Historias

Re: Historias

Un viaje en avión

Se encontraba una vez un hombre en medio de un momento muy difícil de su vida, su pequeño negocio estaba a punto de quebrar y sabía que ello supondría su ruina y la de su familia. Trabajador y amante de los suyos, luchaba y luchaba para salvar aquella pequeña zapatería con todos los medios a su alcance, sin embargo las cosas parecían empeorar día trás día. Como último recurso, un día decidió ir a hacer una vísita a un amigo de la juventud, con la esperanza de que él le ayudaría.

Mientras esperaba el despegue, ya sentado dentro del avión, le rogó a Dios que le mostrara algo que reforzara un poco más su confianza en Él, y su fortaleza para no fallarle en aquellos momentos, si en su Voluntad Él estaba permitiendo todo aquello, pues era consciente que si bien por si solo no podía nada, con Dios lo podía todo, y a modo de oración le decía:

-"Señor, tu sabes que a pesar de los problemas siempre he confiado en ti, no permitas que te falle, ayúdame a hacer todo cuanto esté en mis manos para solucionar esto, pero ayudame también a saber depositar en Ti y en tu Providencia la última palabra. Ayúdame Señor a aceptar tu Voluntad sea lo que sea, lo que Tu hayas dispuesto para mi y para los míos. Y no permitas que jamás dejemos de sentirnos amados por Ti".

Pasó algo más de una hora, y el avión continuaba situado en la pista nº 8, y por un momento llegó a pensar que se suspendería el vuelo, pues aquel era un día oscuro y tormentoso.

Finalmente la tormenta empezó a ceder y el avión pudo despegar.

Pero por primera vez puso su atención en un hecho que para él iba a tener toda la fuerza de un signo. Observó, que a medida que el avión se elevaba, iba dejando atrás la tormenta, y que una vez encima de las nubes, el sol brillaba tan radiante como siempre y ahí estaba el mismo cielo azul que las nubes no dejaban ver.

Esto le dió las fuerzas y el ánimo que necesitaba, pues vió que sin importar qué tan fuerte sea la tormenta, Dios siempre está ahí por encima de todos los problemas, "brillando con todo su esplendor".



Tu vida puede andar tal vez no en el mejor momento, puede ser que no veas claro, pero debes creer que no estás sólo, por encima de esos problemas se encuentra aquel que te creó y que jamás aparta sus ojos de ti. Pero que permite que veas la "tormenta" para que sepas descubrir por encima de ella, su presencia, el cielo azul infinito de su amor y el sol de la esperanza y que todo cuanto Dios permite que te suceda es para tu bien.

Sin importar en el momento de tu vida que este momento te llegue, recuerda solo has de elevar el avión de tus problemas y situarlo sobre la nubes, seguro que por encima de toda tormenta está Dios...

Y si te cuesta creerlo, díle solamente: "Señor aumenta mi fe."
 
Re: Historias

Fui enviado a predicar y a abrir obra en una ciudad (en la que ahora estoy), bastante lejana de "mi tierra natal" y de mi iglesia local; 2.050 kms.

En principio todo iba bien, estaba trabajando en una empresa, pero el trabajo se terminó, y comenzaron las penurias; me vine a ésta ciudad, en la que no conocía absolutamente a nadie ni siquiera algún contacto indirectamente. En ese entonces teníamos 4 hijos, todos pequeños, entre 1 y 7 años. Hubieron momentos bastante críticos, en donde la necesidad apremiaba; de una o de otra forma procuraba el pan para mi familia.

En una oportunidad, en que habíamos pasado el día casi sin alimento; en la tarde les dije a mis hijos: "quieren tomar tecito; pues vamos a pedirle al Señor que nos dé pan (teníamos té pero faltaba el pan); y nos fuimos todos a orar, mi esposa, mis cuatro hijos y yo. Ud. entenderá (mírelo desde mi perspectiva) que oramos con muchas lágrimas y ruegos, especialmente mi esposa y yo. Estábamos frente a nuestros hijos y al cumplimiento de la fe, en aquel Dios que ellos estaban comenzando a vislumbrar.

Habremos estado una hora, arrodillados en el altar del pequeño local de madera que yo con ayuda de mi esposa habíamos construido en la humilde casa que arrendábamos; … como digo, orábamos incesantemente,… cuando golpearon a nuestra puerta, sequé mis lágrimas y mientras los demás quedaban orando, fui a atender. Me encontré con una sra. que yo no conocía, que hasta ese momento nunca había visto; y me pregunto "¿ud. es el pastor?"... Sí, le dije. "Pues yo soy cristiana, y estaba en mi casa y el Señor me dijo que le trajera este paquete". Me entregó el paquete (grande) conversó algún poquito y se fue.

Llamé a mi esposa, nuestros hijos salieron tras de ella, y abrimos el paquete; nuestra sorpresa fue grande, (a pesar que estábamos orando al Dios que todo lo puede); pues, frente a nuestros ojos había un solo pan, de inmensas proporciones, de más o menos 4 kilos; estaba hecho en un horno de tambor (a leña) y a todo el ancho o diámetro del tambor de lata. (los que se usan en Chile) Mis hijos me miraban sorprendidos y les dije: "hijitos, el Señor nos ha respondido, nos ha mandado el pan que le estábamos pidiendo"

¿Pueden imaginar éste cuadro? Hasta el día de hoy nuestros hijos (los mayores) recuerdan esta experiencia, amen de muchas otras que sería largo contar; y que les fue formando su fe y enseñando a confiar plenamente en aquel Dios que dijo: “no te dejaré ni te desampararé” Hoy, en la necesidad o en la aflicción, ellos doblan sus rodillas, pues saben que Dios responde.

Esta es parte de mi propia historia

Dios les bendiga. ...Dagoberto
 
Re: Historias

Dagoberto,
Un fuerte abrazo para tí hermano.

Muchas gracias por compartir con tu propia historia, gracias por la bendición que ha sido leerte, y por la motivación que me has dado para compartir también mi propia historia con el Señor. Hasta ahora, en este epígrafe, había compartido historias (de otros) que consideraba de aliento y edificación, pero había dejado de lado el hecho de que yo mismo soy testigo de Cristo, y que tengo muchas historias también que comapartir, que lo que las hace especiales no es que yo haya estado involucrado en las mismas, sino que el Señor fue el autor principal.

Gracias hermano por hacerme notar esto, y de ahora en adelante, además de las historias que otros hermanos han vivido, daré también mi propio testimonio, contaré como el Señor ha obrado maravillosamente en mi vida y seré también, testigo de ÉL.

Gracias nuevamente hermano, y el Señor te continue bendiciendo, tanto que puedas seguir siendo de bendición para nosotros también.

Fraternalmente,
Joaco <><
 
Re: Historias

Dagoberto,
Un fuerte abrazo para tí hermano.

Muchas gracias por compartir con tu propia historia, gracias por la bendición que ha sido leerte, y por la motivación que me has dado para compartir también mi propia historia con el Señor. Hasta ahora, en este epígrafe, había compartido historias (de otros) que consideraba de aliento y edificación, pero había dejado de lado el hecho de que yo mismo soy testigo de Cristo, y que tengo muchas historias también que comapartir, que lo que las hace especiales no es que yo haya estado involucrado en las mismas, sino que el Señor fue el autor principal.

