¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Hola Kal, a cada punto, ya le he respodido como unas cinco veces, pero viendo que no lee, pues es perder el tiempo ya en responderle.

Que le vaya bien, y por cierto, NO RECUERDE QUE HA DE LLEGAR EL TIEMPO EN QUE TODO IRAEL SERÁ SALVO. Y por cierto: LO QUE DIOS DA JAMÁS LO DEROGA. Pero bueno, ya sabemos que usted, lo que diga la Sagrada Escritura le importa un pimiento.

Que tenga suerte con su doctrina de tres al cuarto.

Al unico que le importa un pimiento la Sagrada Escritura es usted, no solo niega a Jesus como Dios, sino la Autoridad de la Iglesia de Cristo. En fin, ya he demostrado con mis aportes que lo que hiciste fue manipular el Catecismo, los Concilios, la Fe Catolica entera... y es que con la Verdad no se debe jugar Raul.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Al unico que le importa un pimiento la Sagrada Escritura es usted, no solo niega a Jesus como Dios, sino la Autoridad de la Iglesia de Cristo. En fin, ya he demostrado con mis aportes que lo que hiciste fue manipular el Catecismo, los Concilios, la Fe Catolica entera... y es que con la Verdad no se debe jugar Raul.

Lo que usted diga, joven, pero tenga, ESTÁ ESCRITO, aunque usted quiera hacer caso omiso.

Pero Kal, aun vamos a ir más lejos, y no vamos a olvidar lo siguiente:

«...Ahora bien, la Iglesia los tiene por sagrados y canónicos, no porque compuestos por sola industria humana, hayan sido luego aprobados por ella; ni solamente porque contengan la revelación sin error; sino porque escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales han sido transmitidos a la misma Iglesia [Can. 4].»

Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo II "De la Revelación"

Bien, Kal, tenemos y claramente expuesto que la Sagrada Escritura contiene LA REVELACIÓN SIN ERROR, INSPIRADA POR EL ESPÍRITU SANTO, Y TENIENDO A DIOS POR AUTOR. Y ante ello, usted, no puede negarlo, porque de así hacerlo, entonces pues leamos:

4. Si alguno no recibiere como sagrados y canónicos los libros de la Sagrada Escritura, íntegros con todas sus partes, tal como los enumeró el santo Concilio de Trento [v. 783 s], o negare que han sido divinamente inspirados, sea anatema.

Concilio Vaticano I, Sesión III (24/08/1870), Capítulo IV "De la Fe y la Razón"

http://www.conoze.com/doc.php?doc=993

Como bien puede leer, Kal, usted ha de recibir como sagrados y canónicos los libros de la Sagrada Escritura, INTEGROS Y CON TODAS SUS PARTES, es decir: SIN OMITIR NADA, y menos aun, considerar unos versículos o libros con menor autoridad que los otros. Porque de así hacerlo, usted, ha de ser considerado ANATEMA y por los suyos mismos.


Bien, Kal, ahora leamos EL CATECISMO Y DE NUEVO:

I "CREO EN UN SOLO DIOS"

200 Con estas palabras comienza el Símbolo de
Nicea-Constantinopla. La confesión de la unicidad de Dios, que tiene
su raíz 2085 en la Revelación Divina en la Antigua Alianza, es
inseparable de la confesión de la existencia de Dios y asimismo
también fundamental. Dios es Único: no hay más que un solo Dios:

Y destacamos LO QUE SIGUE:

"La fe cristiana confiesa que hay un solo Dios, por naturaleza, por substancia y por esencia" (Catech. R., 1, 2, 2).

Atento, Kal, pues bien le dice que la fe cristiana confiesa QUE HAY UN SOLO DIOS... y atento, Kal: por naturaleza, substancia y por esencia...

Bien, Kal, ahora vamos a la Sagrada Escritura, la cual, usted, y como hemos visto NO PUEDE NEGAR, NI OMITIR, NI MENOS AUN MENOSPRECIAR, y Ella le dice TEXTUALMENTE Y EN PALABRAS DE JESÚS MISMO:

Jn. 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.


¿Le ha quedado claro, Kal?... si usted sigue empecinado en confesar, lo cual no lo confiesa ni la Sagrada Escritura, ni el Credo, ni el Dogma, ni los Padre de la Iglesia, ni tan siquiera el catecismo que "Jesús es Dios", usted, Kal, por no confesar que "Jesús es Señor", usted, ESTARÁ NEGANDO LA HUMANIDAD DE JESUCRISTO, y claro, ello, y según 1Jn es señal del anticristo, y como no, a su vez, estará confesando que la Divinidad de Cristo absorbió su humanidad, y ello, Kal, ES MONOFISISMO EN ESTADO PURO.

¿Le ha quedado claro, o se lo explico de nuevo?... Mire, le daré un sano consejo, déjese de paginitas web, y empiece a bien estudiar EL EVANGELIO.

Un saludo.

Verá, ya vemos que usted anda por libre, y no a tal cual es lo propio de la Fe cristiana, ya que no es que el Catecismo nos dice:

Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana

No, sino que a su vez, ES LA SAGRADA ESCRITURA QUIEN NOS DICE:

Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

En fin, ello es lo propio, ello es A TAL CUAL ESTÁ Y A SU VEZ ESCRITO, ella es LA PALABRA DE FE, Y ES POR ELLO, AL CONFESARLO, QUE SE PUEDE SER SALVO.

Verá, Kal, usted ni es maestro, ni es cura, ni es teólogo, ni es nada... simplemente un joven que cree que copiando y pegando puede salvar sus carentes argumentos, pero lo siento LO PROPIO DE LA FE CRISTIANA ES CONFESAR QUE JESÚS ES EL SEÑOR, Y DIOS EL PADRE.

Que tenga suerte con su evangelio del copy and paste. Y una cosa: ¿sabe uste el significado de: ES LO PROPIO?...

Si claro, Kal, ahora llama falsos a los suyos mismos...

202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es
preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el
espíritu y todas las fuerzas (cf Mc 12, 29-30). Deja al mismo 446 tiempo
entender que El mismo es "el Señor" (cf Mc 12, 35-37). Confesar que
"Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana.
Esto 152 no es
contrario a la fe en el Dios Único. Creer en el Espíritu Santo, "que es
Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios
único:


Joven, lo siento por usted, pero ASÍ SE LO DICE EL CATECISMO, y a la vez, vemos como niega, omite, y hace caso omiso A LA SAGRADA ESCRITURA QUE BIEN LE DICE QUE: DIOS ES ESPÍRITU, y a su ve QUE DIOS ES INVISIBLE, Y A SU VEZ, QUE NADIE LO HA VISTO NUNCA... pero bueno, siga negando la Sagrada Escritura, siga considerando a los suyos de hablar "falso iluminismo", y siga con su doctrina SIN BASE Y SIN SUNTENTO ALGUNO, tomando un trocito de donde le place Y NEGANDO TODO EL RESTO DEL CONTENIDO.

Ya va servido, hasta a los suyos mismo les LLAMA FALSOS.

Verá, usted sigue siendo un necio y ahora, un manipulador. Vamos a leer el Credo a tal cual está escrito, y no a tal cual sus manipulaciones evidentes:

Creo en un solo Dios,
Padre Todopoderoso
,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.


CREO EN UN SOLO DIOS ¿que parte de UN SOLO DIOS no entiende?

Creo en un Solo Señor Jesucristo,
Hijo único de Dios
,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,


CREO EN UN SOLO SEÑOR JESUCRISTO ¿que parte de UN SOLO SEÑOR no entiende?

de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;


DE LA MISMA NATURALEZA QUE EL PADRE ¿sabe usted que Dios ES ESPÍRITU?... bien, ya le he hablado de ello, en lo que omite una vez y otra... y a la vez, NO OLVIDE QUE LA SAGRADA ESCRITURA BIEN LE DICE: UN SOLO DIOS, EL PADRE, UN SOLO SEÑOR, JESUCRISTO...

