rato quedó todo en pavoroso silencio cuando Jesús dijo: "Quienes tengan las manos limpias y puro el corazón podrán subsistir. Bástaos mi gracia." Al escuchar estas palabras, se iluminaron nuestros rostros y el gozo llenó todos los corazones. Los ángeles pulsaron una nota más alta y volvieron a cantar, mientras la nube se acercaba a la tierra.
Aquí se describe la Segunda Venida de Cristo.
Los demás textos describen la misma escena. OTRO EJEMPLO:
En el tiempo de angustia, huimos todos de las ciudades y pueblos pero los malvados nos perseguían y entraban a cuchillo en las casas de los santos; pero al levantar la espada para matarnos, se quebraba ésta, y caía tan inútil como una brizna de paja. Entonces clamamos día y noche por la liberación, y el clamor llegó a Dios. Salió el sol y la luna se paró. Cesaron de fluir las corrientes de aguas. Aparecieron negras y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. Pero había un espacio de gloria fija, del que, cual estruendo de muchas aguas, salía la voz de Dios que estremecía cielos y tierra. El firmamento se abría y cerraba en honda conmoción. Las montañas temblaban como cañas agitadas por el viento y lanzaban peñascos en su derredor. El mar hervía como una olla y despedía piedras sobre la tierra. Y al anunciar Dios el día y la hora de la venida de Jesús, cuando dio, el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía de hablar mientras las palabras de la frase rodaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con los ojos en alto escuchando las palabras según salían de labios de Jehová y retumbaban por la tierra como fragor del trueno más potente. El espectáculo era pavorosamente solemne, y a terminar cada frase, los santos exclamaban: "¡Gloria ¡Aleluya!" Sus rostros estaban iluminados con la gloria de Dios , y resplandecían como el de Moisés al bajar del Sinaí. A causa de esta gloria, los impíos no podían mirarlos. Y cuando la bendición eterna fue pronunciada sobre quienes habían honrado a Dios santificando su sábado, resonó un potente grito por la victoria lograda sobre la bestia y su imagen.
Gato, no hay error, ni contradicción, eran visiones de los acontecimientos futuros que esa Señora vio.
Bendiciones
Hola Gatomarco
USTED ESCRIBIÓ:``"Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido (Miller), y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías que siempre habían estado veladas al pueblo de Dios."(Primeros Escritos, p. 229).´´
RESPUESTA: SI SACAS UN TEXTO DE SU CONTEXTO, SE VUELVE UN PRETEXTO.
``Dios envió a su ángel para que moviese el corazón de un agricultor que antes no creía en la Biblia, y lo indujese a escudriñar las profecías. Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido, y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías que siempre habían estado veladas al pueblo de Dios. Se le dio el primer eslabón de la cadena de verdades y se le indujo a buscar uno tras otro los demás eslabones hasta que se maravilló de la Palabra de Dios, viendo en ella una perfecta cadena de verdades. Aquella Palabra que había considerado no inspirada, se desplegaba ahora esplendente y hermosa ante su vista. Echó de ver que unos pasajes de la Escritura son explicación de otros, y cuando no entendía uno de ellos lo encontraba esclarecido por otro. Miraba la sagrada Palabra de Dios con gozo, a la par que con profundísimo respeto y reverencia.
No fue que los ángeles le explicaron las profecías como usted asevera , sino, que inspiraron a Guillermo Miller a estudiarlas. Si nada mas leemos el pedazo que usted posteo, se TERGIVERSA todo el contexto.
Por favor, ponga la información completa.
USTED ESCRIBIO:`` 2.- "Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús".........(Primeros Escritos pg. 15,34,285)
"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre." (Mat. 24: 36). (Ver Mat. 24: 36-39; Hech. 1: 6, 7).
El engaño que a sufrido el pueblo adventista por ésta falsa profeta ha sido asqueroso y degradante, no puede arrogarse a título de nada que ella haya sabido la hora y el día del regreso de nuestro Salvador. Estas declaraciones Marcelinos son más que suficientes para decir con propiedad que: EW, nunca a pasado la prueba de la blancura, es una falsa profeta
RESPUESTA: Amigo, es bueno que cuando lea una cita de un libro, lea el libro completo y todo su contexto.