Gracias hermano por hacerme notar esto, y de ahora en adelante, además de las historias que otros hermanos han vivido, daré también mi propio testimonio, contaré como el Señor ha obrado maravillosamente en mi vida y seré también, testigo de ÉL.

Gracias nuevamente hermano, y el Señor te continue bendiciendo, tanto que puedas seguir siendo de bendición para nosotros también.

Fraternalmente,
Joaco <><

Estimado hermano Joaco

Siempre ha sido un placer compartir contigo; ... y en verdad no dudo que tengas preciosas experiencias que has vivido con el Señor;... desde ya estaré atentísimo a leerte cuando escribas... me agrada sobremanera leer lo que Dios ha hecho en otros hermanos... es tan edificante y de tantas enseñanzas.

Debo decirte que así como este tema (no lo había leido antes) son los temas saludables, ..temas que agrada entrar y compartir...

Me imagino que sabes que soy un asiduo lector de tus aportes...

¡Que Dios siga siendo glorificado entre nosotros amado hermano!


Dios te bendiga enormemente..
 
Re: Historias

Hunde tus raíces

Llegó sin previo aviso. Yo me encontraba en el trabajo cuando se me ocurrió mirar por la ventana; el hermoso cielo azul que había admirado hacía unos minutos ahora estaba lleno de unas nubes negras que no auguraban nada bueno. En un instante más comenzó a llover a cántaros y, a continuación, un feroz viento hizo su aparición doblando a los árboles hasta un ángulo que parecía imposible. Entonces chilló la sirena de tornados. Salimos como pudimos de los escritorios y buscamos refugio; muchos nos acurrucamos debajo de un hueco de la escalera de concreto que estaba en el sótano. La radio confirmó nuestro mayor temor: el tornado se dirigía hacia nosotros.

Mientras ráfagas de viento de más de 190 km/h rompían vidrios y hacían temblar las paredes, varios de nosotros nos pusimos a orar. Pensé en mi familia y oré para que estuvieran a salvo (más tarde descubrí que el tornado pasó a menos de tres cuadras de nuestra casa). Luego de cinco angustiosos minutos, el viento cedió y el sol volvió a brillar. ¡Sobrevivimos! Gracias a Dios, nadie se hirió.

Salí para ver los daños. El tornado tocó suelo a solo ciento sesenta metros arrancando varios pinos enormes antes de saltar por encima de nuestro edificio de oficinas y arrancar de raíz más pinos inmensos. Me sorprendió ver que las raíces de los árboles arrancados no eran tan grandes. Luego, no lejos de allí, vi un antiguo y majestuoso roble que parecía casi intacto. Solo tenía algunas ramas rotas.

Tiempo después me enteré que los pinos en nuestra región tienen un sistema de raíces superficiales, de ahí que muchas de esas imponentes bellezas verdes se convirtieran en leña. Sin embargo, el sistema de raíces de un roble se sumerge a lo profundo de la tierra y esto le permite resistir incluso la furia de un tornado.


Las raíces fueron el elemento decisivo.

¿Qué clase de sistema de raíces espirituales necesitamos para enfrentar los embates y presiones del mundo? Si queremos llevar una vida que soporte las influencias negativas del mundo, esa clase de fortaleza que resiste los tornados de la vida, necesitamos raíces espirituales como las del roble. Debemos convertirnos en “robles de justicia” (Isaías 61:3).

Jesús dijo: “Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer”
(Juan 15:4-5)


Los seguidores de Cristo han entendido durante siglos la importancia crítica de ciertas actividades espirituales que marcan la vida de un discípulo que cree. Mencionaremos tres actividades básicas, aunque no es menos cierto que existen más. Si tan solo priorizas estas tres, desarrollarás un sistema de raíces que resistirán las tormentas de la vida y te convertirán en verdaderos “robles de justicia” que no serán movidos por los embates de las tormentas del mundo.


  • Una experiencia personal diaria con Jesucristo.
    Para que crezcas y llegues a ser todo lo que Dios tenía en mente al crearte, debes someterte a Jesucristo como Señor, amo y autor de tu vida. La travesía espiritual de seguirle no consiste en una lista de cosas que debemos hacer y que no debemos hacer, sino más bien en un encuentro momento a momento con Jesús. El crecimiento tiene lugar en nuestras vidas en la medida que nos sometemos a Él, que caminamos con Él por fe y le obedecemos.

    Lo que sigue no es una lista de control, sino más bien son disciplinas espirituales de probada eficacia que nos ayudan a crecer como seguidores de Cristo. Tú decidirás de qué manera vas a ponerlas en práctica, pero si lo haces, estos puntos básicos transformarán con el tiempo a un “bebé cristiano” en un seguidor de Cristo maduro.

    • Oración.
      Una buena comunicación es la clave para cualquier relación floreciente. No cabe duda de que esto también se ajusta a nuestra relación con Dios. La Escritura nos insta a que oremos sin cesar (1 Tesalonicenes 5:17), a orar por todo (Filipenses 4:6-7) y a dar gracias en oración en toda situación (1 Tesalonicenses 5:18).

    • Estudio bíblico.
      La Escritura es el manual del fabricante para nuestra vida cristiana. Haz de la Biblia una fuente constante de consulta para tomar decisiones, para conocer la verdad acerca del carácter de Dios, de sus caminos y de sus promesas, y para obtener consejos prácticos de cómo seguirle mejor. (2 Timoteo 3:16-17; Salmo 119)

    • Adoración.
      Se nos manda que adoremos a Dios de manera individual y colectiva. Si no somos fieles en adorar a Dios, no solo los domingos sino en cada momento del día, es probable que vayamos a adorar alguna otra cosa.

    • Dar y servir.
      Somos mayordomos de muchos recursos personales, materiales y financieros. Dios nos dice que es mejor dar que recibir. Necesitamos cosechar el gozo de dar con generosidad como nuestro Padre celestial nos da a nosotros. Una forma de dar es servir a otros en el nombre de Cristo, en particular a los que son indigentes o que estén solos.

    • Comunión.
      No desaproveches el inmenso beneficio de ser cristiano: una conexión dentro del cuerpo de Cristo. Cuando tú y tu familia se reúnen juntos (Hebreos 10:25) en una iglesia local fuerte (en un lugar en el que se enseñe que la Escritura es Palabra inspirada de Dios), la sabiduría y el aliento de los otros creyentes los ayudará de manera eficaz a conducirse y desarrollarse espiritualmente.

    • Testimonio.
      Tenemos la tarea de actuar en nombre de Jesús para reconciliar al perdido con Dios. Esto implica acercarnos a los vecinos y conocido que no son creyentes, a fin de plantar y cosechar las semillas del evangelio.


  • Verdaderos amigos.
    Por lo general, el crecimiento espiritual tiene lugar en el contexto de las relaciones. Todos necesitamos tener a alguien cerca, no solo para disfrutar de la amistad y de la comunión, sino también para cosechar los beneficios de rendirle cuentas a esa persona. Necesitamos mantener al menos una relación de amistad con un cristiano del mismo sexo con quien podamos apoyarnos con frecuencia en busca de consejo y equilibrio, alguien con quien podamos hablar de todo, desde cómo hacer frente a la presión, hasta de temas teológicos espinosos.

    Un pequeño grupo de amigos logra proporcionar muchas veces estas relaciones que nos exigen responsabilidad frente a otros. Lo ideal sería que formaran parte de un grupo de amigos en el que todos procuraran crecer de forma individual y colectiva como seguidores de Cristo.


