Re: El Canon Bíblico: ¿una decisión infalible?
Catòlicos romanos, ¿quieren vds. dejar a un lado las tremendas herejìas o apostasìas que se metieron despuès de morir los apòstoles?.
Cìñanse a lo que Dios dice en su Palabra inspirada, y no a las tradicciones de hombres contrarias a la Biblia, que en èso està primordialmete la diferencia de si algo està no està inspirado por Dios, ya que Dios no se puede contradecir, asì por ej., si toda la Biblia dice que la Iglesia (Congregaciòn) cristiana verdadera se fundamente sobre Jesucristo, dejen vds. de sacar los textos del contexto y de la propia Biblia, y dejen las doctrinas y tradicciones antibìblicas; porque en este caso, por ej., le estàn llevando la contraria a Jesucristo mismo y a todos los apòstoles que dejaron sus escritos inspirados para nuestro beneficio (2ªTimoteo 3:16,17).
El apòstol Pablo dice claramente sobre quièn se edificia la Iglesia o Congregaciòn cristiana verdadera: "Nadie puede poner otro fundamento que el que ya ha sido puesto, el cual es JESUCRISTO".
Corroborado por el mismo Hijo de Dios, el mismo apòstol Pedro, ademàs del apòstol Pablo, "piedras vivas" edificadas sobre la "Piedra Angular", que es Jesucristo (Mateo 21:42; Efesios 2:19-22; 1ªPedro 2:4-8).
Asì que, nadie està por encima de la Ley de Dios ni por encima de su Palabra inspirada, coherente y sin contradicciones, que Èl ya se preocupò de que llegase hasta nosotros, como Èl lo dispuso (Juan 4:23,24; 15:10; 17:3,14-17; 1ªTimoteo 2:3-6; 2ªPedro 1:20,21; 1ªJuan 2:3-6; 5:3). No adulteren la Palabra de Dios con doctrinas y tradicciones de hombres antibìblicas (2ªCorintios 4:2-4; Gàlatas 1:8,9; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2.16-18; 4:3,4, Santiago 4:4, etc...).
Catòlicos romanos, ¿quieren vds. dejar a un lado las tremendas herejìas o apostasìas que se metieron despuès de morir los apòstoles?.
Cìñanse a lo que Dios dice en su Palabra inspirada, y no a las tradicciones de hombres contrarias a la Biblia, que en èso està primordialmete la diferencia de si algo està no està inspirado por Dios, ya que Dios no se puede contradecir, asì por ej., si toda la Biblia dice que la Iglesia (Congregaciòn) cristiana verdadera se fundamente sobre Jesucristo, dejen vds. de sacar los textos del contexto y de la propia Biblia, y dejen las doctrinas y tradicciones antibìblicas; porque en este caso, por ej., le estàn llevando la contraria a Jesucristo mismo y a todos los apòstoles que dejaron sus escritos inspirados para nuestro beneficio (2ªTimoteo 3:16,17).
El apòstol Pablo dice claramente sobre quièn se edificia la Iglesia o Congregaciòn cristiana verdadera: "Nadie puede poner otro fundamento que el que ya ha sido puesto, el cual es JESUCRISTO".
Corroborado por el mismo Hijo de Dios, el mismo apòstol Pedro, ademàs del apòstol Pablo, "piedras vivas" edificadas sobre la "Piedra Angular", que es Jesucristo (Mateo 21:42; Efesios 2:19-22; 1ªPedro 2:4-8).
Asì que, nadie està por encima de la Ley de Dios ni por encima de su Palabra inspirada, coherente y sin contradicciones, que Èl ya se preocupò de que llegase hasta nosotros, como Èl lo dispuso (Juan 4:23,24; 15:10; 17:3,14-17; 1ªTimoteo 2:3-6; 2ªPedro 1:20,21; 1ªJuan 2:3-6; 5:3). No adulteren la Palabra de Dios con doctrinas y tradicciones de hombres antibìblicas (2ªCorintios 4:2-4; Gàlatas 1:8,9; 1ªTimoteo 4:1-3; 2ªTimoteo 2.16-18; 4:3,4, Santiago 4:4, etc...).