Por favor, cuanto hable, no saque las cosas de contexto Y A TAL CUAL SUS PRETENDIDOS.

Y en cuanto al Credo, bien, lean atentamente cuando les dice:

Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y
por nuestra salvación bajó del cielo,


Aquí, amigos, aun no le está hablando de Jesús, pues Jesús en cuanto a la carne DESCIENDE DE DAVID. Y aun no ha nacido, pues claramente les dice que el Hijo de Dios es DE LA MISMA NATURALEZA QUE EL PADRE, y Dios, verán: DIOS ES ESPÍRITU y en Palabra de Jesús mismo:

Jn. 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.


Por lo tanto, el Credo es una profesión de Fe, y sí, confiesa que el Hijo de Dios es eterno, de la misma sustancia que el Padre, no creado, sino engendrado... muy bien, pero no les habla de Jesús nacido de María aun en este punto, por tanto que Jesús en cuanto a la carne DESCIENDE DE DAVID. Y Dios es Espíritu, y siendo de sus misma sustancia y como bien leemos, bien, tengan cuidado con el monofisismo. Pues de seguir por este camino, una vez, y otra, estarán reconociendo que la Divinidad de Hijo, absorbió su humanidad, y ello es una herejía y en si mismo.

Verá, repasemos esto:

D-40 Pero es necesario para la eterna salvación creer también fielmente en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos que nuestro Señor Jesucristo, hijo de Dios, es Dios y hombre. Es Dios engendrado de la sustancia del Padre antes de los siglos, y es hombre nacido de la madre en el siglo: perfecto Dios, perfecto hombre, subsistente de alma racional y de carne humana, igual al Padre según la divinidad, menor que el Padre según la humanidad. Mas aun cuando sea Dios y hombre, no son dos, sino un solo Cristo, y uno solo Dios por la conversión de la divinidad en la carne, sino por la asunción de la humanidad en Dios; uno absoluta-mente, no por confusión de la sustancia, sino por la unidad de la persona. Porque a la manera que el alma racional y la carne es un solo hombre; así Dios y el hombre son un solo Cristo.

Dios y hombre, no es Dios, SINO QUE BIEN LES ES DICHO: ASÍ DIOS Y EL HOMBRE SON UN SOLO CRISTO. Ya que bien nos es dicho:

Hech. 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.


Y no olviden que bien les es dicho que: es igual al Padre según la Divinidad, pero también les es dicho que: es hombre nacido de la madre en el siglo

Pero ustedes, al carecer del debido conocimiento del Evangelio, de la Buenas Nuevas, de las Sagradas Escrituras y en si mismo, pues les pasa lo que les pasa: que quieren ser maestros de nada, que al final, termina contradiciendo a los suyos mismos, y menospreciando la Sana Enseñanza.

De ahí, que al no entender, al tomar nomás lo que les interesa, y no tener en cuenta todo cuanto les habla de ello, y por sobre todo, al tener un tremendo desconocimiento de las Sagradas Escrituras, y por sobre todo EL EVANGELIO, pues les pasa lo mismo que ya les pasó a alguno de los suyos:

...y no sabiendo entender bien algunas fórmulas poco felices e imprecisas de san Cirilo de Alejandría sobre la unidad de la persona en Cristo, sostuvo que, antes de la Encarnación, había dos naturalezas en Cristo; en la encarnación la naturaleza humana fue absorbida por la naturaleza divina...

Y por ello están defendiendo y sin darse cuenta:

Eutiquianismo: Doctrina y secta de los eutiquianos.Eutiques: Heresiarca giergo, nacido hacia 378. Consagrado desde su juventud a la vida monástica, fue acusado de herejía al negar la doble naturaleza de Cristo y su consubstancialidad con el hombre. Sus doctrinas, condenadas por el concilio de Calcedonia, se propagaron bajo diferentes formas y aún hoy las profesan muchos cristianos orientales.

Para que vayan entendiendo, no estará demás que recuerden, ustedes, los católicos y según el Dezinger:

196 Dz 26 6. Si alguno dijere y [o] creyere que el Hijo de Dios, como Dios, ha padecido [v. 1.: que Cristo es innascible], sea anatema.

203 Dz 33 [13. Si alguno dijere o creyere que la divinidad y la carne son en Cristo una sola naturaleza, sea anatema.]


Como ven, la falta de conocimiento debido, les está llevando o bien a negar la humanidad de Cristo, o bien a declarar que su Divinidad absorbió su humanidad, y ambas razones están condenadas y bien claramente por los suyos mismos.

Sepan ustedes que: Porque a la manera que el alma racional y la carne es un solo hombre; así Dios y el hombre son un solo Cristo

De ahí, que confesar "Jesús es Dios" es un tremendo error, por cuanto que Dios y el hombre SON UN SOLO CRISTO. Y Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, y ello ES LO QUE TENEMOS QUE CREER, Y A SU VEZ, DIOS MISMO LO REVELÓ (véase confesión de Pedro) y está escrito:

Jn. 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

No es fácil entender la Trinidad, y por sobre todo, es necesario de tener un gran y profundo conocimiento del Evangelio, para bien poder entender a los padres de la Iglesias y demás fuentes que consultan tan a la ligera.

Mediten, no hablen tanto, y dedíquense mucho más a conocer las Sagradas Escrituras a tal cual es debido.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Noten el coraje, el resentimiento el demostrarse que no puede con la Verdad, use sus mismos aportes y cree que pegando mucho verbo nadie podra con eso, y nadie le respondera, es evitar respuesta claras y asi perderse entre letras.

Pobre Raul, la Verdad te ha golpeado y no puedes con ella, te sostienes en tu vision segesgada del catolicismo, pobre.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Noten el coraje, el resentimiento el demostrarse que no puede con la Verdad, use sus mismos aportes y cree que pegando mucho verbo nadie podra con eso, y nadie le respondera, es evitar respuesta claras y asi perderse entre letras.

Pobre Raul, la Verdad te ha golpeado y no puedes con ella, te sostienes en tu vision segesgada del catolicismo, pobre.

Tenga, ahora el Concilio de Vaticano II

CAPÍTULO I

LA REVELACIÓN EN SÍ MISMA



Naturaleza y objeto de la revelación


2. Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina. En consecuencia, por esta revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía. Este plan de la revelación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. Pero la verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación

Preparación de la revelación evangélica


3. Dios, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, da a los hombres testimonio perenne de sí en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio. Después de su caída alentó en ellos la esperanza de la salvación, con la promesa de la redención, y tuvo incesante cuidado del género humano, para dar la vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras. En su tiempo llamó a Abraham para hacerlo padre de un gran pueblo, al que luego instruyó por los Patriarcas, por Moisés y por los Profetas para que lo reconocieran Dios único, vivo y verdadero, Padre providente y justo juez, y para que esperaran al Salvador prometido, y de esta forma, a través de los siglos, fue preparando el camino del Evangelio.

En Cristo culmina la revelación

4. Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, "últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo". Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, "hombre enviado, a los hombres", "habla palabras de Dios" y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió. Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna.

La economía cristiana, por tanto, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará, y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1 Tim., 6,14; Tit., 2,13).

La revelación hay que recibirla con fe

5. Cuando Dios revela hay que prestarle "la obediencia de la fe", por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios prestando "a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad", y asistiendo voluntariamente a la revelación hecha por El. Para profesar esta fe es necesaria la gracia de Dios, que proviene y ayuda, a los auxilios internos del Espíritu Santo, el cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da "a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad". Y para que la inteligencia de la revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones.