  • Vida auténtica
    La verdadera vida comienza en el hogar. El lugar en el que es más difícil ser un seguidor de Cristo diario y constante es en la propia casa. Cuando estás en casa, rodeado de tus familiares que te conocen bien y pueden darse cuenta de tus palabras y tus movimientos, es difícil mantener una fachada durante mucho tiempo. Y no deberías hacerlo. Si tienes una relación vital con Jesucristo, manifiéstala viviendo de la manera más sincera y consecuente posible. Dios se ocupará del resto.

    Existen muchas maneras de mostrarle a la familia que tienes serias intenciones de seguir las pisadas de Jesucristo, pero hay dos en particular que en verdad valen: Admitir los errores y pedir perdón cuando estropeas una relación,.

    Por más humillante que sea, muy a menudo lograrás obtener un “dos por uno” en el cual demostrarás estas dos cualidades al mismo tiempo.

    Cuando uno es capaz de admitir un error, pedir perdón y llevar toda la situación a Dios, hay esperanza de que aprendamos del error. El crecimiento espiritual no ocurre en un corazón que es demasiado obstinado para admitir sus errores.

    Para admitir los errores necesitas algo de valor y debes tragarte el orgullo, pero si deseamos que cada miembro de la familia sea fuerte espiritualmente, tenemos que responder a nuestro Señor y caminar como Él lo hizo, no podemos solo hablar del asunto

¿Cómo se encuentra tu sistema de raíces? ¿Apenas se esconden debajo de la superficie o se extienden a lo profundo dentro de la tierra? Invierte el tiempo y la energía necesarios para ser como “un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto” (Jeremías 17:8)

¿No es eso lo que todos buscamos? Deseamos una iglesia “árboles” fructíferos que florezcan pase lo que pase; un bosquesillo lleno de “robles de justicia”.


Atte.
Joaco <><
 
Re: Historias

Después de un par de meses de no participar en el foro, quiero compartir con ustedes esta historia. Se desconoce el autor de este relato. Por lo tanto, no tenemos certeza de que relate un suceso verídico. Sin embargo, ilustra una verdad que a veces resulta difícil de asimilar.

Hace años, un estadounidense llamado David Morse que vivía y trabajaba en la India entabló amistad con un anciano buscador de perlas que se llamaba Rambhau. Morse pasaba muchas veladas en la cabaña de Rambhau leyéndole la Biblia y explicándole el tema central de la misma: el amor de Dios y la salvación que brinda Jesús. A Rambhau le gustaba escuchar la Palabra de Dios, pero cuando Morse lo animaba a aceptar a Cristo como Señor y Salvador, el anciano negaba con la cabeza y replicaba: -¡Me parece demasiado fácil tu método cristiano de ir al Cielo! No puedo aceptarlo. Si me admitieran en el Cielo de esa manera, me sentiría como un mendigo, como un pordiosero al que le permitieron entrar por lástima. Será que soy orgulloso, pero quiero ganarme mi sitio en el Cielo. Quiero merecerlo con mi esfuerzo.

Por mucho que le explicaba Morse, no conseguía disuadir a Rambhau de la decisión que había tomado. Transcurrieron algunos años, y una noche, Morse oyó que alguien tocaba a su puerta. Era Rambhau.
-Entra, amigo-dijo Morse. -No -contestó el buscador de perlas- lo que quiero es que vayas a mi casa un rato. Quiero mostrarte algo. Te ruego que no te niegues. -Cómo no -repuso Morse.

Mientras se acercaban a la cabaña, Rambhau anunció: -En una semana empezaré a ganarme mi puesto en el Cielo. ¡Iré de rodillas a Delhi.
¿Te has vuelto loco? -exclamó Morse-. Son casi mil quinientos kilómetros. Te vas a herir en las rodillas con la fricción y te dará septicemia antes de llegar, si es que llegas!
-No. Tengo que ir a Delhi -aseveró Rambhau-, ¡y los inmortales me lo recompensarán! El sufrimiento será grato, ¡pues con el me compraré un lugar en el Cielo! -Rambhau, amigo mío -comentó Morse-, no puedo permitirte que hagas eso. Mira, Jesucristo ya sufrió y murió para comprarte un lugar en el Cielo.
El anciano no se inmutaba; y añadió: -Eres el mejor amigo que tengo en la Tierra. En todos estos años no me has abandonado cuando he estado enfermo o he tenido necesidad. A veces has sido mi único amigo. Pero ni siquiera tú puedes quitarme el deseo de comprarme la felicidad eterna... ¡Tengo que ir a Delhi!

Una vez que estuvieron en el interior de la cabaña, invitó a Morse a sentarse en una silla que Rambhau había construido para él poco después de su llegada a la India. Morse se había sentado numerosas veces en la misma silla para leerle la Biblia a su amigo. Rambhau salió de la sala y regresó poco después con una pequeña caja de caudales.
-Tengo esta caja desde hace años -precisó-; solo guardo una cosa en ella. Te voy a hablar de ella, amigo. Yo tenía un hijo varón...
-¡Un hijo! Rambhau... ¡nunca me hablaste de él!
-No. Es que no podía -al decir aquello, se le llenaron de
lágrimas los ojos al pescador-. Ahora debo decírtelo, porque pronto me marcharé, y quién sabe si volveré algún día. Mi hijo también era buzo, el mejor pescador de perlas de las costas de la India. Era también el más rápido, el que tenía la vista más aguda y los brazos más fuertes, y el que era capaz de contener el aliento por más tiempo que nadie mientras buscaba perlas. ¡No sabes las alegrías que me daba!

«Como sabes-prosiguió Rambhau- casi toda perla tiene algún defecto o imperfección que solo un experto puede notar. Mi muchacho siempre soñó con encontrar la perla perfecta, la más fina de todas. ¡Y un día la encontró! Pero para sacarla del mar pasó demasiado tiempo bajo el agua. Al poco rato murió. Esa perla le costó la vida.

El anciano pescador de perlas agachó la cabeza. Por unos instantes se le estremeció todo el cuerpo, aunque no emitió sonido alguno.
-Todos estos años -continuó- he guardado esta perla. Ahora que me voy y quizás no vuelva, te la regalo a ti, que eres mi mejor amigo.
El anciano accionó la combinación, abrió la caja fuerte y sacó con sumo cuidado un paquete envuelto en algodón. Lo desenvolvió con suavidad y extrajo una perla de gran tamaño que colocó en la mano de Morse. Era una de las perlas más grandes que se habían hallado en las costas de la India. Tenía un brillo jamás visto en perlas cultivadas. En cualquier mercado se habría obtenido una cantidad fabulosa por ella.
Por un momento, Morse contempló la joya con asombro, sin poder articular palabra. Luego exclamó:
-¡Rambhau! ¡Esta perla es fabulosa!
-Esta perla, amigo mío, es perfecta-precisó el hindú con voz queda.

