Para entender lo de la Puerta Cerrada se debe tener en cuenta lo siguiente:
1) El ambiente apocalíptico generalizado que se vivía en la época de las predicaciones de William Miller (Movimiento Millerista), cuando se tenía una convicción de proximidad de los juicios de Dios. Ese movimiento había sido un reavivamiento religioso sin precedentes; hasta las tabernas se convirtieron en centros de predicaciçón y estudio de las profecías.
2) El origen de esa enseñanza se remonta al Movimiento Millerista, cuando no había aparecido en escena Elena G. De White, y mucho menos la IASD. Los milleristas habían basado sus cálculos proféticos más que todo en Daniel 8:14, correspondiente a la purificación del Santuario al finalizar los 2300 tardes y mañanas (2300 años literales sefún la base bíblica de día x año). Se tomaba como un hecho que al final de ese periodo se cumpliría lo que pasaba en el Yom-Kippur o Día de Expiación judío, que tipificaría el fin de la ,mediación de Cristo por nuestros pecados,
Especialmente conectado con esa profecía estaba la parábola de las Vírgenes Fatuas o Parábolas de las 10 Vírgenes, y el Clamor de Medianoche (v.6), con el cual William Miller había comparado su Movimiento. Tal como cuando las vírgenes entraron a las bodas, y se cerró la puerta, dejando a la vírgenes fatuas afuera. Miller comparó a las vírgenes como aquellos llamados al encuentro del Señor que regresa; las bodas, como el Reino eterno de Dios en la tierra, del cual serían excluidas por siempre los que no estuvieran preparados a la hora de su regreso. “y se cerró la puerta”, implicaba, según Miller, el término o fin del reino de la mediación de Cristo, y la finalización del periodo de la predicación del evangelio. Los milleristas hacían énfasis en la doctrina que en la Venida de Cristo todo ser humano estaría preparado o no para recibirlo, y que la oportunidad para la salvación terminaría, es decir, el tiempo de prueba para los humanos. Todo esto en contraposición con lo enseñado por otros, quienes enseñaban que habría un tiempo de prueba después del regreso de Cristo.
Después del chasco de octubre de 1844, Miller y sus asociados pensaron que sólo era cuestión de un poco más de tiempo, cuestión de días o meses, pero nada pasó.
Como Cristo no había venido, entonces, J.V. Himes, colega de Miller, y otros pensaron que la puerta de la salvación estaba abierta; por lo tanto, la parábola de las vírgenes no había se había cumplido todavía. Concluyeron que cualquiera que enseñara que esa parábola había sido cumplida debía también creer que el tiempo de prueba había terminado, e ipso ipso ser declarado un hereje de la “no misericordia”. La frase “puerta cerrada” se convirtió entonces en un epíteto.
3) Una minoría continuó aferrándose a la idea de que el cómputo de tiempo había sido correcto: que su error había sido la naturaleza del evento profetizado; que en octubre de 1844 los 2300 días habían finalizado en el simbólico Día de Expiación y la parábola había sido cumplida. Pero no en la forma que ellos habían esperado. Por lo tanto, la puerta de la parábola –cualquiera fuera su significado- había sido cerrada como cumplimiento de la profecía. Para ellos la frase “puerta cerrada” era equivalente a la afirmación de que el “verdadero clamor de medianoche” había sido el clímax de un mensaje dado por Dios, y que el movimiento de 1844 había sido conducido y permitido por Dios. En Su Providencia, había sido como una prueba de su consagración y disposición de estar listo para encontrar a su Señor. Naturalmente, esto presuponía que la mayoría, que habían renunciado al “tiempo”, le habían dado la espalda a la verdad y negado que el Señor los había conducido en el Clamor de Medianoche.
4) El pequeño grupo, del cual saldría más adelante la Iglesia Adventista del Séptimo Día, aceptó la explicación del Chasco, tal como lo primeramente lo adelantó Hiram Edson un día despuéa del Gran Chasco, a saber, que el ministerio de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario Celestial no había terminado con los 2300 días, pero que había entrado a otra fase, tal como está simbolizado por (1) la entrada del sumo sacerdote al Lugar Santísimo, comenzando la purificación simbólica del sanitario, y (2) por la entrada de las vírgenes apercibidas a las bodas (no a la tierra sino en el cielo); y que al final de esa fase, simbolizado por la salida del sacerdote del santuario y el regreso del novio de las bodas (Lucas 12:36). Estaba todavía por cumplirse, y sería seguido por el Segundo Advenimiento de Cristo.