Las verdades reveladas

6. Mediante la revelación divina quiso Dios manifestarse a Sí mismo y los eternos decretos de su voluntad acerca de la salvación de los hombres, "para comunicarles los bienes divinos, que superan totalmente la comprensión de la inteligencia humana".

Confiesa el Santo Concilio "que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con seguridad por la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas"; pero enseña que hay que atribuir a Su revelación "el que todo lo divino que por su naturaleza no sea inaccesible a la razón humana lo pueden conocer todos fácilmente, con certeza y sin error alguno, incluso en la condición presente del género humano.


A ver, Kal, subraye donde dice que Jesús es Dios, y por ello, usted confiesa que es ESPÍRITU, y con ello NIEGA SU CARNE.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

En primer lugar Raul, el Concilio Vaticano II es un Concilio Ecumenico PASTORAL; no definio ni un solo Dogma de Fe, ni uso declaracion ExCathedra del Papa y la Iglesia. Asi que el Dogma permanece igual.

Jesus es Dios deacuerdo a como lo afirma el Canon del Catecismo que anteriormente te cite.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

En primer lugar Raul, el Concilio Vaticano II es un Concilio Ecumenico PASTORAL; no definio ni un solo Dogma de Fe, ni uso declaracion ExCathedra del Papa y la Iglesia. Asi que el Dogma permanece igual.

Jesus es Dios deacuerdo a como lo afirma el Canon del Catecismo que anteriormente te cite.

Tenga, Kal, dogmas de Fe:

ACERCA DE DIOS (dogma I)

4. A modo de fundamento, establézcase firmemente en vuestra alma la verdad acerca de Dios(3). A saber, un Dios que es solamente uno, no engendrado (4) por otro, y sin nadie que vaya a sucederle, que no tuvo principio ni tendrá nunca fin, y que es él mismo bueno y justo. Si alguna vez oyes a un hereje que diga que hay algún otro que sea bueno o justo(5), dándote cuenta al punto de la herejía, reconoce el dardo envenenado. Algunos se atrevieron, mediante un discurso malévolo, a dividir al Dios único: y unos dijeron que el autor y dueño del alma es otro que el de los cuerpos, enseñándolo necia e impíamente. Pues, ¿cómo es posible que un único hombre sea siervo de dos señores si dice el Señor en el Evangelio: «Nadie puede servir a dos señores» (Mt 6, 24)? Por consiguiente, sólo hay un Dios, autor a la vez de las almas y los cuerpos. Uno es el creador del cielo y de la tierra, hacedor de los ángeles y de los arcángeles, artífice de las múltiples realidades, Padre desde la eternidad de su único Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, por quien hizo todo (cf. Jn 1, 3) lo visible y lo invisible (Col 1, 16).

5. El Padre de Nuestro Señor Jesucristo no está circunscrito a un lugar ni es menor que el cielo, pero los cielos son obra de sus dedos (cf. Sal 8, 4) y toda la tierra se contiene en su puños. Está a la vez en el interior y fuera de todas las cosas. Y no creas que el sol le supera a él en luminosidad o es siquiera igual. Pues quien hizo el sol debe ser sin comparación mucho mayor y luminoso(6). Tiene conocimiento previo de las cosas futuras y es más potente que todas ellas, todo lo sabe y todo lo hace según su voluntad: no está sujeto a la sucesión de las cosas ni a lo que marcan los astros, al azar o a la necesidad del hado. Es perfecto en todas las cosas y posee por igual toda clase de virtud. Ni disminuye ni se agranda, sino que se mantiene siempre igual y del mismo modo. Ha preparado castigo a los pecadores y la corona a los justos.

6. Ahora bien, puesto que muchos se han apartado de modos diversos del único Dios: algunos hicieron Dios al sol para permanecer sin Dios durante la noche; otros a la luna para no tener Dios durante el día; otros hicieron Dios a otras partes del mundo; algunos a las artes y otros a los alimentos o a sus pasiones. Unos enfermaron por el amor de las mujeres, otros consagraron a Venus una imagen solemnemente colocada y, bajo esta apariencia visible, prestaron adoración a los vicios y afectos de su alma. Hubo quienes, atónitos ante el fulgor del oro, juzgaron que éste y otros materiales eran dioses(7) . Pero si alguno graba bien en su interior la doctrina de que Dios es el principio único y cree en él de corazón, impedirá el atropello y el ímpetu de los vicios de la idolatría y del error de los herejes(8). Por tanto, pon por la fe este primer dogma (9) en tu alma.

ACERCA DE CRISTO (dogma II)

7. Cree también en el solo y único Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, Dios engendrado de Dios, engendrado como vida de la vida, como luz de luz, semejante en todo al Padre(10), que no comenzó a existir en el tiempo, sino que fue engendrado desde la eternidad antes de todos los siglos y antes de todo lo que se pueda pensar. El es la sabiduría, el poder de Dios y la justicia en persona(11), y está sentado a la derecha del Padre antes de todos los siglos. Pues no fue coronado por Dios, como algunos pensaron después de su pasión ni se sentó a su derecha como premio a su paciencia. En realidad tiene la dignidad regia desde el comienzo de su existencia (aunque ha sido engendrado desde toda la eternidad): siendo Dios, su sabiduría y su potestad, se sienta junto al Padre, como ya se ha dicho; reina juntamente con el Padre y lo gobierna todo con él. Nada absolutamente le falta de la dignidad divina(12) y tiene un conocimiento perfecto de aquel por quien ha sido engendrado como él es a su vez conocido por quien le engendró (cf. Jn 10,15). Para decirlo en resumen, recuérdese lo escrito en los Evangelios: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo» (Mt 11,27).

8. Pero no separes al Hijo del Padre ni creas, al relacionarlos, en una «filio-paternidad» como mezcla de uno y otro. Cree, en cambio, en que es el Hijo unigénito de Dios, Dios-Palabra antes de todos los siglos(13). Pero no es palabra que, una vez pronunciada, se perdió en el aire ni semejante a las palabras que carecen de consistencia sólida y propia: es la Palabra-Hijo, creador de quienes se sirven de la palabra y de la razón; es la Palabra que escucha al Padre y habla él mismo. Si Dios lo permite, hablaremos de estas cosas en su momentos, pues no nos olvidamos de nuestro plan, que es ahora enumerar sólo los temas de una necesaria introducción a la fe.


A ver, subraye donde dice "Jesús es Dios", bien sabiendo que Dios y hombre SON UN SOLO CRISTO y como ya lo hemos visto.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Jesus es Dios deacuerdo a como lo afirma el Canon del Catecismo que anteriormente te cite.

Tenga, Kal, catecismo. Y ahora, subraye donde nos dice textualmente "Jesús es Dios"

Artículo 1
«CREO EN DIOS, PADRE TODOPODEROSO,
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA»

Párrafo 1
CREO EN DIOS

199 "Creo en Dios": Esta primera afirmación de la profesión de fe es también la más fundamental. Todo el Símbolo habla de Dios, y si habla también del hombre y del mundo, lo hace por relación a Dios. Todos los artículos del Credo dependen del primero, así como los mandamientos son explicitaciones del primero. Los demás artículos nos hacen conocer mejor a Dios tal como se reveló progresivamente a los hombres. "Los fieles hacen primero profesión de creer en Dios" (Catech.R. 1,2,2).