Entonces se le ocurrió una idea a Morse: aquella era la oportunidad por la que había orado para ayudar a Rambhau a entender el valor del sacrificio que hizo Jesús.
-Rambhau, esta perla es estupenda; ¡es asombrosa! Permíteme que te la compre. Te daría diez mil dólares por ella.
-¿Qué dices? No te entiendo -repuso Rambhau.
-Te daré quince mil dólares por ella; y si hiciera falta, trabajaré para pagártela.
Rambhau se puso tenso, y añadió:
-En el mercado, un millón de dólares no serían suficientes para comprarla. No te la vendo. Solo será tuya si te la regalo. -No, Rambhau. No puedo aceptar. Aunque me muero por tener esta perla, no puedo aceptarla en esas condiciones.
Será que soy orgulloso, pero sería demasiado fácil. Tengo que pagarla o ganármela con mi esfuerzo. El anciano estaba perplejo. -Amigo mío, no lo entiendes -repuso-. ¿No te das cuenta? Mi único hijo dio la vida para conseguir esta perla; no la vendería a ningún precio. Su valor es la vida de mi hijo; no puedo vendértela. Solo puedo regalártela. Acéptala en prenda de mi afecto.
Ahogado por la emoción, Morse no logró pronunciar palabra por unos instantes. Luego, asiendo con firmeza la mano del anciano, le aseguró con voz queda:
-Rambhau... ¿no lo comprendes? Acabo de decirte lo mismo que le has dicho tú siempre a Dios.

El anciano miró inquisitivamente a Morse por largo rato. Poco a poco, empezó a entender.
-Dios te ofrece la salvación como un regalo -añadió Morse-.
Su valor es incalculable. Nadie en la Tierra podría pagar lo que vale. Millones de dólares no serían nada. No hay hombre en este mundo que pueda ganarse la salvación. Quien se esforzara toda la vida por merecerla se quedaría corto, ni viviendo millones de años la pagaría. Nadie es tan bueno como para merecerla. A Dios le costó la vida de Su único Hijo obtener tu entrada al Cielo. En un millón de años, en cien peregrinajes, no podrías pagar esa entrada. Todo lo que puedes hacer es aceptarla como una muestra del amor de Dios por ti, que eres pecador. «Rambhau -añadió Morse-, claro que acepto la perla con gran humildad. Pido a Dios que me haga digno de tu afecto. ¿No quieres aceptar el mejor regalo que Dios te ofrece, el Cielo, con gran humildad, sabiendo que ese regalo le costó la vida de Su Hijo?
Las lágrimas rodaban por las mejillas del anciano. Había empezado a levantarse el velo que le obstruía el entendimiento.
-Ahora lo entiendo -dijo-. No podía creer que la salvación fuera gratuita. Algunas cosas son tan valiosas que no se pueden comprar ni merecer. Amigo mío, ¡acepto la salvación que me brinda Dios! [...] Las abundantes riquezas de [la gracia de Dios] en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


''Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. '' Efesios 2:7-10

La vida cristiana es imposible vivirla si Cristo no vive en nosotros. Porque Cristo es nuestra vida. Pablo dijo: -Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí- Gálatas 2.20

Espero que, si se consideran cristianos, tengan esto presente, pues es la verdad que Él nos ha revelado.

No estamos aquí para luchar contra nuestros hermanos, aún cuando estos estén equivocados. Como discipulos de Cristo lo que nos corresponde es hacer llegar su mensaje de Salvación, y su Palabra, a las personas, principalmente a las que nos rodean. El que estas personas lo escuchen, y lo entiendan, ese es trabajo de Dios, y Él sabrá cuando hacerlo.

Nosotros no podemos cambiar lo que ya está escrito, lo que si podemos es aceptar el llamado que Cristo hace a nuestros corazones, y dejarlo que guíe nuestras vidas. Los invito a que lo hagan.

Nuestra real lucha debe ser contra la mentira, no contra nuestros hermanos.

“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Corintios 6:2

Atte.
Joaco <><
 
Re: Historias

Después de un par de meses de no participar en el foro, quiero compartir con ustedes esta historia. Se desconoce el autor de este relato. Por lo tanto, no tenemos certeza de que relate un suceso verídico. Sin embargo, ilustra una verdad que a veces resulta difícil de asimilar.

Hace años, un estadounidense llamado David Morse que vivía y trabajaba en la India entabló amistad con un anciano buscador de perlas que se llamaba Rambhau. Morse pasaba muchas veladas en la cabaña de Rambhau leyéndole la Biblia y explicándole el tema central de la misma: el amor de Dios y la salvación que brinda Jesús. A Rambhau le gustaba escuchar la Palabra de Dios, pero cuando Morse lo animaba a aceptar a Cristo como Señor y Salvador, el anciano negaba con la cabeza y replicaba: -¡Me parece demasiado fácil tu método cristiano de ir al Cielo! No puedo aceptarlo. Si me admitieran en el Cielo de esa manera, me sentiría como un mendigo, como un pordiosero al que le permitieron entrar por lástima. Será que soy orgulloso, pero quiero ganarme mi sitio en el Cielo. Quiero merecerlo con mi esfuerzo.

Por mucho que le explicaba Morse, no conseguía disuadir a Rambhau de la decisión que había tomado. Transcurrieron algunos años, y una noche, Morse oyó que alguien tocaba a su puerta. Era Rambhau.
-Entra, amigo-dijo Morse. -No -contestó el buscador de perlas- lo que quiero es que vayas a mi casa un rato. Quiero mostrarte algo. Te ruego que no te niegues. -Cómo no -repuso Morse.

Mientras se acercaban a la cabaña, Rambhau anunció: -En una semana empezaré a ganarme mi puesto en el Cielo. ¡Iré de rodillas a Delhi.
¿Te has vuelto loco? -exclamó Morse-. Son casi mil quinientos kilómetros. Te vas a herir en las rodillas con la fricción y te dará septicemia antes de llegar, si es que llegas!
-No. Tengo que ir a Delhi -aseveró Rambhau-, ¡y los inmortales me lo recompensarán! El sufrimiento será grato, ¡pues con el me compraré un lugar en el Cielo! -Rambhau, amigo mío -comentó Morse-, no puedo permitirte que hagas eso. Mira, Jesucristo ya sufrió y murió para comprarte un lugar en el Cielo.
El anciano no se inmutaba; y añadió: -Eres el mejor amigo que tengo en la Tierra. En todos estos años no me has abandonado cuando he estado enfermo o he tenido necesidad. A veces has sido mi único amigo. Pero ni siquiera tú puedes quitarme el deseo de comprarme la felicidad eterna... ¡Tengo que ir a Delhi!

Una vez que estuvieron en el interior de la cabaña, invitó a Morse a sentarse en una silla que Rambhau había construido para él poco después de su llegada a la India. Morse se había sentado numerosas veces en la misma silla para leerle la Biblia a su amigo. Rambhau salió de la sala y regresó poco después con una pequeña caja de caudales.
-Tengo esta caja desde hace años -precisó-; solo guardo una cosa en ella. Te voy a hablar de ella, amigo. Yo tenía un hijo varón...
-¡Un hijo! Rambhau... ¡nunca me hablaste de él!
-No. Es que no podía -al decir aquello, se le llenaron de
lágrimas los ojos al pescador-. Ahora debo decírtelo, porque pronto me marcharé, y quién sabe si volveré algún día. Mi hijo también era buzo, el mejor pescador de perlas de las costas de la India. Era también el más rápido, el que tenía la vista más aguda y los brazos más fuertes, y el que era capaz de contener el aliento por más tiempo que nadie mientras buscaba perlas. ¡No sabes las alegrías que me daba!

