Hermano:
Importar vestigios del judaísmo al cristianismo es judaizar y judaizar es contrario a la verdad del evangelio.
14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? 15Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. (Gal.2:14)
Los que una vez vivieron bajo el yugo de esclavitud de la ley del Sinaí, están obsesionado con ella aunque sean cristianos, ellos piensan que ser cristiano es bueno, pero ser cristiano y guardar la ley del Sinaí es mejor. Eso lo hemos visto desde el principio y lo seguiremos viendo; pero así como en el principio Dios tenía hombres para ponerlos en su lugar, así también los ha tenido en todo tiempo y los tendrá siempre. El judaísmo es un veneno que pervierte el evangelio de Jesucristo. Al cristiano no le debe interesar lo que dijo Moisés, a él le interesa lo que dijeron los profetas, el testimonio de los apóstoles de Jesús de Nazaret y el evangelio revelado. Todo lo que sea extraño a esto, debe ser considerado basura por no decir estiércol.
¿Por qué crees que de todos los apóstoles de Jesucristo Pablo es el más atacado? La furia de los judaizantes es contra él, porque el Señor mediante el evangelio que le encomendó a Pablo, descubrió varias verdades que afectan directamente a esa religión de hombres. No te debe extrañar que ataquen la verdad expresada en sus epístolas y a todos los que les estorben su plan de pervertir el evangelio de la gracia de Dios con la toxina del judaísmo.
Es importante para el cristiano entender que la levadura del judaísmo no la traen solamente israelitas creyentes en el Mesías como dicen, sino mediante personas que han sido embrujadas por ellos. El mensaje que debemos darle siempre es este: A Moisés se le predica en la sinagoga, no en la iglesia, en la iglesia del Señor se predica el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo. En la iglesia se predica confianza en la obra de Cristo, en la iglesia se exalta a Jesucristo, no el folclor de ningún pueblo.
Saludos,
Leal
