Re: Intento de profanar ostias por unos jovenes.
Petrino,
Un cordial saludo.
Muchas gracias por tu tiempo y tus comentarios. Aquí te dejo mi respuesta al mismo.
Petrino dijo:
Hola Joaco, no he tenido mucho tiempo así que recién ahora comento tu post.
No hay problema, entiendo.
Petrino dijo:
Joaco dijo:
Estimados Petrino, Francisco Javier y Dahn,
Dado que ustedes han recurrido a una misma argumentación para sustentar la literalidad de las palabras del Señor Jesús, me permito compartir con ustedes lo que he encontrado al respecto en la investigación que he realizado, esperando que lo analicen.
Esa es la idea, reflexionar los argumentos. Asi es como los debates son de edificación, si no se vuelven un diálogo de sordos. Yo procuro siempre ponderar los argumentos que me presentan.
Que bien, justo así debe ser. Lo mismo trato de hacer yo, y por eso justamente les había pedido a Francisco Javier, y posteriormente a Dahn, que me dieran la fuente de donde tomaron este agrumento, para analizarla y ponderarla. Hasta ahora, ninguno de los dos me ha referido la fuente, por lo que te la solicito a tí, esperando que tu si puedas darmela. Gracias de antemano.
Petrino dijo:
Joaco dijo:
En estos versículos ya encontramos el término trogos, que efectivamente equivaldría a "masticar" o "crujir" o "roer", esto es, a comer haciendo ruido. Pero (y no hay que perder de vista este pero) a veces, también recoge la idea de alegría, de disfrute, como en Mateo 24:38, que junto con Juan 13:18, son los dos únicos lugares, además de los versículos señalados de Juan 6, en que aparece el término en el Nuevo Testamento.
La verdad no veo para nada claro que haya una relación entre trogos y la idea de alegría o disfrute.
Bueno, el que no tú la veas, o que no te sea claro, no quiere decir que dicha palabra no se emplee para expresar esa idea ¿no crees?
Petrino dijo:
Veamos las citas:
No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come (trogos) pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. (Jn 13, 18)
Hace referencia al Salmo 41, donde el hombre traicionado habla con amargura de la traición. Acá trogos lo puedes asociar a la amargura de la traición, o al convite de la cena. Es bien relativo. Yo pienso que es comer-tragar, simplemente. No le veo más cosas.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo (trogontes) y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca (Mt 24, 38)
Acá se podría asociar trogos a jolgorio, a alegría, o tal vez a pecado. O tal vez al placer de comer, o a glotonería. Yo no veo alguna relación clara. Para mí: es solo masticar-tragar.
Pues entonces, si se va a tomar estas palabras en ese sentido (el literal), entonces, lo que Jesús estaba diciendo que se debe masticar, roer, para ingerir, Su carne (la cual es humana 100%), por tanto, el hacerlo, equivaldría a un acto de antropofagia, mejor conocida como canibalismo, y no porque quiera ver así las cosas, porque para mí sea así, sino porque así es, no hay más para donde hacerse Petrino.
Petrino dijo:
Joaco dijo:
Además, hay una diferencia más que no mencionó (seguramente porque donde leyeron esta argumentación no aparece): El tiempo verbal también es diferente, y este es un punto al que debe prestarse mucha atención. El presente o trôgôn habla de una apropiación continuada, esto es, la palabra denota una continuidad en el comer (del mismo modo que los animales del campo se pasan todo el día y parte de la noche comiendo), dando la idea de que teníamos que acostumbrarnos a alimentarnos de Él todo el día mediante la fe. no refiriendose a comer de forma ocasional algo material en el marco de una ordenanza como la cena del Señor.
Tambien en desacuerdo. Es cierto que el verbo trogos aparece siempre en tiempo presente, pero no veo por qué razón eso significaría que la acción es contínua. Hay infinidad de verbos en tiempo presente en la Biblia, y no significa eso que sean acción contínua.
Entiendo que estes en desacuerdo (me hubiera extrañado que no hubiera sido así), pero para entender esto hay que revisar la construcción gramatical, el contexto de las palabras, recuerda que le griego no es como el español.
Petrino dijo:
Más bien creo que Jesús habla en presente (comer su carne) en contraste al pasado de los israelitas (comieron el mana).