Dejen de dar gloria a los hombres y den la gloria a Dios (1ªCorintios 10:31), quien se ha encargado de que su Palabra inspirada llegase hasta nosotros tal y còmo Èl se lo propuso, a pesar de la apostasìa en un lado y en otro; pues los judìos recopilaron el cànon del Antiguo Testamento a finales del siglo I, cuando ya no eran pueblo de Dios, y los llamados cristianos quedaron fijado el cànon del Nuevo Testamento, despuès de años de discusiòn, en el siglo IV, aunque al mismo tiempo aceptaron libros apòcrifos en el Antiguo Testamento, lo cual fuè màs tarde descubierto, en el siglo XV, por Lutero, durante la Edad Media, un tiempo cuando la Biblia sufriò mucha persecuciòn por la mayor parte del clero catòlico romano y cuando se quemaron muchas biblias traducidas en lenguaje moderno, como el castellano, portuguès, italiano, etc..; porque la iglesia Catòlica romana habìa puesto sus "santas tradicciones" por encima de la propia Palabra de Dios, la Biblia, la cual es coherente y sin contradicciones, una de las mayores garantìas para saber si es inspirada por Dios; por tanto, la iglesia catòlica romana hizo lo mismo que hicieron los judìos, que por sus tradicciones invalidaban a la Palabra de Dios (Mateo 15:8,9; Marcos 7:7,8,13), lo que fuè decisivio para la corrupciòn del cristianismo, las doctrinas y tradicciones de hombres contrarias a la Biblia, y por preservar esas doctrinas y tradicciones antibìblicas, la alta jerarquìa eclesiàstica recurrieron a las amenazas, a la tortura, al asesinato y al fomento de guerras, como las cruzadas, la inquisiciòn, etc...; asì pues, por querer imponer la voluntad de los hombres por encima de la de Dios, por avaricia en muchos casos, porque ya tienen un negocio muy lucrativo montado sobre lo que Dios màs condena, que es lo màs grave, los seres humanos se han acarreado muchos problemas y mucho derramamiento de sangre en crueles guerras inùtiles (1ªTimoteo 6:10).
Asì que, Dios mismo es el que siempre ha tenido un interès vivo para que sus Leyes y enseñanzas llegasen hasta a sus siervos hasta a finales de los tiempos, a pesar de la apostasìa, formada despuès de morir los apòstoles, y a pesar de la oposiciòn por la mayor parte del clero catòlico romano en los siglos de mayor oscuridad espiritual, en la Edad Media. Por tanto, ese interès de Dios de que sus siervos conozcan lo que Èl dice en su Palabra, es la mayor garantìa que tenemos de que la Biblia es Palabra inspirada de Dios, algo que queda reflejado en su propia Palabra, cuando por ej., dijo a su pueblo entonces, los israelitas, que debìan enseñar a sus hijos a guardar la Ley de Dios (Deuteronomio 6:6-9), y los reyes israelitas debìan hacer una copia de la Ley de Dios para ellos mismos para leerla y ponerla por obra todos los dìas de su vida (Deuteronomio 17:18-20; Josuè 1:8; Salmos 1:1,2). Hoy dìa, debemos hacer lo mismo, leer y estudiar la Palabra de Dios, ponièndola por obra, para que todos seamos enseñados por Dios mismo (Isaias 48:17,18; 54:13; Juan 6:45, 17:3,17; 1ªTimoteo 2:3-6); y ya que Dios no se puede contradecir, toda su Palabra, desde Gènesis hasta Apocalipsis, debe estar en plena armonìa y coherencia, sin contradicciones, sobre todo en sus enseñanzas bàsicas, y èsa es otra garantìa que tenemos los cristianos de que la Biblia es inspirada por Dios, su total coherencia y armonìa (2ªTimoteo 3:16,17).