Re: Un pequeño gran detalle en el Rapto-
RAPTO SECRETO O ARREBATEMIENTO ..
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza ... Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel , y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:13,16-17).
Hay cristianos que creen que el pasaje arriba citado enseña que la Iglesia de Cristo no deberá sufrir el estallido final de la maldad, guiado por el Anticristo, que precederá a la Venida del Señor en juicio (2 Tesalonicenses 2:1-12). Nos dicen que los creyentes serán arrebatados siete años antes de la manifestación de Cristo al mundo incrédulo. La Segunda Venida, enseñan, se realizará en dos etapas: Una primera etapa (a veces llamada "secreta") para rescatar a sus santos, es decir, la Iglesia; y tras siete años una segunda etapa, pública, acompañado de los santos arrebatados en la primera, para juzgar al mundo. ¿Es realmente bíblica esta enseñanza?
1. El rapto no será secreto
Los cristianos de Tesalónica aguardaban impacientes la Segunda Venida, pero temían que los creyentes que ya habían muerto no participarían en la gloria venidera. Pablo les explicó cuidadosamente que no sólo tendrían parte, sino que hasta irían delante de los todavía vivos, al encuentro del Señor cuando el momento llegase, lo cual sería anunciado (según vierte Phillips) por "¡Una voz de mando, un grito de arcángel, un toque de la trompeta de Dios, y Dios en persona descenderá de los cielos!". La orden divina (griego keleusma), llena de autoridad, es transmitida por el grito de un arcángel y por la trompeta de Dios. ¡Este parece un acontecimiento muy ruidoso!. En efecto, la trompeta anunciaba acontecimientos públicos (véase Levítico 25:9; Números 10:8; Jeremías 4:5; Mateo 6:2) y más tarde llegó a simbolizar el anuncio del juicio y del fin de los tiempos (ejemplos, Isaías 27:13; Sofonías 1:14-18; Apocalipsis 8:2,6-13; 11:15). ¡La trompeta se utilizaba precisamente para llamar la atención de todos! El Señor Jesús mismo enseñó que la trompeta anunciaría el Día del Señor: "Y enviará [Cristo] a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos..." (Mateo 24:31). Igualmente, Pablo escribió "...todos seremos transformados... a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (1 Corintios 15:51-52). De lo anterior es muy claro que el Rapto será un suceso público, pero que además ocurrirá en una única Segunda venida, pues el Apóstol la llama "la final trompeta", lo que obviamente significa que no habrá ninguna otra después de ésta.
2. Una única Segunda Venida
La creencia en una Parusía o Segunda Venida fraccionada en dos etapas busca apoyo en Daniel 9:24-27. Empero, allí se anuncia un período ya cumplido de 490 años (Setenta "semanas" de años) en cuyos últimos siete –la última "semana"- aparecería el Mesías, según lo anunciado en las Escrituras (ver Lucas 24: 25-27,44), trayendo justicia eterna y expiando por los pecados. El Mesías confirmaría el Nuevo Pacto con los "muchos" del verdadero Israel (ver Romanos 9:6-7, 27-29) y su muerte pondría fin al sistema sacrificial levítico (ver Hebreos, 9-10). Quienes lo rechazaran serían castigados (Juan 3:18). Todo esto ocurrió, tal como fue profetizado, en el primer siglo de la era cristiana.
Bien se ha dicho que "la Escritura enseña claramente que este [Segundo] Advenimiento será personal, visible, repentino e inesperado, glorioso y triunfal". Personal, 1 Tesalonicenses 4:16, "El Señor mismo"; visible, Hechos 1:11, "así vendrá, como le habéis visto ir al cielo"; repentino e inesperado, 1 Tesalonicenses 5:1-3, "el Día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche" (ver Mateo 24:42-44; 2 Pedro 3:10); glorioso y triunfal, 2 Tesalonicenses 1:7-10, "cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego ... cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos..." (ver Hebreos 9:28; Apocalipsis 1:7).
Las Escrituras dan testimonio de una única Segunda Venida, y de una única resurrección corporal de justos para bendición y de injustos para castigo. La resurrección corporal se describe en Apocalipsis 20:11-15, "Y vi a los muertos grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos ... el mar entregó sus muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en cada uno; y fueron juzgados cada uno según sus obras". Debe notarse que la "primera resurrección" de Apocalipsis 20:4-6 es la actual vida de los que han muerto dando testimonio de Cristo. Para el mundo son derrotados, pero en verdad ya han vencido y reinan con Dios y Cristo por un período muy largo ("mil años") comparado con sus breves sufrimientos. Aunque todos los creyentes ya han renacido y son reales sacerdotes (Mateo 8:22; Lucas 15:24; Juan 5:24-25; 11:25; Romanos 6:13; Efesios 2:1,5; Colosenses 2:13; 1 Pedro 2:9,24), los mártires gozan ya plena paz de Dios mientras sus hermanos deben sufrir "por un poco de tiempo".
Acerca del único juicio que tendrá lugar en la Parusía, y sus consecuencias, nuestro amado Señor dijo: "e irán estos [los malvados] al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46) ; "No os maravilléis; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz [la de Cristo]; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Juan 5:28-29). Y Pablo declaró: "Pues es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo..."; "teniendo [la misma] esperanza en Dios que estos también abrigan, de que ciertamente habrá una resurrección tanto de los justos como de los impíos" (2 Corintios 5:10; Hechos 24:15, Biblia de las Américas; ver también Hechos 17:30-31; Romanos 2:5-16). También Pedro, Juan y Santiago afirmaron esta verdad: 1 Pedro 4:5,17; 2 Pedro 3:7; Hechos 10:42; 1 Juan 4:17; Apocalipsis 20:12; Santiago 5:8-9.
Todos verán a Jesús en la Parusía: "Entonces ... lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria ... y [sus ángeles] juntarán a sus escogidos..." (Mateo 24:30-31). De 2 Tesa- lonicenses 1: 6-10 se entiende sin lugar a dudas que la hora de la lamentación de "todas las tribus de la tierra" ¡es la mismísima hora del arrebatamiento y del gozo de los creyentes!CONINUARA