Ese contraste aparece en el v. 58, pero ahí el Señor no contrasta el comer del maná con el comer su carne, sino con el comer del pan. Checalo Petrino:
v. 58:
En español leemos:
"Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos; el que come de este pan, vivirá eternamente"
En griego leemos:
"outos estin o artos o a=ex tsb=ek tsb=tou ouranou katabas ou kathôs ephagon oi pateres tsb=umôn tsb=to tsb=manna kai apethanon o trôgôn touton ton arton a=zêsei tsb=zêsetai eis ton aiôna"
Y, además, aquí se ve nuevamente el cambio en las palabras, mientras que para el maná usa
ephagon, para el pan que descendió del cielo utiliza
o trôgôn. Indudablemente esta diferencia en el uso de los términos es importante, así como lo es el entender la diferencia entre el maná (el cual se masticaba y tragaba, por lo cual es extraño que no use también
trogos) y el verdadero pan del cielo, Jesús mismo.
Hay que tener presente también que Jesús no es el que comienza a hablar del maná, sino que fueron los judíos los que lo sacaron a relucir, comparando este hecho con la mutiplicación de panes y peces hecha por Jesús. Pero el Señor utiliza esto para manifestarles la realidad celestial que la multiplicación representa, y entonces Jesús les presenta una mejor comparación: el pan del desierto -maná- contra el pan real, es decir, Jesús mismo. El Señor les estaba diciendo que es
El mismo, y no el referido maná de sus antepasados, el verdadero pan,
que sostenía la vida y la impartía. Esta vida, la vida eterna,
es el don de Jesús como "el pan de vida". Este pan hace lo que ningún otro pan, incluyendo el maná del cielo, jamás ha hecho o podrá hacer:
imparte y mantiene la vida, y aleja a la muerte. Imparte y sostiene la vida
espiritual; aleja la muerte
espiritual. Sin embargo, afecta, incluso, al cuerpo, resucitándolo en el último día de modo que pueda conformarse al cuerpo glorioso de Aquél que es el pan de vida.
Esto ya lo había explicado anteriormente, en este mismo epígrafe, a uno de tus co-religionarios, y te traigo acá el resto de la explicación:
Al decir
"Yo soy el pan de vida" (v. 35), Jesús les está diciendo
"Yo soy el que da la vida, y el que la sustenta", haciendo referencia, no a cualquier clase de vida, sino
a la vida espiritual y eterna. Sabemos Petrino que el hombre alcanza vida eterna
por medio de la fe, es decir, por medio de la unión íntima con Cristo,
asimilándolo espiritualmente del mismo modo que el pan se asimila físicamente ¿estas de acuerdo en eso?. Comer a Cristo, como pan de vida, significa aceptarlo, apropiárselo, asimilarlo, en otras palabras,
creer en Él (v. 47), de modo que comience a vivir en nosotros y nosotros en Él.
Es después de esto que el Señor Jesús agrega un nuevo pensamiento. Hasta ahora el Señor ha venido subrayando el hecho de que Él mismo, y no el maná, es el verdadero pan del cielo. Ahora agrega otra definición del término "pan",
mostrando en que sentido es Él el pan: "Y el pan que yo daré por la vida del mundo es mi carne" (como ya lo había indicado antes, la palabra "carne" nos remire a
Juan 1:14 El vocablo que es traducido en este versículo y en el del capítulo 1, se refiere a la naturaleza humana, considerada no necesariamente como pecaminosa
(Juan 8:46), aunque sí por un tiempo bajo la maldición debida al pecado que descanza sobre ella, de manera que hasta que el rescate se hubiera pagado ella está sujeta al cansancio, el dolor, la miseria y la muerte
(Juan 4:6,7; 11:3, 35; 12:27; 13:21; 19:30). Fue esa clase de "carne" la que el Verbo asumió en Su amor).
Entonces, lo que el Señor Jesús quiere decir aquí es que va a darse a
sí mismo en sacrificio vicario por el pecado; que entregará Su naturaleza humana (alma y cuerpo) a la muerte en la cruz. El tiempo futuro "daré" indica con claridad que el Señor piensa en un acto concreto: Su sacrificio expiatorio en la cruz, el cual a su vez, representa y culmina Su humillación durante toda Su permanencia en la tierra. Creer en Cristo significa aceptar, apropiarse y asimilar a Cristo como aquel que se hizo hombre para morir crucificado. Que el Señor Jesús pensó en Su muerte se ve con claridad en los vv. 4, 53 al 56, 64, 70 y 71.
Estas son las diferencias entre el maná y el verdadero pan del cielo, solo faltaría entender la diferencia en el empleo de los términos usados por el Señor para referirse al comer en cada caso. En referencia a esto más adelnate traeré aquí un valioso aporte que un queriudo hermano hizo en estos mismos foros. Mientras tanto, quiero mostratee una cosa más.