«Como sabes-prosiguió Rambhau- casi toda perla tiene algún defecto o imperfección que solo un experto puede notar. Mi muchacho siempre soñó con encontrar la perla perfecta, la más fina de todas. ¡Y un día la encontró! Pero para sacarla del mar pasó demasiado tiempo bajo el agua. Al poco rato murió. Esa perla le costó la vida.

El anciano pescador de perlas agachó la cabeza. Por unos instantes se le estremeció todo el cuerpo, aunque no emitió sonido alguno.
-Todos estos años -continuó- he guardado esta perla. Ahora que me voy y quizás no vuelva, te la regalo a ti, que eres mi mejor amigo.
El anciano accionó la combinación, abrió la caja fuerte y sacó con sumo cuidado un paquete envuelto en algodón. Lo desenvolvió con suavidad y extrajo una perla de gran tamaño que colocó en la mano de Morse. Era una de las perlas más grandes que se habían hallado en las costas de la India. Tenía un brillo jamás visto en perlas cultivadas. En cualquier mercado se habría obtenido una cantidad fabulosa por ella.
Por un momento, Morse contempló la joya con asombro, sin poder articular palabra. Luego exclamó:
-¡Rambhau! ¡Esta perla es fabulosa!
-Esta perla, amigo mío, es perfecta-precisó el hindú con voz queda.

Entonces se le ocurrió una idea a Morse: aquella era la oportunidad por la que había orado para ayudar a Rambhau a entender el valor del sacrificio que hizo Jesús.
-Rambhau, esta perla es estupenda; ¡es asombrosa! Permíteme que te la compre. Te daría diez mil dólares por ella.
-¿Qué dices? No te entiendo -repuso Rambhau.
-Te daré quince mil dólares por ella; y si hiciera falta, trabajaré para pagártela.
Rambhau se puso tenso, y añadió:
-En el mercado, un millón de dólares no serían suficientes para comprarla. No te la vendo. Solo será tuya si te la regalo. -No, Rambhau. No puedo aceptar. Aunque me muero por tener esta perla, no puedo aceptarla en esas condiciones.
Será que soy orgulloso, pero sería demasiado fácil. Tengo que pagarla o ganármela con mi esfuerzo. El anciano estaba perplejo. -Amigo mío, no lo entiendes -repuso-. ¿No te das cuenta? Mi único hijo dio la vida para conseguir esta perla; no la vendería a ningún precio. Su valor es la vida de mi hijo; no puedo vendértela. Solo puedo regalártela. Acéptala en prenda de mi afecto.
Ahogado por la emoción, Morse no logró pronunciar palabra por unos instantes. Luego, asiendo con firmeza la mano del anciano, le aseguró con voz queda:
-Rambhau... ¿no lo comprendes? Acabo de decirte lo mismo que le has dicho tú siempre a Dios.

El anciano miró inquisitivamente a Morse por largo rato. Poco a poco, empezó a entender.
-Dios te ofrece la salvación como un regalo -añadió Morse-.
Su valor es incalculable. Nadie en la Tierra podría pagar lo que vale. Millones de dólares no serían nada. No hay hombre en este mundo que pueda ganarse la salvación. Quien se esforzara toda la vida por merecerla se quedaría corto, ni viviendo millones de años la pagaría. Nadie es tan bueno como para merecerla. A Dios le costó la vida de Su único Hijo obtener tu entrada al Cielo. En un millón de años, en cien peregrinajes, no podrías pagar esa entrada. Todo lo que puedes hacer es aceptarla como una muestra del amor de Dios por ti, que eres pecador. «Rambhau -añadió Morse-, claro que acepto la perla con gran humildad. Pido a Dios que me haga digno de tu afecto. ¿No quieres aceptar el mejor regalo que Dios te ofrece, el Cielo, con gran humildad, sabiendo que ese regalo le costó la vida de Su Hijo?
Las lágrimas rodaban por las mejillas del anciano. Había empezado a levantarse el velo que le obstruía el entendimiento.
-Ahora lo entiendo -dijo-. No podía creer que la salvación fuera gratuita. Algunas cosas son tan valiosas que no se pueden comprar ni merecer. Amigo mío, ¡acepto la salvación que me brinda Dios! [...] Las abundantes riquezas de [la gracia de Dios] en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.


''Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. '' Efesios 2:7-10

La vida cristiana es imposible vivirla si Cristo no vive en nosotros. Porque Cristo es nuestra vida. Pablo dijo: -Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí- Gálatas 2.20

Espero que, si se consideran cristianos, tengan esto presente, pues es la verdad que Él nos ha revelado.

No estamos aquí para luchar contra nuestros hermanos, aún cuando estos estén equivocados. Como discipulos de Cristo lo que nos corresponde es hacer llegar su mensaje de Salvación, y su Palabra, a las personas, principalmente a las que nos rodean. El que estas personas lo escuchen, y lo entiendan, ese es trabajo de Dios, y Él sabrá cuando hacerlo.

Nosotros no podemos cambiar lo que ya está escrito, lo que si podemos es aceptar el llamado que Cristo hace a nuestros corazones, y dejarlo que guíe nuestras vidas. Los invito a que lo hagan.

Nuestra real lucha debe ser contra la mentira, no contra nuestros hermanos.

“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Corintios 6:2

Atte.
Joaco <><
!Te bendigo Hermano Mio!

Greivin.
 
Re: Historias

!Te bendigo Hermano Mio!

Greivin.
Amado hermano,
Un gran gusto poder saludarte de nuevo después de no habre participado por un rato en los foros. Y muchas gracias, tu bien sabes que tu amistad me es de gran bendición y le doy gracias a nuestro Padre por tu vida y por permitirme compartir contigo estos foros.

Fraternalmente,
Joaco <><
 
Re: Historias

NTOCYTA

Mis abuelos estaban casados hacía más de cincuenta años y continuaban jugando al juego que habían iniciado cuando comenzaron su noviazgo. La regla del juego era que uno tenía que escribir la palabra "Ntocyta" en un lugar inesperado para que el otro la encontrará y así quien la encontrase debería escribirla en otro lugar y así sucesivamente.

Se alternaban dejando "Ntocyta" escrita por toda la casa, y así que cuando uno la encontraba, era su momento de esconderla en otro lugar para que el otro la encuentre.

Escribían "Ntocyta" con los dedos en el azúcar dentro del azucarero o en el pote de harina para que el próximo que fuera a cocinar la encuentre. Escribían en la ventana empañada por lo sereno que daba para el patio donde mi abuela nos daba torta que ella hacia con tanto cariño.

"Ntocyta" era escrita en el vapor dejado en el espejo después de un baño caliente, donde la palabra iría a aparecer después del próximo baño.

Una vez, mi abuela hasta desenrollo un rollo entero de papel higiénico para dejar "Ntocyta" en la última hoja y enrolló todo de nuevo. No había límites para donde "Ntocyta" pudiera surgir.

Pedacitos de papel con "Ntocyta" garabateado aparecían enrollados al volante del coche que ellos compartían. Los papeles eran metidos dentro de los zapatos y dejados debajo de los almohadones. "Ntocyta" era escrita con los dedos en el polvo sobre las estanterías.

Esta misteriosa palabra tanto hacia parte de la casa de mis abuelos como del mobiliario.

Llevo bastante tiempo para que yo comience a entender y gustar completamente de este juego que ellos jugaban.

Mi escepticismo nunca me dejo creer en un único y verdadero amor, que pueda ser realmente puro y duradero.

