Estimados hermanos. Saludos cordiales.
La obra de Dios es maravillosa, y muchas veces inexplicable. Dice su Palabra: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales…Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. “ 1 Cor. 12: 1, 4
El Espíritu es uno, pero los dones o manifestaciones del Espíritu son muchos y diversos. Estos dones de la gracia o Jarísmata (plural de járisma, “don gratuito”, “dotación” divina) se presentan principalmente en tres pasajes de la Biblia, a saber Romanos 12: 4-8; 1 Corintios 12 al 14; y Efesios 4: 7-13.
Probablemente aun estas enumeraciones, tomadas en conjunto no sean exhaustivas sino apenas una ilustración de las dotaciones espirituales. Estos dones fueron otorgados a la iglesia cuando Jesús ascendió al cielo. (Efe. 4: 8. 11)
Ningún individuo en la iglesia debiera esperar recibir todos los dones del Espíritu. Tampoco todos los miembros debieran esperar recibir exactamente los mismos dones. El Nuevo Testamento compara a la iglesia, en el cual aparecen las manifestaciones del Espíritu, al cuerpo humano.
En la iglesia de Dios, un miembro dotado de un don específico del Espíritu, no considerará desdeñosamente a otro miembro porque no posee ese mismo don (Leer 1 Cor. 12: 5-7)
La Profecía y la Administración
“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.” 1 Cor 12: 28
“A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.” 1 Cor. 12: 10
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; “ Rom. 12: 6
Al hacer la pregunta Billi se refiere a la parte formal, al ritual(Muchos abusan de la imposición de manos y lo hacen como una simple ceremonia), pero creemos que más importante que estas ceremonias está la fe en la conducción de Dios. “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; Gálatas 5: 5
El don de la justicia es comunicado a los hombres por intermedio del Espíritu Santo (Véase Juan 16: 8) En esto consiste la justicia ineficaz que el hombre busca por medio de las obras, y la justicia que viene por la fe. En la primera el Espíritu no interviene porque el esfuerzo es puramente humano, y por lo tanto independiente de la gracia divina” SDA Bible Commentary, tomo 6, pág. 977)
Todos los profetas del Antiguo Testamento condenaban las vanas formalidades, pero ninguno llegó al fondo del asunto con mayor claridad y convicción que Miqueas:
"¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerro de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y ¿qué pide Jehová de tí, sino solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios?" (Miqueas 6:6-8).
El profeta es un portavoz de Dios. Aun después que el antiguo Israel se convirtió en monarquía, era el profeta quien recibía mensajes e instrucciones de Dios. El Contenido de su mensaje no es necesario ni principalmente predictivo, sino que puede ser cualquier mensaje que Dios desee dar a su pueblo en determinado momento, pertenezca al pasado, al presente o al futuro. La iglesia de Dios hoy, como antaño, necesita instrucciones de parte de Dios. El agente principal por el cual se da esta instrucción es el profeta. Creemos que este don se manifestó en Elena G. de White.
La Biblia está llena de ejemplos. Las mujeres siempre han jugado roles fundamentales. Por ejemplo está el caso de Hulda, que fue profetiza. También está el caso de Débora que juzgó a Israel, ahora, si analizamos todos los casos, está a la par del hombre pero nunca por encima del hombre. Por ejemplo Débora juzgó junto con Barac e inclusive Dios le dio a una mujer, el honor de ser la que dio la victoria final al pueblo. Me refiero a Jael quién mató a Sísara con una estaca .
Dios tiene una iglesia que está preparándose para la gran crisis que se avecina, el bienestar de la iglesia en conjunto y de sus miembros individuales, está inseparablemente vinculado con su actitud de fe y atención a los profetas de Dios, quienes son los mensajeros escogidos por él, los portavoces que ha designado para su iglesia en la tierra. Este plan de comunicación ha sido la uniforme y benéfica forma escogida por Dios para revelar su voluntad al hombre aun desde la separación ocasionada por el pecado. Por este medio aconseja, instruye, precave, suplica, y amonesta, según lo indiquen la necesidad y el amor divino.