El mismo evangelista, en todo el Evangelio, nos dice claramente lo que el hombre tiene que hacer para tener vida eterna: creer en Jesús ¿No es así petrino?. Pues bien, remitiendome solo a lo que dice en este mismo capítulo (aunque bien podríamos revisar lo que dice en todo su Evangelio al respecto para ver la unidad de su enseñanza respecto a la vida eterna), quiero señalarte lo siguiente.
Jesús primeramente le dijo a sus interlocutores:
"Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios. Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios? Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado" (Juan 6:27.29)
Después les dijo: "Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6:40)
El que crea tendrá vida eterna y será demás resucitado en el día postrero.
Les dijo además: "De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna" (Juan 6:47)
El que cree en Jesús tiene vida eterna.
Les dijo también: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6:54)
El que come la sangre de Jesús y bebe Su sangre, tiene vida eterna y le resucitará en el día postrero. Esta idea se repite, solo que antes estaba asociada a la acción de creer, ahora, al comer y beber.
"El que cree en mí,.................................tiene vida eterna"
"El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna"
¿Que debemnos concluir aquí si sabemos, por el resto del Evangelio y del Nuevo Testamento, que es por la fe, por el creer, que tenemos vida eterna? pues que el comer y el beber se refiere precisamente a creer ¿no es así?, como lo es el "venir a mí", el "ver al Hijo", que también empleó Jesús.
Petrino dijo:
Para muestra un botón: el mismo texto de Juan 13, 8 habla de que Judas como el que come (trogos) el Pan con él. Ocupa el verbo trogos en tiempo presente, igual que en Juan 6. Con el argumento que me dices, significaría que Judas come pan en forma contínua, o pasa todo el día comiendo pan con Jesús...
No, y es que aquí las circusntancias, el contexto en que son dichas las palabras, cambia, y eso afecta también el uso de las mismas. Por eso es importante analizar las construcciones gramnaticales en ambos casos para ver las diferencias.
Petrino dijo:
Joaco dijo:
También hay que notar que trogos no difiere mucho, en cuanto a su uso, de phagos porque, al hablar de la generación de de Noé Mateo usa el primer término (Mateo 24:38) y Lucas, el segundo (Lucas 17:27). De igual modo, cuando en Juan 13:18 se cita el Salmo 41:9 encontramos trogos, pero en la Septuaginta leemos phagos.
Pero por supuesto. Si esto no tiene nada de extraño. Phagos, por ser más general puede usarse para comer literal, o para alimentarse en sentido amplio. Esto demuestra que phagos se puede usar en cualquier contexto. En cambio trogos nunca se usa si no es para el acto de masticar y tragar.
Y no hay que ir tan lejos. En el mismo texto de Juan 6 el evangelista pone en boca de Jesús ambos verbos para decir "comer su carne". El asunto es que al poner el verbo trogos, marca una diferencia lapidaria, ya que usa la misma palabra para hablar de:
- comer y beber en los tiempos de Noé
- de comer el pan en la Cena con los apostoles, y
- de comer la carne de Cristo.
Las tres situaciones son "trogos". Es demasiado claro. Trogos SIEMPRE es masticar y tragar con la boca.
estoy de acuerdo con usted en que el empleo de esta palabra marca una gran diferencia, pero no a favor del sentido literal de las palabras de Jesús (hay muchos argumentos en contra de esto que ya se han tocado y que aún no han sido explicados por ninguno de ustedes Petrino), sino de la diferencia entre el pan de vida y el maná.
Petrino dijo:
Joaco dijo:
Ahora bien, notese también que mientras la frase "el que come mi carne y bebe mi sangre" aparece tanto en el v. 54 como en el 56, en el v. 57 tenemos "el que me come", lo que nos da la única manera que debe entenderse el comer la carne y beber la sangre de Jesús. Noten lo siguiente "el que a me come", "el que viene a mí" (v. 35), "el que cree en mí" (v. 35), apuntan a una misma idea: la fe en Cristo.
Sin lugar a dudas, el comer la carne de Cristo en la Misa católica es un acto de fe absoluto. Eucaristía y fe están intimamente unidos. Comulgar es un acto de fe.
Pero sinceramente no veo cómo Jesús iba a querer decir "crean en mí" con una expresión tan extraña como "mastiquen mi carne".
