Re: moises : murio o no murio.
Dagoberto,este asunto parecer ser,que todo el mundo lo quiere doctrinar.
Lo primero que tenemos que entender que es el alma y que es el espíritu, y luego podemos hablar,categóricamente.
No me vale que vengas diciendo,que el espíritu de Moises es el mismo Moises.
Vale? Saludos
Estimado Taret
Pidiendo disculpas por el Off topic, te envío este pequeño aporte sobre el alma y espíritu, quizás te sirva.
El ser humano es trino, alma, espíritu y cuerpo. Eso es lo que enseña su Palabra. :
"Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro ESPIRITU, y ALMA, y CUERPO sea guardado ENTERO sin reprensión para la venida de Nuestro Señor Jesucristo" (1 Tes. 5:23)
Es decir, son tres partes unidas en una sola: el hombre. Cuando el hombre era solo barro (cuerpo), Dios le dio vida alentando en su nariz; y esto dio vida al espíritu y también al alma del hombre:
Este es el relato de Génesis:
“Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente” (Gen. 2:7)
O sea que Dios le dio vida al hombre (barro) al darle espíritu, y la unión del soplo de vida dado por Dios con el cuerpo, produjo el alma: “
Y fue el hombre en alma viviente”. En definitiva el espíritu y el alma se funden prácticamente en uno solo, pues alma y espíritu tienen afinidad al ser de naturaleza espiritual;… es tanto lo que se funden que llegan a compartir prácticamente los mismos sentimientos y emociones, por esa razón en las Escrituras en ocasiones se le atribuye al alma los mismos sentimientos que al espíritu; en ocasiones habla del gozo del espíritu y en otras del alma, o de la tristeza del alma, como asimismo del espíritu.
Cuando su Palabra dice: “
Fue hecho el primer hombre Adán en ánima viviente, el postrer Adán (Cristo)
en espíritu vivificante” (1 Cor. 15:45) Quiere decir que Dios es fuente de vida, que da vida (espíritu vivificante), y el hombre solo recibe vida, no es fuente de vida sino receptor de vida.
Como te decía, espíritu y alma se funden de tal manera, como no lo hacen con el cuerpo, a pesar de ser los tres uno solo, porque el cuerpo es materia y el alma y espíritu son espirituales; generalmente comparten los mismos sentimientos, emociones, inclinaciones etc. Sin embargo esta separación sí la puede hacer Dios; Dios puede separar claramente el alma del espíritu del hombre, ya vuelvo sobre esto.
En resumen, el espíritu, es la parte espiritual del hombre que hace lo que es agradable a Dios, y el alma, es la parte espiritual del hombre, que hace lo que le es agradable a el mismo o a la carne; porque el espíritu procede de Dios, y el alma procede de la unión del espíritu que viene de Dios con el cuerpo materia del ser humano.
Por eso la Escritura dice: “
Si vivimos por el espíritu, andemos conforme al espíritu” (Gálatas 5:25), es decir, si por el espíritu (soplo de vida) hemos recibido vida, andemos conforme al espíritu y no conforme a la carne: “
Así que hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne” (Rom.8:12) . Nuestro espíritu, de origen divino, desea vivir siempre conforme a la voluntad de Dios y le agrada todo lo que es de Dios (su origen), pero a nuestra alma, de origen humano (unión del espíritu con el cuerpo, materia) le agradan más las cosas de la carne, lo que es de la tierra. (su origen).
El espíritu Santo de Dios nos es dado precisamente para que podamos vivir permanente y definitivamente
“conforme al espíritu”, para que podamos llevar a nuestra alma a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, pues ya decía que el alma está inclinada a lo que a nosotros nos agrada, como seres humanos, y el espíritu, que proviene de Dios, está inclinado a lo que le agrada a Dios:
“Empero si Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado; más el espíritu vive a causa de la justicia” (Rom. 8:10)
Te decía que la fusión entre alma y espíritu , es mucho más fuerte que alma y cuerpo o espíritu y cuerpo, pues ambas, alma y espíritu son espirituales, pero, sin embargo, con inclinaciones opuestas. Pero el hecho de que exista una unión tan intrínseca entre ellos, generalmente, no nos permite diferenciar en cuales son las emociones, sentimientos o inclinaciones que en ocasiones provienen o del espíritu o del alma. Pero, y esto es lo maravilloso… Dios nos provee la formula de reconocer cuando algo viene netamente del alma o netamente del espíritu: Su Palabra, … la Palabra de Dios, es la que hace la perfecta separación entre las emociones o sentimientos “
almáticos” y los espirituales, que son los que provienen de nuestro espíritu:
“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta PARTIR EL ALMA, Y AÚN EL ESPÍRITU, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos del corazón” (Heb. 4:12)
Aquí vemos claramente el trabajo de la Palabra de Dios, la que definitivamente nos da claridad cuando alguno de nuestros sentimientos son humanos o almáticos o son espirituales; es decir, si nos dejamos llevar por la dirección de la Palabra de Dios y hacemos conforme a su voluntad, estaremos apagando los afectos e inclinaciones del alma y por otro lado estaremos viviendo conforme a los afectos e inclinaciones de nuestro espíritu. Entenderás entonces la importancia vital de aceptar su palabra estrictamente de acuerdo a como Dios la entrega, y luego, darle cabida en nuestro corazón y ponerla por obra.
Te daré un ejemplo de decisiones del alma versus del espíritu.
Dios le prometió a Abraham que le daría un hijo; sin embargo; la tardanza de esta promesa, generó un pensamiento humano o “
almático” en el corazón de Sara; … y tomando sus propias decisiones, le dio a Abraham a su sierva Agar, para que tuviera descendencia: Ismael, sin embargo alrededor de catorce años después, nació Isaac, que era el hijo que DIOS había prometido. Aquí tienes una decisión del alma (humana) de Sara, opuesta a la voluntad de Dios; y esto lo vemos luego claramente señalado en Gálatas cuando dice:
“Porque escrito está, que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva, el otro de la libre. Más el de la sierva NACIÓ SEGÚN LA CARNE; pero el de la libre NACIÓ POR LA PROMESA” (Gála. 4:22,23)
Aquí Ismael representa una decisión carnal o humana, e Isaac, una decisión divina;… en otras palabras lo que viene del alma es lo que hacemos nosotros, lo que viene del espíritu, es lo que hace Dios en nosotros, o lo que hacemos conforme a la voluntad de Dios.
Dios te bendiga