I «Creo en un solo Dios»

200 Con estas palabras comienza el Símbolo de Nicea-Constantinopla. La confesión de la unicidad de Dios, que tiene su raíz en la Revelación Divina en la Antigua Alianza, es inseparable de la confesión de la existencia de Dios y asimismo también fundamental. Dios es Unico: no hay más que un solo Dios: "La fe cristiana confiesa que hay un solo Dios, por naturaleza, por substancia y por esencia" (Catech.R., 1,2,2).

201 A Israel, su elegido, Dios se reveló como el Unico: "Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza" (Dt 6,4-5). Por los profetas, Dios llama a Israel y a todas las naciones a volverse a él, el Unico: "Volveos a mí y seréis salvados, confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro...ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará diciendo: ¡Sólo en Dios hay victoria y fuerza!" (Is 45,22-24; cf. Flp 2,10-11).

202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que él mismo es "el Señor" (cf. Mc 12,35-37). Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Unico. Creer en el Espíritu Santo, "que es Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios único:

Creemos firmemente y afirmamos sin ambages que hay un solo verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas, pero una Esencia, una Substancia o Naturaleza absolutamente simple (Cc. de Letrán IV: DS 800).

II Dios revela su nombre

203 A su pueblo Israel Dios se reveló dándole a conocer su Nombre. El nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima. Comunicar su nombre es darse a conocer a los otros. Es, en cierta manera, comunicarse a sí mismo haciéndose accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado personalmente.

204 Dios se reveló progresivamente y bajo diversos nombres a su pueblo, pero la revelación del Nombre Divino, hecha a Moisés en la teofanía de la zarza ardiente, en el umbral del Exodo y de la Alianza del Sinaí, demostró ser la revelación fundamental tanto para la Antigua como para la Nueva Alianza.

El Dios vivo

205 Dios llama a Moisés desde una zarza que arde sin consumirse. Dios dice a Moisés: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob" (Ex 3,6). Dios es el Dios de los padres. El que había llamado y guiado a los patriarcas en sus peregrinaciones. Es el Dios fiel y compasivo que se acuerda de ellos y de sus promesas; viene para librar a sus descendientes de la esclavitud. Es el Dios que más allá del espacio y del tiempo lo puede y lo quiere, y que pondrá en obra toda su Omnipotencia para este designio.

"Yo soy el que soy"

Moisés dijo a Dios: Si voy a los hijos de Israel y les digo: `El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros'; cuando me pregunten: `¿Cuál es su nombre?', ¿qué les responderé?" Dijo Dios a Moisés: "Yo soy el que soy". Y añadió: "Así dirás a los hijos de Israel: `Yo soy' me ha enviado a vosotros"...Este es ni nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación" (Ex 3,13-15).

206 Al revelar su nombre misterioso de YHWH, "Yo soy el que es" o "Yo soy el que soy" o también "Yo soy el que Yo soy", Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar. Este Nombre Divino es misterioso como Dios es Misterio. Es a la vez un Nombre revelado y como la resistencia a tomar un nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que él es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el "Dios escondido" (Is 45,15), su nombre es inefable (cf. Jc 13,18), y es el Dios que se acerca a los hombres.

207 Al revelar su nombre, Dios revela, al mismo tiempo, su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado ("Yo soy el Dios de tus padres", Ex 3,6) como para el porvenir ("Yo estaré contigo", Ex 3,12). Dios que revela su nombre como "Yo soy" se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.

208 Ante la presencia atrayente y misteriosa de Dios, el hombre descubre su pequeñez. Ante la zarza ardiente, Moisés se quita las sandalias y se cubre el rostro (cf. Ex 3,5-6) delante de la Santidad Divina. Ante la gloria del Dios tres veces santo, Isaías exclama: "¡ Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!" (Is 6,5). Ante los signos divinos que Jesús realiza, Pedro exclama: "Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador" (Lc 5,8). Pero porque Dios es santo, puede perdonar al hombre que se descubre pecador delante de él: "No ejecutaré el ardor de mi cólera...porque soy Dios, no hombre; en medio de ti yo el Santo" (Os 11,9). El apóstol Juan dirá igualmente: "Tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo" (1 Jn 3,19-20).

209 Por respeto a su santidad el pueblo de Israel no pronuncia el Nombre de Dios. En la lectura de la Sagrada Escritura, el Nombre revelado es sustituido por el título divino "Señor" ("Adonai", en griego "Kyrios"). Con este título será aclamada la divinidad de Jesús: "Jesús es Señor".

"Dios misericordioso y clemente"

210 Tras el pecado de Israel, que se apartó de Dios para adorar al becerro de oro (cf. Ex 32), Dios escucha la intercesión de Moisés y acepta marchar en medio de un pueblo infiel, manifestando así su amor (cf. Ex 33,12-17). A Moisés, que pide ver su gloria, Dios le responde: "Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad (belleza) y pronunciaré delante de ti el nombre de YHWH" (Ex 33,18-19). Y el Señor pasa delante de Moisés, y proclama: "YHWH, YHWH, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad" (Ex 34,5-6). Moisés confiesa entonces que el Señor es un Dios que perdona (cf. Ex 34,9).

211 El Nombre Divino "Yo soy" o "El es" expresa la fidelidad de Dios que, a pesar de la infidelidad del pecado de los hombres y del castigo que merece, "mantiene su amor por mil generaciones" (Ex 34,7). Dios revela que es "rico en misericordia" (Ef 2,4) llegando hasta dar su propio Hijo. Jesús, dando su vida para librarnos del pecado, revelará que él mismo lleva el Nombre divino: "Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo soy" (Jn 8,28)

Solo Dios ES

212 En el transcurso de los siglos, la fe de Israel pudo desarrollar y profundizar las riquezas contenidas en la revelación del Nombre divino. Dios es único; fuera de él no hay dioses (cf. Is 44,6). Dios transciende el mundo y la historia. El es quien ha hecho el cielo y la tierra: "Ellos perecen, mas tú quedas, todos ellos como la ropa se desgastan...pero tú siempre el mismo, no tienen fin tus años" (Sal 102,27-28). En él "no hay cambios ni sombras de rotaciones" (St 1,17). El es "El que es", desde siempre y para siempre y por eso permanece siempre fiel a sí mismo y a sus promesas.

213 Por tanto, la revelación del Nombre inefable "Yo soy el que soy" contiene la verdad que sólo Dios ES. En este mismo sentido, ya la traducción de los Setenta y, siguiéndola, la Tradición de la Iglesia han entendido el Nombre divino: Dios es la plenitud del Ser y de toda perfección, sin origen y sin fin. Mientras todas las criaturas han recibido de él todo su ser y su poseer. El solo es su ser mismo y es por sí mismo todo lo que es.

III Dios, "el que es", es verdad y amor

214 Dios, "El que es", se reveló a Israel como el que es "rico en amor y fidelidad" (Ex 34,6). Estos dos términos expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad. "Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad" (Sal 138,2; cf. Sal 85,11). El es la Verdad, porque "Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna" (1 Jn 1,5); él es "Amor", como lo enseña el apóstol Juan (1 Jn 4,8).

Dios es la Verdad

215 "Es verdad el principio de tu palabra, por siempre, todos tus justos juicios" (Sal 119,160). "Ahora, mi Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad" (2 S 7,28); por eso las promesas de Dios se realizan siempre (cf. Dt 7,9). Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una mentira del tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad.

216 La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de la creación y del gobierno del mundo ( cf.Sb 13,1-9). Dios, único Creador del cielo y de la tierra (cf. Sal 115,15), es el único que puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas en su relación con El (cf. Sb 7,17-21).

217 Dios es también verdadero cuando se revela: La enseñanza que viene de Dios es "una doctrina de verdad" (Ml 2,6). Cuando envíe su Hijo al mundo, será para "dar testimonio de la Verdad" (Jn 18,37): "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero" (1 Jn 5,20; cf. Jn 17,3).