5) Algo muy importante y vital. La retención de la creencia en la terminación del periodo profético de los 2300 días en 1844, y su separación del Segundo Advenimiento de ese periodo profético, salvó al pequeño grupo y sus descendientes espirituales del error cometido por la mayoría de los otros que participaron en el Movimiento Millerista, como fue el de estar señalando futuras fechas para el fin. Pero eso los dejó con un dilema de si aceptar la doctrina de la no-misericordia, o se debía corregir la opinión original de la “puerta cerrada” de los milleristas. Gradualmente llegaron a ver la apertura de la fase final del ministerio de Cristo como el cerramiento de la puerta del Lugar Santo y la apertura de la puerta del Lugar Santísimo, es decir, la apertura de un mensaje final para el mundo teniendo el sábado como “piedra de toque”, y la apertura de un nuevo ministerio más amplio, a nivel mundial, que precedería el Segundo Advenimiento. Pero eso tomó tiempo y varios eventos en el tiempo.
6) El pequeño grupo de futuros adventistas del séptimo día tenían que resolver el problema doble de; (1) ¿Estaba la puerta cerrada? y (2) ¿Qué era la puerta?
7) Ellen G. Harmon (aún soltera) fue acusada de pretender tener revelaciones de la doctrina de la no-misericordia o ausencia de misericordia, a lo cual ella respondió: “Con mis hermanos y hermanas, despuñes del tiempo pasado en el cuarenta y cuatro (1844), sí creía que no se convertirían más pecadores . . Me fue mostrado que había una gran obra por hacer en el mundo por aquellos que no habían tenido esa luz y la habían rechazado. Nuestros hermanos “ (Carta 2, 1874, en Selected Messages, book 1, p.74).
8) La primera visión de EGW (diciembre de 1844) representaba al “pueblo adventista” viajando a lo largo de una Santa Ciudad con la luz del “Clamor de Medianoche” detrás de ellos, y entraron al Segundo Advenimiento. Para los que aceptaban el mensaje de la visión, representaba seguridad de que el mensaje y movimiento de 1844 no había sido un engaño, o en otras palabras, que los 2300 días habían terminado y la parábola, con su “puerta cerrada”, había sido cumplida, y que dentro de muy poco verían a su Señor, quien estaba demorando su aparición para probar su fe. Este proceder de la demora se ve en otras partes de la escritura, como por ejemplo en Habacuc 2:3, Dios dice: “”Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”.
9) La visión de EGW en 1845 estaba en concordancia con la explicación de Irma Edsom . la de Cristo pasando del Lugar Santo al Lugar Santísimo-. En 1847 ella relacionó esa entrada al Lugar Santísimo con el cerramiento de la puerta. Así, ambos, Elena White e Irma Edson enseñaron que la obra de Cristo en el Santuario no había terminado aún, sino que era la continuación en otra fase. Sin embargo, ellos enseñaron que esta fase, la del Lugar Santísimo, sería de un periodo de tiempo menor.
10) Cuando en 1848, EGW describió uan visión representando el futuro de las publicaciones de la IASD como “chorros de luz que circundaban el mundo”, el pequeño grupo no podía comprender que era el tiempo y la posibilidad para que ellos llevaran uese mensaje al mundo entero.
11) En 1849, EGW tuvo otra visión del santuario celestial que describía aún más el significado de la “puerta abierta y cerrada”, en relación al mensaje del sábado, y en conexión a Apocalipsis 3:7,8. El cerramiento de una puerta significaba la apertura de otra. Leer la visión en mi próximo aporte.
12) El esposo de EGW, el pastor Jaime White, proclamó que la puerta estaba cerrada para “aquellos que habían escuchado el mensaje del evangelio eterno y lo habían rechazado”. Así pasará al final del tiempo cuando la proclamación del sábado junto al mensaje se su Segunda Venida sea rechazado por la mayoría. Sin embrago, Jaime White sostuvo que las siguientes clases podían ser convertidas: (1) “los hermanos equivocados” en la iglesia de Laodicea (la mayoría de los e-milleristas), (2) los niños que llegaban a la edad de responsabilidad (13 años), y las “almas ocultas” que no se habían arrodilado ante Baal, tal como en 1ª Reyes 19:18, quienes se convertirían en el futuro a su debido tiempo. Cuando escucharan el mensaje, pero que por el momento el mensaje era para la Iglesia de Laodicea (Apocalipsis :14-22).