Sin embargo, nunca dude del amor, entre mis abuelos. Este amor era profundo. Era más que un juego de diversión, era un modo de vida. Su relación era basada en devoción y un amor apasionado, que no todo el mundo tiene la bendición de desarrollar.

El abuelo y la abuela estaban siempre que podían con sus manos unidas. Se robaban besos uno al otro, siempre que se encontraban en aquella cocina tan chiquita.

Conseguían terminar la frase incompleta del otro y todo el día resolvían juntos las palabras cruzadas del diario. Mi abuela me cuchicheaba diciendo cuan bonito era mi abuelo, como el se había vuelto un viejito lindo y amoroso.

Antes de cada comida, ellos se reverenciaban y daban gracias a Dios y bendiciones a los presentes por ser una familia maravillosa, para continuar siempre unidos y con buena suerte.

Mas una nube oscura surgió en la vida de mis abuelos: mi abuela tenía cáncer de mama. la enfermedad había aparecido hacia diez años.

Como siempre, el abuelo estaba con ella a cada momento. El la tranquilizaba en el cuarto amarillo de ellos, que él había pintado de ese color para que ella estuviera siempre rodeada de la luz del sol, mismo cuando ella no tenía fuerzas para salir.

El cáncer ahora estaba de nuevo atacando su cuerpo. Con la ayuda de un bastón y la mano firme de mi abuelo, ellos iban a la iglesia todas las mañanas.

Y mi abuela fue quedando cada vez más flaca, hasta que, finalmente, ella no pudo salir más de casa. Por algún tiempo, mi abuelo resolvió ir a la iglesia solito, orando a Dios para que cuidara de su esposa.

Entonces, lo que todos temíamos sucedió. La abuela partió. "Ntocyta" fue grabada en amarillo en las cintas de color rosa de los arreglos florales del funeral de la abuela.

Cuando los amigos comenzaron a irse, mis tías, tíos, primos y otras personas de la familia se juntaron y quedaron alrededor del cuerpo inerte de la abuela por última vez

Mi abuelo se quedo junto al cajón de la abuela, y en un suspiro bien profundo, comenzó a cantar para ella. A través de sus lágrimas y pesar, la música surgió como una canción que venía muy de adentro de su ser.

Me sentía muy triste, nunca voy a olvidar aquel momento. Porque yo sabia que sin todavía entender completamente la profundidad de aquel amor, yo había tenido el privilegio de testimoniar la belleza sin igual que aquello representaba. Estoy seguro de que a esta altura usted se estará preguntando: "Pero ¿que significa NTOCYTA?".

Nunca Te Olvides Cuanto Yo Te Amo = "NTOCYTA"

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REFLEXION:
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Hay tres cosas que dejamos en el Edén cuando nuestra desobediencia nos llevó al destierro: Fe, perdón y amor. Solo nos pudimos llevar la institución del matrimonio creada por Dios, todo lo demás debimos conquistarlo diariamente reestableciendo nuestra relación con el creador de todas las cosas. Hasta que Jesús – Dios hecho hombre – vino a la tierra, padeció, murió y resucitó por todos nosotros prevaleció un abismo entre el hombre y Dios. Jesús tendió un puente de amor para reestablecer nuestra relación con el Padre.

Cuento esto porque Dios es el amor, el perdón y la fe. Y de estas tres cosas, el amor es la que siempre perdurara de todos nuestros actos humanos y perecederos. El amor todo lo puede, y Dios esta dispuesto a ponerlo en tu amistad, en tu familia y hasta en tu matrimonio si le buscas de todo corazón y lo recibes. Como los abuelitos amorosos, ese amor tiene una fuente divina pero es nuestra responsabilidad cultivarlo, cuidarlo, potenciarlo a cada momento. Tanto amó Dios al mundo que envío a su Hijo para que usted y yo recibiéramos muchos beneficios y regalos, de todo el amor y el perdón son los más extraordinarios. Dios nos dice a cada instante a través de Su Espíritu en nosotros NTOCYTA.


Memorias de Juan Carlos Flores Zúñiga.

Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: Historias

ADMITE TUS FALTAS

Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.

Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto"

El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, - estás mirando un espejo!!!"

Muchas veces nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil negarlas que reconocerlas. Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.

Escrito está:

"El que encubre sus faltas no prosperará, más el que las admite y se aparta alcanzará misericordia" (Proverbios 28:13)


Atte.
Joaco <><
 
Re: Historias

¿Se han ganado almas para Cristo sin demostrar Su amor?
Por Daniel Ordaz

"Ir y predicar el Evangelio" no es ir y señalar a los que creemos que son pecadores y decirles sus verdades. Eso no es evangelizar sino ser piedra de tropiezo, predicar el Evangelio es vivirlo, todo, y los dos mandamientos que nos dio Jesus para eso fueron:
  1. Amar a Dios sobre todo
  2. Amar al projimo como a uno mismo
¿Cuantas personas se han ganado para Cristo diciendoles que su religion es la equivocada"? Que lo que ellos creen que es lo correcto son practicas desagradables a Dios porque así se los decimos nosotros o nuestros lideres.

Con amor se ha logrado ganar a muchos para Cristo, pero con ese falso celo por proclamar la verdad se ha logrado alejar a muchos mas, pues pocos huerfanos quieren ser adoptados por la familia que se la pasa regañando a sus hijos, pero todo huerfano anhela un hogar donde todos se aman y se lo demuestran a pesar de las diferencias y de sus pecados, no con eso diciendo que aceptan sus pecados, pero con amor demuestran quien sigue a Cristo y esta en lo correcto.

"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mi, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. !!Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero !!ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!" (Mateo 18:6-7)

Es muy simple, si Jesus nos dijo que debemos de amar a todos, de no juzgar a nadie, de odiar el pecado pero no al pecador, lo que te quiero decir es que ni Jesus ni nadie nos pidio que anduviesemos criticando y juzgando a otros, sino viviendo el Evangelio, que es una buena nueva, un mensaje de salvacion, del mayor amor. No hablo de negar la verdad, la cual es revelada por Dios mediante Su Espiritu Santo, pero acusando y juzgando no se logra convertir a nadie y si se logra que lleguen a odiar la Biblia con la que los queremos poner en evidencia. Esto no significa que cayemos la verdad cuando el Espíritu Santo nos indica que en amor la proclamemos, o que aceptemos lo que sabemos que es mentira.

El escritor Paul Little dijo que a diferencia de Jesus, nosotros podemos estar prestos a condenar: "A menudo tenemos la idea equivocada de que si no condenamos cierta actitud u obra, la estamos apoyando. No solo debemos evitar el condenar a la gente, sino que tenemos que aprender el arte del cumplido legitimo"

Lei que él contó un encuentro que el escritor Charles Trumbull tuvo una vez en un tren, sobre un hombre borracho que subio a un tren maldiciendo, que tambaleandose fue y se sento junto a él. Cuando el hombre le ofrecio un trago, Trumbull no le dijo "es usted un borracho maldiciente", sino que le dijo: "No gracias. Se ve que usted es un hombre muy generoso". Los ojos del hombre se iluminaron. Mientras conversaban, escucho hablar de Aquel que ofrece el agua de vida que satisface y posteriormente el ex-borracho entrego su vida a Cristo. ¿Que hubiera ganado Trumbell diciendole sus verdades, de como la Biblia condena a los borrachos y a los que maldicen?