Dios es Amor

218 A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito (cf. Dt 4,37; 7,8; 10,15). E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo (cf. Is 43,1-7) y de perdonarle su infidelidad y sus pecados (cf. Os 2).

219 El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo (Os 11,1). Este amor es más fuerte que el amor de una madre a sus hijos (cf. Is 49,14-15). Dios ama a su Pueblo más que un esposo a su amada (Is 62,4-5); este amor vencerá incluso las peores infidelidades (cf. Ez 16; Os 11); llegará hasta el don más precioso: "Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único" (Jn 3,16).

220 El amor de Dios es "eterno" (Is 54,8). "Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará" (Is 54,10). "Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti" (Jr 31,3).

221 Pero S. Juan irá todavía más lejos al afirmar: "Dios es Amor" (1 Jn 4,8.16); el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo (cf. 1 Cor 2,7-16; Ef 3,9-12); él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él.

IV Consecuencias de la fe en el Dios único

222 Creer en Dios, el Unico, y amarlo con todo el ser tiene consecuencias inmensas para toda nuestra vida:

223 Es reconocer la grandeza y la majestad de Dios: "Sí, Dios es tan grande que supera nuestra ciencia" (Jb 36,26). Por esto Dios debe ser "el primer servido" (Santa Juana de Arco).

224 Es vivir en acción de gracias: Si Dios es el Unico, todo lo que somos y todo lo que poseemos vienen de él: "¿Qué tienes que no hayas recibido?" (1 Co 4,7). "¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?" (Sal 116,12).

225 Es reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres: Todos han sido hechos "a imagen y semejanza de Dios" (Gn 1,26).

226 Es usar bien de las cosas creadas: La fe en Dios, el Unico, nos lleva a usar de todo lo que no es él en la medida en que nos acerca a él, y a separarnos de ello en la medida en que nos aparta de Él (cf. Mt 5,29-30; 16, 24; 19,23-24):

Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti. Señor mío y Dios mío, despójame de mi mismo para darme todo a ti (S. Nicolás de Flüe, oración).

227 Es confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad. Una oración de Santa Teresa de Jesús lo expresa admirablemente:

Nada te turbe / Nada te espante
Todo se pasa / Dios no se muda
La paciencia todo lo alcanza / quien a Dios tiene
Nada le falta / Sólo Dios basta. (poes. 3
0)
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Se lo resalto en ROJO Y MAYUSCULAS MI BUEN.:

ACERCA DE DIOS (dogma I)

4. A modo de fundamento, establézcase firmemente en vuestra alma la verdad acerca de Dios(3). A saber, un Dios que es solamente uno, no engendrado (4) por otro, y sin nadie que vaya a sucederle, que no tuvo principio ni tendrá nunca fin, y que es él mismo bueno y justo. Si alguna vez oyes a un hereje que diga que hay algún otro que sea bueno o justo(5), dándote cuenta al punto de la herejía, reconoce el dardo envenenado. Algunos se atrevieron, mediante un discurso malévolo, a dividir al Dios único: y unos dijeron que el autor y dueño del alma es otro que el de los cuerpos, enseñándolo necia e impíamente. Pues, ¿cómo es posible que un único hombre sea siervo de dos señores si dice el Señor en el Evangelio: «Nadie puede servir a dos señores» (Mt 6, 24)? Por consiguiente, sólo hay un Dios, autor a la vez de las almas y los cuerpos. Uno es el creador del cielo y de la tierra, hacedor de los ángeles y de los arcángeles, artífice de las múltiples realidades, Padre desde la eternidad de su único Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, por quien hizo todo (cf. Jn 1, 3) lo visible y lo invisible (Col 1, 16).

5. El Padre de Nuestro Señor Jesucristo no está circunscrito a un lugar ni es menor que el cielo, pero los cielos son obra de sus dedos (cf. Sal 8, 4) y toda la tierra se contiene en su puños. Está a la vez en el interior y fuera de todas las cosas. Y no creas que el sol le supera a él en luminosidad o es siquiera igual. Pues quien hizo el sol debe ser sin comparación mucho mayor y luminoso(6). Tiene conocimiento previo de las cosas futuras y es más potente que todas ellas, todo lo sabe y todo lo hace según su voluntad: no está sujeto a la sucesión de las cosas ni a lo que marcan los astros, al azar o a la necesidad del hado. Es perfecto en todas las cosas y posee por igual toda clase de virtud. Ni disminuye ni se agranda, sino que se mantiene siempre igual y del mismo modo. Ha preparado castigo a los pecadores y la corona a los justos.

6. Ahora bien, puesto que muchos se han apartado de modos diversos del único Dios: algunos hicieron Dios al sol para permanecer sin Dios durante la noche; otros a la luna para no tener Dios durante el día; otros hicieron Dios a otras partes del mundo; algunos a las artes y otros a los alimentos o a sus pasiones. Unos enfermaron por el amor de las mujeres, otros consagraron a Venus una imagen solemnemente colocada y, bajo esta apariencia visible, prestaron adoración a los vicios y afectos de su alma. Hubo quienes, atónitos ante el fulgor del oro, juzgaron que éste y otros materiales eran dioses(7) . Pero si alguno graba bien en su interior la doctrina de que Dios es el principio único y cree en él de corazón, impedirá el atropello y el ímpetu de los vicios de la idolatría y del error de los herejes(8). Por tanto, pon por la fe este primer dogma (9) en tu alma.

ACERCA DE CRISTO (dogma II)

7. Cree también en el solo y único Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, Dios engendrado de Dios, engendrado como vida de la vida, como luz de luz, semejante en todo al Padre(10), que no comenzó a existir en el tiempo, sino que fue engendrado desde la eternidad antes de todos los siglos y antes de todo lo que se pueda pensar. El es la sabiduría, el poder de Dios y la justicia en persona(11), y está sentado a la derecha del Padre antes de todos los siglos. Pues no fue coronado por Dios, como algunos pensaron después de su pasión ni se sentó a su derecha como premio a su paciencia. En realidad tiene la dignidad regia desde el comienzo de su existencia (aunque ha sido engendrado desde toda la eternidad): siendo Dios, su sabiduría y su potestad, se sienta junto al Padre, como ya se ha dicho; reina juntamente con el Padre y lo gobierna todo con él. Nada absolutamente le falta de la dignidad divina(12) y tiene un conocimiento perfecto de aquel por quien ha sido engendrado como él es a su vez conocido por quien le engendró (cf. Jn 10,15). Para decirlo en resumen, recuérdese lo escrito en los Evangelios: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo» (Mt 11,27).

8. Pero no separes al Hijo del Padre ni creas, al relacionarlos, en una «filio-paternidad» como mezcla de uno y otro. Cree, en cambio, en que es el Hijo unigénito de Dios, Dios-Palabra antes de todos los siglos(13). Pero no es palabra que, una vez pronunciada, se perdió en el aire ni semejante a las palabras que carecen de consistencia sólida y propia: es la Palabra-Hijo, creador de quienes se sirven de la palabra y de la razón; es la Palabra que escucha al Padre y habla él mismo. Si Dios lo permite, hablaremos de estas cosas en su momentos, pues no nos olvidamos de nuestro plan, que es ahora enumerar sólo los temas de una necesaria introducción a la fe.


Ahora vamos al otro.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Nuevamente se lo RESALTO EN ROJO Y MAYUSCULAS.