Le entiendo Petrino, pero digame con honestidad ¿Todos los que comulgan tienen vida eterna y serán resucitados en el día final?
Petrino dijo:
Joaco dijo:
En cuanto al sentido de la frase "el que me come", quiero comentar que hay en el Talmud (Sanh. 99a) un dicho que habla de "comer" al Mesías. La traducción de Soncino opta por el verbo "disfrutar" para traducir el término "comer", el cual puede ser el mismo sentido que tiene la palabra trogos aquí.
Sobre el Talmud no puedo opinar porque no lo conozco.
Ok, está en todo su derecho a no opinar.
Petrino dijo:
Te agradezco Joaco porque esta es la primera vez que leo una argumentación de un forista evangélico sobre este tema. Para mí, el uso del verbo trogos es uno de los argumentos más fuertes para pensar que la carne de Cristo se come. Trogos significa masticar y tragar. No admite sentido simbólico. Jesús nos manda masticar y tragar su carne para tener vida eterna. Tal cual.
Para mí es un placer aportar en este interesantísimo tema, sea que estén de acuerdo con mis aportes o no. Solo te comento Petrino que no soy el único que ha argumentado sobre esto en estos foros. Buscando me encontré con esta respuesta que mi hermano OSO te dió sobre esto mismo, y es al que ´hice mención un poco más arriba:
OSO dijo:
Te equivocas Petrino, es precisamente la forma roer, rumniar la que da sentido a la palabra simbólica de "comer Mi carne", pues es en el mismo sentido que se emplea la palabra Thogos, en "meditar"; por eso es que el judio sabia que debia "rumiar" la Palabra de Dios, el mandato es rumiar la Palabra.
Rumiar de donde deriva "meditar" se refiere precisamente a rumiar la Palabraen el contexto bíblico.
¿Te imagina "masticar" a Cristo en el sentido literal? me parece una verdadera insolencia especialmente cuando el mas grande profeta nacido de mujer se considera a si mismo como no digno de desatar las correas de su calzado; pero encambio cuando nos referimos a "rumiar" la Palabra de Dios encarnada, me parece todo congruente con lo que entendemos los cristianos.
Otra asecpción es el de tomar integramente, sin nada que desechar.
Aqui nuevamente es importante la diferencia entre lo orgánico y lo espiritual; cuando es orgánico hay siempre algo que desechar, encambio, cuando se toma espiritualmente acomodando lo espiritual a lo espiritual (que curiosamente hacer este ejercicio es parte del meditar la Palabra en el sentido del que te venia yo hablando) no hay absolutamente nada que desechar ni de Cristo ni de la Palabra; asi es que por eso cuando el Señor Jesucristo nos dice que lo que va al vientre finalmente es desechado y va a dar a la letrina.
Por esto "la carne" de la que nos venia hablando es su Persona quien a su vez es Espiritu quien a su vez viene al hombre por medio de Su Palabra...en otras plabras, lo que te transforma no es un pedazo de pan, tampoco los músculos y los huesos de un maestro, sino sus enseñanzas y esto si eres cristiano lo deberias comprender un poco mejor.
Veamos:
Un rumiante toma el alimento y a la primera no lo puede digerir, asi es que lo devuelve a su boca, lo vuelve a masticar y nuevamente lo vuelve a ingerir, despues de un tiempo lo devulve a la boca y asi continua el proceso repetidas veces hasta que queda literalmente hecho y es luego de un largo proceso digerido en su totalidad.
Nosotros somos un tipo de rumiante, como corderitos mas o menos eso hacemos, rumiamos o meditamos la Palabra, no la desechamos, tenemos que revisarla, estar atentos a ella, obedecerla, desearla, comprenderla, meditarla, ponerla por obra....en el entido precisamente de que debemos "rumiarla".
Un dicho judío se refiera a que la Torá es como (con todo respeto solo para ilustración lo digo) una cebolla, esto es, tomamos de una leida como una hoja para encontrar que debajo de esa hoja aunque ya lo hayas leido hay una nueva hoja, una nueva enseñanza; por esto la Biblia se lee una y otra y otra vez y continua siendo una mina de enseñanza inagotable y eso la diferencia entre otras muchas cosas de cualquier otro libro....muestra de ello este foro.
Pues ahí estaría la diferencia en la utilización de las palabras. Mejor explicación no podía haberte dado, e igualmente podría dar una explicación respecto al sentido de disfrute que tiene el término
trogos, pero ese lo dejaré para la próxima ocasión..
Petrino dijo:
Igualmente Petrino.
Atte.
Joaco