En TODO argumento religioso hay 3 verdades; la mía, la de la otra persona y la verdad de Dios. Como no somos perfectos, solo Jesús lo fue, nunca tenemos toda la verdad en nuestra boca y en nuestro testimonio, nos equivocamos pues somos humanos. La verdad de Dios es revelada, no se deduce ni se transmite por herencia, se tiene que recibir directo de Dios al ser renovados en Cristo. No importa cuanto le digamos a alguien del amor de Dios, mientras no abra su corazón no lo podrá entender, y el error de muchos es querer, Biblia en mano, citar versículo tras versículo para demostrar a otros que estan mal, que no conocen la verdad y que nosotros si.

La empatia es ver las cosas como el otro, es ponerse los zapatos ajenos para tratar de entender otro punto de vista, y así poder transmitir el mensaje del Evangelio adecuadamente. Proclamar que somos los poseedores de la única verdad no se nos fue encomendado por Jesús, pero lo que si nos dijo fue que llevasemos Su Evangelio a toda criatura, empezando por casa.

Darle de "Bibliazos", citar y citar versículos, al de otra religión es usualmente quererle hacer ver algo que no se puede demostrar sino que se tiene que vivir. “En Cristo Jesus de nada vale estar o no estar circuncidados (la religion); lo que vale es la fe que actua mediante el amor” (Galatas 5:6)

Deja que otros vean el amor de Cristo en ti y ellos se acercarán a ti, pues seras la luz que Jesus te pidio que fueses, no los alejes echandoles en cara lo que tu entiendes y ellos no.

“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en el” (1 Juan 4:16)


En el amor de Cristo,
Joaco <><
 
Re: Historias

1 Samuel 3:10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

1 Samuel 3:11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos.

1 Samuel 3:12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin.

1 Samuel 3:13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.

1 Samuel 3:14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.


1 Samuel 3:15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.

1 Samuel 3:16 Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí.

1 Samuel 3:17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.

1 Samuel 3:18 Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.

1 Samuel 3:19 Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.

1 Samuel 3:20 Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová.

1 Samuel 3:21 Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.


Dios siempre ha enviado profetas a su pueblo y sus palabras no solian ser dulces a los oidos de los que escuchaban.

Por ahi debe de haber algunos que se piensan que son ellos los que salvan a las personas, pero tengo que decirles algo, no son ellos, es Dios a traves de ellos y esto lo hace con la verdad.

Isaías 42:3

No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que
humeare;
por medio de la verdad traerá justicia.

Juan 10:27

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

Pero de los falsos profetas dice

Lucas 6:26

¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de
vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

Juan 5:44

¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los
unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del
Dios único?


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

Miniyo,
Gracia y paz estén siendo derramadas en tu vida mi hermano.

Muchas gracias por lo que compartes, y que sin lugar a dudas apunta a verdades de la bendita Palabra de Dios que debemos tener bien presentes, porque una cosa es amar y hablar la verdad con amor, y otra muy diferente el buscar endulzar los oídos callando el mensaje de Dios para no ser "rechazado". Así como es diferente el reprender con amor y otra muy difernete es el juzgar a los demás sin misericordia y sin considerar nuestra propia vida.

Debemos aprender a actuar siempre en la verdad, en la justicia y en el amor del Señor.

Gracias mi hermano, que el Señor te continúe bendiciendo.

Atte.
Joaco <><
 
Re: Historias

Miniyo,
Gracia y paz estén siendo derramadas en tu vida mi hermano.

Muchas gracias por lo que compartes, y que sin lugar a dudas apunta a verdades de la bendita Palabra de Dios que debemos tener bien presentes, porque una cosa es amar y hablar la verdad con amor, y otra muy diferente el buscar endulzar los oídos callando el mensaje de Dios para no ser "rechazado". Así como es diferente el reprender con amor y otra muy difernete es el juzgar a los demás sin misericordia y sin considerar nuestra propia vida.

Debemos aprender a actuar siempre en la verdad, en la justicia y en el amor del Señor.

Gracias mi hermano, que el Señor te continúe bendiciendo.

Atte.
Joaco <><

----------------------------------------------​

Desde luego Dios conoce los corazones de cada uno y el no hace acepcion de personas en su juicio, por eso podemos estar seguros en El, porque como Padre disciplinara a cada uno segun su necesidad.

Hebreos 12:10

Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban
como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

Miniyo,
Gracia y paz estén siendo derramadas en tu vida mi hermano.

Muchas gracias por lo que compartes, y que sin lugar a dudas apunta a verdades de la bendita Palabra de Dios que debemos tener bien presentes, porque una cosa es amar y hablar la verdad con amor, y otra muy diferente el buscar endulzar los oídos callando el mensaje de Dios para no ser "rechazado". Así como es diferente el reprender con amor y otra muy difernete es el juzgar a los demás sin misericordia y sin considerar nuestra propia vida.

Debemos aprender a actuar siempre en la verdad, en la justicia y en el amor del Señor.

Gracias mi hermano, que el Señor te continúe bendiciendo.

Atte.
Joaco <><

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Desde luego Dios conoce los corazones de cada uno y el no hace acepcion de personas en su juicio, por eso podemos estar seguros en El, porque como Padre disciplinara a cada uno segun su necesidad.

Hebreos 12:10

Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban
como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

Miniyo,
Gracia y paz estén siendo derramadas en tu vida mi hermano.

Muchas gracias por lo que compartes, y que sin lugar a dudas apunta a verdades de la bendita Palabra de Dios que debemos tener bien presentes, porque una cosa es amar y hablar la verdad con amor, y otra muy diferente el buscar endulzar los oídos callando el mensaje de Dios para no ser "rechazado". Así como es diferente el reprender con amor y otra muy difernete es el juzgar a los demás sin misericordia y sin considerar nuestra propia vida.

Debemos aprender a actuar siempre en la verdad, en la justicia y en el amor del Señor.

Gracias mi hermano, que el Señor te continúe bendiciendo.

Atte.
Joaco <><

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Desde luego Dios conoce los corazones de cada uno y el no hace acepcion de personas en su juicio, por eso podemos estar seguros en El, porque como Padre disciplinara a cada uno segun su necesidad.

Hebreos 12:10

Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban
como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

Miniyo,
Gracia y paz estén siendo derramadas en tu vida mi hermano.

Muchas gracias por lo que compartes, y que sin lugar a dudas apunta a verdades de la bendita Palabra de Dios que debemos tener bien presentes, porque una cosa es amar y hablar la verdad con amor, y otra muy diferente el buscar endulzar los oídos callando el mensaje de Dios para no ser "rechazado". Así como es diferente el reprender con amor y otra muy difernete es el juzgar a los demás sin misericordia y sin considerar nuestra propia vida.

Debemos aprender a actuar siempre en la verdad, en la justicia y en el amor del Señor.

Gracias mi hermano, que el Señor te continúe bendiciendo.

Atte.
Joaco <><

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Desde luego Dios conoce los corazones de cada uno y el no hace acepcion de personas en su juicio, por eso podemos estar seguros en El, porque como Padre disciplinara a cada uno segun su necesidad.

Hebreos 12:10

Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban
como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.


Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

Siento mucho que por problemas tecnicos se hayan repetido tantas veces los mensajes.

Si se pudiesen borrar los sobrantes seria bueno.