Artículo 1
«CREO EN DIOS, PADRE TODOPODEROSO,
CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA»

Párrafo 1
CREO EN DIOS

199 "Creo en Dios": Esta primera afirmación de la profesión de fe es también la más fundamental. Todo el Símbolo habla de Dios, y si habla también del hombre y del mundo, lo hace por relación a Dios. Todos los artículos del Credo dependen del primero, así como los mandamientos son explicitaciones del primero. Los demás artículos nos hacen conocer mejor a Dios tal como se reveló progresivamente a los hombres. "Los fieles hacen primero profesión de creer en Dios" (Catech.R. 1,2,2).

I «Creo en un solo Dios»

200 Con estas palabras comienza el Símbolo de Nicea-Constantinopla. La confesión de la unicidad de Dios, que tiene su raíz en la Revelación Divina en la Antigua Alianza, es inseparable de la confesión de la existencia de Dios y asimismo también fundamental. Dios es Unico: no hay más que un solo Dios: "La fe cristiana confiesa que hay un solo Dios, por naturaleza, por substancia y por esencia" (Catech.R., 1,2,2).

201 A Israel, su elegido, Dios se reveló como el Unico: "Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza" (Dt 6,4-5). Por los profetas, Dios llama a Israel y a todas las naciones a volverse a él, el Unico: "Volveos a mí y seréis salvados, confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro...ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará diciendo: ¡Sólo en Dios hay victoria y fuerza!" (Is 45,22-24; cf. Flp 2,10-11).

202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que él mismo es "el Señor" (cf. Mc 12,35-37). Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Unico. Creer en el Espíritu Santo, "que es Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios único:

Creemos firmemente y afirmamos sin ambages que hay un solo verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas, pero una Esencia, una Substancia o Naturaleza absolutamente simple (Cc. de Letrán IV: DS 800).

II Dios revela su nombre

203 A su pueblo Israel Dios se reveló dándole a conocer su Nombre. El nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima. Comunicar su nombre es darse a conocer a los otros. Es, en cierta manera, comunicarse a sí mismo haciéndose accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado personalmente.

204 Dios se reveló progresivamente y bajo diversos nombres a su pueblo, pero la revelación del Nombre Divino, hecha a Moisés en la teofanía de la zarza ardiente, en el umbral del Exodo y de la Alianza del Sinaí, demostró ser la revelación fundamental tanto para la Antigua como para la Nueva Alianza.

El Dios vivo

205 Dios llama a Moisés desde una zarza que arde sin consumirse. Dios dice a Moisés: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob" (Ex 3,6). Dios es el Dios de los padres. El que había llamado y guiado a los patriarcas en sus peregrinaciones. Es el Dios fiel y compasivo que se acuerda de ellos y de sus promesas; viene para librar a sus descendientes de la esclavitud. Es el Dios que más allá del espacio y del tiempo lo puede y lo quiere, y que pondrá en obra toda su Omnipotencia para este designio.

"Yo soy el que soy"

Moisés dijo a Dios: Si voy a los hijos de Israel y les digo: `El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros'; cuando me pregunten: `¿Cuál es su nombre?', ¿qué les responderé?" Dijo Dios a Moisés: "Yo soy el que soy". Y añadió: "Así dirás a los hijos de Israel: `Yo soy' me ha enviado a vosotros"...Este es ni nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación" (Ex 3,13-15).

206 Al revelar su nombre misterioso de YHWH, "Yo soy el que es" o "Yo soy el que soy" o también "Yo soy el que Yo soy", Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar. Este Nombre Divino es misterioso como Dios es Misterio. Es a la vez un Nombre revelado y como la resistencia a tomar un nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que él es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el "Dios escondido" (Is 45,15), su nombre es inefable (cf. Jc 13,18), y es el Dios que se acerca a los hombres.

207 Al revelar su nombre, Dios revela, al mismo tiempo, su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado ("Yo soy el Dios de tus padres", Ex 3,6) como para el porvenir ("Yo estaré contigo", Ex 3,12). Dios que revela su nombre como "Yo soy" se revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.

208 Ante la presencia atrayente y misteriosa de Dios, el hombre descubre su pequeñez. Ante la zarza ardiente, Moisés se quita las sandalias y se cubre el rostro (cf. Ex 3,5-6) delante de la Santidad Divina. Ante la gloria del Dios tres veces santo, Isaías exclama: "¡ Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!" (Is 6,5). Ante los signos divinos que Jesús realiza, Pedro exclama: "Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador" (Lc 5,8). Pero porque Dios es santo, puede perdonar al hombre que se descubre pecador delante de él: "No ejecutaré el ardor de mi cólera...porque soy Dios, no hombre; en medio de ti yo el Santo" (Os 11,9). El apóstol Juan dirá igualmente: "Tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo" (1 Jn 3,19-20).

209 Por respeto a su santidad el pueblo de Israel no pronuncia el Nombre de Dios. En la lectura de la Sagrada Escritura, el Nombre revelado es sustituido por el título divino "Señor" ("Adonai", en griego "Kyrios"). Con este título será aclamada la divinidad de Jesús: "Jesús es Señor".

"Dios misericordioso y clemente"

210 Tras el pecado de Israel, que se apartó de Dios para adorar al becerro de oro (cf. Ex 32), Dios escucha la intercesión de Moisés y acepta marchar en medio de un pueblo infiel, manifestando así su amor (cf. Ex 33,12-17). A Moisés, que pide ver su gloria, Dios le responde: "Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad (belleza) y pronunciaré delante de ti el nombre de YHWH" (Ex 33,18-19). Y el Señor pasa delante de Moisés, y proclama: "YHWH, YHWH, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad" (Ex 34,5-6). Moisés confiesa entonces que el Señor es un Dios que perdona (cf. Ex 34,9).

211 El Nombre Divino "Yo soy" o "El es" expresa la fidelidad de Dios que, a pesar de la infidelidad del pecado de los hombres y del castigo que merece, "mantiene su amor por mil generaciones" (Ex 34,7). Dios revela que es "rico en misericordia" (Ef 2,4) llegando hasta dar su propio Hijo. Jesús, dando su vida para librarnos del pecado, revelará que él mismo lleva el Nombre divino: "Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo soy" (Jn 8,28)

Solo Dios ES

212 En el transcurso de los siglos, la fe de Israel pudo desarrollar y profundizar las riquezas contenidas en la revelación del Nombre divino. Dios es único; fuera de él no hay dioses (cf. Is 44,6). Dios transciende el mundo y la historia. El es quien ha hecho el cielo y la tierra: "Ellos perecen, mas tú quedas, todos ellos como la ropa se desgastan...pero tú siempre el mismo, no tienen fin tus años" (Sal 102,27-28). En él "no hay cambios ni sombras de rotaciones" (St 1,17). El es "El que es", desde siempre y para siempre y por eso permanece siempre fiel a sí mismo y a sus promesas.

213 Por tanto, la revelación del Nombre inefable "Yo soy el que soy" contiene la verdad que sólo Dios ES. En este mismo sentido, ya la traducción de los Setenta y, siguiéndola, la Tradición de la Iglesia han entendido el Nombre divino: Dios es la plenitud del Ser y de toda perfección, sin origen y sin fin. Mientras todas las criaturas han recibido de él todo su ser y su poseer. El solo es su ser mismo y es por sí mismo todo lo que es.

III Dios, "el que es", es verdad y amor

214 Dios, "El que es", se reveló a Israel como el que es "rico en amor y fidelidad" (Ex 34,6). Estos dos términos expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad. "Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad" (Sal 138,2; cf. Sal 85,11). El es la Verdad, porque "Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna" (1 Jn 1,5); él es "Amor", como lo enseña el apóstol Juan (1 Jn 4,8).

Dios es la Verdad

215 "Es verdad el principio de tu palabra, por siempre, todos tus justos juicios" (Sal 119,160). "Ahora, mi Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad" (2 S 7,28); por eso las promesas de Dios se realizan siempre (cf. Dt 7,9). Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una mentira del tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad.