Creo que se le olvido postear esta parte del mismo libro:
``Después de la visión, podía recordar mucho de lo que se le había mostrado, pero lo que era secreto y no había de ser revelado, no podía recordarlo. Como parte de lo que sucederá cuando el pueblo de Dios sea librado (pág. 285), oyó anunciar "el día y la hora de la venida de Jesús." Pero acerca de esto, ella escribió más tarde:
"No tengo la menor noción del tiempo mencionado por la voz de Dios. Oí proclamar la hora, pero después que salí de la visión no tuve el menor recuerdo de esa hora. Pasaron delante de mí escenas de interés tan emocionante y solemne que ningún lenguaje resulta adecuado para describirlas. Todo eso era para mí una viviente realidad. "-E. G. de White, carta 38, 1888, publicada en Selected Messages, libro 1, pág. 76.
Esta parte se encuentra en el apéndice del mismo libro que cita.
Cada vez que ella se le presentaba una visión, en la que Dios decía el día y la hora de su venida, ya era finalizando el periodo de tiempo de angustia de Jacob (si conoces el concepto, lo entenderás)
Ejemplo.
. Pronto oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús.
EN QUE CONTEXTO:
Los 144,000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En su frente llevaban escritas estas palabras: "Dios, nueva Jerusalén," y además una brillante estrella con el nuevo nombre de Jesús. Los impíos se enfurecieron al vernos en aquel santo y feliz estado, y querían apoderarse de nosotros para encarcelarnos, cuando extendimos la mano en el nombre del Señor y cayeron rendidos en el suelo. Entonces conoció la sinagoga de Satanás que Dios nos había amado, a nosotros que podíamos lavarnos los pies unos a otros y saludarnos fraternalmente con ósculo santo, y ellos adoraron a nuestras plantas. (Véase el Apéndice.)
Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde había aparecido una nubecilla negra del tamaño de la mitad de la mano de un hombre, que era, según todos comprendían, la señal del Hijo del hombre. En solemne silencio, contemplábamos cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose cada vez más esplendorosa hasta que se convirtió en una gran nube blanca cuya parte inferior parecía fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en torno de ella aleteaban diez mil ángeles cantando un hermosísimo himno. En la nube estaba sentado el Hijo del hombre. Sus cabellos, 16 blancos y rizados, le caían sobre los hombros; y llevaba muchas coronas en la cabeza. Sus pies parecían de fuego; en la mano derecha tenía una hoz aguda y en la izquierda llevaba una trompeta de plata. Sus ojos eran como llama de fuego, y escudriñaban de par en par a sus hijos. Palidecieron entonces todos los semblantes y se tornaron negros los de aquellos a quienes Dios había rechazado. Todos nosotros exclamamos: "¿Quién podrá permanecer? ¿Está mi vestidura sin manchas?" Después cesaron de cantar los ángeles, y por un rato quedó todo en pavoroso silencio cuando Jesús dijo: "Quienes tengan las manos limpias y puro el corazón podrán subsistir. Bástaos mi gracia." Al escuchar estas palabras, se iluminaron nuestros rostros y el gozo llenó todos los corazones. Los ángeles pulsaron una nota más alta y volvieron a cantar, mientras la nube se acercaba a la tierra.
Aquí se describe la Segunda Venida de Cristo.
Los demás textos describen la misma escena. OTRO EJEMPLO:
En el tiempo de angustia, huimos todos de las ciudades y pueblos pero los malvados nos perseguían y entraban a cuchillo en las casas de los santos; pero al levantar la espada para matarnos, se quebraba ésta, y caía tan inútil como una brizna de paja. Entonces clamamos día y noche por la liberación, y el clamor llegó a Dios. Salió el sol y la luna se paró. Cesaron de fluir las corrientes de aguas. Aparecieron negras y densas nubes que se entrechocaban unas con otras. Pero había un espacio de gloria fija, del que, cual estruendo de muchas aguas, salía la voz de Dios que estremecía cielos y tierra. El firmamento se abría y cerraba en honda conmoción. Las montañas temblaban como cañas agitadas por el viento y lanzaban peñascos en su derredor. El mar hervía como una olla y despedía piedras sobre la tierra. Y al anunciar Dios el día y la hora de la venida de Jesús, cuando dio, el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía de hablar mientras las palabras de la frase rodaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con los ojos en alto escuchando las palabras según salían de labios de Jehová y retumbaban por la tierra como fragor del trueno más potente. El espectáculo era pavorosamente solemne, y a terminar cada frase, los santos exclamaban: "¡Gloria ¡Aleluya!" Sus rostros estaban iluminados con la gloria de Dios , y resplandecían como el de Moisés al bajar del Sinaí. A causa de esta gloria, los impíos no podían mirarlos. Y cuando la bendición eterna fue pronunciada sobre quienes habían honrado a Dios santificando su sábado, resonó un potente grito por la victoria lograda sobre la bestia y su imagen.
Gato, no hay error, ni contradicción, eran visiones de los acontecimientos futuros que esa Señora vio.
Bendiciones