Que Dios les bendiga a todos

Paz
 
Re: Historias

¿Mundano o mundano?
por Víctor Fernández

Ahora, cuando lo recuerdo, me da un poco de vergüenza. Lo único que puedo alegar en mi favor es que sólo tenía 10 años.

Había hecho una decisión por Cristo el año anterior. Y desde entonces, en cada oportunidad que encontraba en el colegio, hacía lo que yo pensaba era "dar testimonio".

Bueno... más o menos.

Mi testimonio era casi exclusivamente contradecir al profesor de religión y lanzarle un versiculazo a casi cada compañero que se me acercaba con alguna idea, gesto o actitud que me pareciera pecaminoso. Y, por cierto, era un experto citando versículos a diestra y siniestra. Mirando hacia atrás, debo haber sido un personaje temible.

Él se llamaba Carlos. Normalmente nos llevábamos bastante bien. Pero él aprovechaba cada oportunidad para burlarse de mí y yo aprovechaba también para darle de lo mío, en esas discusiones cortas y sin resentimientos que suelen tener los niños. Él era uno de esos chicos que siempre intentan ir más allá. Fue el primero en llevar cigarrillos al curso (unos ridículos cigarros mentolados que nos parecían entonces el colmo de la transgresión) y cuando iba a estar de cumpleaños ese año, invitó a sus amigos a una fiesta que, decía, iba a estar de lo mejor: “va a ser una fiesta con atraque” -prometía- ofreciendo (por supuesto, con permiso de su mamá) tanta libertad sexual como pudiera querer un inseguro adolescente de 11 años.

La profesora de orientación en ese entonces nos había pasado los 10 mandamientos en clase y, como tarea, uno debía inventar algunos mandamientos para leerlos en la próxima clase.

Esa era mi oportunidad. Mostraría a esos pecadores qué tan perdidos estaban. Cuando llegó mi turno, me puse de pie, tomé aire para que mi voz sonara fuerte y dije mi mandamiento:
-“No te meterás en cosas mundanas”.
La profesora me quedó mirando sin entender.
Yo enrojecí.
-“¿Y cuáles son las cosas mundanas?” –preguntó, con ingenuidad perversa.
Me hice un lío tratando de explicar. Balbuceé algo acerca de las fiestas inmorales y me senté aturdido. Me dolía mi orgullo de diez años. Me dolía haberme derrotado solo.

Aquella frase sonaría como un bombazo en la escuela dominical. Pero en la escuela de todos los días era prácticamente inentendible.
“Cosas mundanas”.

La tremenda capacidad que tenemos para enredar conceptos y traicionar las palabras me había jugado una mala pasada. La costumbre de colar el mosquito y tragarse el camello. El convencimiento de que cuando Dios habla, lo hace en el lenguaje del sigo XVI.

¿Qué queremos decir cuando hablamos del mundo? En ese entonces, el mundo era en mi mente un lugar oscuro y tenebroso del cual había que huir a toda prisa. La tranquila seguridad de las bancas de la iglesia, donde todos pensaban como yo, era el lugar apropiado para el hijo de Dios. Nada de contaminarse, nada de mancharse. Como muchos, yo sabía jugar perfectamente ese juego de apariencias, esa rutina de liturgias sin riesgos.
Hoy día -creo- puedo recién comenzar a ver la profundidad de mi error. Cristo no vino a separarnos del mundo erigiendo inmensos muros a prueba de sonidos y de los rayos ultra-peligrosos que los impíos nos puedan lanzar. Él vino a darnos una fe que vence al mundo, que desciende hasta las arenas de la vida común y silvestre, que no se atemoriza frente a los ataques, porque sabe que posee una santidad más fuerte que la misma muerte, porque se sabe vivo entre los muertos, porque lleva en su interior un fuego que nada ni nadie puede apagar. El cristiano puede jugar el partido y ganar, golear y gustar (el ideal en el fútbol, ¿saben?).

Ser mundano es creer que se puede vivir sin Dios. Ser mundano es creer que lo que vemos, basta. Es conformarse con la realidad, aunque esta realidad apeste. Ser mundano es una forma de pensar y de actuar que no toma en cuenta a Dios. Que vive como si Dios no existiera.

Por eso, el religioso ha sido y será siempre, profundamente mundano. El religioso se esconde porque piensa que el mundo exterior a sus paredes no está gobernado por Dios. Ha limitado el Reino de Dios a las paredes de su iglesia, al alcance de sus costumbres. Cree en un dios pequeñito, al borde de la impotencia. No sabe aún, no ha conocido, que el León de Judá es el que ha vencido.

No entiende que en los brazos de la cruz fue roto para siempre el poder de la mentira. No sabe que porque ha sido redimido, ahora todo le pertenece. No ha escuchado que el Reino de los Cielos se ha acercado. No sabe que la Gracia es más potente que el infierno.

El verdadero Cristiano es, también, profundamente mundano. Claro que en una dirección completamente opuesta. Paradójica, como el universo. Vive en el mundo, ama al mundo (de la misma manera que Dios lo ama), se mueve en el mundo. No le teme a la realidad: sabe que su victoria es segura. Conoce que el Evangelio es dinamita de Dios en su iglesia, en su casa, en el mercado y en la colina donde se sientan los filósofos. Sabe que no hay terreno en este mundo donde Dios no quiera llegar y está comprometido con la santa conspiración de ver la tierra llena de la gloria de Su Señor.

Sabe, en resumen, que para no ser mundano según el hombre existe sólo una alternativa: tiene que ser mundano según Dios.-


Escrito está: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo" (Juan 17:15-18)


Atte.
Joaco <><
 
Re: Historias

Un ciego con luz
Autor desconocido, editado por Daniel Ordaz

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5.14-16)

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

Se da cuenta de que el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces tú, ciego, con una lámpara en la mano? ¡Si tú no ves!

Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi... No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite. Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil... Aunque muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás... ¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...

¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás! Sin fijarnos si lo necesitan o no... Llevar luz y no la oscuridad... Si toda la gente encendiera una luz el mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad...

Todos pasamos por situaciones difíciles a veces... todos sentimos el peso del dolor en determinados momentos de nuestras vidas... todos sufrimos en algunos momentos... lloramos en otros...

Pero no debemos proyectar nuestro dolor cuando alguien desesperado busca ayuda en nosotros... No debemos exclamar como es costumbre: -La vida es así... llenos de rencor, llenos de cinismo, apatía, odio...

No debemos... al contrario, ayudemos a los demás sembrando esperanza en ese corazón herido. Nuestro dolor es y fue importante pero se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si ayudamos a otro a sobrellevarlo. Luz, demos luz. Tenemos como hijos de Dios por Jesucristo el motor que enciende cualquier lámpara, la energía que permite iluminar en vez de oscurecer.

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:16)

Está en nosotros saber usarla. Está en nosotros ser la Luz que Cristo nos mandó ser y no permitir que los demás vivan en las tinieblas.

"Lámpara es a mis pies Tu palabra, y lumbrera a mi camino" (Salmo 119:105)

Espero que nuestra lámpara siempre tenga aceite, que no le falte nunca la unción del Espíritu Santo, pues si llegamos a dejarlo fuera se apagará nuestra luz y no podremos guiar a nadie a los pies del Señor. Estemos preparados para que no pase esto, que nuestras vidas no se cansen de dar, es más bienaventurado y así recibimos más del Señor.


Atte.
Joaco <><