Dios no se puede contradecir, asì pues, deje que sea el mismo autor de la Biblia, es decir, Dios mismo, quien se explique a travès de su Palabra; y no saque vd. ningùn texto del contexto ni de la misma Biblia, pues asì es como se corrompe las verdaderas doctrinas, al poner por encima de las Santas Escrituras, doctrinas y tradiciones de hombres antibìblicas (Marcos 7:7,8,13).
Por ej., los textos de 1ªCorintios 15:22,23 y 1ªTesalonicenses 4:13-17, se complementan; pues aunque en la carta a los corintios el apòstol Pablo no menciona que los muertos estàn "durmiendo", como estaba Làzaro antes de ser resucitado (Juan 11:11-14), sin embargo, en la carta a los tesalonicenses, menciona, en 1ªTesalonicenses 4:13, que los muertos estàn como si estuviesen dormidos, pues la palabra griega que usa tiene ese significado, "dormidos"; ademàs todo el contexto de la primera carta a los corintios, capìtulo 15, habla sobre la esperanza de los que han muerto: la resurreciòn.
Por otra parte, se agarra vd., como a hierro ardiendo, a dos o tres textos bìblicos, que vd. saca del contexto y de toda la Biblia; y por èso despuès salen los churros que salen; pues Dios es coherente y sin contradicciones, desde Gènesis hasta Apocalipsis. Asì pues, por ej. el texto de Apocalipsis 6:9,10, donde describe a los cristianos que habìan muerto fieles, como en sacrificio a Dios, por èso se ven sus almas, sus vidas sacrificadas, bajo un altar, simbòlico; ya que, antes de la venida de Jesucristo a la Tierra, los israelitas solìan hacer sacrificios de animales, derramar su sangre sobre el altar, para expiaciòn de sus pecados, algo que quedò abolido con la muerte y resurreciòn de Jesucristo (Levìtico 17:11; Hebreos 9:11-14, 22-28); asì que, es muy apropiado que las almas, vidas, de esos fieles cristianos se vean bajo el altar, que, de forma similar a la sangre (vida) de Abel, derramada en el suelo por su hermano, Caìn, "clamaba" por justicia, es decir, exigìa que se hiciese justicia (Gènesis 4:10). De todas formas, y segùn Apocal. 6:11, en esa visiòn que fuè dada al apòstol Juan, en "el dìa del Señor" (Apocal. 1:10), ya se ven a los cristianos ungidos resucitados, los primeros en resucitar durante la presencia y 2ª venida de Jesucristo, quienes tenìan que esperar un poco màs, hasta que todos los cristianos ungidos muriesen, fielmente, como èllos.
Y sigue vd. agarràndose a unos textos, sacados del contexto y de la misma Biblia, en Lucas 16:19-31, para querer demostrar algo que la Biblia no enseña; pues allì Jesucristo està describiendo una paràbola, es decir, una ilustraciòn para enseñar a sus discìpulos y a los fariseos allì presentes, el cambio de favor, de parte de Dios, que pronto tendrìa lugar; y asì fuè, ya que, en la paràbola, "el hombre rico" representaba a los lìderes religiosos judìos, como los fariseos, quienes pensaban que tenìan el favor de Dios, pero que, desde el punto de vista de Dios, estaban muertos, espiritualmente; mientras que "Làzaro" representaba a las personas humildes y sinceras, sin mucho conocimiento seglar ni posiciòn social ni econòmica, que eran normalmente despreciados por los lìderes religiosos judìos, y por tanto, estaban "muertos" para èllos, para el mundo (Romanos 6:2-11); sin embargo, esas personas humildes fueron las que consiguieron el favor de Dios, y por tanto, fueron las que, simbòlicamente hablando, volvieron a la vida, resucitaron, en sentido espiritual. De hecho, toda la paràbola ya indica que se habla en sentido simbòlico, pues por ej., con una gota de agua es imposible que se pueda aliviar a alguien que està en llamas (Lucas 16:24); ademàs la paràbola es tambièn una alegorìa a la resurreciòn de los muertos (Lucas 16:30,31), que es la esperanza para los que han muerto (Juan 5:28,29); y es coherente con otras partes de la Biblia, donde dice que los muertos no estàn conscientes de nada en absoluto, que estàn como si estuviesen dormidos, y el lugar a donde van los muertos, en el Seol o Hades (infierno, que significa bajo tierra), no hay ninguna actividad; pues los que han muerto han sido absueltos de sus pecados (Eclesiastès 9:5,10; Juan 11:11-14; Romanos 6:7,23).
En cuanto a Jesucristo, es el ùnico mediador entre Dios y los hombres, quien està vivo para siempre e intercede ante Dios por nosotros, como asì dice la Biblia (Juan 14:6,13,14; 1ªTimoteo 2:3-6; Hebreos 7:24,25; 1ªJuan 2:1-3).
Por tanto, aplìquese vd. mismo las palabras que vd. suele transcribir al final de sus comentarios, registradas en Proverbios 8:5.