Las vicisitudes de la iglesia en todas las edades han sido medidas por su fidelidad o deslealtad al don de profecía, y su seguridad se ha medido por la manera en que respondió a esas instrucciones divinas. A través de los siglos que abarcan las eras patriarcal, mosaica y apostólica podemos ver en acción esta regla inviolable, según se revela en las páginas de la Escritura Sagrada.
Luego después de la muerte de los apóstoles, la trágica marcha de los sucesos empieza en la era cristiana, y está escrita con sangre y lágrimas, y manchada por los desvíos y la apostasía. Constantemente la iglesia cristiana nominal se aparta de estos principios fundamentales, de los preceptos y prácticas de la letra y del espíritu que caracterizan a la iglesia apostólica. La desviación se concentró en la perversión de la ley y el Evangelio, aunque penetró en toda verdad del cristianismo.
Trágica ha sido la suerte de aquellos que defendieron la fe primitiva. Odiados, vilipendiados, perseguidos, aislados, testificaron por la verdad. Pero de vez en cuando, se levantaron al llamamiento de Dios, profetas, hombres y mujeres que denunciaron la iniquidad de los desleales. Estimularon la fidelidad de los leales, y guiaron a los adherentes de la verdad a través de los penosos siglos.Ahora en estos días llamados divinamente”últimos días”, el gran plan de redención y el insensato curso de la especie humana se acercan a su culminación. De tal manera abunda la iniquidad entre los hombres, tan desafiante es la filosofía humana, tan rebelde es la desobediencia del hombre frente a Dios y las provisiones de la redención en que este supremo conflicto entre el bien y el mal, que era imperativo que el don de profecía se manifestase en forma conspicua en las filas de la iglesia remanente.
Estimados hermanos, (incluidos los detractores), si alguna vez en la carrera de la humanidad el hombre necesitó la dirección divina, es ciertamente en estos postreros días, cuando todas las fuerzas de la iniquidad se hallan sueltas para confundir y arruinar, cuando el mundo secular se ha vuelto materialista, y el mundo religioso se ha entregado a las enseñanzas modernistas. Si alguna vez en la historia de la iglesia necesitó tener la dirección divina, fue en el momento de crisis del movimiento adventista, precisamente después de la desilusión de 1844, y durante las décadas que siguieron. Los asuntos en juego eran trascendentales, pero la dirección de Dios era adecuada.
El último conflicto se produce respecto de la fidelidad a Dios, y llega a su consumación en nuestro tiempo.
La ira de Satanás se concentra sobre la iglesia remanente de Dios, supremo objeto del amor y dirección divinos. Esta iglesia se destacará finalmente como única defensora de la pisoteada ley de Dios en su relación con los amplios medios provistos para la redención. No sólo es la iglesia en conjunto del ataque de del maligno, sino que los miembros individuales son acosados porque mantienen la integridad de la ley y el Evangelio. Introduciendo la duda, la negligencia, la rebelión o el repudio, Satanás procura destruir la fidelidad individual a los consejos del don de profecía. De ahí que los tres grandes asuntos en juego en esta última hora estén tan claramente definidos por la inspiración, pero todos han quedado confundidos en las creencias y practicas de las masas de la cristiandad.
No cabe la menos duda que estamos repitiendo la historia en los días de Israel en el tiempo de Moisés, pensemos en nuestros tiempos.
Estas son las palabras de un caudillo de Israel:
“Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal”. “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia: amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar. “ Deut. 30: 15, 19, 20
Ellen White escribió : "Cuando el protestantismo extienda la mano por encima del abismo para tomar la mano del poder romano, cuando éste extienda la mano por encima del abismo para tomar la mano del espiritismo, cuando bajo la influencia de esa triple unión, nuestro país repudie todo principio de la Constitución como un gobierno protestante y republicano, y prepare el terreno para la propagación de las falsedades y engaños papales, podremos entonces saber que ha llegado el momento para la maravillosa operación de Satanás, y que el fin está próximo"
“Se levantaron muy de mañana y salieron hacia el desierto de Tecoa. Y mientras ellos Salían, Josafat se puso de pie y dijo: "Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: ¡Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros! ¡Creed a sus profetas y seréis prosperados!" 2 Cron. 20: 20
Bendiciones.
Luego todo Israel sera salvo
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