216 La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de la creación y del gobierno del mundo ( cf.Sb 13,1-9). Dios, único Creador del cielo y de la tierra (cf. Sal 115,15), es el único que puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas en su relación con El (cf. Sb 7,17-21).

217 Dios es también verdadero cuando se revela: La enseñanza que viene de Dios es "una doctrina de verdad" (Ml 2,6). Cuando envíe su Hijo al mundo, será para "dar testimonio de la Verdad" (Jn 18,37): "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero" (1 Jn 5,20; cf. Jn 17,3).

Dios es Amor

218 A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito (cf. Dt 4,37; 7,8; 10,15). E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo (cf. Is 43,1-7) y de perdonarle su infidelidad y sus pecados (cf. Os 2).

219 El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo (Os 11,1). Este amor es más fuerte que el amor de una madre a sus hijos (cf. Is 49,14-15). Dios ama a su Pueblo más que un esposo a su amada (Is 62,4-5); este amor vencerá incluso las peores infidelidades (cf. Ez 16; Os 11); llegará hasta el don más precioso: "Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único" (Jn 3,16).

220 El amor de Dios es "eterno" (Is 54,8). "Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará" (Is 54,10). "Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti" (Jr 31,3).

221 Pero S. Juan irá todavía más lejos al afirmar: "Dios es Amor" (1 Jn 4,8.16); el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo (cf. 1 Cor 2,7-16; Ef 3,9-12); él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él.

IV Consecuencias de la fe en el Dios único

222 Creer en Dios, el Unico, y amarlo con todo el ser tiene consecuencias inmensas para toda nuestra vida:

223 Es reconocer la grandeza y la majestad de Dios: "Sí, Dios es tan grande que supera nuestra ciencia" (Jb 36,26). Por esto Dios debe ser "el primer servido" (Santa Juana de Arco).

224 Es vivir en acción de gracias: Si Dios es el Unico, todo lo que somos y todo lo que poseemos vienen de él: "¿Qué tienes que no hayas recibido?" (1 Co 4,7). "¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?" (Sal 116,12).

225 Es reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres: Todos han sido hechos "a imagen y semejanza de Dios" (Gn 1,26).

226 Es usar bien de las cosas creadas: La fe en Dios, el Unico, nos lleva a usar de todo lo que no es él en la medida en que nos acerca a él, y a separarnos de ello en la medida en que nos aparta de Él (cf. Mt 5,29-30; 16, 24; 19,23-24):

Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti. Señor mío y Dios mío, despójame de mi mismo para darme todo a ti (S. Nicolás de Flüe, oración).

227 Es confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad. Una oración de Santa Teresa de Jesús lo expresa admirablemente:

Nada te turbe / Nada te espante
Todo se pasa / Dios no se muda
La paciencia todo lo alcanza / quien a Dios tiene
Nada le falta / Sólo Dios basta. (poes. 3
0)[/QUOTE]

Saludes Raul.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Se lo resalto en ROJO Y MAYUSCULAS MI BUEN.:

Donde dice "Jesús es Dios"?... en lugar alguno, y a su vez, Kal, y sin olividar que usted omite descaradamente lo siguiente:

Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana


Bien, lo propio de la fe cristiana ES CONFESAR QUE JESÚS ES EL SEÑOR, y usted lo ha omitido, y sigue sin poder subrayar donde dice textualmente "Jesús es Dios"... pero espere, que aun hay más, y ahora PASAMOS A JESÚS:

Artículo 2
“Y EN JESUCRISTO, SU UNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR”

I Jesús

430 Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que "¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

431 En la historia de la salvación, Dios no se ha contentado con librar a Israel de "la casa de servidumbre" (Dt 5, 6) haciéndole salir de Egipto. El lo salva además de su pecado. Puesto que el pecado es siempre una ofensa hecha a Dios (cf. Sal 51, 6), sólo el es quien puede absolverlo (cf. Sal 51, 12). Por eso es por lo que Israel tomando cada vez más conciencia de la universalidad del pecado, ya no podrá buscar la salvación más que en la invocación del Nombre de Dios Redentor (cf. Sal 79, 9).

432 El nombre de Jesús significa que el Nombre mismo de Dios está presente en la persona de su Hijo (cf. Hch 5, 41; 3 Jn 7) hecho hombre para la redención universal y definitiva de los pecados. El es el Nombre divino, el único que trae la salvación (cf. Jn 3, 18; Hch 2, 21) y de ahora en adelante puede ser invocado por todos porque se ha unido a todos los hombres por la Encarnación (cf. Rm 10, 6-13) de tal forma que "no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (Hch 4, 12; cf. Hch 9, 14; St 2, 7).

433 El Nombre de Dios Salvador era invocado una sola vez al año por el sumo sacerdote para la expiación de los pecados de Israel, cuando había asperjado el propiciatorio del Santo de los Santos con la sangre del sacrificio (cf. Lv 16, 15-16; Si 50, 20; Hb 9, 7). El propiciatorio era el lugar de la presencia de Dios (cf. Ex 25, 22; Lv 16, 2; Nm 7, 89; Hb 9, 5). Cuando San Pablo dice de Jesús que "Dios lo exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre" (Rm 3, 25) significa que en su humanidad "estaba Dios reconciliando al mundo consigo" (2 Co 5, 19).

434 La Resurrección de Jesús glorifica el nombre de Dios Salvador (cf. Jn 12, 28) porque de ahora en adelante, el Nombre de Jesús es el que manifiesta en plenitud el poder soberano del "Nombre que está sobre todo nombre" (Flp 2, 9). Los espíritus malignos temen su Nombre (cf. Hch 16, 16-18; 19, 13-16) y en su nombre los discípulos de Jesús hacen milagros (cf. Mc 16, 17) porque todo lo que piden al Padre en su Nombre, él se lo concede (Jn 15, 16).

435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula "Per Dominum Nostrum Jesum Christum..." ("Por Nuestro Señor Jesucristo..."). El "Avemaría" culmina en "y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". La oración del corazón, en uso en oriente, llamada "oración a Jesús" dice: "Jesucristo, Hijo de Dios, Señor ten piedad de mí, pecador". Numerosos cristianos mueren, como Santa Juana de Arco, teniendo en sus labios una única palabra: "Jesús".
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Donde dice "Jesús es Dios"?... en lugar alguno, y a su vez, Kal, y sin olividar que usted omite descaradamente lo siguiente:

Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana


Bien, lo propio de la fe cristiana ES CONFESAR QUE JESÚS ES EL SEÑOR, y usted lo ha omitido, y sigue sin poder subrayar donde dice textualmente "Jesús es Dios"...

Ya te subraye, ¿que no lees? No verdad, tu soberbia lo impide, te digo, no puedes con la Verdad, luego hago un compilado de todo eso para aplastar tus erradas tesis.

pero espere, que aun hay más, y ahora PASAMOS A JESÚS:

Nuevamente te lo resalto en rojo y en mayusculas.

Artículo 2
“Y EN JESUCRISTO, SU UNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR”

I Jesús

430 Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que "¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

431 En la historia de la salvación, Dios no se ha contentado con librar a Israel de "la casa de servidumbre" (Dt 5, 6) haciéndole salir de Egipto. El lo salva además de su pecado. Puesto que el pecado es siempre una ofensa hecha a Dios (cf. Sal 51, 6), sólo el es quien puede absolverlo (cf. Sal 51, 12). Por eso es por lo que Israel tomando cada vez más conciencia de la universalidad del pecado, ya no podrá buscar la salvación más que en la invocación del Nombre de Dios Redentor (cf. Sal 79, 9).

