Solo unos datos tomados de la pagina
http://es.catholic.net/familiayvida/159/313/articulo.php?id=4989 (para el que la quiera leer)
Sobre los efectos del divorcio.
En los miembros de la familia:
Dificultades económicas (empobrecimiento) principalmente para la mujer y los hijos con la consiguiente dependencia de los servicios de beneficencia del Estado (En USA, el 92% de los niños que reciben asistencia provienen de hogares rotos )
Hijos: habituales problemas emocionales: dificultad en las relaciones personales, baja autoestima, problemas de actitudes, falta de madurez, etc.
Hijos: mienten con frecuencia, tienen bajo rendimiento, niegan su responsabilidad ante sus actos y presentan dificultan de concentración. Y además se hacen resistentes a las terapias tradicionales para curar estas dificultades.
Hijos: menor nivel educacional y, por lo tanto, menores niveles de empleo y de ingresos a futuro.
Hijos: mayor promiscuidad sexual, aumento de embarazos y/o abortos en adolescentes.
Hijos: menor estabilidad en sus relaciones de pareja: se divorcian más u optan por no casarse.
Hijos: mayor consumo de alcohol y drogas; adopción de conductas de riesgo (violencia, conducir a alta velocidad, deportes o pasatiempos peligrosos, amistades violentas, etc)
Abandono emocional de los niños en el período inmediatamente posterior al divorcio: los padres están ocupados en reconstruir sus propias vidas (económica, social y sexualmente)
Mujeres: disminución de niveles económicos.
Mujeres: disminuyen la salud, las expectativas de vida y la sensación o la percepción de felicidad en la propia vida. Índices comparativos de muerte en 1999, en Australia, en relación a mujeres casadas, muestran que las mujeres no casadas tienen doble riesgo de muerte y las divorciadas un 48% más.
Mujeres: aumenta el riesgo de suicidio casi al triple (muy poco por debajo de las mujeres solteras), fuman y beben más y tienen más conductas de riesgo. En general empeora su salud después del divorcio.
Mujeres: aumenta la posibilidad de sufrir trastornos mentales: ABS, 1997 (Australia): 17% para mujeres casadas, 27% para mujeres divorciadas/ separadas y 21% para mujeres solteras.
Hombres: comparando hombres divorciados con aquellos que permanecen casados: el divorcio duplica el riesgo de suicidio, aumenta seis veces la frecuencia de problemas psiquiátricos, aumenta el riesgo de alcoholismo, abuso de sustancias químicas y de morir por cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Hombres: sufren más las consecuencias psicológicas y físicas del divorcio que las mujeres.
Separación del resto de las relaciones familiares: primos, tíos y abuelos. En Francia han comenzado los juicios de abuelos que demandan derechos de visita a sus nietos luego del divorcio de los padres, especialmente por parte de los abuelos paternos (el hombre no suele conservar la custodia de los hijos).
En la sociedad
Mayor violencia social.
Mayores gastos estatales (el Estado absorbe las dificultades de los miembros más desprotegidos)
Alto costo socioeconómico.
Se instaura en la sociedad la llamada “Cultura del rechazo y enajenación”: se da en diferentes situaciones presentadas como alternativas a la familia tradicional (unida por el vínculo matrimonial indisoluble). Ya sean padres divorciados (rechazo al cónyuge), padres solteros (rechazo al otro progenitor y a ofrecer al hijo una familia), parejas de hecho (rechazo al vínculo, rechazo al otro progenitor como esposo o esposa y ambivalencia en lo que se refiere a la relación a largo plazo).
Disminución de la tasa de natalidad y envejecimiento poblacional.
Si se dan cuenta ni siquiera es una cuestion de La Iglesia Catolica el defender la indisolubilidad matrimonial. Es que la estabilidad del matrimonio es base para mantener una sociedad ordenada, libre.
Saludos
Saludos