432 El nombre de Jesús significa que el Nombre mismo de Dios está presente en la persona de su Hijo (cf. Hch 5, 41; 3 Jn 7) hecho hombre para la redención universal y definitiva de los pecados. El es el Nombre divino, el único que trae la salvación (cf. Jn 3, 18; Hch 2, 21) y de ahora en adelante puede ser invocado por todos porque se ha unido a todos los hombres por la Encarnación (cf. Rm 10, 6-13) de tal forma que "no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (Hch 4, 12; cf. Hch 9, 14; St 2, 7).

433 El Nombre de Dios Salvador era invocado una sola vez al año por el sumo sacerdote para la expiación de los pecados de Israel, cuando había asperjado el propiciatorio del Santo de los Santos con la sangre del sacrificio (cf. Lv 16, 15-16; Si 50, 20; Hb 9, 7). El propiciatorio era el lugar de la presencia de Dios (cf. Ex 25, 22; Lv 16, 2; Nm 7, 89; Hb 9, 5). Cuando San Pablo dice de Jesús que "Dios lo exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre" (Rm 3, 25) significa que en su humanidad "estaba Dios reconciliando al mundo consigo" (2 Co 5, 19).

434 La Resurrección de Jesús glorifica el nombre de Dios Salvador (cf. Jn 12, 28) porque de ahora en adelante, el Nombre de Jesús es el que manifiesta en plenitud el poder soberano del "Nombre que está sobre todo nombre" (Flp 2, 9). Los espíritus malignos temen su Nombre (cf. Hch 16, 16-18; 19, 13-16) y en su nombre los discípulos de Jesús hacen milagros (cf. Mc 16, 17) porque todo lo que piden al Padre en su Nombre, él se lo concede (Jn 15, 16).

435 El Nombre de Jesús está en el corazón de la plegaria cristiana. Todas las oraciones litúrgicas se acaban con la fórmula "Per Dominum Nostrum Jesum Christum..." ("Por Nuestro Señor Jesucristo..."). El "Avemaría" culmina en "y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús". La oración del corazón, en uso en oriente, llamada "oración a Jesús" dice: "Jesucristo, Hijo de Dios, Señor ten piedad de mí, pecador". Numerosos cristianos mueren, como Santa Juana de Arco, teniendo en sus labios una única palabra: "Jesús".
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Nuevamente te lo resalto en rojo y en mayusculas.

Verá, yo se lo subrayaré en negro:

Artículo 2
“Y EN JESUCRISTO, SU UNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR”

I Jesús

430 Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva". En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que "¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

Logra usted ver que bien le dice ÉL ES QUIEN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, EN, JESÚS... ¿es capaz de leerlo usted?.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Ya te subraye, ¿que no lees? No verdad, tu soberbia lo impide, te digo, no puedes con la Verdad, luego hago un compilado de todo eso para aplastar tus erradas tesis.

Verá, soberbia es quererer hablar conforme le viene en gana. PUES JESÚS ES EL SEÑOR, Y DIOS EL PADRE, PUES UN SOLO DIOS, EL PADRE, UN SOLO SEÑOR, JESUCRISTO. Y sigo sin ver donde está escrito "Jesús es Dios"... por mi parte, JESÚS ES EL SEÑOR, es una vez, y otra, y otra LA PALABRA DE FE QUE PREDICAMOS... pero usted, simplemente OMITE Y AÑADE.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Raul68;559919 Logra usted ver que bien le dice ÉL ES QUIEN dijo:
Logras leer bien... ¿verdad? Ahi ti va de nuez.

430 .Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva" En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que "¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

Si solo Dios puede perdonar pecados, y es en Jesus su Hijo quien salva a todos los pecados la logica es clara. ¡Jesus es Dios!
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Logras leer bien... ¿verdad? Ahi ti va de nuez.

430 .Jesús quiere decir en hebreo: "Dios salva" En el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le dio como nombre propio el nombre de Jesús que expresa a la vez su identidad y su misión (cf. Lc 1, 31). Ya que "¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"(Mc 2, 7), es él quien, en Jesús, su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). En Jesús, Dios recapitula así toda la historia de la salvación en favor de los hombres.

Si solo Dios puede perdonar pecados, y es en Jesus su Hijo quien salva a todos los pecados la logica es clara. ¡Jesus es Dios!

Claro, Dios salva EN JESÚS, EN JESÚS, EN JESÚS...

es él quien [DIOS], en Jesús [EN JESÚS], su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados"

Ale, si no sabe leer, ya no es mi problema. ¿Sabe usted el significado de Joel?, por ejemplo, o de Osias... por ejemplo también...
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Claro, Dios salva EN JESÚS, EN JESÚS, EN JESÚS...

es él quien [DIOS], en Jesús [EN JESÚS], su Hijo eterno hecho hombre "salvará a su pueblo de sus pecados"

Ale, si no sabe leer, ya no es mi problema. ¿Sabe usted el significado de Joel?, por ejemplo, o de Osias... por ejemplo también...

"¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" es la pregunta, y si Jesus no es Dios ¿Como puede perdonar los pecados? La unica forma de que Jesus perdone los pecados es que El, Jesus, sea Dios.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

"¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" es la pregunta, y si Jesus no es Dios ¿Como puede perdonar los pecados? La unica forma de que Jesus perdone los pecados es que El, Jesus, sea Dios.

Bueno, ya se lo he dado, DIOS EN JESÚS... pero bueno, si no sabe leer, bien, ya no es nuestro problema, porque o bien está negando al Hijo, o bien está negando al PADRE... porque bien le dice DIOS, EN JESÚS...
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Bueno, ya se lo he dado, DIOS EN JESÚS... pero bueno, si no sabe leer, bien, ya no es nuestro problema, porque o bien está negando al Hijo, o bien está negando al PADRE... porque bien le dice DIOS, EN JESÚS...

Yo no niego nada, le doy su lugar como debe ser.

en Jesús, ciertamente pero porque es su Hijo eterno hecho hombre ¿Que acaso Dios no es Eterno? Ves, aqui mismo se lee que Jesus es Dios pues es Eterno COMO el Padre.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Yo no niego nada, le doy su lugar como debe ser.

en Jesús, ciertamente pero porque es su Hijo eterno hecho hombre ¿Que acaso Dios no es Eterno? Ves, aqui mismo se lee que Jesus es Dios pues es Eterno COMO el Padre.

Verá, es imposible, por la sencilla razón que en cuanto a la carne NO ES ESTERNO. Kal, es eterno EN CUANTO A SU DIVINIDAD, NO SU HUMANIDAD.

Bueno, siga, siga por este camino que las herejías ya van saliendo una tras otras. Pero no olvide que bien le dice: QUE ES EL SEÑOR, Y DIOS EL PADRE. Y por supuesto, que Dios salva EN JESÚS. Es Dios quien salva EN JESÚS.
 
Re: ¿San Agustin fue libre para entender la fe?

Verá, es imposible, por la sencilla razón que en cuanto a la carne NO ES ESTERNO. Kal, es eterno EN CUANTO A SU DIVINIDAD, NO SU HUMANIDAD.

Bueno, siga, siga por este camino que las herejías ya van saliendo una tras otras. Pero no olvide que bien le dice: QUE ES EL SEÑOR, Y DIOS EL PADRE. Y por supuesto, que Dios salva EN JESÚS. Es Dios quien salva EN JESÚS.

La carne de Cristo ascendio al Cielo. ¿O que paso con el cuerpo de Cristo luego de la resurrecion? Ande, digame, saque de su bolsa de mentiras y tesis erradas que lo que ascendio al Cielo era el puro espiritu de Cristo y no su cuerpo resurrecto y Eterno.